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TEMPLANZA E INTEMPERANCIA

SAPERE AUDE: aventura con sentido.

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Periódico del I.E.S. "Aravalle"<br />

Número 12: INVIERNO de 2014.<br />

Templanza e intemperancia; sapere aude.<br />

Depósito legal: AV 80­2013.<br />

ISSN: 2341­3662.<br />

Ediciones digital e impresa de libre difusión.<br />

A de Animales<br />

II<br />

En el cañón de cada pluma de ave hay alma de vuelo. • La<br />

paloma tiene bajo las alas calorcillo y cosquillas de niña. • La<br />

garza, con su melena de plumillas a los lados de la cabeza,<br />

parece un violinista que se pasea con el violín bajo el brazo. • El<br />

águila amenaza desde el cielo a la tierra como el arco tenso con<br />

la flecha preparada. • El pájaro que come mariposas siente que<br />

vuela más ligero. • El ruiseñor… No, del ruiseñor no se puede ni<br />

se debe decir nada. • No olvidéis que el ruiseñor, para que<br />

cante bien, necesita comer corazón.<br />

Flor de todo lo que queda / Greguerías de Gómez de la Serna / Selección y tratamiento de las<br />

greguerías, de Isabel Castaño. Ilustraciones, de Pablo Amargo. Prólogo, de Raúl Vacas. Editado<br />

por Edelvives, Colección Adarga.<br />

Templanza e intemperancia;<br />

sapere aude.<br />

Página 1


K de “qué kilos de cruz”<br />

¡Carajo, Carmela!, ¿cómo quieren que conviva contento con quince carcamales compartiendo<br />

casa? Quiero concretar: cárcel. ¿Cómo quieren que calle? ¿Quién consentiría con<br />

complacencia, quién? ¿Con qué consuelo conformarme?<br />

Cuánto quisiera comer cada comida contigo, querida compañera, camarada, cariñosa calavera.<br />

Cuánto compartimos. Con qué cuidado criamos cuatro criaturas. Cuatro combatientes que<br />

cayeron con crueldad. ¡Qué crimen! ¡Condenado caudillo! ¡Condenada contienda! Queda<br />

Carmelina, casada con quien quiere confinarme. ¿Casada? ¡Qué coño!, ¡condenada! ¡Qué<br />

canalla, qué crápula!<br />

Cariño, ¿qué cobijo, qué calma comuniqué? ¿Cómo contemplé cobarde, cabizbajo, confundido,<br />

cuando Carmelina cargaba con continuos castigos, cachetadas, coces…, complaciéndole<br />

cuando comparecía cargado como cuba, corrompido? Confieso que contribuí creyendo que<br />

quizá callando concluiría. Cuánta cruz, cuántos kilos carga. Qué cautiverio. Comprendo que<br />

consienta confinarme, que claudique.<br />

Quedo culpable, Carmela, quedo consternado. Compadécete, confíame cuánto queda, cómo<br />

quedarme quieto, consumido, cadáver, contigo.<br />

(22 granos de arroz / Tautogramas de Isabel Castaño. Ediciones de Vacas y Castaño).<br />

