EL QUEBRANTO
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Periódico del I.E.S. "Aravalle"<br />
Post-it<br />
Raúl Vacas<br />
Número 11: otoño de 2013.<br />
Monograma: El quebranto.<br />
Depósito legal: AV 80-201 3.<br />
Edición general digital e impresa en papel<br />
de libre difusión.<br />
Perdón por el amor que a veces no se darte y se evapora.<br />
Perdón por recordarte que el silencio existe,<br />
que la mentira es un artículo de moda,<br />
que tus lágrimas son lluvia destilada.<br />
Perdón por enredarme en el ovillo del orgullo<br />
y descuidar la calma y la ternura.<br />
Perdón por no encontrar la frase exacta<br />
que nos salve del frío y la tristeza.<br />
Perdón por destapar el tarro de los miedos<br />
y dejar que aleteen en tus ojos.<br />
Perdón por no creer en el mercurio y en los puzles,<br />
por los condicionales simples y compuestos,<br />
por el amor de encargo,<br />
por el miedo al presente y al futuro,<br />
por no traer el pan esta mañana,<br />
por olvidar el día de tu cumpleaños,<br />
por soñar a escondidas.<br />
Perdón por no llamar a tiempo.<br />
Perdón por levantar el tono.<br />
Perdón por mi descuido y mi torpeza.<br />
Perdón por no decir perdón.<br />
Del libro Consumir preferentemente<br />
FM<br />
RVFCSBOUP<br />
Página 1
RAÚL VACAS, POESÍA NECESARIA<br />
Resulta que mi hija le pregunta a su amiga<br />
Jia qué hace su papá… y Jía le contesta tan<br />
tranquila que su papá es poeta. Porque para Raúl<br />
Vacas, la poesía es una forma de estar en el<br />
mundo: la escribe, la mastica, la enseña, la<br />
convierte en Taller, la comparte, la presta en sus<br />
libros, la hace divertida –no os perdáis su libro<br />
excelente “Esto y ESO” en Edelvives- la vuelve<br />
árbol y hasta niña… por eso sus animaciones a la<br />
lectura, su trabajo con profesores y escritores y sus<br />
Talleres en la casa rural “La Querida” son toda una<br />
experiencia compartida. Los suyos son libros<br />
puestos en voz, en pie, florecidos de signos y<br />
gustados… porque Raúl Vacas no es un poeta al<br />
uso, sino un pintor de la poesía, un maestro de la<br />
palabra, un jardinero del haikú, un hortelano del<br />
verso al que siempre veo con un libro entre las<br />
manos, presto a prestarlo… un escritor capaz de<br />
hacer próxima la palabra… tanto, que por sus<br />
venas corre tinta y, cuando hace una fotografía,<br />
sale un negativo en verso en blanco y negro que se<br />
volverá colorido cuando lo comparta en voz alta. Es<br />
una experiencia leer a Raúl Vacas, y más aún<br />
escucharle y verle, sobre todo en su proyecto<br />
literario, la casa rural “La Querida” donde, arrimado<br />
al árbol de su vida, la poeta Isabel Castaño, cuida<br />
que los versos nazcan, se reproduzcan y nunca<br />
mueran, porque son eternos. Con humor, con<br />
amor… y sobre todo, con el eco compartido de<br />
quienes leemos poesía, eso y esto que nos es tan<br />
necesario en los tiempos que corren, esos del<br />
whatsApp en los que intercambiamos, irreverentes,<br />
los versos atrevidos, divertidos de Raúl Vacas.<br />
Charo Alonso.<br />
Haré de ti la reina de las horas muertas,<br />
el descanso del semen florecido,<br />
la solución del mundo<br />
desatento.<br />
Imprimiré en mis besos un calor distinto<br />
al de la tierra o las bombillas.<br />
Te alentaré en la búsqueda de los<br />
tesoros no enterrados.<br />
Te dictaré todo el amor del mar<br />
sin emplear la lengua.<br />
Haré de ti el abrigo de mi noche.<br />
Confiaré en tu amor y en tu tristeza.<br />
Arroparé tus alas y silencios<br />
más allá de la muerte y de la vida.<br />
Sólo así emprenderé a tu lado mis conquistas.<br />
Sólo así será verdad que tú me perteneces,<br />
que alcanzas mi destino<br />
en cada beso,<br />
que el amor es posible<br />
aun con abismos.<br />
Haré de ti la reina de las horas muertas.<br />
Haré de ti mi aspiración, mi llanto anaranjado,<br />
mi fuerza, mi futuro.<br />
Aunque nadie nos oiga.<br />
Aunque nadie nos sepa.<br />
Del libro Señal<br />
Página 2
COPLAS A LA MUERTE DE DON<br />
CARNAL<br />
Recobre el alma la siesta<br />
y olvide el sueño cabruno<br />
contemplando<br />
cómo se pasa la fiesta,<br />
cómo se viene el ayuno<br />
tan callando;<br />
cuán presto se va el humor,<br />
cómo, después de enterrado,<br />
da que hablar,<br />
cómo el precio del amor<br />
de cualquier beso olvidado<br />
es recordar.<br />
Y pues vemos cómo el cura<br />
llama a todos los confesos<br />
al rosario,<br />
si juzgamos sin censura<br />
daremos con nuestros huesos<br />
en osario.<br />
No se engañe nadie, eh,<br />
pensando que iba a durar<br />
muchos días,<br />
más que duró lo que fue,<br />
pues el tiempo ha de ordenar<br />
las alegrías.<br />
Nuestras vidas son los bares<br />
que no venden garrafón,<br />
que es el morir,<br />
allí van los escolares<br />
derechos al botellón<br />
a consumir;<br />
allí, los hombres adultos,<br />
allí los otros medianos<br />
y menores;<br />
en los bares no hay indultos<br />
para muchos ciudadanos<br />
bebedores.<br />
De la cuaresma empezada<br />
dejo aquí las restricciones<br />
principales<br />
y vuelvo a la encrucijada<br />
del tiempo y sus estaciones<br />
y postales.<br />
Y al amor doy aposento<br />
pues es fecha de placer<br />
y caridad,<br />
a pesar de que ese cuento<br />
de quererte más que ayer<br />
sea verdad.<br />
Febrero es mes de conquista,<br />
para al otro algunas cosas<br />
regalar,<br />
mas cumple ser consumista<br />
y comprar joyas y rosas<br />
para amar.<br />
Pues dicen que amor sin dones,<br />
en términos de mercado,<br />
no es amor.<br />
Y menos sin emociones<br />
y algún bombón empapado<br />
de licor.<br />
Y así, metidos en danza<br />
con amor en la mirada<br />
y oraciones,<br />
declaramos nuestra panza<br />
de jamón muy bien cuidada<br />
en vacaciones.<br />
Y a pesar de lo que opinen<br />
los ministros con amnesia<br />
del lugar<br />
y el sermón que dictaminen<br />
los prelados de la Iglesia<br />
en el altar,<br />
el humano que esto cuenta,<br />
—que es al punto buen devoto<br />
de Carnal—<br />
no pondrá su alma en venta<br />
ni a la prédica ni al voto<br />
electoral,<br />
