Libro que mata a la Muerte - Instituto Cultural Quetzalcoatl
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El <strong>Libro</strong> <strong>que</strong> <strong>mata</strong> a <strong>la</strong> <strong>Muerte</strong><br />
Don Mario Roso de Luna<br />
Los naturales de Tarso gozaban el derecho de ciudadanos de Roma, y Pablo, instruído en<br />
<strong>la</strong>s letras hebreas desde sus más tiernos años, se aplicó luego al estudio de <strong>la</strong>s griegas,<br />
<strong>que</strong> florecían en su patria con tanto primor como en <strong>la</strong> misma Atenas. Para perfeccionarse<br />
más en <strong>la</strong>s doctrinas de <strong>la</strong> ley y en <strong>la</strong>s tradiciones de los ancianos, pasó a Jerusalén, y<br />
siguiendo <strong>la</strong> escue<strong>la</strong> de los fariseos, salió eminente, bajo <strong>la</strong> dirección y magisterio del<br />
célebre Gamaliel, y se mostró siempre ardiente ce<strong>la</strong>dor del judaísmo, hasta el tiempo de<br />
su maravillosa y extraordinaria con. versión...<br />
Pasó de ciudad en ciudad y de provincia en provincia por <strong>la</strong>s regiones principales del<br />
Oriente, fundando iglesias, ordenando obispos y ministros y predicando el Evangelio o "<strong>la</strong><br />
Buena Nueva" en todas partes con inmensas fatigas; pero también con inmenso fruto y con<br />
<strong>la</strong> más rápida y admirable propagación de <strong>la</strong> Religión cristiana, como se refiere puntualmente<br />
en los Hechos de los Apóstoles, desde su conversión hasta su tras<strong>la</strong>ción a Roma, adonde<br />
fué conducido por <strong>la</strong> ape<strong>la</strong>ción <strong>que</strong> interpuso al César.<br />
Los dos años <strong>que</strong> estuvo preso en a<strong>que</strong>l<strong>la</strong> ciudad, tuvo libertad de predicar e instruir<br />
en <strong>la</strong> fe a cuantos concurrían a él...<br />
Salió libre Pablo, por fin, de <strong>la</strong> acusación contra él <strong>la</strong>nzada, y emprendió nuevos viajes<br />
para alumbrar también a <strong>la</strong>s naciones del Occidente, <strong>que</strong> estaban sepultadas en <strong>la</strong>s tinieb<strong>la</strong>s<br />
de <strong>la</strong> ido<strong>la</strong>tría.<br />
Una de <strong>la</strong>s principales <strong>que</strong> ilustró por este tiempo, conforme a lo <strong>que</strong> ya tenía prometido,<br />
fué nuestra España, <strong>la</strong> cual, con <strong>la</strong> visita de tan grande apóstol, ade<strong>la</strong>ntó mucho en <strong>la</strong><br />
doctrina evangélica <strong>que</strong> poco antes había recibido. Desde estas provincias volvió a <strong>la</strong>s de<br />
Oriente, y después de haber predicado el Evangelio en Candía, dejó a su discípulo Tito en<br />
a<strong>que</strong>l<strong>la</strong> is<strong>la</strong> y partió para Palestina y luego a Colosa y a Éfeso. Visitó <strong>la</strong>s iglesias de<br />
Macedonia, en especial <strong>la</strong> de Filipos y también <strong>la</strong>s de Troades y Mileto, <strong>la</strong>s de Antiochia de<br />
Pesidia y <strong>la</strong>s de lconio y Listro...<br />
“...No contento Pablo en sus di<strong>la</strong>tadas peregrinaciones con instruir a <strong>la</strong>s gentes de su<br />
tiempo, extendió su celo a los ausentes y a todos los siglos venideros dejando explicada a<br />
los fieles <strong>la</strong> doctrina evangélica y los misterios del Cristo en unas catorce cartas, veneradas<br />
siempre por toda <strong>la</strong> Iglesia como dictadas por el Espíritu Santo para <strong>la</strong> común edificación...<br />
Otros muchos escritos se publicaron en los primeros siglos, y se atribuyeron a San Pablo,<br />
pero <strong>la</strong> Iglesia sólo ha tenido por legítimos y canónicos los de sus catorce cartas a los<br />
thesalonicenses, gá<strong>la</strong>tas, corintios, romanos, efesios, filipenses, colosenses, hebreos y a<br />
Filemón, Tito y Timoteo, sus discípulos. En <strong>la</strong> lectura de estos documentos hal<strong>la</strong>rán los fieles<br />
a<strong>que</strong>l<strong>la</strong> doctrina <strong>que</strong> aviva <strong>la</strong> fe, enciende <strong>la</strong> caridad y excita en los corazones dóciles un<br />
tierno y fuerte amor al Señor. Todos los Padres de <strong>la</strong> Iglesia fueron muy aficionados a los<br />
escritos del gran Apóstol de <strong>la</strong>s gentes, y particu<strong>la</strong>rmente San Juan Crisóstomo, en quien se<br />
puede ver lo <strong>que</strong> aquí se omite".<br />
Por lo transcrito, inspirado, como es sabido, en <strong>la</strong> ortodoxia cristiana, se adivina <strong>que</strong> lo <strong>que</strong><br />
el Apóstol de <strong>la</strong>s gentes enseñaba, por encima tanto del ya desacreditado y grosero<br />
paganismo vulgar como del naciente y todavía mal fijado cristianismo, era sencil<strong>la</strong>mente <strong>la</strong><br />
Doctrina Secreta tradicional, o Sabiduría primitiva comunicada en los Misterios Iniciáticos con<br />
cargo en <strong>la</strong> cadena interminable de Instituciones <strong>que</strong> vienen desde los tiempos de esplendor<br />
de <strong>la</strong> Atlántida hasta nuestros días, instituciones contra <strong>la</strong>s <strong>que</strong> nada pueden en verdad <strong>la</strong>s<br />
envidias y calumnias de los profanos perversos, <strong>la</strong>s de <strong>la</strong> reve<strong>la</strong>ción o doble velo tendido<br />
sobre a<strong>que</strong>l<strong>la</strong>s primievales y eternas enseñanzas, únicas <strong>que</strong> pueden traer de nuevo al<br />
mundo <strong>la</strong> Edad de Oro algún día.<br />
Así se explican tanto los hechos de su vida como todas sus extrañas aserciones, tan mal<br />
entendidas de ordinario.<br />
<strong>Instituto</strong> <strong>Cultural</strong> <strong>Quetzalcoatl</strong> (Gnosis) 76 www.samaelgnosis.net