Reportaje - Schauer Agrotronic GmbH

Albesa Ramadera
Una granja moderna y rentable,
diseñada con todos los requisitos
sobre bienestar animal
Reportaje
Los sistemas de bienestar animal
abren un nuevo mundo en
relación con el trabajo de
selección, gestión y
control de rendimientos
La granja Albesa Ramadera se encuentra
situada en el término municipal de Albesa, en
la provincia de Lleida. Se trata sin duda de
uno de los mejores emplazamientos de la región
desde un punto de vista sanitario, pues
en 2000 hectáreas a la redonda, únicamente
existen otras tres explotaciones de porcino y
en todo caso a una gran distancia de ella.
El diseño de la granja está perfectamente
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conseguido, pues no en balde sus propietarios
son unos grandes expertos en este tipo de negocios.
Así, en grandes líneas, Albesa Ramadera
está estructurada sobre una gran
nave de gestación con una capacidad
para 1.600 madres, otra destinada a
atender a los partos y una tercera
nave de recría con 300 plazas. Estas
cifras, se refieren a la situación actual,
ya que está en marcha una ampliación
que incrementará sustancialmente el número
de plazas.
También se cuenta con una zona
de vestuarios y oficinas y una nave
destinada a albergar el equipo de potabilización
del agua. Por último, está
la vivienda familiar que se encarga
del control y vigilancia permanente de
la granja.
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Avances
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Antes de continuar con el comentario
de la explotación, resulta obligado
hacer referencia más concreta
al sistema de potabilización del
agua. El suministro se obtiene a partir
de la red de agua de riego, mediante
una tubería de presión, por la
que entra en la finca. El proceso de
potabilización se inicia con un primer
filtrado a 40 micras, aproximadamente,
por medio de un filtro de
cartuchos auto limpiante. Posteriormente
el agua pasa a la estación de
tratamiento donde tiene lugar el proceso
de cloración, aplicando también
una inyección de ácido con el
fin de rebajar el pH. El agua se deposita
en unos tanques en donde permanece
un mínimo de seis horas en contacto
con el cloro, pasando ulteriormente a
un declorador que trabaja por medio de
carbón activo. Una vez tratada y depurada,
el agua se inyecta a presión a todas
las conducciones de la granja.
Con este sistema se consigue un agua
de total calidad, permitiendo que circule
y llegue limpia a todas las instalaciones
de la granja, sin presencia de cloro, al haber
sido previamente eliminado. Además y
como medida de seguridad, se cuenta
con unos depósitos de agua clorada para
la limpieza y emergencias. En estos hipotéticos
casos, el agua pasaría también
previamente por los filtros de
carbono para su decloración y seguiría
el resto del procedimiento.
La explotación cuenta con un
censo de 2.200 madres ampliable
a 3.300, proceso que se esta llevando
a cabo. En la actualidad
son de genética Batallé, trabajando
con un plan de selección basado
en la autorreposición. Las abuelas
son de raza Duroc y se inseminan con
semen procedente del nuevo Landrace-Batallé.
Como macho finalizador se utiliza el
Pietrain.
Un diseño adaptado plenamente a los
requisitos sobre bienestar animal
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Sin ninguna duda, el elemento más importante
de esta explotación, es su adaptación
plena y con total éxito, a las normas sobre
bienestar animal. Visitando la explotación,
comprendemos claramente cómo las hembras
se encuentran alojadas y alimentadas
con un sistema que les permite encontrarse
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Reportaje
El personal de la granja está
compuesto por ocho personas, un
ingeniero agrónomo, una veterinaria
y seis trabajadores que se ocupan
de las diversas tareas de la
granja.
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Con un manejo, genética y sanidad muy
bien estudiado
Como ya hemos señalado, en Albesa
Ramadera, la genética y las dosis
seminales proceden de Selección Batallé.
Las abuelas se inseminan con
Landrace y las F1, para obtener el
producto final, se inseminan con Pietrain.
Las dosis se reciben dos días
por semana.
