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navarra
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FOTOGRAFÍAS
En esta página:
+ Ayuntamiento, PAMPLONA

navarra
navarra
en tres estampas: pamplona y valle de roncal
| texto ANDRÉS PUCH |
| fotografía ANA OSÉS y ANDRÉS PUCH |
Navarra es una de las regiones españolas con una personalidad más marcada.
Una tierra rica en matices, diversa en sus paisajes físicos y humanos donde
el viajero puede encontrar innumerables estampas paseando por la calles de
Pamplona, sumergiéndose en los “sanfermines” o recorriendo el valle de Roncal
Cuna del violinista Pablo Sarasate y del
Tenor Miguel Gayarre, Navarra es por su
historia y su posición geográfica tierra
de encuentros y contrastes tan acusados
como los que se dan entre la ubérrima
vegetación de la selva de Irati y
el macizo pardo de las Bardenas Reales,
entre la apacible tranquilidad de la vida
cotidiana pamplonesa y la desenfrenada
universalidad de sus fiestas, entre
la tradición primitivista del carnaval de
Alsasua y la vanguardia científica que
realiza milagros médicos a diario en la
Clínica Universitaria. En Navarra siempre
queda algo por ver.
PAMPLONA. Entre la tradición y
un futuro en verde. Histórica, universitaria,
jacobea, gastronómica, médica…
Todos estos apelativos pueden aplicarse
a Pamplona. Son muchas y muy diversas
las razones para acercarse hasta esta
encrucijada de caminos que sorprende al
viajero por el orden y la limpieza tanto
de su parte “vieja” como de la moderna y
espaciosa ciudad que se extiende articulada
por parques y avenidas.
En el casco antiguo de la capital del reino
pervive el trazado sobre el que se escribe
la convulsa historia medieval pamplonica
que enfrentó a los habitantes de los tres
burgos de la ciudad, Navarrería, San Nicolás
y San Cernín, San Saturnino en francés,
en una interminable cadena de represalias
y venganzas, como montescos y capuletos,
hasta que Carlos III “el Noble” promulgó el
privilegio de la unión que acabó con las
luchas fraticidas unificando las tres poblaciones.
Hoy, entre esas mismas calles enlosadas
se cruzan los peregrinos jacobeos,
que siguen buscando la bendición de San
Fermín en su camino hacia Santiago, con
los vecinos de siempre centrados en sus
quehaceres cotidianos o con estudiantes
recién llegados de la otra punta del mundo
para estudiar en la Universidad de Navarra.
Este variopinto paisaje humano se mezcla
sin problema frente a la fachada barroca
del ayuntamiento, la imponente catedral
neoclásica de Ventura Rodriguez, con su
claustro gótico y el soberbio sepulcro, esculpido
por artistas borgoñones, en el que
reposan Carlos III el Noble y su esposa, o
en la encantadora plaza de San José con
sus árboles centenarios y su sombra protectora
en los días de verano. El Baluarte
del Redín con sus magnificas vistas de la
nueva Pamplona que se extiende a sus pies
con sus amplias zonas verdes es otro de los
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navarra
SON MUCHAS Y MUY DIVERSAS LAS RAZONES PARA ACERCARSE HASTA PAMPLONA, QUE
SORPRENDE AL VIAJERO POR EL ORDEN Y LA LIMPIEZA DE SUS CALLES Y SUS PLAZAS
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FOTOGRAFÍAS
navarra
Página anterior de arriba abajo:
+ Quiosco de la Plaza del Castillo, PAMPLONA
+ Cruz de Mariano Benllure, PAMPLONA
+ Parque Yamaguchi, PAMPLONA
En esta página de arriba abajo:
+ Procesión San Fermín, PAMPLONA
+ Homenaje Ernest Hemingway, PAMPLONA
ERNEST HEMINGWAY
premio nobel de la literatura,
amigo de este pueblo y admirador
de sus fiestas, que supo escribir y
propagar la ciudad de Pamplona.
San Fermín, 1968
lugares de visita obligada antes de hacer una parada
en el camino, preferentemente al atardecer,
en el velador del Caballo Blanco.