Isabel Castaño, un árbol donde anidan las palabras<br />

La otra mitad de nuestro último poeta, Raúl<br />

Vacas, es una mujer hermosa para quien la<br />

escritura es la mejor manera de expresarse. Una<br />

mujer enraizada en la dehesa del Campo Charro<br />

que contempla amaneceres desde la página en<br />

blanco, la casa llena, la poesía compartida en los<br />

Talleres donde se amasan el pan, el libro, el<br />

encuentro, las niñas mágicas, los libros bellos<br />

donde las letras juegan y las greguerías se sientan<br />

a la lumbre a calentarse. Isabel Castaño, quien<br />

afirma que la escritura me da la tranquilidad<br />

necesaria para ver y expresar las cosas con otra<br />

respiración, con otro pulso, con otro tacto, pero con<br />

la misma emoción, se lee con la sorpresa de<br />

descubrir el placer del juego, de la originalidad, de<br />

la magia y de una armonía que construye, desde la<br />

tierra, una realidad diferente en la que habitar entre<br />

granos de arroz, dibujos mágicos, matorrales que<br />

dan fruto y preciosas piedras con las que construir<br />

una casa querida. Sus Talleres literarios, su voz de<br />

cuentacuentos profunda y sugerente, su imaginario<br />

habitado por seres diminutos que ofician en la casa<br />

sus misterios de cocina hacen de esta escritora<br />

hermosa, de esta poeta en prosa, una figura<br />

mágica que se desprende del árbol y pasea sus<br />

ramas y raíces por un paisaje de ensueño. Isabel<br />

Castaño teje una telaraña de sonidos en la que<br />

colgar las gotas de rocío de los ojos de quienes,<br />

maravillados, la leemos entregados.<br />

Charo Alonso<br />

Página 2


Las criadas marinas<br />

Antiguamente, la captura de las criadas marinas se hacía<br />

habilitando molinos de viento como señuelo. Para ello se<br />

tendían en sus aspas redes bordadas con alga verde y<br />

cristalitos de mica. Dado que eran cortas de vista confundían<br />

los molinos con los faros del mar, la mica con las escamas y<br />

las redes con guirnaldas de bienvenida.<br />

Las que venían del sur tenían la piel y las pestañas cubiertas<br />

de sal, la risa floja y el genio enrabietado y pasajero.<br />

Contraindicadas donde hubiera niños rebeldes y<br />

contumaces, era bueno hacerse con ellas en caso de<br />

enclenques y paliduchos porque bordaban los huevos con<br />

puntillas y le daban un punto especial a las patatas.<br />

Las norteñas, apreciadas por su rectitud, eran más góticas,<br />

con el pico de aguja y manos con tacto de madera sin<br />

desbastar. Poco proclives a los arrumacos y ternuras,<br />

conseguían sin embargo buenos resultados con los niños<br />

tardíos y tropezones en el hablar, a los que engatusaban con<br />

su lenguaje extraño y como de pájaro.<br />

Prisioneras desde hace décadas, unas y otras habitan las<br />

cocinas modernas y, aunque desocupadas y relegadas al<br />

olvido, se las ingenian para no perder la memoria que las<br />

oriente de nuevo hasta el mar; y para recordar el cielo, se<br />

asoman a los restos del té que toman las señoras y<br />

contemplan las nubes de leche que flotan en la superficie; y<br />

si lo que añoran es el agua, convierten en batiscafo los<br />

saleros.<br />

Y de entre todos los días, prefieren aquél en que sus dueños<br />

cenan pescado. Esa noche perfuman su cuerpo con la grasa<br />

de los platos y ensartan escamas en las espinas para contar<br />

los días que llevan de servidumbre, pero cuando consiguen<br />

la espina más aguzada y curva la esconden bajo el jergón. Y<br />

sueñan que pronto la utilizarán como puñal y ganzúa.<br />

(Manual doméstico, de Isabel Castaño. Ediciones de Vacas y Castaño.<br />

Ilustración, de Elena Náyade).<br />

Ofelia<br />

Nunca la noche estuvo tan hermosa como cuando la tísica<br />

flotó, aguas abajo, escoltada por un banco de sardinillas que<br />

jugaban a pasar entre sus dientes tan blancos; con los<br />

cabellos enredados de algas y lotos y los brazos extendidos<br />

como alas.<br />

Sin embargo, el forense indicó a los guardias que impidieran a<br />

la gente acercarse por miedo a que la muerte les contagiara<br />

su estética; o, en las noches venideras, se las pasaría<br />

levantando cadáveres en un pueblo tan impresionable.<br />

(Pájaros viejos y otros náufragos, de Isabel Castaño. / Ediciones de<br />

Vacas y Castaño. Ilustración, de Thomas Rowlandson).<br />

EL DORADO<br />

Daniel Hernández Hompanera, 3º E.S.O. B<br />

Os voy a contar una historia; una historia<br />

para avariciosos que malgastan sus vidas<br />

buscando oro y piedras preciosas en lugares<br />

fantásticos.<br />

En una noche clara, aunque sin luna,<br />

vagaba yo por los bosques sin prestar mucha<br />

atención a los entes vivientes a mi alrededor,<br />

observando las estrellas. En lo alto de un<br />

álamo, mirándome fijamente, había un<br />

extraño ser. Un trepador, vagabundo y viejo;<br />

sin hogar; sin la absurda espina de la<br />

obsesión por el<br />

oro clavada en el<br />

alma.<br />

¡Mírame!, le dije,<br />

¡solo soy un<br />

estúpido bufón<br />

obsesionado con<br />

las pirámides de<br />

oro de El Dorado!<br />

Inesperado como<br />

un relámpago, me<br />

cogió por los<br />

brazos y me alzó<br />

por los aires,<br />

arrastrándome<br />

hacía el interior<br />

del bosque<br />

oscuro, hasta un<br />

lugar escondido<br />

entre barrancos<br />

insuperables. El<br />

trepador<br />

vagabundo viejo y<br />

volador me dejó<br />

caer en la entrada<br />

de una enorme<br />

caverna. De su<br />

interior brotaba<br />

luz como de sol.<br />

Una galería<br />

interminable y de<br />

aspecto místico,<br />

como el de una<br />

prueba, me llevó<br />

hasta el objeto de<br />

mi deseo, El<br />

Dorado.<br />

Calles<br />

resplandecientes<br />

con pirámides<br />

doradas; oro,<br />

rubíes, zafiros,<br />

esmeraldas,… y<br />

un gran diamante<br />

negro,<br />

posiblemente<br />

más grande que<br />

el de los Illuminati.<br />

Hice lo que todo<br />

estúpido bufón<br />