Diariamente a primera hora, se consulta
el ordenador para conocer el estado
de las cerdas y sobre los datos que
facilita el programa, se inicia el trabajo
en la granja.
Reportaje
en un estado de bienestar y placidez. Pero,
además, esta situación conduce a la obtención
de unos rendimientos inigualables si
contraponemos los costes de producción con
los datos productivos.
Las naves están equipadas con la última
tecnología adaptada al bienestar animal.
Así, las zonas de control de gestación y parideras
cuentan con sistemas de alimentación
liquida, y la gran área de gestación
confirmada con máquinas de alimentación
automática y gestión electrónica. Todos los
sistemas de alimentación son de la marca
SCHAUER. La ventilación, Scook y el suelo y
calefacción son de MIK.
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Los lechones una vez destetados a los 25
días, con un peso de 7,8 a 8 kilos, son trasladados
a los cebaderos. El objetivo de la
granja es conseguir el peso óptimo del lechón
al nacimiento y destetarlo con el mayor
peso posible.
La granja se llenó con animales provenientes
de un centro de multiplicación de
Zamora de genética Batallé. Se trata de
cerdas libres de PRRS, vacunadas frente a
Circovirus, Mycoplasma y Lawsonia. La
granja está libre de sarna, disentería, actinobacilus
pleuroneumoniae y rinitis. El programa
vacunal que se sigue es el de Parvo-
Mal Rojo y Aujeszky y vacunas frente a coli
en primer parto. Los lechones se vacunan
frente a circovirus.
La bioseguridad de la explotación se
ha cuidado de una forma exquisita, diferenciando
con nitidez la zona limpia
de la sucia, contando con unas instalaciones
muy completas para vestuario y
duchas. Por supuesto, todo el perímetro
de la granja se encuentra vallado. La
bioseguridad va acompañada con
unos protocolos muy estrictos para la
entrada de visitas en la granja, debiendo
asegurar los visitantes un periodo
mínimo de no estancia de al menos en
las 48 horas precedentes en otra granja.
Y ello, a pesar de que se trata de
una explotación modelo, en cierta me-
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dida de demostración, cuya visita está
muy demandada. Precisamente, debido
a este factor, la granja, cuenta con una
rigurosa agenda de visitas.
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Bienestar animal y eficiencia alimentaria
La inversión más importante en esta
explotación ha ido dirigida a conseguir
un control riguroso y exacto de la alimentación
de cada animal. Se trata de
adecuar a niveles óptimos el suministro
individual de pienso de las hembras en
fase de recría, gestación y lactancia, en
función de los lechones producidos.
Precisamente y como en Albesa Ramadera
valoran este criterio al máximo, están
desarrollando un programa de investigación,
financiado y aprobado por el CDTI, denominado
“estudio de la mejora de la productividad
en la especie porcina mediante la optimización
de los pesos al nacimiento y al destete,
buscando su influencia en la homogeneidad
en los lechones”.
En este orden de cosas, han comprobado
cómo el bienestar animal va a trasladar el
concepto de la producción porcina a un escenario
diferente, en donde aparte de la productividad
numérica, el peso al nacimiento
se convierte en el punto referente y dato clave
para mejorar los costes de producción en
cebadero. Para ello han establecido un riguroso
sistema de alimentación con curvas
adaptadas para el crecimiento en la fase de
gestación, tanto embrionaria como fetal de
los lechones. Asimismo, se ha evaluado y objetivado
la importancia que tiene el engrasamiento
y la masa corporal de la cerda para
dirigir el desvieje por productividad numérica
y especialmente por eficiencia alimentaria
en cada individuo. La productividad numérica
es un factor importante en las granjas,
pero el nuevo concepto que llevará al
desecho a cerdas aparentemente productivas
será la eficiencia alimentaria.