La porticada Plaza del Castillo, con su inconfundible
quiosco y sus terrazas es el fin de semana
punto de reunión de cuadrillas de jóvenes
y mayores que se reúnen
para “potear” y dar buena
cuenta del amplio surtido de
pinchos que hacen que los
bares de San Nicolás compitan
con las mejores barras
de San Sebastián o de la
calle Laurel de Logroño. Un
suculento reclamo en el que
también hay sitio para la alta cocina como se
puede comprobar en La Olla, Don Pablo’s o en
el Burladero, que proponen sofisticadas delicias
que conjugan en el paladar los productos típicos,
como los pimientos o los espárragos, con
las últimas tendencias gastronómicas. De esta
emblemática plaza arranca las dos arterias que
articularon el crecimiento de la ciudad en el
EN EL CASCO ANTIGUO
DE LA CAPITAL DEL REINO
PERVIVE EL TRAZADO
SOBRE EL QUE SE ESCRIBE
LA CONVULSA HISTORIA
MEDIEVAL PAMPLONICA
siglo XIX y XX. El paseo Sarasate es una elegante
y arbolada “promenade”, muy a la francesa
con sus edificios clasicistas, el Banco de
España y el Palacio de la Diputación, rematada
por el Monumento a los Fueros, levantado por
suscripción popular y que recoge el tradicional
sentimiento foralista navarro. El paseo Carlos
III es el corazón comercial
en cuyos escaparates se
pueden encontrar todas las
novedades de cada temporada.
Una tarde de compras
puede tener un epílogo
perfecto en la mesa de
restaurantes como Rodero,
Josetxo, Alhambra o Europa
que han puesto Navarra en el primer plano
de la escena culinaria española.
Pamplona no sólo es historia, es una ciudad
abierta al futuro con un alto índice de desarrollo
socioeconómico en la que se ha promovido
un urbanismo prudente y equilibrado que
ha dotado a la ciudad de amplias avenidas y un
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navarra
impresionante corredor verde que une el
parque de la Ciudadela, de la Taconera y de
Yamaguchi. Un pulmón que permite recorrer
la ciudad prácticamente sin tocar asfalto y
que cambia de colores y luces en cada estación
para que pasear en sus verdes jardines
sea siempre un espectáculo distinto.
Dos nuevos edificios, el Centro de Investigación
Médica Aplicada y la Nueva Estación
de Autobuses son el mejor ejemplo de esa
Pamplona plenamente asentada en el siglo
XXI que apuesta por una arquitectura que
se integra en el espacio. En este marco se
integran las tres universidades de que dispone,
Universidad de Navarra, Universidad
Pública y UNED, que hace que la demanda
de cultura, arte y espectáculos crezca dando
lugar a una intensa vida cultural que configura
la interesante programación del teatro
Gayarre y del Baluarte.
NUEVE DÍAS DE JULIO. El orden y
tranquilidad salta por los aires cada seis de
julio a las doce del mediodía cuando estalla
el chupinazo. La plaza del ayuntamiento
es una olla a presión que bombea calimocho,
cerveza y cava a todas las arterias de
la ciudad, extendiendo el “capotillo” con su
peculiar mezcla de aromas. Con el pañuelo
anudado en el cuello, la charanga y el jolgorio
se apoderan de grandes y pequeños, de
veteranos que rejuvenecen vestidos de blanco
y de varios miles de jóvenes forasteros,
estadounidenses, australianos, centroeuropeos…
que llegan para vivir su propia “fiesta”
siguiendo los pasos de Hemingway. El
día y la noche quedan abolidos por decreto.
Un estado de euforia colectiva que tiene un
paréntesis cada mañana a las ocho cuando
el encierro hace que la ciudad contenga la
respiración y llene de emoción la cuesta de
Santo Domingo, la adoquinada calle de Mercaderes
o la curva de la estafeta. El miedo
abre paso entre la multitud. Todo es muy rápido,
casi fotográfico, un corredor a los pies
de un manso de trote bobalicón, la carrera
de un divino que se juega la vida entre las
astas por treinta metros de gloria, o las caídas
en medio del abarrotado atropello colectivo
en el que se convierte la estampida
humana… es el encierro, el más significativo
momento de las fiestas, un rito temerario
e irracional, un juego en el que la muerte
trata de colarse entre los brazos protectores
de San Fermín. Un instante fugaz que
parece interminable, un segundo en el que
las gargantas se secan, y el rebaño pasa baqueteando
los adoquines con el sonido de
los cencerros anunciando el astifino peligro.