hubiera hecho,<br />

coger todo el oro posible e intentar irme de allí<br />

con él encima.<br />

¡Mírame, el estúpido bufón bañado de oro!<br />

Y, bueno, quise salir de allí; pero nunca<br />

pude; todo ese oro encima me lo impidió<br />

siempre. Y allí me pudrí hasta el día de hoy.<br />

Si lees esta historia, no seas estúpido; no<br />

intentes hacer lo que yo. Deja el oro en su<br />

lugar y márchate; ya es bastante riqueza<br />

poder contarlo entre los vivos.<br />

Página 3


LA CIGÜEÑA SORDA<br />

Alba Miñán Granado, 2º de E.P. (7 años)<br />

Había una vez una cigüeña. Vivía en lo alto de<br />

una iglesia, encima de la campana. Vivía allí porque era<br />

sorda y no escuchaba el fuerte tolón-tolón de la<br />

campana. No le importaba ser sorda y le encantaba su<br />

nido.<br />

Un día estaba peinándose las plumas, cuando<br />

vio pasar una plaga de insectos. La cigüeña no quiso<br />

perderse ese bocado, y se lanzó al aire para atrapar a los<br />

bichitos con más facilidad. Sin querer, dio un fuerte golpe<br />

con su pico a la campana, que sonó muy fuerte. Al poco<br />

rato empezó a llegar gente asustada; pero se<br />

encontraron con la puerta de la iglesia cerrada. ¡No había<br />

ocurrido nada grave!<br />

Desde entonces las otras cigüeñas la llamaron<br />

“la cigüeña campanera”. Ella, al comprender lo que había<br />

pasado, decidió tocar una vez al año la campana, y todas<br />

las demás cigüeñas, desde entonces, se ponen a bailar<br />

muy contentas cada vez que suena el alegre tolón-tolón.<br />

MA CHATTE CATHERINE<br />

Luz Sayans 1 º E.S.O. A<br />

Catherine mon amie,<br />

Catherine ma minette,<br />

C’est ma petite chatte.<br />

Elle est mignonne,<br />

Elle est belle,<br />

Elle est fidèle,<br />

Elle est joueuse,<br />

Elle est jolie.<br />

Elle me fait rire,<br />

Et je l’adore!<br />

Quand je l’appelle “Catherine!”<br />

Elle court et elle vient dans mes bras.<br />

Je l’embrasse et elle ronronne.<br />

Elle me regarde avec ses longues<br />

moustaches,<br />

Et puis, elle s’en va.<br />

Quand j’arrive chez moi,<br />

Elle vient me dire “miaou”,<br />

Catherine mon amie,<br />

Catherine ma chérie,<br />

C’est le plus beau cadeau.<br />

La leyenda de Lapras<br />

Por Fatema E. Alonso<br />

VILLANCICO PARA EL MES DE MAYO, Ángel Merino<br />

Paseo con mi caballo,<br />

y unas flores hallo,<br />

porque es el mes de mayo.<br />

El agua del río corre,<br />

el campo se llena de color,<br />

el sol ilumina la torre,<br />

y la gente nota el calor.<br />

Por eso me quito el sayo,<br />

porque es el mes de mayo.<br />

VILLANCICO, Guillermo Martín Martín<br />

Ella se llama Ana,<br />

Tan bella y tan lejana.<br />

No sé hacerla cercana.<br />

Es algo inalcanzable.<br />

La veo como diosa,<br />

Conmigo no es amable.<br />

Parece cariñosa.<br />

Para mi es una enana,<br />

No sé hacerla cercana.<br />

POEMA, Éric Morales<br />

Era pequeño y astuto,<br />

rebuscaba en el instituto;<br />

igual que mi perro Ernesto,<br />

siempre dormía en un cesto.<br />

Mordía a quien le despertaba<br />

o a quien le molestaba.<br />

Rabioso y enfadado,<br />

Un amigo le ha pegado.<br />

Luego, muy disgustado, llorando se ha marchado.<br />

Yo le he acariciado la nuca,<br />

sabiendo que le gusta.<br />

Érase una vez, hace mucho, mucho tiempo, un<br />

monstruo llamado Lapras que vivía en el Océano Pacífico y<br />

que era consciente de todo lo que sucedía en todos los<br />

mares del mundo. También era muy poderoso, y tenía<br />

forma de tortuga, solo que diez veces mayor.<br />

Un día, llegó a sus oídos la noticia de que el<br />

Prestige, un petrolero que se dirigía a Galicia, había<br />

chocado contra un escollo, y que todo el petróleo que tenía<br />

acabó en el mar. Furioso, Lapras preparó un plan para<br />

vengarse. Tardó nueve años en conseguir la ola más<br />

grande que pudo para luego lanzarla con toda su ira hacia<br />

Japón, donde provocó grandes daños. Satisfecho, volvió a<br />

la rutina de siempre.<br />

Tiempo después, escuchó las consecuencias de su<br />

tsunami en Japón. Vio casas destrozadas, hambre por<br />

todas partes y personas cayendo en la desgracia. Lapras<br />

sintió que su corazón se encogía, y, en un acto de dolor,<br />

descendió hasta el fondo del mar para no volver jamás.<br />

Página 4


DETRÁS DE LA IMAGEN<br />

Ésta es la segunda entrega de nuestra sección:<br />

DETRÁS DE LA IMAGEN.<br />

Una vez más te presentamos dos imágenes: una relacionada con el<br />

patrimonio cultural de nuestra región, y la otra, con nuestro patrimonio<br />

natural, y una serie de preguntas o cuestiones para cada una de dichas<br />

imágenes. Se trata de investigar las cuestiones propuestas e intentar darles<br />

respuesta correcta y con expresiones propias, para luego enviarlas a la<br />

siguiente dirección:<br />

revistaarcadiabarcense@gmail.com<br />

Las contestaciones mejor elaboradas y expresadas de forma personal,<br />

se publicarán en el próximo número de la Revista, y además sus autores<br />

recibirán un obsequio.<br />

Envía tus respuestas entes del día 25 de junio de 201 4.<br />

Imagen nº 1 : Cerca de la<br />

Horcajada hemos encontrado<br />

este extraño artefacto.<br />

¿Cómo se llama?<br />

¿Para qué se utilizaba?<br />

¿Cómo funcionaba?<br />

¿En qué otros pueblos existen<br />

artilugios semejantes?<br />

Imagen nº 2: El camino que asciende a la Laguna de El<br />

Barco partiendo desde el Puerto de La Nava nos regala<br />

bonitas imágenes, como ésta.<br />

¿Sabes cuál es el verdadero nombre de la llamada<br />

Laguna de El Barco?<br />

¿Cómo se llama el pico más pronunciado situado a la<br />

derecha en el horizonte?<br />

¿Y la otra cumbre de la izquierda, con forma de pirámide<br />

truncada?<br />

¿Qué otras dos lagunas están a la izquierda de esta<br />

imagen?<br />

¡Anímate a participar!<br />

Página 5


Una intrépida aventurera<br />

Rosario-Teresa Blázquez Gómez<br />

Paddy había estado inquieta esa noche. Desde que fue alistada en las fuerzas aéreas<br />