pues hoy cumple festejar<br />
la victoria y el reinado<br />
del placer<br />
que ahora es tiempo de amar<br />
y no de ser condenado<br />
a perecer.<br />
¿Qué se fueron de los sabios<br />
disfrazados y comparsas<br />
de estos días?<br />
¿Quién se pinta ahora los labios<br />
y la cara con las farsas<br />
más impías?<br />
Preparad el monedero,<br />
enemigos del placer<br />
y la oración,<br />
y gastad vuestro dinero<br />
con fe ciega y buen hacer<br />
y devoción.<br />
Del libro Esto y ESO<br />
Página 3
<strong>EL</strong> <strong>QUEBRANTO</strong>. Por Carlos Ferreira.<br />
“Hoy veremos qué es el quebranto”,<br />
dijo el señor profesor<br />
desde sus gafas y su pizarra.<br />
“A ver, usted, defina perfectamente qué es el quebranto”, me dijo.<br />
Me puse de pie y respondí:<br />
“Es el silencio húmedo y tibio<br />
de velas que guiñan el ojo, Señor”.<br />
“Bueno”, con desprecio me dijo, “seguro que puede hacerlo mejor”.<br />
Y yo, titubeante desolado, continué:<br />
“Como la cáscara rota por el polluelo<br />
que a picotazos reclama el espacio<br />
que, sobre todo, y principalmente,<br />
le otorga por derecho su propio tiempo”.<br />
“A ver, Ferreira, esfuércese más”, exigió con la rabia en los dientes.<br />
“No quebrantarán ni uno de sus huesos, dice la Biblia”, le grité proclamando.<br />
“Y es obvio que se refiere al hueso de la vida, Señor,<br />
esa que, sin importar cuán malvado o estúpido puédase ser,<br />
persiste y persiste en interminable madeja,<br />
como la rama enredada del enorme ciruelo;<br />
y yo con aplaudir jubiloso esta victoria me conformo”.<br />
“Conforme”, en voz baja asintió.<br />
Y UN DÍA, SIN MÁS, SE MARCHÓ<br />
Por Silvia Barroso Mazo.<br />
Ella era Clara, mi pequeña perrita. Bueno,<br />
eso de pequeña es más bien algo cariñoso<br />
que yo le decía, porque en realidad tenía 12<br />
años.<br />
Había vivido con ella toda mi vida, pero en<br />
mayo hizo un año que se separó de mí. Una<br />
separación física. Ya no podría estar con<br />
ella, acariciarla, jugar,…<br />
Sé que donde quiera que esté, está<br />
conmigo, porque éramos y seremos<br />
inseparables.<br />
Desde que ella era un cachorro y yo un<br />
bebé, desayunábamos juntas, corríamos<br />
por el pasillo cuando yo daba mis primeros<br />
pasos, o vigilaba mi habitación mientras<br />
dormía. En fin, una vida junto a Clara.<br />
Un día mí padre decidió llevarla al pueblo, y<br />
ella ya se quedó allí. Pero no había fin de<br />
semana que no fuera a verla, que no jugase<br />
con ella.<br />
Últimamente, cuando iba a verla, Clara ya<br />
no era la misma, no jugaba, no corría, tenía<br />
la cara triste. Mi padre, al vernos tristes a mí<br />
y a ella, decidió traerla a El Barco, conmigo;<br />
pero la verdad es que a ninguna se nos<br />
quitó la tristeza. La llevamos al veterinario;<br />
pero nada, estaba enferma, y lo peor es que<br />
sabía que se iba a morir. Y un día lo hizo, se<br />
separó de mí, dejándome llena de tristeza y<br />
con un gran vacío.<br />
Ahora que parece que se me ha pasado el<br />
dolor, estará orgullosa de mí al saber que<br />
sigue en mi recuerdo y que nunca la olvido.<br />
Ella, al igual que yo, sabe que ésta será una<br />
separación breve, apenas un “hasta luego”.<br />
MI DOLOR. Por Irene Santaella.<br />
Hay gente que dice que<br />
no existe, hay gente que asegura<br />
que sí. Yo lo único que sé es que<br />
a mí me duele; el alma duele.<br />
Esas palabras tan simples<br />
y a la vez tan difíciles de<br />
pronunciar; tan lejanas y tan<br />
cercanas al mismo tiempo. Es<br />
irónico. ¿Qué es lo que realmente<br />
sientes cuando la persona que<br />
más quieres se va a otro lugar?<br />
¿Qué es lo que duele cuando ves<br />
que se quedan en la calle miles de<br />
personas que podrían ser tus<br />
vecinos? ¿Qué siento cuando<br />
oigo que quizá muchos de<br />
nosotros no podremos seguir<br />
estudiando? ¿Qué cuando pienso<br />
en mi futuro y en el de tantos<br />
otros? ¿Qué es lo que duele?<br />
Junto con la pena o el<br />
sentimiento de injusticia, se siente<br />
un dolor fortísimo; un dolor difícil<br />
de definir porque no se llega a<br />
saber muy bien dónde está. Se<br />
trata de un dolor persistente,<br />
duradero, que se manifiesta de<br />
forma más intensa que cualquier<br />
otro dolor físico.<br />
Eso es a lo que llamo<br />
dolor del alma, un dolor real que<br />
demuestra que el alma existe.<br />
REFLEXIÓN NÚMERO UNO ESPÍRITU INFANTIL.<br />
Por Eva Herrero.<br />
Echo la vista atrás y me doy cuenta de cómo he<br />
cambiado. De la niña que jugaba a la goma y a “polis y<br />
cacos” en los recreos a la que se tira en el césped rodeada<br />
de apuntes el recreo de antes de un examen; de ponerme<br />
en la fila por la mañana antes de entrar en clase, a esperar<br />
sentada en los pasillos la aparición del profesor de turno. Y,<br />
¿qué ha cambiado? ¿Cómo ha sido? Creciendo… cada<br />
día, sin darnos cuenta, algo en nosotros cambia, sin que<br />
podamos hacer absolutamente nada para cambiarlo, solo<br />
mejorar, crecer y ser mejores.<br />
Y entonces llegan estos momentos en los que tienes<br />
que retroceder, analizar cómo eras, entender cómo eres y<br />
preguntarte qué es lo que ha cambiado. Mi respuesta es<br />
simple, nada en realidad. Sigo siendo la misma de antes,<br />
quizá más perfilada, más serena, con lo aprendido de las<br />
experiencias… Pero, en esencia, la misma, junto a Peter<br />
Pan. Es la sombra de una infancia que no quiero olvidar y<br />
que, por eso, siempre estará conmigo.<br />
Sonrío al recordar los momentos junto a mis amigos,<br />
los de siempre, los de toda la vida, y me doy cuenta de que<br />
siguen ahí, inquebrantables. Hay gente nueva, sí, pero ellos<br />
siguen ahí. Y vuelvo a los sitios a los que solíamos ir y<br />
siento que en cualquier momento el recuerdo puede volver a<br />
ser una realidad, siempre que queramos volver a sentirnos<br />
como niños.<br />
Así que pienso que puedo ser un bebé mayor o una<br />
niñata tonta de 1 6 años, pero siempre seré en parte la niña<br />
que tanto me gustó ser.<br />
No puedo negar que he madurado y crecido, y quizá<br />