Una veloz mancha negra ha limpiado la calle,
los gritos son ahora más lejanos. El corredor
no deja de sentir un alivio nervioso y
es en ese momento cuando el corazón, que
todavía palpita con fuerza, recuerda que la
fiesta continúa en el Niza, en el Café Iruña
o en cualquiera de los bares que esperan
a los valientes, o inconscientes según se
mire, siempre dispuestos a contar hazañas
y desventuras de esos minutos brutales en
PAMPLONA NO ES SÓLO
HISTORIA, ES UNA CIUDAD
ABIERTA AL FUTURO CON
UNA INTERESANTE VIDA
SOCIAL Y CULTURAL
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FOTOGRAFÍAS
De arriba abajo:
+ “El encierro”, PAMPLONA
+ Comparsa de Gigantes, PAMPLONA
+ Procesión de San Fermín, PAMPLONA
los que la tragedia merodea sin aviso previo.
Hora de volver a los pinchos, al parrandeo
con nocturnidad y alevosía, y a exprimir el
día hasta que el cuerpo aguante y hasta que
el último día a las doce de la noche toda
la ciudad cante el “pobre de mi”, se desate
el pañuelo encarnado y comience una larga
cuenta atrás hasta el año que viene.

zurich
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navarra
CUANDO EL SOL INTENTA PENETRAR
EN ESTE MONUMENTO VERDE LA LUZ
OFRECE UN ESPECTÁCULO DIGNO DE LAS
MEJORES VIDRIERAS DE LA CRISTIANDAD
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FOTOGRAFÍAS
navarra
Página anterior:
+ Bosque de “Mata de Haya”, RINCÓN DE BELAGUA
En esta página:
+ Puente sobre río Esca, VALLE DE RONCAL
RONCAL. Un paseo por la Navarra
Romántica. El paisaje muta y la
naturaleza se hace caprichosa conforme
se avanza por la carretera que llega al
pirineo navarro. Esta lengua de asfalto
mantiene comunicados los siete pueblos
del valle, Burgui, Vidángoz, Garde, Roncal,
Urzainqui, Isaba y Uztarroz, con el
mundo exterior. El olor a pino silvestre,
las hayas, el murmullo del agua, las formas
caprichosas de las paredes de roca
que vigilan el río Esca… todo forma parte
de un lienzo romántico que hace volar la
imaginación. Una piedra descomunal parece
tener colmillos y más adelante una
pared de roca con forma de calavera es
el refugio ideal para las brujas que viven
en el imaginario popular las noches de
Aquelarre. ¿Tal vez fuese la guarida de
Maruxa? Esta hechicera que aliviaba, con
sus hierbas y ungüentos, dolores y dolencias
a los roncaleses antes de que llegara
el doctor, es hoy la pregonera más querida
de Vidángoz, hasta donde baja del Pitxorronga
para presidir las fiestas el último
fin de semana de agosto. Es una noche de
conjuros y fuego, en el que las sombras se
apoderan de las fachadas del pueblo bailando
al ritmo de antorchas y hogueras.
EL OLOR A PINO SILVESTRE,
LAS HAYAS, EL MURMULLO
DEL AGUA... TODO FORMA
PARTE DE UN LIENZO
ROMÁNTICO
A la entrada de Burgui se encuentra el paseo
de los oficios donde descansan las tradicionales
almadías negándose a desaparecer
como otros oficios que descansan en los
libros para mayor gloria del industrialismo
que ha vaciado de jóvenes los valles pirenaicos.
Cada primero de mayo, estas embarcaciones
tradicionales vuelven a bajar
Ochagavia
(Valle de Salazar)
Uztárroz
Vidángoz
Mintxate
Pamplona
FRANCIA
Puerto de Belagua
Isaba
Belabarze
Urzainqui
Roncal
Garde
Burgui
Zuriza
(Huesca)
Ansó
(Huesca)
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navarra
LA “PATRIA CHICA” DE JULIÁN
GAYARRE, RONCAL, DA NOMBRE Y
EJERCE COMO CAPITAL DE VALLE
las frescas aguas del Esca recordando los
tiempos en que se conducía la madera
aprovechando el torrente que traía cada
primavera el deshielo. Hubo un tiempo que
la madera roncalesa llegaba hasta la ribera
e incluso hasta Zaragoza para encontrar
mercado. Hoy los almadieros, autentico tesoro
viviente, luchan para que el olvido no
vare definitivamente sus troncos.
