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Pulsó el botón de encendido y esperó a que su ordenador se iniciara.<br />

Luego abrió un documento de Word y observó el cursor parpadear ante<br />

ella; podía ver su rostro en la pantalla en blanco. Diez mil palabras, y<br />

ninguna de ellas tenía que ser buena; solo otra persona las leería alguna<br />

vez. Ni siquiera importaba por dónde comenzara Cath, siempre y cuando<br />

terminara. Empezó a teclear…<br />

Me senté en las escaleras de atrás.<br />

No…<br />

Ella se sentó en las escaleras de atrás.<br />

Cada palabra se sentía pesada y dolorosa, como si Cath las<br />

estuviera sacando una a una en astillas de su estómago.<br />

Un avión sobrevoló la zona, y eso estaba mal, todo mal, y su<br />

hermana también lo sabía, porque estrechó su mano como si ambas<br />

fueran a desaparecer si no lo hacía.<br />

Esto no era bueno, pero era algo. Cath siempre podría cambiarlo<br />

después. Esa era la belleza de amontonar palabras —se hacían de peor<br />

gusto cuantas más tuvieras. Se sentiría bien volver y cortar esto cuando<br />

hubiera escrito algo mejor.<br />

El avión estaba volando tan lento, moviéndose tan lentamente a<br />

través del cielo, que podrías pensar que acababa de elegir la azotea<br />

perfecta para aterrizar. Ellas podían oír el motor; sonaba más cerca que las<br />

voces gritando dentro de la casa. Su hermana levantó la mano como si<br />

pudiera tocarlo. Como su pudiera agarrarlo.<br />

La chica apretó la otra mano de su hermana, intentando anclarla a<br />

las escaleras. Si te marchas, pensó, voy a ir contigo.<br />

384<br />

A veces escribir es correr cuesta abajo, tus dedos se sacuden detrás<br />

de ti sobre el teclado del modo en que lo hacen tus piernas cuando no<br />

pueden seguir el ritmo de la gravedad.<br />

Cath cayó y cayó, dejando un rastro de palabras enmarañadas y<br />

malos símiles detrás de ella. A veces su barbilla temblaba. A veces se<br />

limpiaba los ojos con su suéter.<br />

Cuando se tomó un descanso estaba hambrienta, y tenía tantas<br />

ganas de hacer pis que apenas llegó al baño de la tercera planta.<br />

Encontró una barrita de proteínas en la mochila de Levi, trepó de nuevo a

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