por eso me doy cuenta de que debo actuar acorde con mi<br />
edad, pero me gusta pensar que la niña que llevo dentro<br />
nunca desaparecerá y siempre que quiera podré sacar mi<br />
espíritu infantil.<br />
Página 4
CÓMO MATAR A UNA MOSCA.<br />
Por Alejandro Heras Blázquez.<br />
Cuando una mosca te esta<br />
molestando, lo primero que te viene a la<br />
cabeza es: ”maldita mosca”, y lo segundo:<br />
”tengo que matarla“. Para ello, te presento las<br />
siguientes instrucciones. En primer lugar,<br />
debes coger el matamoscas (si no tienes,<br />
puede ser un periódico doblado varias veces).<br />
A continuación, acércate muy sigilosamente a<br />
la víctima. Debes conseguir que el<br />
matamoscas haga sombra sobre la<br />
condenada, que deberá estar posada sobre<br />
una superficie más o menos dura. Luego,<br />
dejarás caer con un movimiento rápido la letal<br />
arma sobre su objetivo y, si tienes suerte, la<br />
habrás matado, y previsiblemente parará de<br />
incordiarte.<br />
Recuerda: tienes que tener un buen<br />
matamoscas siempre a mano. Mi abuela, una<br />
gran experta en acabar con esos molestos<br />
bichillos, incluso cuando se queda dormida<br />
viendo la novela, lo empuña con<br />
determinación, para poder actuar rápidamente.<br />
UN DOLOR DE CABEZA.<br />
Por Lidia Casamayor del Nogal.<br />
Cierro los ojos. La luz me perfora el cerebro.<br />
Ya está aquí esa incómoda sensación. Comienza<br />
como un dulce tormento en comparación con el<br />
sufrimiento que sentiré en breve. El comienzo es<br />
una leve presión a ambos lados de la cabeza.<br />
Poco a poco va desarrollándose, y en dos o<br />
tres minutos ya han aparecido las punzadas, esas a<br />
las que yo he otorgado el nombre de “relámpagos”.<br />
¿Por qué? Pues porque son instantáneas, rápidas<br />
como un abrir y cerrar de ojos, como ese rayo que<br />
rompe el cielo y provoca estragos en la Tierra.<br />
Lo que sigue es la extensión del dolor<br />
propiamente dicho; ese suplicio con el que continúan<br />
y se expanden los relámpagos. A partir de este<br />
momento, la sensación es una mezcla de opresión y<br />
angustia; es como si alguien te golpeara la cabeza<br />
con un bate de béisbol. Algo dentro se retuerce, se<br />
destruye; sientes que algo se muere en el interior del<br />
cráneo. Y entonces la agonía se hace eterna.<br />
¿Qué puedes hacer? Nada. Tan solo esperar<br />
entre relámpagos a que pase la noche, y rogar cada<br />
segundo porque el alivio llegue.<br />
DETRÁS DE LA IMAGEN<br />
Ésta es nuestra nueva sección en Arcadia: DETRÁS DE LA IMAGEN.<br />
En ella te presentamos dos imágenes: una relacionada con el patrimonio cultural de nuestra<br />
región, y la otra, con nuestro patrimonio natural, y una serie de preguntas o cuestiones para cada una de<br />
dichas imágenes. Se trata de investigar las cuestiones propuestas e intentar darles respuesta correcta y<br />
con expresiones propias, para luego enviarlas a la siguiente dirección:<br />
revistaarcadiabarcense@gmail.com<br />
Las contestaciones mejor elaboradas y expresadas de forma personal, se publicarán en el próximo<br />
número de la revista, y además sus autores recibirán un premio en la Semana Cultural.<br />
Envía tus respuestas entes del día 20 de marzo de 2014.<br />
Imagen nº 1 : Se trata de una curiosa instalación<br />
tradicional de nuestra zona.<br />
¿Dónde está situada?<br />
¿Qué nombre tiene?<br />
¿Para qué se utilizaba?<br />
¿De qué otros materiales pueden estar hechos?<br />
¿Dónde hay otros similares en nuestra comarca?<br />
Imagen nº 2: Vamos a investigar sobre el río que pasa bajo<br />
el puente de las Aceñas, en El Barco de Ávila.<br />
¿Cómo se llama ese río?<br />
¿En qué otro río desemboca?<br />
¿Dónde nace?<br />
¿Qué ha ocurrido recientemente en su mayor presa?<br />
¿Cuál es el árbol más común en sus orillas?<br />
¡Anímate a participar!<br />
Página 5
LAS AURORAS BOREALES, por Almudena Andrade Urquizo<br />
La aurora boreal es la manifestación de un proceso de emisión de la luz que aparece normalmente en los polos<br />
(norte y sur).<br />
En el hemisferio norte se la conoce como aurora boreal (en el griego la palabra boreal significa norte), y en el<br />
hemisferio sur, por aurora austral.<br />
En Europa las auroras boreales duran muy poco tiempo, pero cuando se las ve aparecer en el horizonte, tienen un<br />
tono rojizo, como si el sol apareciera desde una dirección inusual.<br />
La aurora boreal es visible de septiembre a marzo, o en el transcurso de los meses con temperaturas bajas. Pero<br />
los mejores meses son sin duda enero y febrero, cuando hace más frío.<br />
NACIMIENTO<br />
Se produce cuando las partículas de alta energía del viento solar impactan en los polos magnéticos de la Tierra,<br />
norte o sur, que no consiguen desviarlas por completo, penetrando una parte de ellas a las capas superiores de la<br />
atmósfera, y generando la luz que se proyecta en la ionosfera terrestre.<br />
El Sol está emitiendo constantemente partículas. Este flujo de partículas constituye el viento solar. Estas partículas<br />
cargadas están en la atmósfera del Sol y tienden a escapar, aceleradas y canalizadas por el campo magnético del Sol,<br />
llegando hasta la órbita de la Tierra y más. Las partículas del viento son desviadas por el campo magnético de nuestro<br />
planeta, y fluyen a su alrededor como un río alrededor de una piedra.<br />
El viento solar empuja la magnetosfera,<br />
deformándola de modo que el haz uniforme de<br />
líneas del campo magnético se muestra en una<br />
estructura alargada como de cometa con larga cola<br />
en dirección opuesta al Sol. Las partículas<br />
cargadas viajan a lo largo de las líneas del campo<br />
magnético siguiendo su trayectoria. Pero las<br />
partículas que consiguen penetrar a la atmósfera<br />
terrestre colisionan con el oxígeno y nitrógeno<br />
atómicos, y con el nitrógeno molecular, que tienen<br />
un bajo nivel de energía. Al chocar los átomos y<br />
moléculas de los gases de la atmósfera terrestre<br />
con las partículas de viento solar se libera mucha<br />
energía lumínica.<br />
En un corto lapso de tiempo, que son<br />
millonésimas de segundo, los átomos y moléculas<br />