La “patria chica” de Julián Gayarre, Roncal,
da nombre y ejerce como capital del
valle. La huella del tenor es muy sensible
en toda la villa ya que a lo largo de
su vida mantuvo estrechos lazos con su
gente, de hecho el frontón y las escuelas
fueron un regalo al pueblo que hoy sigue
recordando la generosidad del hombre
que conquistó La Scala de Milán con su
interpretación de La Favorita. Su casa ha
sido convertida en museo y el precioso
mausoleo modernista que realizó Mariano
Benlliure destaca en el centro del
cementerio. Allí descansa al abrigo de las
montañas que le vieron crecer acompañado
en su sueño eterno por la música,
la fama, la armonía y la melodía. Emotiva
y romántica imagen que parece trasmitirse
a todo el pueblo, que impresiona al
viajero por su aspecto señorial, con sus
casas de piedra rematadas con escudos
heráldicos, vestigio de un pasado aristocrático.
Los vivos colores de las flores que
engalanan balcones y ventanas contrastan
en ese conjunto armónico de piedra y
cal blanca. En las alturas, la Iglesia-for-
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FOTOGRAFÍAS
navarra
Página anterior de arriba abajo y de izq a dcha.:
+ RONCAL
+ Mausoleo de Julián Gayarre, RONCAL
+ Ayuntamiento, RONCAL
En esta página de arriba abajo y de izq. a dcha.:
+ ISABA
+ Cocina tradicional, VALLE DE RONCAL
+ Casa roncalesa, ISABA
+ Isaba y la Peña Ezcaurre, vistas desde el camino
del Santurio de la Virgen de IDOIA
EL PAISAJE MUTA Y LA
NATURALEZA SE HACE
CAPRICHOSA CONFORME
SE AVANZA POR LA
CARRETERA QUE LLEGA AL
PIRINEO NAVARRO
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navarra
“Maestro quesero y cucharero.
Hombre de muchos oficios
hacedor de yeso y cal, y a morir
al hospital”
José Manuel Marengo
LOS PEQUEÑOS AGUJEROS
DIFERENCIAN EL QUESO
“RONCAL” ARTESANO
DEL PRODUCIDO
INDUSTRIALMENTE
taleza de San Cipriano emerge como un
rudo bastión de sólidos muros.
Isaba sigue los pasos de Roncal, hoy es el
pueblo más activo del valle debido al desarrollo
turístico. El valle se vuelve más escarpado
y el bosque cubre el horizonte en
el que sobresale orgullosa la silueta blanca
de la Peña Ezcaurre. Los encantos de esta
idílica villa de pastores y comerciantes, última
población antes de llegar a la muga
francesa, son muy conocidos, de hecho
aquí abrió sus puertas el hotel Pirineo, un
lujoso establecimiento que fue frecuentado
por ministros y acaudalados huéspedes
antes de cerrar sus puertas. Las enormes
chimeneas redondas que rematan sus casas
son testigo mudo de la tranquilidad,
el aire puro y el frescor del valle en verano,
que sigue siendo un atractivo reclamo
para el viajero de hoy como lo fue para
el de ayer. A la entrada de Isaba encontramos
la Ermita de Idoia, un monumento
histórico de fuerte raigambre popular
y que guarda la venerada virgen del niño.
Camino del Valle de Salazar, donde se encuentra
la Selva de Irati, antes de llegar
a Uztarroz, se puede seguir el desvío que
lleva a las Ateas de Mintxate, un angosto
desfiladero natural.
El valle de Belagua sintetiza la belleza
cambiante de la naturaleza roncalesa,
del manto blanco invernal, al verde peine
de pinos, abetos, hayas, quejigos, avellanos,
bojes y tilos que forman un precioso
mosaico de destellos ocres, terrosos,
bermellones y ambarinos en otoño. Sólo
la niebla unifica esta catedral natural que
tiene su máxima expresión en el rincón de
Belagua, un bosque de hayas y abetos que
sostiene sobre sus troncos una bóveda de
ramas y hojas a más de cincuenta metros.
