El <strong>Libro</strong> <strong>que</strong> <strong>mata</strong> a <strong>la</strong> <strong>Muerte</strong> Don Mario Roso de Luna -"La pa<strong>la</strong>bra de. Dios es viva y eficaz, y más penetrante <strong>que</strong> espada de dos filos, puesto <strong>que</strong> alcanza a operar <strong>la</strong> división del alma y del espíritu" (Heb., IV, 12). -"Andad siempre en Espíritu y así os emanciparéis de los deseos de <strong>la</strong> carne, por<strong>que</strong> <strong>la</strong> carne, a su vez, codicia contra el Espíritu, siendo entrambas cosas contrarias entre sí. Cuando logréis, pues, andar guiados por el Espíritu, no estaréis ya bajo el imperio de <strong>la</strong> ley (Gál., V, 16 a 18) -"Despojaos del hombre viejo <strong>que</strong> está en vosotros. Renovaos en el Espíritu de vuestro propio entendimiento y vestíos del hombre nuevo... y no contristéis al Santo Espíritu de Dios, en el cual estáis ya sel<strong>la</strong>dos para ser liberados en el día de <strong>la</strong> redención" (Efes., IV, 23 Y 30). Por supuesto, cuantas sentencias van transcritas son todas del más puro sabor iniciático, como corresponde a un heredero directo de <strong>la</strong>s doctrinas cabalistas de los esenios a <strong>la</strong>s <strong>que</strong> se habían amalgamado <strong>la</strong>s viejas doctrinas pitagóricas seguidas en Asia Menor tanto o más <strong>que</strong> en <strong>la</strong> propia Grecia de a<strong>que</strong>l tiempo. El encuentro de Pablo con su Maestro, en el camino de Damasco, completó con <strong>la</strong> nueva levadura cristiana dicho desarrollo iniciático del gran filósofo de Tarso de Cilicia 49 . Esto fué tanto mejor para el mundo cuanto <strong>que</strong>, como dice Gibbon en su Historia de <strong>la</strong> decadencia del Imperio Romano, en a<strong>que</strong>l<strong>la</strong> época todas <strong>la</strong>s religiones habían llegado a ser para el vulgo igualmente verdaderas; para el filósofo, igualmente falsas, y para el gobernante, igualmente útiles, La razón no estaba lo bastante madura para regirse por sí misma, y sentía <strong>la</strong> necesidad de un yugo espiritual. La multiplicidad de religiones concentradas en Roma favorecía <strong>la</strong> predisposición a una creencia <strong>que</strong> calmara <strong>la</strong> confusión, Los mil y un pueblos sometidos al cetro de los Césares anhe<strong>la</strong>ban el retorno a <strong>la</strong> creencia en el Dios Desconocido, <strong>que</strong> tan gal<strong>la</strong>rdamente fue recordada por San Pablo a los de Atenas", Pablo, pues, como diría un clásico griego, nos salvó de <strong>la</strong> vieja apostasía, llevándonos paternalmente a <strong>la</strong>s alturas de <strong>la</strong> anastasis, cosa <strong>que</strong> merece también una explicación, pues <strong>que</strong> <strong>la</strong> apostasía es <strong>la</strong> muerte y <strong>la</strong> anastasis <strong>la</strong> vida nueva, <strong>mata</strong>dora de <strong>la</strong> muerte misma, La condición natural u ordinaria del género humano -dice <strong>la</strong> Maestra H. P. B.- era l<strong>la</strong>mada en griego apostasía (αποστασια) y <strong>la</strong> condición nueva anastasis (αναστασις), Con Adán vino <strong>la</strong> primera, o sea <strong>la</strong> muerte, y con Cristo viene <strong>la</strong> segunda, o sea <strong>la</strong> resurrección, al enseñar éste "<strong>la</strong> Noble Senda" <strong>que</strong> conduce a <strong>la</strong> Vida Eterna, de modo igual a como Buddha indicó el mismo sendero hacia el Nirvana, Para lograr semejante fin sólo existe un medio, según <strong>la</strong> enseñanza de entrambos: pobreza, castidad, contemp<strong>la</strong>ción, o sea plegaria interna, y desprecio de todas <strong>la</strong>s pompas, vanidades e ilusorios goces de este mundo, "Entrad en esta senda y poned fin al pesar, Yo os predico el Sendero <strong>que</strong> he hal<strong>la</strong>do para destruir los dardos del dolor, dice el Dharmapada, Vosotros, por vosotros mismos, debéis hacer el esfuerzo, pues <strong>que</strong> los Buddhas son únicamente predicadores, Los manús (pensadores) <strong>que</strong> entran en el Sendero son libertados de Mara, <strong>la</strong> gran