cargados de energía por el contacto con las<br />
partículas de viento solar vuelven a su estado<br />
básico, llamado “nivel fundamental”, liberando esa<br />
energía en forma de luz. Esta luz es lo que vemos<br />
desde tierra y llamamos “auroras”.<br />
Las auroras presentan formas,<br />
estructuras y colores muy diversos que además<br />
cambian rápidamente con el tiempo. A media<br />
noche el brillo del arco aumenta, y comienzan a<br />
formarse ondas a lo largo de él.<br />
Imágenes tomadas de<br />
Commons.wikimedia.org<br />
VIRUS BACTERIÓFAGOS. Por Álvaro López.<br />
El ser humano no está formado únicamente por<br />
células eucariotas; también existen bacterias en<br />
nuestro intestino, y virus que combaten a dichas<br />
bacterias.<br />
La población de virus se conoce como “viroma”,<br />
y la variación de éste afecta a la inmunidad a<br />
enfermedades y a la eficiencia de medicamentos en<br />
un determinado cuerpo.<br />
Gran parte del viroma está formado por virus<br />
que infectan bacterias, en lugar de atacar a los<br />
humanos que los hospedan. Aun así, hay que tener en<br />
cuenta que hay bacterias que contribuyen a que<br />
estemos sanos.<br />
Estos virus también portan genes con<br />
información para generar toxinas: una bacteria<br />
benigna puede transformarse en una perjudicial por la<br />
acción de estos virus. Por lo tanto, este conjunto de<br />
virus bacteriófagos que habitan en nuestro organismo<br />
puede provocar efectos nocivos sobre nuestra salud.<br />
Fotografía de Vincent Fischetti and Raymond<br />
Schuch, The Rockefeller University.<br />
Tomada de Wikimedia Commons.<br />
Página 6
<strong>QUEBRANTO</strong><br />
LAURA JIMÉNEZ GONZÁLEZ<br />
Una de las cosas que más nos duele a nosotros y a la gente<br />
que nos rodea en esta vida es ver cómo aquello que hacíamos con<br />
total normalidad se va, cómo nuestras cualidades físicas y mentales<br />
se deterioran hasta un punto en el que todo lo conocido y cotidiano<br />
se transforma en un mundo inexplorado.<br />
Existen cambios propios del envejecimiento, cambios<br />
moderados, es decir, cambios físicos y psicológicos normales:<br />
perdida de vista, oído, resistencia,... Pero cuando los cambios son<br />
excesivos, exagerados, estamos frente a un envejecimiento que no<br />
es natural, en el que la perdida de la memoria se vuelve masiva, y<br />
ésta es la parte más dura de esta forma de envejecer, el ver que tus<br />
recuerdos no pasan de la hora anterior.<br />
En estos casos se habla de demencia, un quebranto de la<br />
memoria.<br />
Fotos de Alba Rivera.<br />
La demencia por enfermedad de Alzheimer<br />
La demencia es una pérdida progresiva de las funciones<br />
mentales, debido a daños o trastornos diversos.<br />
La demencia puede afectar el lenguaje, la comprensión, las<br />
habilidades motoras, la memoria de corto plazo, la capacidad de<br />
identificar elementos de uso cotidiano, el tiempo de reacción, los<br />
rasgos de la personalidad y lo que se conoce como funciones<br />
ejecutivas.<br />
Hay varias enfermedades que son en realidad formas de<br />
demencia: el alzheimer, la enfermedad de Pick, la demencia por<br />
cuerpos de Lewy, etc. Una de las más preocupantes en la sociedad<br />
actual es la enfermedad de Alzheimer.<br />
La base neuropatológica de esta enfermedad fue<br />
descubierta por el Dr. Alois Alzheimer, en 1 906, al estudiar mediante<br />
microscopio el cerebro de personas que la padecían; vio dos tipos<br />
de lesiones que juntas y en notable cantidad, se verificaron<br />
características y confirmatorias de la enfermedad. Tales lesiones se<br />
llaman placas seniles y ovillos neurofibrilares.<br />
Hoy por hoy, aunque existen diversos métodos para detectar<br />
la enfermedad de Alzheimer, la certeza absoluta en el diagnóstico<br />
sólo se consigue mediante una autopsia, que permita descubrir en el<br />
cerebro tanto las placas como los ovillos.<br />
Para que la investigación en relación con la enfermedad de<br />
Alzheimer avance es necesario la donación de cerebros de<br />
personas que la hayan padecido. Al analizar estos cerebros pueden<br />
verse las placas. Son éstas unas formaciones esféricas que tienen<br />
en su centro un núcleo denso constituido por una proteína llamada<br />
beta-amiloide, que juega un papel crucial en el mecanismo de la<br />
enfermedad. Alrededor de ese núcleo hay como una corona<br />
formada por las prolongaciones desprendidas de las neuronas que<br />
se llaman neuritas distróficas (axones y dendritas); son los restos de<br />
las neuronas muertas que se agrupan en torno al núcleo<br />
.Entremezcladas con estas neuritas hay un buen número de células<br />
gliales, que representan el intento natural pero infructuoso del tejido<br />
nervioso para eliminar la placa. En las placas hay también un<br />
número importante de otras proteínas cuyo estudio quizá sirva para<br />
entender cada vez mejor el mecanismo de por el que se inicia y<br />
avanza la enfermedad.<br />
En cualquier caso, el mal de Alzheimer sigue siendo un<br />
misterio para los científicos igual que para nosotros, que quizá<br />
tendremos que convivir varios años más con la dura situación de ver<br />
cómo la demencia consigue quitarte a las personas teniéndolas<br />
delante: “es su cuerpo, pero no es mi madre”.<br />
Página 7
El prisionero nº 1 09.1 04<br />
Quien tiene un porqué para, vivir, encontrará casi siempre el cómo.<br />
F. Nietzsche<br />
Ésta es la breve historia de un hombre al que jamás ni siquiera las<br />
circunstancias más adversas pudieron nunca quebrantar. Su nombre Viktor Emil<br />
Frankl. Y es una historia, la de su vida, profundamente conmovedora, llena de<br />
coraje y esperanza en la capacidad del ser humano de sobrevivir en medio de las<br />
circunstancias más terribles. La capacidad no solo de resistir ante el más profundo<br />
horror sino también la de concebir una corriente psicológica que diera respuesta y<br />
consuelo a gente anímicamente rota por motivos, a veces, mucho más fútiles que<br />
el suyo. Viktor nació en Viena en el seno de una familia judía. Su padre era un<br />
hombre ciertamente cultivado que llegó a ser Ministro de Asuntos Sociales.<br />