Cuando el sol intenta penetrar en este
monumento verde la luz ofrece un espectáculo
digno de las mejores vidrieras de la
cristiandad. En la era de la tecnología y la
construcción es tiempo de volver a pensar
si el progreso supera con toda su compleja
maquinaria la sencillez del viento jugando
entre las ramas o la majestuosidad sobrecogedora
del monte Txamantxoia.
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navarra
En el puerto, además de disfrutar del impresionante
circo de montañas que corona
la mesa de los tres reyes, pico que se encuentra
entre Navarra, Aragón y Francia,
está la Venta de Juan Pito, autoridad universal
a la hora de elaborar unas chuletas
a la brasa y unas migas de pastor a la vieja
usanza. La carne, el pacaharán y el queso
son los tres productos más afamados de
la zona. El “Roncari” es un queso de sabor
intenso con un marcado gusto a leche de
oveja que ha traspasado fronteras. En el
valle se diseminan pequeños productores
fieles al proceso de elaboración roncalés
como José Manuel y Gema de la borda
Marengo, que mantienen la importancia
de utilizar leche propia, que no viaje y sea
trabajada a la manera tradicional sin ningún
producto químico. El resultado sabrosas
piezas de inconfundible paladar que
mantiene los pequeños agujeros que diferencian
al “roncal” artesano del industrial.
Larra es el último paso antes de llegar a
Francia y forma una de las zonas carcásicas
más amplias de Europa. Es el territorio
del pino negro. Las rocas se retuercen
formando un magma de fantasmagóricas
e inquietantes morfologías que ha sido
moldeado por el agua que ha dejado un
paisaje de dolinas, lapiaces, simas y valles
ciegos. Antes de llegar a tierras galas, el
mojón fronterizo de la Piedra de San Martín,
es testigo cada 13 de julio del Tributo
de las Tres Vacas, “de dos años, de igual
dentaje y pelaje y sin tacha” con el que
los alcaldes del valle francés de Baretous
pagan a los roncaleses el uso de pastos
y aguas. Esta tradición esta constatada
desde 1375 y se ha convertido en un multitudinario
acto. Desde aquí se contempla
un nuevo horizonte y pasada las primeras
curvas encontramos la primera quesería
francesa que tampoco está mal… pero
esa es otra historia.
EL VALLE DE BELAGUA SINTETIZA LA BELLEZA
CAMBIANTE DE LA NATURALEZA RONCALESA,
DEL MANTO BLANCO INVERNAL, AL VERDE
PEINE DE PINOS, ABETOS, HAYAS, QUEJIGOS,
AVELLANOS, BOJES Y TILOS
FOTOGRAFÍAS
Página anterior de arriba a abajo:
+ Borda Marengo, llano de BELAGUA
+ José Manuel Marengo
+ Cucharas de boj hechas a mano por Marengo
En esta página de arriba abajo y de izq. a dcha.:
+ Venta de Juan Pito, PUERTO DE BELAGUA
+ Vista del Valle de Belagua desde Juan Pito
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navarra
NAVARRA
CAPITAL
Pamplona
POBLACIÓN
569.628 habitantes
SUPERFICIE
10.391 kilómetros cuadrados
CÓMO LLEGAR
Pamplona está conectada a una
red de carreteras que parten de la
ciudad en dirección a Huesca, Zaragoza,
Logroño, San Sebastián e
Irún. La estación de autobuses tiene
buenas conexiones diarias con las
principales ciudades españolas y
localidades navarras. Renfe (902 24
02 02) conecta a diario Pamplona
con Madrid, Barcelona, Zaragoza,
Hendaya, Burgos, Palencia, León
y Gijón, y varios días a la semana,
con Vigo, Ourense, Lugo y La Coruña.
El aeropuerto en Noain (948 16
87 50), a las afueras de Pamplona,
ofrece varios vuelos diarios desde
Madrid y Barcelona.
CUÁNDO IR
Cualquier época es buena para visitar
Navarra. Si se busca disfrutar de una
fiesta continuada durante nueve días,
sobra decir que los sanfermines son
el momento indicado. El clima del valle
de Roncal es de alta montaña, por
lo que conviene abrigarse si se van a
realizar rutas de motaña. El invierno
es frío y con nevadas abundantes.
