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20.07.2014 Views

Cangrejera es una vasta zona industrial que da apoyo al sector energético. que redactar los contratos de forma flexible, de manera que se incluya la expectativa del operador de obtener un retorno a su inversión. “Vienen momentos interesantes, y creo que Pemex, el gobierno mexicano y los operadores van a trabajar con rapidez para encontrar los términos más adecuados para estos acuerdos”. Finalmente, otra área de interés es el de los campos marginales o maduros. Se estima que en el sur de México hay más de 7.000 pozos perforados, y de ellos menos de 2.000 están siendo utilizados para labores de producción. La compañía mexicana Comesa, de la que se habla con frecuencia como un primo menor de Pemex, trabaja activamente en estos campos. Adán E. Oviedo Pérez, presidente y director general de la empresa, es de la opinión que el desarrollo de los campos marginales y maduros cuya explotación ha ido abandonándose con el transcurso de los años, podría proporcionar a Pemex la manera más rápida de recuperar los niveles de producción previos al declive del campo de Cantarell. Contratos con incentivos Sin duda, la reforma más interesante para potenciales inversores y compañías socias de Pemex es el lanzamiento de contratos en los próximos meses, en los que se definirán los criterios por los que terceras partes podrán trabajar junto a Pemex. El Dr. Raúl Livas, director corporativo de operaciones de Pemex, asegura que la estatal “está trabajando en una serie de contratos con los incentivos adecuados para el desempeño y la ejecución de los trabajos que se incluyen en dichos contratos”. En este sentido Pemex espera que se alcance un equilibrio apropiado entre riesgo y recompensa. Para el Dr. Livas, el éxito es fundamental: “Pemex deberá complementarse con las capacidades y habilidades de otras empresas para ejecutar con eficiencia todas las tareas que tenemos por delante”. Los contratos en sí mismos estarán limitados por la barrera de que Pemex no puede compartir su producción ni proporcionar concesiones, y se orientarán más a los modelos de aportación de tecnología y prestación de servicios. Aunque esto parece desviarse de los intereses de las empresas más grandes, también es cierto que no hubiera sido realista pensar que la reforma otorgaría carta blanca para que las majors se hicieran con la industria del país. Ahora, una vez se publiquen los contratos, ellas tendrán que decidir si las condiciones son favorables y ofrecen suficientes beneficios para decidirse a invertir. Con todo y con ello, Rogelio López-Velarde del despacho de abogados LVHS asegura que “los nuevos contratos serán toda una revolución cultural en la manera de hacer negocios. Estamos hablando de una industria de más de 70 años, que ahora deberá recompensar a las compañías según el desempeño. No será un cambio fácil, y tardará años en producirse”. Tradicionalmente, Pemex ha estado sujeto a las leyes de adquisición y obras públicas que se aplican a todos los ministerios del país por mandato constitucional. Durante el proceso de reforma, sin embargo, el Congreso decidió que en lugar de crear un proyecto de ley específico para los contratos de Pemex (lo que habría causado una enorme discusión entre los principales partidos), lo mejor era enmendar una cláusula de la ley para establecer que las condiciones gubernamentales de adquisición no se apliquen a los principales contratos de producción de Pemex. López-Velarde explica que esto regirá prácticamente para todos los contratos de la estatal, pero que un nuevo conjunto de normas para estos contratos deberán ser definidas próximamente, por parte del Consejo de Administración. Este cambio será extremadamente beneficioso para la industria por dos motivos. Por un lado el Consejo de Administración va a establecer cláusulas que serán directamente ventajosas para Pemex, y por ende para el crecimiento del sector, algo que no ocurría en el pasado; por otro

lado, en caso de que haya errores o problemas en las directivas por las que se gobiernan estos contratos, el Consejo podrá aprobar rápidamente una enmienda para modificarlas. Ya no habrá que pasar por el Congreso, lo que obviamente ahorrará mucho tiempo y dará agilidad al sector. Este transferencia de poderes del Congreso de la nación al Consejo de Administración de Pemex representa un cambio espectacular para las operaciones de la estatal. Anteriormente, tal y como explica López-Velarde, “ningún contrato de Pemex tenía en consideración qué era lo mejor para la compañía”. Ahora, como los nuevos directores independientes presidirán también el Comité de Adquisiciones, es muy probable que los contratos y las regulaciones que se aprueben sean atractivas para las petroleras extranjeras y los contratistas de servicios. Los contratos de desempeño, como están siendo denominados, se liquidarán en efectivo y no en ningún tipo de recurso petrolero. Se espera que en términos reales se incluya c o m p e n s a c i ó n e c o n ó m i c a adicional por mayor desempeño y que los contratistas busquen aprovechar dichos incentivos, haciendo de Pemex una empresa más productiva. Gestionando el riesgo El riesgo y las responsabilidades derivadas de los contratos siempre han sido una preocupación para las empresas que desean trabajar para Pemex, y esto es algo que debería modernizarse bajo el nuevo marco contractual. A pesar de que Pemex es el único comprador y puede elegir entre un buen número de vendedores, la estatal no ha sido capaz de seleccionar los mejores servicios a los mejores precios debido a cuestiones de riesgo y responsabilidad. La regulación actual busca recompensar al mejor Francisco X. Salazar Díez de Sollano, presidente de la Comisión Reguladora de Energía. postor, pero Pemex tiene unos costos un 30% más altos que la media del sector a nivel global. “Para cambiar esta situación hay que disminuir el perfil de riesgo del contrato, porque cuando el contrato se inclina demasiado hacia una de las partes, Pemex y el dinero público acaban pagando una tarifa alta debido al riesgo”, afirma Rogelio López-Velarde. Así las cosas, deberíamos asumir que los nuevos contratos darán a las partes interesadas cláusulas de riesgo más favorables, que a su vez deberían disminuir los costos en el largo plazo. Los contratos deberían estar listos durante la segunda mitad de 2009, punto en el que también Pemex podrá iniciar conversaciones formales a través de procesos de licitación. Aunque no hay una fecha definitiva aún, el Dr. Livas calcula que Pemex