Nuestro personaje, un joven profundamente comprometido con la sociedad en la<br />
que vivía, estudió medicina en la Universidad de Viena y se llegó a especializar en<br />
neurología y psiquiatría. Practicó su profesión en el único hospital de la ciudad en el<br />
que se atendía a judíos.<br />
Llega el otoño de 1 942 y Viktor es deportado junto a su mujer, a sus<br />
padres, su hermano y su cuñada al campo de concentración de Theresienstadt. En<br />
1 944 es trasladado al terrible campo de prisioneros de Auschwitz y más tarde a<br />
otros dos campos dependientes del siniestro Dachau. Solo sobrevivió al horror<br />
Víktor. Su mujer, con la que estaba recién casado, y el resto de su familia murieron<br />
en el Holocausto. Él Dr. Frankl llega a cuestionarse “para qué habrá quedado vivo”.<br />
En su obra El hombre en busca de sentido, Viktor Frankl nos da una lección<br />
de vida y un testimonio del poder incuestionable del espíritu humano. En esta obra<br />
donde se relata descarnadamente la lucha titánica y cruel por la propia<br />
supervivencia nos habla también del heroísmo del hombre al ser capaz de elegir en<br />
una situación extrema y enfrentarse a ella con el poder de la voluntad.<br />
Al hombre se le puede arrebatar todo, salvo una cosa: la<br />
última de las libertades humanasla elección de la actitud<br />
personal ante un conjunto de circunstancias para decidir<br />
su propio camino.<br />
Viktor Emil Frankl tras el fin de la Segunda Guerra Mundial y la pérdida de<br />
gran parte de lo que da sentido a nuestra vida como puede ser la familia que nos<br />
cobija, nos protege y ampara, eligió VIVIR. Volvió a Viena y escribió esa obra en la<br />
que nos describe la terrible peripecia y sus reflexiones profundas en un campo de<br />
exterminio nazi. Creó además una teoría y técnica psicológica llamada Logoterapia,<br />
con la que pretende reconstruir al individuo psicológicamente destruido y volverle<br />
de alguna manera a ilusionar con un proyecto vital.<br />
Nuestro personaje reconstruyó su vida tras haberla perdido. Volvió a ejercer<br />
su profesión, escribió más de treinta libros, fue nombrado profesor de la<br />
Universidad de Viena y en EE.UU., consiguió con sesenta y siete años la licencia<br />
de piloto de aviación, recibió varios premios y distinciones en Europa y América,...<br />
Rehízo su vida y volvió a casarse, tuvo hijos, nietos,... Recibió veintinueve<br />
doctorados honoris causa,…<br />
¿Un hombre especial? ¿Uno de esos raros seres humanos, casi<br />
superhombres? No. Él mismo se definía como un hombre normal con sus alegrías<br />
y sus penas. Se desmitificaba a si mismo y a su realidad. Leamos uno de los<br />
párrafos del mencionado libro El hombre en busca de sentido.<br />
Lo que en verdad necesitamos en un cambio radical en<br />
nuestra actitud hacia la vida. Tenemos que aprender por<br />
nosotros mismos y después enseñar a los desesperados<br />
que en realidad no importa lo que esperamos de la vida,<br />
sino que espera la vida de nosotros.<br />
Viktor Frankl es un verdadero ejemplo en un mundo en el que tantas veces<br />
se pierde el sentido de la humanidad, donde se desvirtúa el valor de la libertad<br />
individual y de la responsabilidad, donde la frustración nos llega tantas veces para<br />
quedarse….El doctor Frankl es un modélico ejemplo de coraje, resistencia y valor<br />
ante la vital adversidad.<br />
.<br />
Su libro termina con una reflexión bellísima:<br />
Nuestra generación es realista, pues hemos llegado a<br />
saber lo que es realmente el hombre. Después de todo, el<br />
hombre es ese ser que ha inventado las cámaras de gas<br />
de Auschwitz pero también es el ser que ha entrado en<br />
esas cámaras con la cabeza erguida y el Padre Nuestro o<br />
el Shema Yisrael en sus labios.<br />
El 2 de septiembre de 1 997, a los 92 años de edad, Viktor Emil Frankl<br />
moría en su ciudad natal, Viena.<br />
Rosario Teresa Blázquez Gómez<br />
Página 8
SENTIR, PENSAR, DECIR<br />
Damos vueltas colgados en los brazos de los secos árboles del pensamiento. Nada se entiende.<br />
Un malvado viento nos va estrangulando con lazos preparados de miedo a todo. En el demente mundo sin ley, dedos<br />
de vacío lanzan en cruz naipes de tarot, y cuando aparece el arcano mayor que pone fin al juego, nos perdemos,<br />
prisiones más allá de tempestades, en el remoto fondo de la única palabra.<br />
Salvador Espriu<br />
Nada se entiende... En el demente mundo sin ley, es decir, sin orden y sin logos, el sentido y el<br />
pensamiento sucumben al vértigo…. Este poema de Salvador Espriu nos hace reflexionar, y constatar que las<br />
palabras no siempre dicen, pueden tornarse, al contrario, secos árboles, ramajes y estructuras sin vida, dedos de vacío<br />
que no señalan nada, naipes arbitrarios sobre el tablero del miedo y la mala conciencia. Sumergidos como estamos<br />
en discursos cruzados de todo orden, entre el uso y abuso, las palabras desdicen, engañan, ocultan o aprisionan.<br />
Algunas veces, por fortuna también dicen, basta recordar al niño que empieza a saborearlas y repite ilusionado, en un<br />
juego auténticamente creador, es decir "poético", sus fonemas y verbos, que para él, son todavía llave de<br />
comprensión del mundo.<br />
Los medios de comunicación y las redes sociales, bajo el pretexto de tenernos al día bien<br />
informados, golpean nuestra conciencia, más allá de los umbrales de sensibilidad y racionalidad, hasta adormecerla y<br />
hacerla insensible: horror y banalidad se codean al mismo nivel de in-significancia. Sin embargo antes del pensar<br />
técnico-pragmático, podemos remontarnos al origen de la cultura occidental con la esperanza de hallar alguna fuerza o<br />
virtud que clarifique el decir de las palabras. Allí donde la actividad inicial del espíritu es convocada por el logos, para<br />
decir el mundo, y hacerlo, por comprensible, habitable.<br />
En ese decir primero encontramos poesía y filosofía, naciendo ambas de un impulso<br />
apasionado, constatación gozosa del ser, revelación, o hermosa locura, matriz fecunda, donde mito-poesía-filosofíareligión<br />