QUÉ VISITAR
EN PAMPLONA
Catedral
Formado por tres naves de estilo gótico,
el actual edificio, se levantó sobre
las ruinas del anterior templo románico,
derruido en el siglo XIV.
Seminario de San Juan Bautista
El antiguo Seminario de San Juan Bautista,
en Pamplona, alberga en su interior
el Museo de Sarasate y el Archivo
Municipal.
Ayuntamiento
El Ayuntamiento de Pamplona se
construyó en el año 1752 sobre las
ruinas del anterior, que databa del
siglo XV. El edificio fue derruido en
1951 y sólo se conserva de entonces
la fachada barroca.
Alsasua
Estella
ESTAMPA NAVARRA
Tierra de matices y hermosos paisajes, el viajero encontrará en
Navarra dos ineludibles destinos: Pamplona y el valle de Roncal.
La mejor forma de descubrir toda su diversidad es sumergiéndose
en los sanfermines o recorriendo las siete villas que salpican
La Ciudadela
Inspirada en la ciudadela de Amberes,
se empezó a construir, por orden
de Felipe II, en 1571 y se terminó en
1648. En el siglo XVIII fue cárcel y
en ella estuvieron presos personajes
tan ilustres como el conde de Floridablanca.
LOS PUEBLOS DEL VALLE DE RONCAL
Burgui
El pueblo de Burgui constituye el pórtico
de entrada al valle de Roncal por el
sur, y recibe al visitante con un precioso
puente medieval de estilo romano.
Vidángoz
Isaba es un bonito pueblo enclavado a
orillas del barranco de Biniés.
Garde
Entre las sierras de Calveira, Punta Barrena
y San Miguel, y regado por el barranco
de Gardalar, encontramos este
pueblo cuyo conjunto urbanístico ha
sabido conservar las características de
la arquitectura típica del pirineo.
Pamplona
Tafalla
Olite
Tudela
Roncesvalles
el hermoso valle pirenaico.
Roncal
Roncal
Enclavado en mitad del valle, Roncal
es uno de los pueblos más interesantes
del pirineo navarro, en el que resulta
imprescindible visitar el Centro
de Interpretación de la Naturaleza, y
el Mausoleo y la Casa Museo de Julián
Gayarre.
Urzainqui
Situado en las estribaciones de las sierras
de Santa Barbara y Arrigorrieta, en
Urzainqui destacan la ermita de San
Salvador y la iglesia de San Martín.
Isaba
En este pueblo de construcciones de
piedra y madera bañado por el río Esca,
merecen una visita el Museo de la Memoria
y la Ermita de Idoia.
Uztarroz
El pueblo más septentrional del valle
de Roncal presenta un interesante
Museo del Queso.
DÓNDE ALOJARSE
Hotel La Perla
Plaza del Castillo, 1 (Pamplona)
948 223 000
Hotel Tres Reyes
Jardines de la Taconera, s/n (Pamplona)
948 22 66 00
Hostal Lola
Medigatxa, 17. Isaba (Roncal)
948 89 30 12
Hotel Isaba
Bormapea, 5. Isaba (Roncal)
948 893 000
DÓNDE COMER
Alhambra
Francisco Bergamín, 7 (Pamplona)
948 24 50 07
Josetxo
Pl. Príncipe de Viana, 1 (Pamplona)
948 22 20 97
Rodero
Emilio Arrieta, 3 (Pamplona)
948 228 035
La Venta de Juan Pito
Puerto de Belagua. Isaba (Roncal)
948 89 30 80
Hostal Lola
Medigatxa, 17. Isaba (Roncal)
948 89 30 12
QUESERÍA ARTESANAL
Borda Marengo
Situada en el Llano de Belagua, elabora
excelente queso y requesón de oveja fabricado
con leche propia.
948 39 40 39
MÁS INFORMACIÓN
DIRECCIONES ÚTILES
Oficina de Turismo de Pamplona (848
42 04 20) Hilarión Eslava, 1 (esq. Plaza
San Francisco). Pamplona
Oficina de Turismo de Roncal (948 47
52 56) Iriartea, s/n. Roncal
Oficina de Turismo de Isaba (948 89
32 51) Bormapea, 5. Isaba
EN INTERNET
www.turismonavarra.es
www.pamplona.net
www.vallederoncal.es
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