Cangrejera es una vasta zona industrial que da apoyo al sector energético.<br />

que redactar los contratos de forma<br />

flexible, de manera que se incluya la<br />

expectativa del operador de obtener<br />

un retorno a su inversión. “Vienen<br />

momentos interesantes, y creo que<br />

Pemex, el gobierno mexicano y<br />

los operadores van a trabajar con<br />

rapidez para encontrar los términos<br />

más adecuados para estos acuerdos”.<br />

Finalmente, otra área de interés es el<br />

de los campos marginales o maduros.<br />

Se estima que en el sur de México<br />

hay más de 7.000 pozos perforados, y<br />

de ellos menos de 2.000 están siendo<br />

utilizados para labores de producción.<br />

La compañía mexicana Comesa,<br />

de la que se habla con frecuencia<br />

como un primo menor de Pemex,<br />

trabaja activamente en estos campos.<br />

Adán E. Oviedo Pérez, presidente y<br />

director general de la empresa, es de<br />

la opinión que el desarrollo de los<br />

campos marginales y maduros cuya<br />

explotación ha ido abandonándose<br />

con el transcurso de los años, podría<br />

proporcionar a Pemex la manera<br />

más rápida de recuperar los niveles<br />

de producción previos al declive del<br />

campo de Cantarell.<br />

Contratos con incentivos<br />

Sin duda, la reforma más<br />

interesante para potenciales inversores<br />

y compañías socias de Pemex es el<br />

lanzamiento de contratos en los<br />

próximos meses, en los que se definirán<br />

los criterios por los que terceras partes<br />

podrán trabajar junto a Pemex. El Dr.<br />

Raúl Livas, director corporativo de<br />

operaciones de Pemex, asegura que<br />

la estatal “está trabajando en una<br />

serie de contratos con los incentivos<br />

adecuados para el desempeño y la<br />

ejecución de los trabajos que se<br />

incluyen en dichos contratos”. En este<br />

sentido Pemex espera que se alcance<br />

un equilibrio apropiado entre riesgo<br />

y recompensa. Para el Dr. Livas, el<br />

éxito es fundamental: “Pemex deberá<br />

complementarse con las capacidades<br />

y habilidades de otras empresas para<br />

ejecutar con eficiencia todas las<br />

tareas que tenemos por delante”.<br />

Los contratos en sí mismos estarán<br />

limitados por la barrera de que Pemex<br />

no puede compartir su producción<br />

ni proporcionar concesiones, y se<br />

orientarán más a los modelos de<br />

aportación de tecnología y prestación<br />

de servicios. Aunque esto parece<br />

desviarse de los intereses de las<br />

empresas más grandes, también es<br />

cierto que no hubiera sido realista<br />

pensar que la reforma otorgaría carta<br />

blanca para que las majors se hicieran<br />

con la industria del país. Ahora, una<br />

vez se publiquen los contratos, ellas<br />

tendrán que decidir si las condiciones<br />

son favorables y ofrecen suficientes<br />

beneficios para decidirse a invertir.<br />

Con todo y con ello, Rogelio<br />

López-Velarde del despacho de<br />

abogados LVHS asegura que “los<br />

nuevos contratos serán toda una<br />

revolución cultural en la manera de<br />

hacer negocios. Estamos hablando<br />

de una industria de más de 70 años,<br />

que ahora deberá recompensar a las<br />

compañías según el desempeño. No<br />

será un cambio fácil, y tardará años en<br />

producirse”.<br />

Tradicionalmente, Pemex ha<br />

estado sujeto a las leyes de adquisición<br />

y obras públicas que se aplican a todos<br />

los ministerios del país por mandato<br />

constitucional. Durante el proceso<br />

de reforma, sin embargo, el Congreso<br />

decidió que en lugar de crear un<br />

proyecto de ley específico para los<br />

contratos de Pemex (lo que habría<br />

causado una enorme discusión entre<br />

los principales partidos), lo mejor<br />

era enmendar una cláusula de la ley<br />

para establecer que las condiciones<br />

gubernamentales de adquisición no se<br />

apliquen a los principales contratos de<br />

producción de Pemex. López-Velarde<br />

explica que esto regirá prácticamente<br />

para todos los contratos de la estatal,<br />

pero que un nuevo conjunto de<br />

normas para estos contratos deberán<br />

ser definidas próximamente, por parte<br />

del Consejo de Administración.<br />

Este cambio será extremadamente<br />

beneficioso para la industria por<br />

dos motivos. Por un lado el Consejo<br />

de Administración va a establecer<br />

cláusulas que serán directamente<br />

ventajosas para Pemex, y por ende<br />

para el crecimiento del sector, algo<br />

que no ocurría en el pasado; por otro

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