británicas intuía que tarde o temprano tendría que emprender una peligrosa misión. Hacía poco que se<br />

había entrenado como unidad de élite en las aguas del Mar de Irlanda. Sobre las frías aguas del mar<br />

tenía que regresar por sus propios medios desde un submarino hasta la base de Ballykinlar, en Irlanda<br />

del Norte.<br />

Paddy era muy intuitiva y esforzada; por algo había sido reclutada junto a otros treinta efectivos<br />

para importantes misiones de espionaje y para llevar mensajes desde el peligroso frente hasta los<br />

cuarteles aliados. ¿Las grandes virtudes de Paddy? Según sus superiores la templanza, el equilibrio y<br />

la valentía en situaciones críticas. Paddy tenía, en su calidad de miembro de las fuerzas aéreas de la<br />

RAF, un enemigo temible: los Falkens alemanes, rápidos, fuertes, poderosos, mejor armados que los<br />

efectivos británicos... Desde una mayor altura oteaban y se arrojaban sin dudarlo en busca de sus<br />

presas, en nombre del Tercer Reich.<br />

La labor de Paddy y de sus compañeras era crítica e imprescindible: en esa Guerra Mundial<br />

que asolaba Europa, como en todas las guerras, las comunicaciones eran fundamentales. Pero existía<br />

el problema de su privacidad, ya que las transmisiones secretas todavía no existían y las ondas de<br />

radio eran fácilmente interceptadas por el enemigo. Así que Paddy tuvo su momento de gloria en la<br />

famosa y decisiva batalla de Normandía. Al batallón donde Paddy prestaba servicio junto a otro<br />

estadounidense le fue asignada una misión trascendental: llevar las noticias del avance que estaban<br />

realizando los aliados. Esta comunicación era fundamental para la toma de decisiones en la batalla y<br />

para alzarse finalmente con la victoria. Paddy, a pesar de salir en los últimos lugares, fue de las<br />

primeras en recorrer, esquivando a los Falkens alemanes, los 51 5 kilómetros que la separaban de su<br />

base inglesa de Hampshire. Su vuelo en medio de durísimas condiciones se prolongó a lo largo de<br />

cuatro horas y cincuenta minutos. Paddy se convirtió de la noche a la mañana en una heroína para el<br />

pueblo británico, y por ello le fue concedida la medalla Dickin, una importantísima condecoración al<br />

valor y a la entrega leal a su país.<br />

Cuando terminó la guerra, Paddy se estableció en Irlanda del Norte. Cincuenta y cinco años<br />

después de su muerte en 1 954, y de manera entusiasta, su pueblo le rindió un emocionante<br />

homenaje, y hasta una autora de libros para niños llamada Gail Seekamp escribió un precioso libro<br />

sobre la vida de esta intrépida aventurera.<br />

¡Ah, se me olvidaba deciros que Paddy fue una de las palomas adiestradas por la RAF para<br />

labores de mensajera! Los Falkens eran los terribles halcones del ejército alemán…¡Pero seguro que<br />