Mentira o Ilusión", "Entrad por <strong>la</strong> puerta estrecha, dice a su vez Jesús, por<strong>que</strong> ancha es <strong>la</strong> puerta y amplio el camino <strong>que</strong> conduce a <strong>la</strong> destrucción, Seguidme, pues"," y luego añade: "Quien oye estos proverbios y no los practica es como hombre sin juicio" (Mateo, VII y VIII), Yo, por mí mismo, nada puedo hacer (Juan, V, 49 He aquí cómo describen los Hechos de los Apóstoles (IX, 1 al 9) tan sublime momento: "Saulo, pues, respirando amenazas y muerte contra los discípulos del Señor, se presentó al príncipe de los sacerdotes y le pidió cartas para <strong>la</strong>s sinagogas de Damasco, con el fin de llevar presos a Jerusalén a cuantos hombres y mujeres profesasen el Evangelio. Y yendo por el camino, aconteció <strong>que</strong>, estando ya cerca de Damasco, le rodeó repentinamente un gran resp<strong>la</strong>Ndor de luz del ciclo. Y cayendo en tierra, oyó una voz <strong>que</strong> le decía: "¡Saulo, Saulo!, ¿por qué me persigues?" "¿Quién eres, Señor?" Y el Señor respondió: "Yo soy Jesús, a quien tú persigues: dura cosa es cocear contra el aguijón". Saulo, temb<strong>la</strong>ndo y despavorido, dijo: "¿Qué quieres, Señor, <strong>que</strong> yo haga?". Y respondióle el Señor: "Levántate entra en <strong>la</strong> ciudad, y allí se te dirá lo <strong>que</strong> te conviene hacer", Y los hombres <strong>que</strong> acompañaban a Saulo <strong>que</strong>daron atónitos, oyendo bien a a<strong>que</strong>l<strong>la</strong> voz, pero no viendo a ninguno. Y Saulo se levantó del suelo, y, abiertos los ojos, no ve<strong>la</strong> nada. y ellos, llevándole por <strong>la</strong> mano, le metieron en. Damasco, donde estuvo tres días sin ver a nadie y sin comer ni beber". <strong>Instituto</strong> <strong>Cultural</strong> <strong>Quetzalcoatl</strong> (Gnosis) 84 www.samaelgnosis.net
El <strong>Libro</strong> <strong>que</strong> <strong>mata</strong> a <strong>la</strong> <strong>Muerte</strong> Don Mario Roso de Luna 30), "Los cuidados de este mundo y <strong>la</strong> ilusión de <strong>la</strong>s ri<strong>que</strong>zas ahogan <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra" (Mateo, XIII, 22), dice el cristiano: únicamente rechazando toda ilusión es como el buddhista, a su vez, dice poder entrar en el Sendero, "Sendero <strong>que</strong> le conducirá fuera de <strong>la</strong>s inquietas y turbulentas o<strong>la</strong>s del océano de <strong>la</strong> vida para arribar a <strong>la</strong> tranqui<strong>la</strong> Ciudad de <strong>la</strong> Paz, <strong>que</strong> es <strong>la</strong> dicha real y el augusto reposo del Nirvana". "Tómese a Pablo -dice en otro lugar H. P. B.-, léase lo poco de original <strong>que</strong> de él ha <strong>que</strong>dado en los escritos atribuídos a ese hombre valiente, honrado y sincero, y véase si alguien puede encontrar una pa<strong>la</strong>bra en los mismos <strong>que</strong> demuestre <strong>que</strong> Pablo <strong>que</strong>ría dar a entender por <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra Cristo algo más <strong>que</strong> el ideal abstracto de <strong>la</strong> divinidad personal existente en el hombre. Para Pablo, en efecto, Cristo no es una persona, sino una idea encarnada. "Si algún hombre existe en Cristo, él es una nueva creación", él ha renacido, como sucede después de <strong>la</strong> iniciación, por<strong>que</strong> el Señor es Espíritu: el Espíritu del hombre, Pablo, pues, fué el único apóstol <strong>que</strong>. alcanzó a comprender <strong>la</strong>s ideas secretas contenidas en <strong>la</strong>s enseñanzas de Jesús, aun<strong>que</strong> jamás estuvo en él. Pero Pablo había sido iniciado y resuelto a inaugurar una amplia reforma <strong>que</strong> abrazase a toda <strong>la</strong> humanidad, colocó sinceramente sus propias doctrinas muy por encima de <strong>la</strong> sabiduría de los tiempos; por encima de los antiguos Misterios y de <strong>la</strong> final reve<strong>la</strong>ción epóptica. ¡Por eso es Pablo, añadimos nosotros, el Apóstol por antonomasia! ¡EL ÚNICO!. . . <strong>Instituto</strong> <strong>Cultural</strong> <strong>Quetzalcoatl</strong> (Gnosis) 85 www.samaelgnosis.net