En estos momentos, la mayoría de las empresas
demandan una mejora en el índice
de transformación y coste en cebadero,
para ello han establecido un óptimo de 270
kilos de pienso, correspondiente a un cerdo
de 108 kilos en matadero, diferenciando
además el pienso de gestación, lactación,
iniciador, starter, prestarter y los de las diferentes
fases de cebo. El futuro es alcanzar el
2,5 como índice de transformación, incluyendo
todos los piensos que se precisan a lo largo
de toda la fase productiva del animal.
Para conseguir esa cifra, es preciso disponer
de una técnica muy rigurosa en la fase de
gestación y poner en marcha unos nuevos
criterios selectivos basados en lo que denominan
“nuevos parámetros referentes”. Estos
son, entre otros, el índice de transformación
kilo de pienso de gestación por kilo de camada
al nacimiento, la desviación de pesos,
pérdida en la fase de lactación, la grasa
dorsal y kilos de pienso de lactación por
cada kilo de camada destetado. En cualquier
caso, existe una correlación muy estrecha
entre el peso al nacimiento y las mejoras
posteriores en cebadero.
Este nuevo escenario del bienestar animal
ha propiciado además la aplicación intensiva
de las herramientas tecnológicas e informáticas
existentes en el mercado. Además,
por medio de las máquinas dosificadoras automáticas,
las medicaciones se llevan a cabo
de forma totalmente dirigida e incluso individualizada,
obteniendo además una visión
permanente y en tiempo real de lo que está
ocurriendo en la explotación. La eficiencia
alimentaria se va a convertir, sin ninguna
duda, en un punto importante a la hora de
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yor dedicación del personal, pues las tomas
de registros para poder establecer
las decisiones se efectúan de un modo automático.
Concretamente, en Albesa Ramadera
al disponer de un control informático
las 24 horas del día, permite predecir
qué animales o lote de animales
pueden estar bajo sospecha de algún tipo
de patología. Al trabajar en tiempo real
gracias a los sistemas informáticos, cambia
también el concepto de gestión de
granja.
Reportaje
En lo que se refiere al manejo de este
tipo de software, la experiencia de Albesa
Ramadera demuestra que el personal con
edades comprendidas entre los 25 y los
50 años es capaz de reciclarse y por tanto
de manejar estos sistemas. Estiman que un
margen de tres meses es suficiente tiempo
para la implantación de todo el software
de gestión, así como la formación básica
para poder llevar a cabo una gestión total
de la granja con este nuevo método.
Alimentación automática en gestación libre
El elemento básico en el que reposa el
nuevo modelo de bienestar animal es el de
las máquinas automáticas para el suministro
de pienso de las hembras en gestación.
Estas, se encuentran alojadas en grandes
parques y pueden acceder al comedero
cuantas veces quieran, pero dicho comedero
sólo les suministrará la dosis de alimento
previamente definida y de forma
personalizada, en una o varias tomas.
Además, aprovechando la entrada de la
reproductora en la máquina, se pueden
tomar automáticamente registros de peso,
suministrar medicamentos, así como otras
acciones complementarias.
controlar y diseñar un protocolo de reducción
de costes de producción.
Para la puesta en marcha de estos programas
de gestión, no se requiere una ma-
Para la puesta en marcha en una explotación
del sistema de alimentación con
máquinas automáticas SCHAUER, se recomienda
que durante el periodo de montaje
se cuente con la colaboración de alguna persona
de la propia explotación. De este modo,
se puede desde el principio, conocer y participar
en los diferentes trucos y técnicas que
comporta la alimentación con máquinas.
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Se cuenta con un protocolo de
montaje y puesta en marcha que supone
la introducción paulatina en la
granja de los diferentes software de
gestión, como son la gestión de máquinas,
la gestión de alimentación líquida,
ventilación, gestión de temperaturas,
consumos de agua y tratamientos,
planteados en un entorno
informático en donde confluye toda
esta información. El libro de formación
se implanta a partir de los tres
meses y cuenta con una serie de etapas
que se van cubriendo hasta llegar
a no precisar ningún tipo de dependencia
de fuera de la explotación.
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Para la adaptación del animal a la máquina,
un factor clave lo constituye el entrenamiento.