eso ya lo habíais adivinado!<br />

SI FUERA UN ANIMAL QUERRÍA SER… UNA<br />

LUCIÉRNAGA.<br />

Laura Jiménez González 3ªA<br />

Pequeñas estrellas caídas del cielo que<br />

buscan su galaxia pérdida, juegan y revolotean<br />

dando un color especial a esa oscuridad<br />

alumbrada por la luna. Con su diminuto tamaño<br />

salen a la adversidad, a alumbrar a cualquiera<br />

que necesite su ayuda. Pueden volar a parajes<br />

inhóspitos sin ser reprimidas por nadie; solo con<br />

la ayuda de su luz, que ilumina las noches.<br />

Mueven sus alas e inician su vuelo.<br />

Movimientos rápidos, precisos; se contonean<br />

dejando brillantes rastros como estelas. Luz<br />

verde, color de la esperanza; transmite esa<br />

sensación de libertad, de felicidad, de<br />

despreocupación. Ellas llevan ese color dentro;<br />

forma parte de sí mismas. Acarician los árboles<br />

mientras descansan después de sus largos<br />

vuelos; allí encienden sus lucecitas y dejan al<br />

mundo observar la belleza de la noche<br />

alumbrada por esos pequeños luceros.<br />

Las luciérnagas tienen eso qué a<br />

muchas personas nos gustaría: ser capaces de<br />

brillar cuando todo está oscuro.<br />

Página 6


Música y matemáticas, arte y ciencia al compás<br />

Por Rocío Marco Muñoz y Francisco Javier Aparicio<br />

Sánchez<br />

¿Crees que la música y las matemáticas no<br />

tienen nada en común?<br />

A priori, no parece existir una fuerte relación<br />

entre estas dos materias, pertenecientes a ámbitos<br />

muy dispares. La música, encuadrada en las<br />

enseñanzas artísticas, con sus posibilidades<br />

expresivas y con tantos estilos diferentes. Las<br />

matemáticas, tan científicas, uniformes,<br />

cuadriculadas y abstractas. Pero comparten más de<br />

lo que cabría esperar. Tienen incluso un origen muy<br />

cercano.<br />

Ya en el mundo antiguo se agrupó la<br />

enseñanza en dos grupos de artes: el trivium y el<br />

cuadrivium. El trivium se consideraba como la parte<br />

más literaria e incluía la gramática, la dialéctica y la<br />

retórica. El cuadrivium abarcaba las cuatro ramas del<br />

ámbito científico, que eran la aritmética, la<br />

geometría, la astronomía y la música. La evolución<br />

de estas siete artes liberales se mantuvo a lo largo<br />

de la Edad Media, considerando a la música como<br />

una parte de las matemáticas.<br />

La escuela Pitagórica, en el siglo VI y V<br />

antes de Cristo, intenta dar sentido y explicar los<br />

fenómenos del mundo físico y espiritual. Para ello<br />

utilizan los números y las proporciones. Pitágoras<br />

descubrió que la música podía ser expresada en<br />

base a relaciones numéricas. Una cuerda vibra<br />

emitiendo un sonido que dependerá del grosor,<br />

tensión y longitud de la misma. Se dio cuenta de que<br />

al acortarla a la mitad (relación 2:1 ), se obtenía una<br />

nota una octava más aguda. Al acortarla dos tercios<br />

(relación 3:2), se consigue una nota que equivale a<br />

una quinta de la original. Si se acortase tres cuartos<br />

(relación 4:3), tendríamos la cuarta. Todas estas<br />

notas originadas gracias a las relaciones numéricas<br />

sonaban agradables al oído. Había comenzado el<br />

encuentro de la música y las matemáticas. Mediante<br />

la combinación de notas surgidas de relaciones<br />

entre los cuatro primeros números enteros (1 , 2, 3 y<br />

4) se creó la escala pitagórica diatónica, que ha sido<br />

utilizada ampliamente en el mundo occidental.<br />

La estructura de la melodía musical está<br />

claramente influenciada por la geometría. Las<br />

transformaciones geométricas básicas son traslación<br />

y simetría. No existe una sola obra musical en la que<br />

no se pueda encontrar alguna de ellas reflejada en<br />

su partitura. Las melodías populares más simples<br />

utilizan habitualmente la traslación, repitiendo<br />

pasajes. La simetría (sobre el eje y) equivale en<br />

términos musicales a la técnica de retrógrado, en la<br />

que una melodía se repite en sentido contrario. La<br />

utilizaron muchos compositores barrocos, como J. S.<br />

Bach, pero también se usa en temas actuales, como<br />

Continúa en la página siguiente...<br />

De cómo dans le'studio Aravallensi se viveron tempos<br />

incultos y escuros<br />

Cofrades e cofradesas da nossa congregaçión,<br />

Inmersos no trabaxo y en aqueste frio pelón,<br />

Que ya lo dixere adagio con gran argumentaçion:<br />

Hasta el cuarenta de maio non te quites le sayón.<br />

Henos aquí t'os helados y muito compungidos,<br />

Que aqueste curso pasado ha estado demáis aburrido,<br />

Que da semana cultural nosso estudo non foi servido,<br />

Extráñanla os mochachos, os legos e até os interinos.<br />

Tamaña afrenta no se viera en toda a Cristiandat,<br />

Que la semana aquesta era de renombre sin par;<br />

¡Que os mochachos aprendíem más que en clase, por piedat!<br />

Mas quiso Maligno fazer presência y cargósela sin dudar.<br />

Hui queremos os joglares dedicar o nosso canto<br />

Às proeças do passado, aos projectos y aos tantos<br />

Planes de mudanza e amelhoramento<br />

Das artes enseignantes p'ra o entendimiento.<br />

Que está o mundo em crise, eso todos lo sabemos,<br />

Pero as cuitas do Aravalle também las conocemos.<br />

Setimanas culturáis y planos de leitura,<br />

E Arcadias pendurando as bandeiras da cultura.<br />

Agora os abates duas linguas se propoem,<br />

E o futuro dos caloiros, nuovos rumbos lo compoem.<br />

El inglés obligatorio de los mundos muy modernos<br />

Les darão mais garantías de triunfo neste inferno.<br />

También el personal com mudanças a porfía<br />

Por sua vez contribuirá con renovada algarabía.<br />

Abates nouvos e com grande renombría<br />

Harán aos alumnitos avanzar com hidalguía.<br />

Y la Arcadia renombrada no podía excepcionar<br />

Desta onda renovada d'humanos e material.<br />

Os arcades trasladados e mudados de local<br />

Deixam la abadía, mas non el trabalhar.<br />

Y proclama venturosa cabe ahora apresentar<br />

Aos leitores desta prosa, deste verso y este olhar:<br />

Cambiarán los gobernantes, las costumbres y la mar,<br />

Pero el arte desta orilla non se apartará.<br />

Aunque desde un petit perdido satélite sea,<br />

Além das trevas largas da tormenta feia,<br />

La arcadía jovem y terca non naufragará,<br />

y a porfía as suas cositas bien continuarán.<br />

Página 7


Música y matemáticas, arte y ciencia al compás (viene de la página anterior)<br />

se ve claramente en “Rain drops keep fallen on my head”. Esos resultados agradables en los temas<br />

musicales coinciden con movimientos geométricos definidos.<br />

Algunos compositores han llegado a utilizar elementos matemáticos como la sucesión de<br />

Fibonacci (0,1 ,1 ,2,3,5,8,1 3,21 ,...). El mismo Beethoven la usa en su conocida 5ª Sinfonía. El compositor<br />

húngaro Béla Bartok no solamente la emplea en sus obras, sino que diseñó la escala Fibonacci. Si<br />

dividimos cualquier número entre el anterior de esa sucesión (excepto los primeros), nos acercamos al<br />

número aúreo, proporción divina o número Phi (1 ,61 8...) Este número irracional tiene unas<br />

características casi mágicas y está presente en toda la naturaleza, desde las proporciones humanas, a<br />

las espirales de los caracoles. En la música también podemos encontrarlo. Así el famoso luthier Antoni<br />

