o_18rulva3fffvinn1uev1om575ha.pdf

03.07.2014 Views

tiempo desde que había escrito esta historia, no podía recordar como terminaba. —Nunca te mordería —dijo Baz, encontrando los ojos de Simon. —Eso es bueno —dijo Simon—. Me alegro de que todavía planees matarme a la vieja usanza, pero hay que admitir que esto es duro para ti. —Por supuesto que es difícil para mí. —Lanzó una mano en el aire en lo que Simon reconoció con un gesto muy de Baz—. Tengo la sed de los antiguos, y estoy rodeado de inútiles bolsas de sangre durante todo el día. —Y toda la noche —dijo Simon en voz baja. Baz sacudió la cabeza y lo miró de nuevo. —Dije que nunca te haría daño —murmuró. —Entonces deja que te ayude. —Simon se movió solo un par de centímetros, por lo que sus hombros se tocaban. Incluso a través de su camiseta y la de Baz de algodón abotonada, podía sentir que Baz ya no estaba helado. Estaba caliente. Parecía sano otra vez. —¿Por qué quieres ayudarme? —preguntó Baz, girando hacia Simon, que estaba lo suficientemente cerca ahora para sentir el suave calor de la respiración de Baz en la barbilla—. ¿Mantendrías un secreto de tu mentor para ayudar a tu enemigo? —Tú no eres mi enemigo —dijo Simon—. Solo eres… un mal compañero. Levi se rió, y Cath lo sintió en su cuello. Baz se rió, y Simon lo sintió en sus pestañas. —Tú me odias —sostuvo Baz —. Me has odiado desde el momento en que nos conocimos. —No odio esto —dijo Simon—. Lo que estás haciendo, negando tus más poderosos instintos, solo para proteger a otras personas. Es más heroico que cualquier cosa que he hecho en mi vida. —No son mis más poderosos impulsos —dijo Baz en voz baja. —Tú sabes —dijo Simon—, que la mitad del tiempo que estamos juntos, estás hablando de ti mismo. —Ah, Snow, no creo que lo hayas notado. —Lo he notado —dijo Simon, sintiendo seis años de irritación e ira y doce horas de agotamiento, llegando en el aumento de un ruido entre sus orejas. Él negó con la cabeza, y debe haberse inclinado hacia adelante porque estaba lo suficientemente cerca para chocar la nariz y la barbilla contra Baz—. Deja que te ayude —dijo. 344

Baz tenía la cabeza inmóvil. Entonces asistió, golpeando suavemente su frente contra la de Simon. —Lo he notado —dijo Simon, dejando que su boca se fuera hacia delante. Pensó en todo lo que había pasado a través de los labios del otro chico. La sangre, la bilis y las maldiciones. Pero la boca de Baz era suave ahora, y sabía a manzanas. Y a Simon no le importaba por el momento que estaba cambiando todo. Cath cerró los ojos y sintió la barbilla de Levi siguiendo una trayectoria en la parte de atrás de su cuello. —Sigue leyendo —susurró. —No puedo —dijo ella—. Se acabó. —¿Se acabó? —Apartó su cara—. Pero, ¿qué sucede? ¿Pelean con los otros conejos luego? ¿Están juntos? ¿Simon tiene que romper con Agatha? —Eso depende de ti. No lo dije. —Pero podrías decirlo. Tú lo escribiste. —Lo escribí hace dos años —dijo Cath—. No sé lo que estaba pensando entonces. Sobre todo ese último párrafo. Es bastante débil. —Me gustó todo —dijo Levi—. Me gustó ―la sed de los antiguos‖ —Sí, esa fue una buena línea… —Lee algo mas —susurró, besando la piel debajo de su oreja. Cath tomó un profundo respiro. —¿Qué? —Cualquier cosa. Mas fanfiction, el informe de la soya… Eres como un tigre que ama Brahms, mientras estás leyendo, deja que te toque. Tenía razón: Mientras leía, era como si estuviera tocando a otra persona. Que era una especie de perturbación, ahora que pensaba en ello… Cath dejó caer su teléfono al suelo. Se giró lentamente hacia Levi, sintiendo el toque de sus brazos en su cintura, mirando hacia arriba hasta su barbilla y sacudiendo la cabeza. — No —dijo ella—. No. No quiero estar distraída. Quiero tocarte de vuelta. El pecho de Levi se levantó abruptamente, justo mientras dejaba sus manos sobre su camisa de franela. Sus ojos estaban muy abiertos. —Está bien… 345

Baz tenía la cabeza inmóvil. Entonces asistió, golpeando suavemente<br />

su frente contra la de Simon.<br />

—Lo he notado —dijo Simon, dejando que su boca se fuera hacia<br />

delante. Pensó en todo lo que había pasado a través de los labios del otro<br />

chico. La sangre, la bilis y las maldiciones.<br />

Pero la boca de Baz era suave ahora, y sabía a manzanas.<br />

Y a Simon no le importaba por el momento que estaba cambiando<br />

todo.<br />

Cath cerró los ojos y sintió la barbilla de Levi siguiendo una<br />

trayectoria en la parte de atrás de su cuello.<br />

—Sigue leyendo —susurró.<br />

—No puedo —dijo ella—. Se acabó.<br />

—¿Se acabó? —Apartó su cara—. Pero, ¿qué sucede? ¿Pelean con<br />

los otros conejos luego? ¿Están juntos? ¿Simon tiene que romper con<br />

Agatha?<br />

—Eso depende de ti. No lo dije.<br />

—Pero podrías decirlo. Tú lo escribiste.<br />

—Lo escribí hace dos años —dijo Cath—. No sé lo que estaba<br />

pensando entonces. Sobre todo ese último párrafo. Es bastante débil.<br />

—Me gustó todo —dijo Levi—. Me gustó ―la sed de los antiguos‖<br />

—Sí, esa fue una buena línea…<br />

—Lee algo mas —susurró, besando la piel debajo de su oreja.<br />

Cath tomó un profundo respiro. —¿Qué?<br />

—Cualquier cosa. Mas fanfiction, el informe de la soya… Eres como<br />

un tigre que ama Brahms, mientras estás leyendo, deja que te toque.<br />

Tenía razón: Mientras leía, era como si estuviera tocando a otra<br />

persona. Que era una especie de perturbación, ahora que pensaba en<br />

ello…<br />

Cath dejó caer su teléfono al suelo.<br />

Se giró lentamente hacia Levi, sintiendo el toque de sus brazos en su<br />

cintura, mirando hacia arriba hasta su barbilla y sacudiendo la cabeza. —<br />

No —dijo ella—. No. No quiero estar distraída. Quiero tocarte de vuelta.<br />

El pecho de Levi se levantó abruptamente, justo mientras dejaba sus<br />

manos sobre su camisa de franela.<br />

Sus ojos estaban muy abiertos. —Está bien…<br />

345

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!