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p o l o<br />
de Tortugas capitaneado por Andrada comenzó<br />
a progresar más que adecuadamente<br />
ganando invicto el torneo de Paysandú.<br />
Más adelante, en 1935, el equipo, ya con<br />
su nueva equipación naranja con la T del<br />
club enmarcada por una circunferencia<br />
oscura a la altura del corazón, intervino en<br />
el Campeonato Argentino Abierto de Polo,<br />
convirtiéndose en campeón de la máxima<br />
expresión de este deporte en Argentina y<br />
por consiguiente, de todo el mundo. A tenor<br />
de ello, publicó el diario La Nación el 30 de<br />
noviembre de ese mismo año que “los miles<br />
de aficionados que fueron a Palermo en<br />
busca de una lucha emotiva, vieron ampliamente<br />
satisfechos sus deseos. Tortugas y<br />
Venado Tuerto, en la final del 42º campeonato<br />
argentino de polo, no escatimaron<br />
esfuerzos, a través de siete<br />
intensos chukkers, en<br />
conseguir una victoria<br />
que no tuvo dueño hasta<br />
los últimos instantes del<br />
cotejo”. Una disputada<br />
final protagonizada por<br />
duchos y habilidosos caballeros<br />
de la época. Sin<br />
embargo, a lo largo de<br />
la historia ha habido numerosas<br />
damas que han<br />
denotado una innegable<br />
habilidad técnica en la<br />
práctica de este deporte<br />
en el que se requiere<br />
ser jinete experto, tener<br />
buena vista y brazo firme<br />
para impulsar la pelota.<br />
Por no hablar de las<br />
atrevidas que osaron jugar<br />
polo en Tortugas allá por<br />
1938, cuando sólo había<br />
antecedentes de hazañas<br />
femeninas semejantes en<br />
Estados Unidos o <strong>In</strong>glaterra.<br />
En Argentina, las<br />
primeras temerarias que<br />
se atrevieron a realizar<br />
un partido entre señoras<br />
lo hicieron en el año 1926,<br />
en Pingüinos, y sólo diez<br />
años más tarde algunas<br />
aventureras de Hurlingham<br />
se iniciaron en la práctica de este deporte.<br />
Ese primer partido femenino de finales de<br />
junio de 1938 atrajo múltiples expectativas<br />
hacia los dos equipos contrincantes, Las<br />
Panteras y Las Gacelas. Según informó el<br />
diario El Gráfico, “ciertamente jugaban las<br />
chicas que, no conformes ya con emitir los<br />
más caracterizados juicios acerca del polo<br />
en serio, ni con monopolizar la atención de<br />
los espectadores en muchos partidos en que<br />
la calidad anda por el suelo y el verdadero<br />
espectáculo anda por las tribunas, invaden<br />
ahora el campo de juego”. El apasionamiento<br />
por el polo en Argentina continúa siendo<br />
tan intenso hoy como lo era hace más de 80<br />
años y aúna tanto a aficionados de género<br />
masculino como femenino. En la actualidad<br />
el club cuenta con casi cien socios<br />
jugadores que, a su vez, movilizan unos<br />
300 caballos, para los cuales existe una<br />
proporcional cantidad de boxes. Durante<br />
los martes, jueves y sábados hay prácticas<br />
y encuentros formales, ya que el Tortugas<br />
Country Club posee cinco canchas de polo<br />
propias, de las que cuatro reciben los nombres<br />
de Antonio Maura, Mario <strong>In</strong>chauspe,<br />
Enrique Alberdi y Gastón Dorignac. A ellas<br />
se suma la cancha más antigua de todas,<br />
propiedad del fundador del club y otros<br />
tres campos de juego. Estas extensiones de<br />
terreno se complementan con los 300 boxes<br />
que acogen a las monturas de los socios que<br />
practican polo y que son epicentro de la intensa<br />
actividad de veterinarios y trabajadores<br />
durante la temporada de mayor ajetreo<br />
en la práctica de este deporte que tantas<br />
alegrías ha proporcionado al club. En sus<br />
vitrinas se exhiben con orgullo trofeos<br />
como el correspondiente al campeonato del<br />
abierto de 1935, o los obtenidos en acontecimientos<br />
deportivos de tanta relevancia<br />
como los abiertos del Jockey Club, en el<br />
handicap por la copa Provincia de Buenos<br />
Aires, la copa Cámara de Diputados o el<br />
Circuito Porteño. De su propio abierto, el<br />
club puede presumir de la copa General<br />
San Martín o la de Los <strong>In</strong>dios, las copas<br />
Campañas del Desierto y Charro Mexicano,<br />
o los galardones de Hurlignham Club o<br />
Ravenscroft.<br />
Sin embargo, el polo no es el único deporte<br />
que se puede practicar en Tortugas, ya que<br />
su fundador, Antonio Maura, también era<br />
un apasionado del golf. De hecho, diseñó<br />
personalmente la primitiva cancha de nueve<br />
hoyos, habilitada el 3 de julio de 1932.<br />
Por aquella época, el terreno no contaba<br />
con las buenas condiciones actuales. Tanto<br />
es así, que Juan Cullen Crisol, uno de los<br />
integrantes de la junta directiva de la época,<br />
advirtió a futuros jugadores de<br />
que el club ponía a sus disposición<br />
los caddies, que aunque principiantes<br />
ya se habían ejercitado en<br />
la búsqueda de pelotas y de los que<br />
destacaba que todos sin excepción<br />
sabían nadar, cualidad sin duda<br />
muy interesante para algunos<br />
hoyos que “presentaban una topografía<br />
verdaderamente veneciana”.<br />
El golf despertó un inusitado<br />
entusiasmo entre los habitantes<br />
de Tortugas, incluso entre los que<br />
eran asiduos de otros deportes.<br />
Sin embargo, no fue hasta 1958<br />
cuando se tomó la decisión de<br />
afrontar la construcción de otros<br />
nueve hoyos. Las canchas de<br />
Tortugas han sido testigos y<br />
localización excepcional en la<br />
que han tenido lugar numerosos<br />
certámenes argentinos e internacionales,<br />
como el argentino<br />
de caballeros, la clasificación<br />
para el campeonato nacional de<br />
damas o la copa de la Hispanidad.<br />
Además del golf y el polo, el<br />
Tortugas Country Club permite<br />
la práctica de otro deporte muy<br />
popular, el tenis. Al cual rinden<br />
culto, a pesar de la diversidad<br />
de edades, muchos de sus socios.<br />
La cifra de tenistas aficionados<br />
suma casi 300 adeptos que practican<br />
de forma regular en las numerosas pistas<br />
que el club pone a su disposición. Ciertamente,<br />
el que no practica uno o varios<br />
deportes en Tortugas es porque no quiere,<br />
ya que las posibilidades son variadas y<br />
numerosas. Sin embargo, como hemos<br />
podido comprobar a lo largo de estas páginas,<br />
Tortugas no es sólo un Country Club<br />
donde disfrutar del polo, el golf o el tenis,<br />
sino toda una filosofía de vida basada en el<br />
cuidadoso mimo con el que han pulido su<br />
historia sus habitantes.<br />
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