México - GBR

MÉXICO: Forjando un nuevo PEMEX
Pemex: el camino de la reforma
Las reformas son un triunfo político y una oportunidad para empresas extranjeras.
Transformar un gigante como Pemex
no iba a ser una tarea fácil. Por ello,
aunque para algunos las reformas
son superficiales e intrascendentes,
éstas representan un verdadero triunfo
político. En los 79 años de historia de la
compañía, creada con la nacionalización
de la industria en 1938 por el Presidente
Lázaro Cárdenas, apenas se había
realizado ningún cambio significativo
en las políticas de gestión de la estatal.
En su mayor parte, la legislación de la
industria del petróleo fue redactada en
los años 1930. El Dr. Raúl Livas Elizondo,
director corporativo de operaciones de la
petrolera, señala que “Pemex es un motor
importante de la economía mexicana que se ha gestionado
con reglas muy peculiares. Como consecuencia de ello,
nuestra contribución a la economía no ha sido eficiente.
Lo deseable en una compañía es incrementar las ventas a
un costo racional, pero Pemex se ha gobernado por reglas
en las que únicamente se controlan los costos, lo que ha
generado comportamientos muy irracionales”.
Debido a que numerosas familias mexicanas vendieron
sus joyas para ayudar al gobierno a comprar las empresas
extranjeras durante la expropiación, cualquier tipo de
discusión acerca de Pemex ha sido siempre poco menos
que un tabú. Tradicionalmente, los debates sobre posibles
reformas siempre han acabado bien caldeados, y cuando
el Presidente Felipe Calderón anunció la posible reforma
energética en abril de 2008, el ex-candidato a la presidencia
Andrés Manuel López Obrador, miembro del PRD, llevó
a sus seguidores a ocupar las dos cámaras legislativas y
cerrar sus puertas con cadenas, con el objetivo de evitar la
aprobación de cualquier reforma que pudiera llevar a una
privatización parcial del sector.
Por el deseo de complacer el sentimiento popular, no
debe de sorprender la tendencia de los líderes de Pemex
a mostrar un cuadro optimista de las operaciones de la
compañía, al tiempo que han ido pidiendo al gobierno
que inicie un cambio, a la vista de los enormes desafíos
que la estatal vislumbra en el horizonte. Aunque algunos
expertos aseguran que sólo la privatización bastará para
salvar la industria mexicana del gas y el petróleo, el Dr.
Raúl Livas afirma lo siguiente: “Tenemos un mandato
muy claro de la población y la mayoría de los ciudadanos
se opone fuertemente a la privatización de Pemex. Es algo
que tenemos que obedecer, es la voluntad del pueblo. Si se
analizara la situación exclusivamente desde el punto de vista
del desempeño, privatizar la compañía sería probablemente
más efectivo, pero es algo que viola un principio básico
incluido en la Constitución”.
“Pemex se ha gestionado con
reglas muy peculiares”, recuerda
Raúl Livas, director corporativo
de operaciones de Pemex.
A la vista de las noticias cada vez
más pesimistas por parte de los cuadros
de Pemex, los principales partidos del
Congreso llegaron finalmente a un
acuerdo para la aprobación de la reforma
energética en octubre de 2008. Queda por
ver ahora si los cambios serán suficientes
para revertir la tendencia a la baja en la
producción de petróleo en México, y por
otro lado si los líderes responsables de
dichos cambios tendrán la voluntad para
dedicarle el mucho trabajo necesario para
el éxito de las reformas.
El desafío empieza ahora
Durante las recientes celebraciones
del 71º aniversario de Petróleos Mexicanos en marzo de
2009, la estatal hizo público que las reservas de crudo y
gas natural se han reducido por décimo año consecutivo,
debido al declive del campo de Cantarell, un complejo
gigantesco del que se dice que contiene el tercer depósito
de crudo más grande conocido. La producción de petróleo
en el país en 2008 alcanzó los 3,1 millones de barriles por
día, cifra significativamente inferior a los 3,5 millones de
barriles por día en 2007.
“La situación en Pemex viene marcada por la evolución
de su principal campo, Cantarell, actualmente en una fase
de declive”, señala el Dr. Raúl Livas. “Los desafíos para el
futuro son enormes, sobre todo porque extraer petróleo de
Cantarell requirió mucha menos inversión que los nuevos
campos”.
Mientras la Administración de Información de Energía
(EIA) del gobierno estadounidense prevé que México
producirá 2,9 millones de barriles por día en 2009 y 2,7
millones en 2010, el Presidente Felipe Calderón señaló
durante los eventos del 71º aniversario que el país tuvo un
ritmo de restitución de reservas del 71%, frente al 50,3% de
2007, y aseguró que espera un ritmo de restitución del 100%
o más para el año 2012. El Dr. Livas insiste en este asunto:
“El objetivo de esta administración es lograr una completa
restitución de reservas con reservas 1P y 3P, y alcanzar una
fase sustentable en la producción. En reservas 3P, ese ritmo
de restitución ya se ha alcanzado. Las cifras muestran que
en 2008 hubo un ritmo de restitución del 71% en 1P y del
102% en 3P”. Sin duda, son cifras positivas, pero que se
explican en parte por los menores niveles de producción,
más que por un incremento real en las reservas.
Sea como sea, el Dr. Livas admite que hace falta mucha
más actividad en todos los ámbitos, y que para mantener
los niveles de producción habrá que invertir de manera
masiva en tareas de E&P. Si bien el presupuesto para
exploración y producción de la estatal rondará los 19 mil