todavía se confunden y se sobrepujan admirando y celebrando el mundo. A posteriori, el filósofo atribuirá el<br />
origen de la filosofía a una especial y grata conjugación de ocio y extrañeza, de perplejidad y buen vivir: indica<br />
Aristóteles que las necesidades más acuciantes estaban resueltas cuando los hombres se pusieron a filosofar,<br />
subrayando con ello la superioridad de la filosofía -ciencia primera- sobre otros saberes prácticos o técnicos.<br />
Subrayemos, de paso, que el ocio es lo contrario del negocio, y la perplejidad lo contrario de la habituación. En ese<br />
orden de cosas, recuperar el sentido del filosofar hoy, equivaldría a salir de la modorra de lo habitual, de aquello que<br />
por acostumbrado nos sumerge en la indolencia, y dejarnos sorprender. Filosofar sería también, volver a una palabra<br />
fresca de pregunta abierta en disponibilidad y acogida , sin la urgencia de lo útil, sin la precipitación del prejuicio, que<br />
de antemano sojuzga lo que no comprende.<br />
María Zambrano hace un delicado análisis de esta extrañeza originaria que convocara al poeta y<br />
al filósofo en una misma pregunta ante la cosa: "Apegados a cultivar discernimientos y diferencias, habíamos olvidado<br />
la unidad que reside en el fondo de todo lo que el hombre crea por la palabra. Es la 'poiesis', expresión y creación a un<br />
mismo tiempo, en unidad sagrada, de la cual por revelaciones sucesivas irán naciendo, separándose al nacer<br />
nacimiento es siempre separación, la poesía en sus diferentes especies y la filosofía", así se expresa la escritora,<br />
tratando de indagar en el momento de la escisión, allí donde poesía y filosofía se separan, para llegar incluso a<br />
oponerse: Platón expulsa a los poetas de la República, por imitadores, después de haber ensalzado su divina<br />
locura... Observa ella, que mientras el poeta se vuelca desde la extrañeza a la entrega, gozándose o doliéndose en la<br />
diversidad del mundo que los sentidos le ofrecen, el filósofo, después de extrañarse, se violenta, y trata de liberarse de<br />
la cosa, tan variopinta y múltiple, tan plural, para arrancarse ascéticamente en busca de lo uno. El arrancamiento es<br />
un ascenso de lo sensible a lo espiritual por la mediación del concepto. Este dramático paso que conlleva el<br />
conocimiento filosófico queda perfectamente ilustrado en el mito de la caverna.<br />
Sin embargo, ya en el siglo XX, Heidegger en su Carta sobre el Humanismo se muestra inquieto<br />
ante esta escisión, y reivindica la originalidad del poetizar. ¿Querrá el filósofo reconducir sus pasos hacia la poesía, y<br />
confraternizar por fin con ella, levantarle la paradójica condena platónica para hacerla su interlocutor? El encuentro<br />
puede ser fecundo, y tal vez abra horizontes nuevos al pensar, que lo revitalicen y lo humanicen. Por supuesto no se<br />
trata de sustituir el tratado por la oda, ni de negar el valor del concepto para cambiarlo por la metáfora. Los lenguajes<br />
humanos deben ser entendidos como universos con una identidad propia e irreemplazable en su riqueza. Tampoco se<br />
trata de que resignadamente la filosofía baje la guardia de la conciencia y se abandone a la poesía como a un mal<br />
menor en una actividad inconsciente. El pensar no puede alienarse ni evadirse de la realidad, pero la purificación del<br />
lenguaje que requiere la filosofía es seguramente más de tipo poético, es decir, creador, que lógico-formal.<br />
Levantar la condena a la poesía significa perdonarla, lo que equivale a decir, darle o volverle a<br />
dar voz, voz de exceso, de delirio o de gracia. Sobre todo teniendo en cuenta que la poesía, desde Baudelaire o quizá<br />
desde antes no es ingenua, sino lúcida, y el poeta que se precie no es tan sólo un inspirado o mimado de los dioses,<br />
sino un trabajador paciente, cuidador laborioso de las palabras.<br />
Así el poeta francés Jean-Claude Renard, (1 922- 2002) meditando sobre su quehacer, en<br />
busca de una palabra diferente, hace de su obra entera un viaje iniciático a las fuentes de lo inefable donde las<br />
palabras se vuelven en su decir oficio de transparencia. Y es que para él la función del poema consiste en nombrar.<br />
Nombrar significa permitir a la escritura, a las palabras, la posibilidad de engendrar lo que él llama "planetas mentales"<br />
cargados de sentido nuevo. Poetizar es entrar en una génesis incesante que desde lo insólito y lo desacostumbrado<br />
nos da acceso a universos linguísticos que guardan la huella de la realidad múltiple, ilimitada, misteriosa. Así el poema<br />
como palabra sin equivalencia posible o traducción en otros discursos, es fuente de una energía transformadora, de la<br />
realidad misma, de nosotros, y del lenguaje. El acto poético remueve el dogmatismo, poniendo en cuestión nuestra<br />
visión del mundo, abriéndola a la solicitación vibrante del universo.<br />
La vibración del universo comportaría un ritmo de presencia-ausencia, ocultación y<br />
desvelamiento, musicalidad y silencio que repercute los ritmos interiores, somáticos, sensibles y espirituales del propio<br />
poeta, buscando en él correspondencia y resonancia en los que decirse. Razón y deseo, logos y eros, se conjugarían<br />
en la emergencia del acto poético como inspiración. Para Renard "la inspiración parece corresponder en efecto, a la<br />
vez a las modalidades personales de la respiración del cuerpo y del psiquismo del poeta, a los soplos de su vida<br />
cotidiana, de su consciente y su subconsciente, y a los poderes casi infinitos de la imaginación".<br />
Encarnación sensible de lo espiritual, espiritualización sublime del mismo acto vital de respirar,<br />
esto es la palabra poética, y en esto consiste la magia y la verdad de su decir. Nada más lejos del arrancamiento a la<br />
cosa, de la duda sobre su existencia o de la angustia del sistema que esteriliza la vida. El acto poético es afirmación<br />
consentida y amorosa de la existencia:<br />
"El tiempo profiere la palabra, la palabra conoce el polen, el polen pone el río de oro, el río<br />
trasmuta el silencio, el silencio alienta la savia, la savia dice sí. El sí reverdece el secreto."<br />
María del Sagrario Rollán.<br />
Página 9
