La firma Loewe ha sabido nutrirse de gran - Spend In

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Texto por Belén Soler Duque
La firma Loewe ha sabido nutrirse de grandes
recursos creativos. Desde que hace más
de 150 años iniciaran su andadura en
España, sus diseños son una grata combinación
entre la creatividad artística y la
innovación tecnológica. Sus productos simbolizan
la nobleza y la perfección de la
artesanía, un lujo al alcance de no pocos,
gracias a la elegancia y refinamiento de
cualquiera de sus diseños.
Quién iba a pensar allá por el año
1846 que esta dinastía familiar
iba a convertirse en proveedor de
la Casa Real y en todo un hito en la historia
de la moda. Fueron unos artesanos
españoles los que decidieron por aquel
entonces abrir un taller de trabajo de piel
en Madrid, para la producción de estuches
de marroquinería, monederos, billeteros,
cigarreras, marcos, carteras, petacas para
tabaco… Muchos años han pasado desde
entonces, y hoy en día Loewe ha sabido
mantener los valores que antaño introdujera
en sus diseños e innovar hasta ser toda
una referencia en últimas tendencias de
vanguardia. Así lo demuestran sus actuales
objetos de lujo de piel, artículos de viaje y
decoración, zapatos, regalos, perfumes y
como no, su prêt-à-porter.
En 1872 llega a la capital española Enrique
Loewe Roessberg, un joven prusiano que
queda prendado por el buen hacer de los
artesanos españoles, a los que propone
unirse para empezar a crear toda una
marca. De esta manera, Enrique Loewe
aporta su rigor y metodología de trabajo,
como buen alemán, y los maestros españoles

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la creatividad y conocimientos artesanales.
Aquí empieza la historia de Loewe.
La calidad, elegancia y refinamiento de la
gama de productos de la firma logra captar
la atención de lo más chic de la sociedad.
En 1905, la Duquesa de la Conquista,
clienta de Loewe y uno de los personajes
más influyentes de la Corte, introduce a la
empresa en Palacio. Desde entonces, ahí
sigue manteniendo su título de “Proveedor
de la Real Casa” concedido por el Rey
Alfonso XIII.
En los años 50, Madrid se había convertido
en sede de la clientela internacional próspera
y glamurosa y la cultura española en
una atracción para grandes figuras del
mundo del cine y la literatura como Cary
Grant, Anthony Quinn, Gary Cooper, Ava
Gardner, Giulietta Masina y Sofía Loren,
entre otros. Según cuenta la leyenda, el
escritor Ernest Hemingway regaló un bolso
de Loewe a Ava Gardner, a quien estaba
muy unido. Al mismo tiempo, la firma se
abre paso en el panorama internacional y
cimienta una relación muy especial con la
aristocracia y las realezas europeas.
LA CREACIÓN DE UN UNIVERSO
En 1965 el actual representante de la
empresa familiar Enrique Loewe Lynch,
incorpora a la empresa e impulsa el prêt-àporter,
cuyas primeras colecciones son firmadas
por prestigiosos creadores como Karl
Lagerfeld o Laura Biagiotti para mujer y
Giorgio Armani para hombre. Actualmente,
José Enrique Oña Selfa es quien lleva las
riendas creativas de la moda mujer y José
Luis Toribio el diseñador de la colección
masculina de la firma.
Loewe ha sabido
mantener los valores que
antaño introdujeran
sus diseños sin
olvidar la innovación
Los grandes desfiles de moda que se organizan
son siempre el fiel reflejo del cuidado y
esmero que la empresa introduce en su quehacer
diario. Ya es muy conocida la relación
tan íntima y especial existente entre
Loewey la seda. Este material legendario en
el cosmos del lujo se ha convertido en el
emblema de la marca y sus fuentes de inspiración
se han abierto a las culturas del
mundo sin perder el prestigio y la calidad
que han construido su fama. Precisamente,
fue Vicente Vela el que ofició como director