Este discurre en dos fases, la primera
con una duración de 15 días, se realiza con
ayuda de una máquina simulada que dispone
solamente de una tolva en la que come el
animal. Pasado este tiempo, se procede a
identificar a la hembra con un chip, iniciándose
otro entrenamiento durante 15 días
más. En esta nueva fase, se fuerza a la hembra
a entrar en la máquina 3 ó 4 veces al
día, en diferentes tomas, seleccionando a las
cerdas que han cumplido con este objetivo
de ingesta diaria. Superada esta fase, las
hembras pasan a los corrales donde se emplaza
la máquina definitiva y en donde la
cerda tiene la posibilidad de ingerir su ración
de alimento en una o varias tomas.
escenario de bienestar animal prácticamente
idílico que se traduce en una situación de placidez
en el conjunto de hembras alojadas, escenario
que pudimos constatar personalmente
y que no cambia, a pesar de nuestra visita a
los corrales, pues las cerdas –sin inmutarsesiguieron
en su mayor parte tumbadas.
Con una sincronización de celos también
automatizada gracias a las máquinas
Albesa Ramadera ha sido la primera
granja que ha puesto en marcha un sistema
para la aplicación automatizada de Regumate.
Esto se consigue gracias a que la máquina
automática de alimentación, lleva acoplado
en su interior un dispensador de Regu-
Reportaje
En Albesa Ramadera han observado
cómo el animal prefiere normalmente
ingerir todo el alimento programado
para el día en una sola toma;
además, cuando ya se ha establecido
la jerarquía en el grupo, suelen comer
siempre a la misma hora. Desde
su perspectiva, este hábito representa
una máxima expresión del concepto
de bienestar animal. Por otro lado, al
ser conscientes las cerdas de que disponen
con seguridad de una ración
de alimento ajustada a sus necesidades,
no existe competencia sobre el
pienso. Está claro que con este sistema
SCHAUER se consigue establecer un
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se asegura la toma de Regumate,
quedando además registrada dicha
toma. Por otro lado, el ahorro de
mano de obra con este sistema es también
considerable.
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mate que permite aplicar el producto a las
cerdas seleccionadas cuando éstas acuden
para recibir su comida.
En Albesa Ramadera han realizado una
importante apuesta a este respecto, partiendo
de la base de que todas las cerdas acuden
al comedero automático una vez al día
y allí pueden recibir su dosis de Regumate.
De este modo han conseguido una perfecta
sincronización de manera continuada en el
llenado con las 360 cerdas, organizando los
lotes, y además de manera automática. Por
otro lado, la manifestación del celo ha sido
mucho mejor que con el sistema tradicional
de aplicación en los boxes. Con este método
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Un nuevo factor clave para medir la
rentabilidad: el consumo de pienso en
gestación
Nos señalan los responsables de
Albesa Ramadera que el pienso de
gestación pasará a ser uno de los elementos
más importantes en toda la cadena
de alimentación del porcino.
Existe, no obstante, un cuello de botella
que es el pienso de lactación, así
como los lactoiniciadores y prestarters. En
cualquier caso, estos factores son los que
pueden condicionar una mejora económica
importantísima en el cebadero, de ahí que
estén priorizando con más énfasis selectivo
los kilos de camada al nacimiento que el número
de lechones.
El nuevo sistema de producción, al margen
de adaptarse a la normativa de bienestar
animal, permite introducir un gran cambio
en la producción porcina. Por un lado el
gran impacto que comporta la alimentación
sobre los costes de producción, que se estima
en un 70%. El bienestar permite rebajar
y controlar mejor estos consumos de pienso,
además de poder dirigir a los animales desde
el punto de vista reproductivo. Con
su software propio, pueden identificar
individualmente a cada animal y vigilar
en tiempo real su consumo en gestación,
lactación y recría; su productividad
numérica y controlar a la vez la
cantidad de pienso total que haya
sido preciso suministrar para producir
un lechón.