SOLEDAD. Por Valentina Linares García.<br />
Año de 1835<br />
Estoy perdida, me siento frustrada, sola,<br />
y no tengo a nadie que me escuche. Comencé a<br />
tener esta sensación a mis dieciocho años,<br />
cuando mis padres me obligaron a casarme con<br />
un hombre veinte años mayor que yo, de buena<br />
posición social y económica.<br />
Como era de esperar por sus modales,<br />
era un hombre machista y frío que no tenía en<br />
cuenta mis sentimientos. Consideraba que mi<br />
gusto por la escritura no tenía futuro, e incluso se<br />
reía de mis poemas.<br />
Afortunadamente viaja a menudo, a<br />
causa de su trabajo, y yo aprovecho sus<br />
grandes ausencias para leer, escribir y dar largos<br />
paseos por un precioso parque en cuyo lago veo<br />
cisnes que me hacen añorar la libertad. Es allí<br />
donde conocí a M., el verdadero amor. Sé que<br />
nunca podré mantener una relación pública con<br />
él. Estoy condenada.<br />
Mi marido se ha dado cuenta de mi<br />
indiferencia hacia él y me trata cada vez con<br />
más desprecio. Solo los momentos que puedo<br />
pasar junto a M. me hacen recuperar la ilusión<br />
de vivir; mas sé que al final se marchará.<br />
He publicado mis relatos en el periódico<br />
bajo un pseudónimo, ya que mi marido no lo<br />
aceptaría, y creo que tampoco M., ni esta<br />
sociedad de mujeres que solo tienen deberes:<br />
obedecer a sus padres, obedecer a sus<br />
esposos,... Creo que escribiré un libro de<br />
poemas. Escribiendo soy la persona que yo<br />
quiera, soy libre.<br />
Fotos de Rebeca Entizne Curto.<br />
SEPARACIONES<br />
Por Laura Jiménez González<br />
A veces, cuando todo parece ir bien y<br />
nuestro camino no tiene ningún obstáculo, las<br />
cosas cambian de repente, se vuelven al revés, y<br />
todo lo que antes creías rutinario se hace extraño.<br />
Ése es el momento en el que te metes<br />
en la cama y vuelves la vista atrás para recordar<br />
lo vivido. Te pones los cascos y suena esa<br />
canción, la que te hizo saltar de alegría en aquel<br />
momento, y es la misma que ahora te está<br />
haciendo llorar.<br />
Y piensas que ha llegado el día en el que<br />
ese “siempre” que os prometíais se acaba, y que<br />
las tardes en que perdíais la noción del tiempo no<br />
van a volver. Los gritos de locuras, las miradas<br />
que matan y los brazos llenos de frases se<br />
transforman en cosas del pasado. Los viajes y las<br />
fotos, las fiestas y comidas,… Tendréis que<br />
aprender a vivir las unas sin las otras; una nueva<br />
forma de vida a la que no estáis acostumbradas.<br />
Y llega la hora. Toca irse, pero<br />
llevándose cada una un trocito de las demás, que<br />
pasa a ser el tesoro mejor guardado, sólo que<br />
ahora con la idea de que la vida es un juego de la<br />
oca, en el que en cualquier momento se puede<br />
volver a la casilla de salida.<br />
Página 10
¿DE VERDAD EXISTE UN “PARA SIEMPRE”?<br />
Andrea Domínguez Arteaga<br />
Es increíble ver cómo una persona a<br />
la que conociste por casualidad se ha<br />
convertido en lo más importante para ti. Y en<br />
algo que se ha ido en un abrir y cerrar de<br />
ojos.<br />
Para ti es un amigo más y os divertís<br />
de forma normal, como con cualquier otro<br />
chico, hasta que un día todo cambia: las<br />
miradas se cruzan de una manera especial,<br />
llenas de sentimiento y admiración. Miles de<br />
mariposas recorren tu estómago e<br />
involuntariamente se dibuja una sonrisa en<br />
ambos rostros. Es ahí cuando piensas: “tiene<br />
algo que me encanta. Debería llamarlo…<br />
amor”.<br />
Tras varias miradas, caricias y<br />
sonrisas expresando un amor tímido, acabas<br />
declarándote, dejándolo a él dar un primer<br />
paso.<br />
Hay algo entre vosotros cada vez que<br />
vuestros labios se juntan, que os hace actuar<br />
de forma apasionada y con el deseo de<br />
nunca acabar ese momento. No quieres<br />
separarte, pides al cielo con todas tus fuerzas<br />
quedarte pegada a él para siempre, sin que<br />
nada ni nadie se interponga.<br />
Vives como en un paraíso durante tres<br />
inolvidables años, en la nube más alta del<br />
cielo, hasta que suena la campana y te bajas<br />
de golpe de ella: llega una discusión que lo<br />
cambia todo.<br />
Después de peleas, reencuentros,<br />
peleas y reencuentros, dejáis de tener<br />
contacto. Caes en la cuenta de que vuestra<br />
historia se ha ido a base de muchas<br />
discusiones. Sabes perfectamente que ha<br />
habido muchos malos momentos, que casi<br />
sobrepasan a los buenos. Y cuando menos te<br />
lo esperas, lo que menos deseas en ese<br />
momento, te llega a través de otra gente: “se<br />
va, se va para siempre”. En ese momento el<br />
resto del mundo deja de existir, te hundes, te<br />
encierras en tus pensamientos aún<br />
conociendo el vivo ambiente que hay<br />
alrededor. No lo asumes, esperas que pase<br />
lo contrario; pero no es así.<br />
El último día le abrazas fuerte, como<br />
nunca, con miles de palabras queriendo salir<br />
de tu boca y manteniéndose dentro; con esa<br />
lágrima a punto de derramarse que<br />
desencadenaría a un llanto imparable. Por<br />
eso te contienes y le susurras al oído: “te<br />
echaré de menos”.<br />
Tu cabeza está invadida de recuerdos.<br />
Visualizas cada momento que has pasado<br />
con él, algo que te lleva a la pura tristeza y<br />
rompes a llorar desconsoladamente.<br />
Necesitas gritar fuerte, desahogarte, hablarle.<br />
Pero no puedes, ¡por miedo y vergüenza! Así<br />
que antes de encerrarte en tus sueños y<br />
abandonarte a la oscura soledad que te<br />
acompañará, te llamas “tonta”, por no haber<br />
apreciado mejor todo lo que tenías.<br />
Fotos de Alba Rivera.<br />
Página 11
PETITIO SINCERO DO NATAL, EM QUE ARCADES AO PAR<br />
DESEJAN À COFRADÍA FESTAS SOLESTICIAS D'ALEGRÍA<br />
E COMEÇO D'ANYO TRIUNFAL<br />
Cofrades e cofradesas de la mi congregaçión,<br />
A quienes, pese a to's los cambios, tengo gran estimaçión,<br />
Quisieraos pedir desde aquesta mi destinación<br />
Aceptéis desta arcadesa, poema pleno de pasión.<br />
Quiso la Gloriosa alejar a esta juglaresa,<br />
Sabiendo que tortuosa volvería la proeza<br />