Stradivari construyó sus famosos violines utilizando esta proporción. También Mozart en varias sonatas<br />

para piano recurre a ese número en la estructura de la<br />

obra, pese a que probablemente no lo hiciese de modo<br />

consciente. El grupo de rock americano Tool, en su<br />

tema “Lateralus”, emplea la misma sucesión en el<br />

número de sílabas de cada verso de la letra y también<br />

en la propia estructura musical.<br />

Un piano tiene las teclas negras agrupadas en<br />

series de dos y tres, conformando un total de cinco<br />

teclas negras y ocho blancas en cada octava, haciendo<br />

un total de trece notas ¿Te suenan estos números?<br />

1 ,2,3,5,8,1 3,...<br />

Nada más mirar una partitura ya vemos que<br />

tiene números. El compás de tema (4 por 4), su pulso<br />

(Allegro, 1 40), la digitación (dedo 3) u otras cifras,<br />

informan de muchos aspectos relevantes de la obra<br />

musical.<br />

Las figuras musicales, en cuanto a su valor en el<br />

tiempo, tienen un valor que se deriva de las potencias<br />

de dos. De esta manera, una redonda equivale a 2<br />

blancas, 4 negras, 8 corcheas, 1 6 semicorcheas, 32<br />

fusas ó 64 semifusas.<br />

Leibniz, el gran matemático, físico y pensador<br />

alemán de los siglos XVII y XVIII, se refería a la música<br />

como un ejercicio inconsciente de aritmética. Tal es así,<br />

que los buenos músicos interiorizan el ritmo musical de<br />

forma que no les es necesario contar de manera<br />

consciente.<br />

Euler, el matemático suizo del siglo XVIII,<br />

desarrolló la teoría de la consonancia, en la que<br />

sostiene que: “Cuanto más pequeños sean los<br />

números que expresan la relación de vibración de dos<br />

notas, éstas serán más consonantes”. Estableció por tanto que las relaciones de octava, quinta y tercera<br />

mayor son las más armoniosas.<br />

J. J. Sylvester, el matemático inglés del siglo XIX, describe las matemáticas como la música de la<br />

razón, y las matemáticas como la música del sentido.<br />

Birkhoff, el matemático estadounidense más importante del siglo XX, abordó el tema estético en<br />

la música. Propone una formula matemática para valorar la sensación placentera que nos producen los<br />

diferentes acordes, armonías y melodías.<br />

Ya en el siglo XX, Iannis Xenakis creó un sistema de composición musical basada en<br />

ordenadores y sistemas matemáticos probabilísticos. Este arquitecto, compositor y matemático de origen<br />

rumano utilizó la teoría de juegos, de grupos, de conjuntos y el álgebra para obtener una música nueva<br />

denominada estocástica. Se caracteriza por ser un conjunto amplio de sonidos que evolucionan<br />

globalmente hacia una meta musical, pero que es indeterminada en sus detalles, regidos por normas de<br />

probabilidad. Su obra Metástasis, para orquesta de 61 músicos, se basa en el desplazamiento de una<br />

línea recta.<br />

Página 8


Música y matemáticas, arte y ciencia al compás<br />

(viene de la página anterior y finaliza)<br />

En la actualidad se está trabajando en establecer un marco científico para la Musicología.<br />

La denominada “Teoría matemática de la música”, tiene como máximo exponente al profesor<br />

Guerino Mazzola, matemático y pianista suizo. En su libro “The Topos of Music”, publicado en<br />

2002, intenta aunar los enfoques filosófico y matemático en la explicación científica de la música.<br />

El arte y la ciencia no están tan separados como cabría imaginar. A medida que se<br />

profundiza en la esencia de la música y de las matemáticas, aparecen nexos de diversos tipos<br />

entre ellas. Todavía queda mucho por descubrir en cuanto a las relaciones que hay entre estos<br />