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1. Colección Prêt-à-Porter por Ken Scott, 1966. • 2. Colección Primavera-Verano 2005 por Enrique Oña Selfa
de la línea de seda y el creador del emblemático
logo Loewe. Cuatro “eles” grabadas
a fuego, un icono reconocido que ha evolucionado
a lo largo del tiempo y que define
los diversos momentos por los que ha atravesado
la Casa. Por otra parte, las pieles
insignes de la firma provienen de piel ovina
española considerada como la piel de más
alta calidad del mundo, y cuya producción,
en su totalidad, está reservada a Loewe.
Tras un riguroso trabajo se consigue una
piel muy fina de extraordinaria calidad y de
un tacto inigualable. Es el tacto Loewe.
Además, fruto de su amplio crecimiento
tanto internacional como nacional la
empresa amplía su mercado con el lanzamiento
de nuevos productos como las fragancias
que empieza a comercializar en el
año 1972. Hoy en día, Loewe es líder en el
mercado español olfativo con más de 1500
puntos de venta, y está presente en el mercado
internacional en más de 30 países,
marcando los perfumes de la firma una
estrategia de desarrollo ambiciosa.
En los años 80 Loewe
firma un acuerdo de
distribución con Louis
Vuitton y abre su
primera tienda en París,
iniciando su progresión
internacional
Sin lugar a dudas, Loewe siempre se ha
destacado por su estrategia futurista y
moderna en la gestión de la empresa y no
son sólo productos los que vende, sino
también una imagen de marca consolidada,
un aspecto que sabe destacar con luz
propia. Desde que en 1939 se inaugurase su
emblemática tienda en Gran Via 8 en
Madrid, la modernidad unida a la constancia
y estabilidad, han marcado sus pasos.
Así lo demuestra como ejemplo los originales
escaparates semicirculares de la referida
tienda que enmascaran la visión del
interior a los viandantes y que es obra del
prestigioso arquitecto Francisco Ferrer
Bartolomé, al que ha seguido José Pérez de
Rozas, el actual creador de los escaparates
de Loewe que tanta expectación causan de
año en año. Pero su buque insignia lo constituye
el local de 900 m 2 inaugurado en
1959 en la calle Serrano de Madrid, con un
planteamiento innovador para esa época en
manos del arquitecto Javier Carvajal. El
juego de contrastes entre interior y exterior
y de estilo nórdico ha conferido a Loewe el
reconocimiento de marca vanguardista.
LA EVOLUCIÓN HECHA TENDENCIA
Siempre fiel a la demanda de la sociedad,
en plena movida madrileña, Loewe sigue

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otorgado al mundo de las artes. De esta
manera, se crea en 1988 la Fundación
Loewe, como fundación cultural privada,
bajo el protectorado del Ministerio de
Cultura, con la ambición de dar respaldo a
la música, la poesía y el diseño, con un
carácter pedagógico y dirigido preferentemente
a los jóvenes. La Fundación otorga
el “Premio Internacional de Poesía
Fundación Loewe” y el “Premio de Piano
Infanta Cristina”.
Los Duque de Windsor tras su visita a la tienda Loewe en San Sebastián, 1950
Hoy en día trabajan más de 200 artesanos
para Loewe. El saber hacer se transmite de
una generación a otra a través de programas
exclusivos de formación, para convertir
a los alumnos en futuros maestros de
este arte. Un arte que, aunque antiguo, se
ha convertido en toda una vanguardia en
el mundo de la moda.
siendo símbolo de modernidad y vanguardismo.
Es entonces, ya por los años 80
cuando la empresa firma un acuerdo de
distribución con Louis Vuitton y abre su
primera tienda en París. Sin embargo, su
escalada internacional ya había comenzado
anteriormente instalándose en Londres;
entre su clientela nobiliaria se encontraban
el Duque y la Duquesa de Windsor.
En 2003 la Fundación
Loewe recibió la
Medalla de Oro en
las Bellas Artes
Pero otro Continente será también el centro
de atención de la firma, Asia, con la
apertura de un establecimiento en Tokio, a
los que se habían sumado otros por Hong
Kong, Singapur, Dubai, Sydney… Y asi
hasta alcanzar las 130 tiendas de las que
dispone la marca en el exterior.
Por otra parte, Loewe se ha distinguido a lo
largo de su historia por el apoyo que ha
1. Tienda Loewe en Omotesando, en el
barrio de la moda de Tokio.
2. Logotipo del “Premio Internacional de
Poesía Fundación Loewe”.