De escreber revista ilustre con tanto mandamiento<br />
De laboura interminável: que si notas, que si enseñamiento.<br />
Aguántala agora outra villa sin contentamiento<br />
Porque'l muy destino burro se empeña nel alexamiento;<br />
¡Pero manque tierras haya por encima y de por medio,<br />
La Arcadia muy lustrosa falará sus versos sem remedio!<br />
Comenzara el curso nuovo su crítica andadura<br />
Entre fríos e recortes e protestas muito duras.<br />
Con la chuva e las heladas pareciam muito piores<br />
los presagios pesimistas dos políticos maiores.<br />
Pero Arcadia, terca e noble, proclamara o seu eslogan,<br />
El quebranto, quebrantado, disse cá estou, nao me fodas.<br />
¡Todo o mundo preparado, fagam versos e grafías,<br />
Contos e digestos, e sarcasmos a porfía,<br />
Que es obligación do estudante, com toda sua alegría,<br />
Escrever con tiento y tino y nos dar sabedoría!<br />
Foi assim que os alumnados comezaram la escribienda<br />
Dos artigos e dissertos na invernosa referenda,<br />
Com mil chismes ilustrados e alocados desatinos<br />
D'escribientes con pinceles de cabelos luzferinos.<br />
Qu'ha andado el río revuelto, es el chisme ya cansino,<br />
De interés solo com sidra do Esteban e otros vinos.<br />
Mas fulguram além disso versos sabios do Raúl Vacas,<br />
C'as ideas muy aladas da Rollán sobre as palabras,<br />
Os poetas e os filósofos, naquesta encrucixada.<br />
E a maestra do Rosario com relato cuidadoso<br />
sur filósofo teimoso,o sieur Frankl,un león,<br />
héroe fabuloso del triunfo da razón.<br />
Hay también fotografía, de muy buena facturada,<br />
D'Alba e da Rebeca e do Xavi, engraçadas.<br />
Com juegos novedosos detrás das imagénens<br />
Se invitam aos leitores aos novos certaménens,<br />
Com premios e medalhas na Semana Cultural<br />
Do Aravalle y su gente en el tiempo pre-estival.<br />
E, pois claro, nao faltaram os escritos dos miudos,<br />
Cuidadosos e coitados, se esforzaram por fazerem<br />
Os melhores cuentos y ensaios sempre corajudos<br />
Onde falam de sus cuitas e os medos que sufrierem.<br />
É por tanto e mucho mais, que agora os invitamos<br />
A fazer a vista gorda naquelo en lo que erramos,<br />
E a pór la vista atenta na alegría que inspiramos<br />
No escrever daquestes pliegos qu'agora vos deixamos.<br />
EN ESTE NÚMERO DE ARCADIA BARCENSE COLABORAN:<br />
CUANDO HAY QUE HACER UNA REDACCIÓN<br />
Por Paula Moreno Calzada.<br />
Estás a quinta hora, sentada en tu pupitre, ya<br />
más harta que nada, y de repente, entra tu profesora de<br />
Lengua y te dice que tienes que hacer una redacción<br />
durante el fin de semana.<br />
La cosa realmente no te hace la menor gracia.<br />
Al llegar a casa un viernes por la tarde, no te<br />
apetece nada, pero nada, sentarte y empezar a escribir.<br />
En ese momento sólo piensas en comer rápido y llamar a<br />
tus amigos para salir a dar una vuelta. Pero ocurre que<br />
comes, te sientas en el sillón, y llegas a un punto en el<br />
que estas tan a gusto allí sentada viendo la tele, que se te<br />
olvida por completo todo, amigos, vueltas, y redacciones.<br />
Es entonces cuando aparece tu madre y<br />
sentencia categóricamente: “si no haces los deberes, no<br />
sales”.<br />
Te levantas como puedes del sillón, vas<br />
lentamente a tu habitación, sacas una hoja blanca de<br />
algún lado, y empiezas a imaginar qué podrías hacer.<br />
Pero una cosa lleva a la otra, y de tanto imaginar,<br />
terminas perdida en tu imaginación. Llevas un montón de<br />
rato sentada en la silla, y no has escrito ni dos palabras.<br />
Miras pesadamente el reloj, y ves que la tarde se<br />
está acabando, que no has terminado la redacción, y que<br />
tampoco te has preparado para salir.<br />
Tomas aire, y empiezas rascar ideas de entre los<br />
recuerdos, a armar frases que seguramente no le<br />
interesarán a nadie, pero que son tu única esperanza, ya<br />
que si no haces “la redacción”, te esperan el regaño, la<br />
mala nota, el mal rollo.<br />
Convencida de la inconveniencia de abandonar<br />
la tarea, te pones a escribir y escribir, y cuando terminas,<br />
extrañamente te comienza a parecer que aquello que al<br />
principio te parecía un imposible, al final, ¡no ha quedado<br />
tan mal!<br />
Sueltas el bolígrafo rápidamente, recoges todo<br />
de cualquier manera, te vistes en segundos y sales por la<br />
puerta de tu casa como una exhalación, rumbo a la<br />
soñada tarde de viernes sin preocupaciones.<br />
Impresión:<br />
TEXTOS.<br />
Raúl Vacas. Poeta invitado. Aldehuela de la Bóveda, Salamanca.<br />
Rosario Teresa Blázquez Gómez. Maestra C.E.I.P. "Juan Arrabal". El Barco de Ávila.<br />
María del Sagrario Rollán. Profesora I.E.S. "Mateo Hernández". Salamanca.<br />
Charo Alonso. Profesora I.E.S. "Mateo Hernández". Salamanca.<br />
Irene Santaella. Alumna I.E.S. "Aravalle". El Barco de Ávila.<br />
Eva Herrero. Alumna I.E.S. "Aravalle". El Barco de Ávila.<br />
Lidia Casamayor del Nogal. Alumna I.E.S. "Aravalle". El Barco de Ávila.<br />
Laura Jiménez Gonzalez. Alumna I.E.S. "Aravalle". El Barco de Ávila.<br />
Alejandro Heras Blázquez. Alumno I.E.S. "Aravalle". El Barco de Ávila.<br />
Silvia Barroso Mazo. Alumna I.E.S. "Aravalle". El Barco de Ávila.<br />
Álvaro López. Alumno I.E.S. "Aravalle". El Barco de Ávila.<br />
Valentina Linares García. Alumna I.E.S. "Aravalle". El Barco de Ávila.<br />
Andrea Domínguez Arteaga. Alumno I.E.S. "Aravalle". El Barco de Ávila.<br />
Paula Moreno Calzada. Alumna I.E.S. "Aravalle". El Barco de Ávila.<br />
Almudena Andrade Urquizo. Alumna I.E.S. "Aravalle". El Barco de Ávila.<br />
FOTOGRAFÍA<br />
Rebeca Entizne Curto. Profesora I.E.S. "Aravalle". El Barco de Ávila.<br />
Javier Aparicio. Profesor I.E.S. "Aravalle". El Barco de Ávila".<br />
Carlos Ferreira. Orientador I.E.S. "Aravalle". El Barco de Ávila.<br />
Alba Rivera. Alumna I.E.S. "Aravalle". El Barco de Ávila.<br />
DISEÑO GRÁFICO:<br />
Carlos Ferreira. Orientador I.E.S. "Aravalle". El Barco de Ávila.<br />
ANAGRAMA DE ARCADIA BARCENSE<br />
Carlos González Díaz. Profesor I.E.S. "Hermenegildo Martín Borro". Cebreros.<br />
Depósito legal: AV 802013.<br />
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