Con este sistema están constatando
cómo aparecen animales en la
granja con las mismas productividades
numéricas, pero con diferentes necesidades
alimentarias. A partir de
ahora eliminarán lógicamente hembras
por su baja productividad numérica,
pero también lo harán con ani-
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males aparentemente productivos pero que
presentan una mala eficiencia alimentaria.
También están detectando reproductoras que
teniendo una curva de crecimiento e ingesta
similar, llegan a maternidad con un engrasamiento
mayor que les impide ofrecer una
buena lactación, pues existe una correlación
directa entre la grasa de una reproductora y
la viabilidad del lechón y especialmente su
supervivencia a las 72 horas.
En esta explotación se mantiene una clara
diferenciación alimentaria entre la cerda primeriza
y la cerda de tercer y cuarto parto,
así como con la cerda de más del quinto
parto. En cada uno de estos grupos se constatan
consumos diferentes y por tanto también,
productividades diferentes. Cuando se
establecen correlaciones entre la productividad
con la eficiencia alimentaria, se comprueba
cómo a partir del quinto parto se
produce una caída drástica de dicha eficiencia,
circunstancia que se traslada claramente
al cebadero, provocando una desigualad en
los lotes.
Este sistema de bienestar animal tecnificado,
permitirá, como ya se está haciendo
en esta y otras explotaciones, establecer
unos registros donde las cerdas que deberán
ir al matadero serán aquellas que estén
por debajo de la media en eficiencia alimentaria,
aunque cuenten con una productividad
entorno a la media de la granja. Por
un lado se sitúa el parámetro productividad
numérica y por otro el relativo al pienso
que consumen esas cerdas para producir
esos mismos lechones, algo que en una
granja normal no podemos medir. De este
modo, tanto los kilos de lechón como los kilos
de pienso por madre será un factor determinante
para conocer cuáles son las cerdas
que ofrecen una viabilidad mayor. Es lo
que en su asesoría denominan los “nuevos
parámetros referentes” que marcan tendencia
en los controles de costes y están pensados
para obtener un gran retorno económico
en cebaderos. Todos estos parámetros
están diseñados con el fin de producir un
lechón muy viable y homogéneo y predecir
tanto en sanidad como en producción qué
va a ocurrir en el cebadero.
En conclusión, su idea es demostrar que
con la oportunidad que ofrecen las instalaciones
y máquinas precisas para cumplir con
los requisitos sobre bienestar animal, la introducción
de nuevos programas de gestión
permitirá tomar decisiones que hasta ahora
eran impensables y que permiten mejorar los
factores de producción y rentabilidad en la
explotación.
Formación
Uno de los objetivos de los responsables
de Albesa Ramadera es utilizar su experiencia
y conocimientos prácticos en
este nuevo e interesante campo del bienestar
animal en las explotaciones de porcino,
para ofrecer una formación práctica
a las personas que trabajan en nuestro
sector. Para responder a esta demanda,
en la propia explotación se ha instalado
un aula de formación que permite ofrecer
cursos de formación con marcado carácter
práctico.
Así, han establecido convenios de colaboración
con la Universidad de Lleida,
como con las Escuelas de Capacitación
Agraria de Catalunya. Los estudiantes de
estas especialidades, permanecen durante
periodos de 15 días en la granja manteniendo
un contacto directo con un modelo
de producción que hasta ahora no habían
podido ver en las explotaciones tradicionales.
En la mayor parte de los casos, tras el
curso y la convivencia con los nuevos métodos,
se despierta en los alumnos una lógica
inquietud por la incorporación de estas
nuevas tecnologías, idea que se transmite
además con extraordinaria rapidez.
Este germen que demanda entre los jóvenes,
muchos de ellos futuros propietarios
de explotaciones porcinas tras el relevo
generacional, la introducción de las
nuevas tecnologías en las granjas, constituye
un importante elemento dinamizador
de cara a la transformación del modelo
productivo en el porcino. No cabe duda
de que el bienestar animal marcará un antes
y un después en el campo de la producción
porcina.
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