dos lenguajes universales.<br />

SI YO FUERA ANIMAL<br />

Si yo pudiera ser un animal, sería un tigrarto.<br />

Sería tan grande como un tigre y podría<br />

esconderme tan bien y tan rápido como los lagartos.<br />

Sería verde con rayas naranjas. Mis garras serían<br />

afiladas y letales, y mis dientes, enormes. Me<br />

alimentaría de carne y sería uno de los mejores<br />

depredadores del mundo. Tendría una gran fuerza y<br />

nadie se metería con alguien como yo. El león ya no<br />

sería el rey de la selva. El nuevo rey sería el tigrarto.<br />

Loreto Sánchez, 3º E.S.O. B<br />

Si yo fuese un animal, sería un gato; pero como<br />

el gato de mi vecino; esa bola de algodón de pelo<br />

simplemente manchado en la espalda con un negro tan<br />

negro como la noche cerrada. Las patitas, como las de<br />

un conejo; cualquiera podría confundirlas. Lo único que<br />

no me gustaría tener serían esos bigotes tan feos y<br />

retorcidos como las ramas del árbol seco,<br />

desfavorecido, en medio del parque. Pero, si lo piensas<br />

bien, la nariz triangular y la boquita simple y bicolor no<br />

darían gran aprecio a los bigotes. El gato de mi vecino<br />

no tiene las orejas felinas ni puntiagudas. Tiene una<br />

orejita blanca y otra negra; grandes las dos y redonditas,<br />

como las del ratón aquel,... Miguelito, creo que se<br />

llamaba. Así que, si yo fuese un animal, me gustaría ser<br />

esa bolita de algodón bicolor, con aires de ratón famoso.<br />

Raúl Vaquero, 3º E.S.O. A<br />

Si yo fuera un animal, creo que sería un cisne,<br />

para pacer en brillantes lagunas, y nadar eternamente<br />

en aguas cristalinas; dedicado a ver el paisaje del<br />

campo y a conocer a sus animales. Creo que siendo un<br />

cisne, podría volar y sentir las nubes tocando mi cuerpo;<br />

creo que sería maravilloso admirar desde arriba el<br />

bosque, el río, las montañas. Así que podría estar en el<br />

agua, en el cielo y en la tierra, y sería un animal<br />

afortunado. En conclusión: quiero ser un cisne, quiero<br />

ser un animal afortunado.<br />

Clara Sánchez García. 3º E.S.O. A<br />

Si yo fuera un animal, sería un pegaso; un<br />

pegaso con pelaje lila suave como la seda, con grandes<br />

ojos azules de relieve semejante al de la fría luna;<br />

tendría alas de algodón, como corresponde. Recorrería<br />

el mundo volando; contemplaría la estremecedora faz<br />

de la tierra, y conocería gente; quién sabe, quizá gente<br />

como yo; gente como yo, extrovertida, sociable y<br />

divertida; gente tan cabezona como yo.<br />

Esto es lo que haría, sí, ser un pegaso feliz.<br />

Lucía Santos 3º E.S.O. A<br />

Si yo fuera un animal, sería una yegua de pelaje<br />

negro brillante, con crines largas y grisáceas, el cuerpo<br />

musculoso y grande, y los zapatos bien puestos. Me<br />

encantaría que cada mañana me sacasen del establo para<br />

poder estar libre por los campos verdes, pastar a mis<br />

anchas y estar con otros caballos. Mi jinete tendría que ser<br />

una persona ligera, que me tratase como a una reina, y que<br />

me dejara galopar, trotar o caminar según mi gusto por los<br />

caminos; de regreso, una buena ducha, y que me peinara.<br />

Y para terminar el día, de vuelta al establo, preparada mi<br />

cama de paja bien blandita, y una buena comida. Qué más<br />

se puede pedir.<br />

Nerea Martín Olaya, de 3º E.S.O. B<br />

Página 9


Tontos de hoy, tontos de siempre<br />

Por: María Sagrario Rollán<br />

“Cada vez que te emborrachas te vuelves un poco más tonto”, reza el último eslogan de la<br />

campaña contra el alcohol y las drogas, dirigida a los jóvenes.<br />

Así que ¿la tontería al igual que la inteligencia puede desarrollarse y cultivarse? Y ¿Cómo se<br />

cultiva la estulticia? Pensando sobre esto, mientras esperaba el autobús al lado del cartel que<br />

menciono, vine a recordar el extraordinario análisis que de los tontos y su variedad se encuentra<br />

salpicando aquí y allá la monumental obra de Santo Tomás Tomas de Aquino. Hoy está de moda<br />

eso de las inteligencias múltiples, pero la penetración de los perfiles que esboza el Aquinate en plena<br />

escolástica no tiene desperdicio. Según él, la característica distintiva de la tontería de cualquier clase<br />

y condición es la parálisis o estupor, exactamente lo contrario de la admiración, aquella perplejidad<br />

inicial de Aristóteles como principio del filosofar; el estupor paraliza, mientras que la admiración<br />

impulsa a la reflexión y la creatividad, despierta la imaginación y agudiza los sentidos, así también<br />

comienza la investigación científica.<br />

Muy al contrario, la tontería es al tiempo embotamiento y falta de sensibilidad… Pues la<br />

sensibilidad se afina ciertamente en la diversidad de objetos y actividades a las que se aplica, pero,<br />

como ya señalaba otro eslogan contra las drogas, “El tiempo que dedicas al alcohol se lo quitas a<br />

todo lo demás”, amigos, deportes, familia, diversiones y relaciones. Se anula el gusto, el sabor, el<br />

deseo o aprecio de todo lo que al joven le ayuda a desarrollarse y crecer como persona, de todo lo<br />

que en definitiva puede motivarle y enriquecer su vida, su inteligencia, sus afectos.<br />

Los que andamos a<br />

diario por aulas y pasillos<br />

adolescentes, sin necesidad<br />

de llegar tan lejos, es decir<br />

incluso sin drogas,<br />

experimentamos a cada<br />

momento esta sensación de<br />

embotamiento como uno de<br />

los mayores obstáculos para<br />

afrontar nuestro trabajo.<br />

Entre la abundancia de<br />

ejemplos y casos del insigne<br />

filósofo, destaca por su gracia<br />

la asimilación de la tontería<br />

con algunos animales: la<br />

oveja, el asno, el pez torpedo,<br />

o el enjambre de avispas, cuando la tontería multiplicada y ruidosa nos avasalla por todas partes.<br />

Hay idiotas encerrados en la propia lengua o pueblo, o en los prejuicios, imbéciles incapaces de<br />

sobrepasar los límites inmediatos de lo útil o práctico, crédulos superficiales y a veces supersticiosos,<br />

groseros que no aciertan a saborear casi nada más allá de sus narices. Como en un carnaval o un<br />

bestiario, desfila por sus páginas tal variedad de tontos que uno se siente concernido.<br />

El problema se agrava cuando la multiplicidad de tonterías es cultivada, y aún intentamos transmitirla<br />

o imponerla como virtud; cuando, no solo somos incapaces de reconocer nuestros errores y<br />

torpezas, sino que se las adjudicamos fácilmente a otros, y en consecuencia la estulticia se vuelve<br />

culpable, negligente, abusiva, pues también caracteriza la tontería, puntualiza el filósofo, la torpe<br />

voluntad que nos vuelve más y más obtusos, mientras que el remedio estaría en buscar consejo,<br />

discernimiento, enderezamiento del ánimo, fuerza de voluntad o disposición a la crítica.<br />

