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28 Traducido por Mar Winston & Zafiro Corregido por Marie.Ang 304 —Dios, Cather, si necesitas un descanso, sólo dime. Levi se encontraba acostado sobre su cama, y le acababa de decir que se iba a casa por unos días por la fiesta de cumpleaños de su hermana, y en vez de contestarle Te extrañaré o Diviértete, Cath dijo: — Oh, eso es perfecto. —No fue eso lo que quise decir —se disculpó—. Es solo que mi papá irá a Tulsa este fin de semanas así que no me necesitará. Y si tú irás a casa, no me necesitarás, y eso significa que tengo todo el fin de semana para escribir. Estoy tan atrasada con Carry On… Tan atrasada. Y tan fuera de ritmo. Si no trabajaba en su historia aunque fuera un poco todos los días, Cath perdía el hilo, el ímpetu. Terminaba escribiendo largas conversaciones que no llegaban a ningún lado, o escenas donde Baz y Simon memorizaban los planos del rostro del otro. (Estas escenas eran extrañamente populares con los comentaristas, pero a la larga no ayudaban a la historia). —Aun así te necesitaría —dijo Levi, bromeando. A esto le siguió una larga conversación que no llegaba a ninguna parte mientras la cual ella intentó memorizar los planos de su rostro. (Era más difícil de lo que imaginarías, estos cambiaban constantemente.) Casi lo había besado entonces… Casi lo había besado de nuevo esa tarde cuando él se detuvo en su dormitorio para despedirse en su salida de la ciudad. Cath estuvo de pie en la acera, y Levi se había inclinado fuera de la cabina de su camioneta, y hubiera sido tan fácil simplemente encontrarlo a medio camino. Hubiese sido seguro también, porque él se encontraba atrapado en el camión y también estaba yendo fuera de la ciudad. Así que no habría efecto cascada. Ningún una-cosa-llevó-a-la otra. Nada más.

Si Cath lo hubiera besado, si le hubiera dejado saber a Levi que podía besarla, ella no estaría viviendo del casi beso desde noviembre… Habían pasado seis horas desde que Levi se marchó a Arnold, y Cath ya había escrito dos mil palabras de Simon. Había progresado tanto esa noche, que estaba pensando tomarse un descanso mañana y comenzar con su tarea de Escritura de Ficción, tal vez podría incluso terminarla. Sería increíble contarle a Levi que había terminado cuando volviera a casa el domingo. Cath se encontraba inclinándose hacia atrás en su silla, estirando los brazos cuando la puerta se abrió de golpe y Reagan irrumpió en la habitación. (Cath ni siquiera saltó). —Bien, miren a quién tenemos aquí —dijo Reagan—. Acompañada por su soledad. ¿No deberías estar en algún lugar uniéndote con el orgullo de Arnold? —Fue a casa por el cumpleaños de su hermana. —Lo sé. —Reagan caminó hasta su closet y se detuvo allí, deliberando—. Intentó convencerme a ir con él. El chico es alérgico a la soledad. —Intentó que fuera con él, también —dijo Cath. —¿Dónde hubieses dormido? —No lo había resuelto todavía. —Já —dijo Reagan, aflojando su corbata de Olive Garden—. Volvería a Arnold por eso. Para verte conocer a Marlisse. —¿De verdad es tan mala? —Probablemente ya no lo sea. Yo la domé para ti… —Reagan tiró de su camisa abotonada blanca y tomó un suéter negro. Su sujetador era de un púrpura brillante. Eso. Eso era exactamente el tipo de cosas que se metía en la cabeza de Cath y le impedía besar a Levi. Llegar a ver la ropa interior tecnicolor de su ex-novia. Saber exactamente quién lo había domado. Si sólo a Cath no le cayera tan bien Reagan… Reagan cruzó hacia el lado de Cath de la habitación, inclinándose y pegando su coronilla al rostro de Cath. —¿Mi pelo huele a pan de ajo? Cath tomó un respiro cauteloso. —No es desagradable. —Maldita sea —dijo Reagan, poniéndose de pie—. No tengo tiempo para lavarlo. —Sacudió el pelo frente al espejo de la puerta y cogió el bolso—. Está bien —dijo—, a menos que algo vaya muy mal, deberías tener la habitación toda para ti esta noche. No hagas nada que yo no haría. 305

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Levi se encontraba acostado sobre su cama, y le acababa de decir<br />

que se iba a casa por unos días por la fiesta de cumpleaños de su<br />

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—No fue eso lo que quise decir —se disculpó—. Es solo que mi papá<br />

irá a Tulsa este fin de semanas así que no me necesitará. Y si tú irás a casa,<br />

no me necesitarás, y eso significa que tengo todo el fin de semana para<br />

escribir. Estoy tan atrasada con Carry On…<br />

Tan atrasada. Y tan fuera de ritmo.<br />

Si no trabajaba en su historia aunque fuera un poco todos los días,<br />

Cath perdía el hilo, el ímpetu. Terminaba escribiendo largas<br />

conversaciones que no llegaban a ningún lado, o escenas donde Baz y<br />

Simon memorizaban los planos del rostro del otro. (Estas escenas eran<br />

extrañamente populares con los comentaristas, pero a la larga no<br />

ayudaban a la historia).<br />

—Aun así te necesitaría —dijo Levi, bromeando.<br />

A esto le siguió una larga conversación que no llegaba a ninguna<br />

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más difícil de lo que imaginarías, estos cambiaban constantemente.) Casi<br />

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Casi lo había besado de nuevo esa tarde cuando él se detuvo en su<br />

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en la acera, y Levi se había inclinado fuera de la cabina de su camioneta,<br />

y hubiera sido tan fácil simplemente encontrarlo a medio camino. Hubiese<br />

sido seguro también, porque él se encontraba atrapado en el camión y<br />

también estaba yendo fuera de la ciudad. Así que no habría efecto<br />

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