El Kybalion - Logia Teosófica Miami-Dade Blavatsky
El Kybalion - Logia Teosófica Miami-Dade Blavatsky
El Kybalion - Logia Teosófica Miami-Dade Blavatsky
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
participa del Ritmo. Este principio es de aplicación universal. Puede ser aplicado a cualquier cuestión o<br />
fenómeno de las muchas fases de la vida. Puede aplicarse a todas las fases de la humana actividad.<br />
Siempre existe la oscilación rítmica de un polo a otro. <strong>El</strong> Péndulo Universal está siempre en<br />
movimiento. Las mareas de la vida fluyen y refluyen de acuerdo con la Ley.<br />
La ciencia moderna reconoce el principio del Ritmo, y lo considera de aplicación universal en<br />
cuanto se refiere a las cosas materiales. Pero los herméticos llevan el principio mucho más allá y saben<br />
que sus manifestaciones se extienden a las actividades mentales del hombre, y que él solo explica la<br />
gran sucesión de sus modalidades, sentimientos y otros cambios contundentes que notamos en nosotros<br />
mismos. Pero los herméticos, al estudiar la operación de este principio, han descubierto el modo de<br />
substraerse a las actividades mediante la Transmutación.<br />
Los Maestros Herméticos descubrieron que en tanto que el principio del Ritmo era invariable, y<br />
evidente en todos los fenómenos mentales, había dos planos de manifestación en lo que a los<br />
fenómenos mentales concernía. Descubrieron que había dos planos generales de conciencia, el Inferior<br />
y el Superior, y este descubrimiento les permitió elevarse al plano superior, escapando a la oscilación<br />
del péndulo rítmico, que se manifestaba en el plano inferior. En otras palabras, la oscilación del<br />
péndulo se produce en el plano inconsciente y la conciencia no queda, por consiguiente, afectada. A<br />
esta ley la llamaron la Ley de la Neutralización. Su operación consiste en elevar al Ego sobre las<br />
vibraciones del plano inconsciente de la actividad mental, de manera que la oscilación negativa del<br />
péndulo no se manifieste en la conciencia y no quede uno afectado por ella. Es lo mismo que levantarse<br />
por encima de una cosa y dejar que pase esta por debajo de uno. <strong>El</strong> instructor o discípulo hermético se<br />
polariza a sí mismo en el polo requerido, y por un procedimiento semejante a «rehusar» el participar en<br />
la oscilación retrógrada, o si se prefiere, «negando» su influencia sobre él, se mantiene firmemente en<br />
su posición polarizada, y permite al péndulo mental oscilar hacia atrás en el plano inconsciente. Todo<br />
hombre, que en mayor o menor grado, ha adquirido cierto dominio de sí mismo, realiza esto más o<br />
menos conscientemente, impidiendo que sus modalidades o estados mentales negativos lo afecten,<br />
mediante la aplicación de la ley de la neutralización. <strong>El</strong> maestro, sin embargo, lleva esto hasta un grado<br />
muchísimo mayor de eficacia y proficiencia, y, mediante su voluntad, llega a un grado de equilibrio e<br />
inflexibilidad mental casi imposible de concebir por aquellos que se dejan llevar y traer por el péndulo<br />
mental de sus sentimientos y modalidades.<br />
Todo pensador apreciará debidamente la gran importancia del asunto con sólo considerar lo esclavo<br />
que, en su mayoría, la gente es de su propio estado de ánimo, sentimientos y emociones y el poco<br />
dominio de sí mismo que tienen. A poco que se medite el asunto se comprenderá cuanto nos han<br />
afectado en nuestra vida esas oscilaciones del ritmo; como a un período de entusiasmo ha seguido un<br />
correspondiente período de depresión.<br />
Igualmente, tenemos períodos de valor, que son seguidos de períodos de desaliento y miedo. Y así<br />
sucede con todos o la mayoría por lo menos: marea de sentimientos y emociones se elevan y caen, pero<br />
nunca sospechan la causa de ese fenómeno. Si se comprende la operación de este principio, se obtendrá<br />
la clave para dominar esas oscilaciones y uno podrá conocerse a sí mismo mucho mejor, evitando<br />
además el dejarse llevar por esos flujos y reflujos. La voluntad es muy superior a la manifestación<br />
consciente de este principio, por más que el principio mismo nunca puede ser destruido. Podremos<br />
sustraernos a sus efectos, pero, no obstante, el principio obrará. <strong>El</strong> péndulo siempre oscila, si bien<br />
podemos evitar el ser arrastrados por su oscilación.<br />
Existen, además, otras particularidades en la operación de este Principio del Ritmo, de las que<br />
vamos a hablar ahora. Dentro de su operación entra lo que se conoce como ley de compensación. Una<br />
de las definiciones o significados de la palabra compensación es «contrabalancear», «equilibrar», y en<br />
este sentido se emplea dicho término en la Filosofía Hermética. A esta ley de compensación se refiere<br />
<strong>El</strong> <strong>Kybalion</strong> cuando dice: «La medida de la oscilación hacia la derecha es la misma que la de la<br />
47