Quizá sería bueno que echáramos un vistazo al idiota que probablemente todos llevamos<br />

dentro, sería al menos tan instructivo como seguir las pautas de El genio que todos llevamos dentro<br />

(David Shenk), panfleto americano donde los haya, o recetario pedagógico al uso. En todo caso, el<br />

sentido común nos debería bastar para no dejarnos engañar por modas y modelos de opinión y<br />

hasta nos podríamos reír reconociendo nuestros propios errores y estulticias, tantas veces aireadas<br />

como alarde de superficial instrucción, en lugar de amargarnos señalando presuntuosamente los de<br />

los otros.<br />

Página 10


EN ESTE NÚMERO DE ARCADIA BARCENSE COLABORAN:<br />

TEXTOS.<br />

Isabel Castaño. Poeta invitada.<br />

Rosario Teresa Blázquez Gómez. Maestra C.E.I.P. "Juan Arrabal". El Barco de Ávila.<br />

María del Sagrario Rollán. Profesora I.E.S. "Mateo Hernández". Salamanca.<br />

Charo Alonso. Profesora I.E.S. "Mateo Hernández". Salamanca.<br />

Francisco Javier Aparicio. Profesor I.E.S. "Aravalle". El Barco de Ávila.<br />

Rocío Marco. Profesora I.E.S. "Aravalle". El Barco de Ávila.<br />

Nela Teulón V. Alumna. Alumna Universidad de Salamanca. Salamanca.<br />

Alba Miñán Granado. Alumna C.E.I.P. “Juan Arrabal”. El Barco de Ávila.<br />

Fatema E. Alonso. Alumna C.E.I.P. “Rufino Blanco”. Salamanca.<br />

Luz Sayans. Alumna I.E.S. "Aravalle". El Barco de Ávila.<br />

Sara Gil Martín. Alumna I.E.S. "Aravalle". El Barco de Ávila.<br />

Andrea Domínguez Arteaga. Alumna I.E.S. “Aravalle”. El Barco de Ávila.<br />

Ángel Merino. Alumno I.E.S. "Aravalle". El Barco de Ávila.<br />

Clara Sánchez. Alumna I.E.S. "Aravalle". El Barco de Ávila.<br />

Daiana Caldarás. Alumna I.E.S. "Aravalle". El Barco de Ávila.<br />

Daniel Hernández Hompanera. Alumno I.E.S. "Aravalle". El Barco de Ávila.<br />

Éric Morales. Alumno I.E.S. "Aravalle". El Barco de Ávila.<br />

Guillermo Martín Martín. Alumno I.E.S. "Aravalle". El Barco de Ávila.<br />

Javier Prieto. Alumno I.E.S. "Aravalle". El Barco de Ávila.<br />

Laura Jiménez. Alumna I.E.S. "Aravalle". El Barco de Ávila.<br />

Loreto Sánchez. Alumna I.E.S. "Aravalle". El Barco de Ávila.<br />

Raúl Vaquero. Alumno I.E.S. "Aravalle". El Barco de Ávila.<br />

Cristina Hernández Escudero. Alumna I.E.S. "Aravalle". El Barco de Ávila.<br />

EL NUMERO DE ORO<br />

Cristina Hernández Escudero<br />

1º Bachillerato<br />

El número de oro, φ (phi),<br />

también conocido como la<br />

proporción áurea, es uno de los<br />

conceptos matemáticos que<br />

aparecen una y otra vez ligados a la<br />

naturaleza y al arte, compitiendo con<br />

π (pi) en popularidad y aplicaciones.<br />

φ está ligado al denominado<br />

rectángulo de oro y a la sucesión de<br />

Fibonacci. Aparece repetidamente en<br />

el estudio del crecimiento de las<br />

plantas, las piñas, la distribución de<br />

las hojas en un tallo, la formación de<br />

caracolas... y por supuesto en<br />

cualquier estudio armónico del arte.<br />

Su descubrimiento data de la época<br />

de la Grecia clásica, Euclides fue el<br />

primero en hacer un estudio sobre<br />

FOTOGRAFÍA<br />

Javier Aparicio. Profesor I.E.S. "Aravalle". El Barco de Ávila.<br />

Sonsoles Pérez Bárez. Profesora I.E.S. "María Zambrano". El Espinar. Segovia.<br />

Carlos Ferreira. Orientador I.E.S. "Aravalle". El Barco de Ávila.<br />

Lucía Camporbín. Alumna I.E.S. "Aravalle". El Barco de Ávila.<br />

Alba Rivera. Alumna I.E.S. "Aravalle". El Barco de Ávila.<br />

DIBUJOS:<br />

Irene Santaella. Alumna I.E.S. "Aravalle". El Barco de Ávila.<br />

DISEÑO GRÁFICO:<br />

Carlos Ferreira. Orientador I.E.S. "Aravalle". El Barco de Ávila.<br />

ANAGRAMA DE ARCADIA BARCENSE<br />

Carlos González Díaz. Profesor I.E.S. "Hermenegildo Martín Borro". Cebreros.<br />

Depósito legal: AV 80­2013.<br />

ISSN: 2341­3662<br />

Impresión:<br />

dicho numero en: Los Elementos.<br />

El valor numérico de φ es de 1 ,61 8... φ es un<br />

número irracional, es decir, un número decimal con infinitas<br />

cifras decimales sin que exista una secuencia de<br />

repetición. Es imposible conocer todas las cifras de dicho<br />

número, pero es suficiente con los dígitos que se conocen<br />

para llevar acabo la mayoría de sus aplicaciones.<br />

Continuará...<br />

In memoriam...<br />

Página 12

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