Libro que mata a la Muerte - Instituto Cultural Quetzalcoatl
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El <strong>Libro</strong> <strong>que</strong> <strong>mata</strong> a <strong>la</strong> <strong>Muerte</strong><br />
Don Mario Roso de Luna<br />
día con otro ropaje mítico-hebraico en una institución bien conocida), y, con su feroz<br />
venganza sobre ellos, continúa <strong>la</strong> serie de los horrores y maldiciones de los Atrídas, horrores<br />
¡ay! continuados bajo una u otra máscara hasta nuestros propios días... La tragedia sigue y<br />
sigue con <strong>la</strong>s luchas de entrambas magias: <strong>la</strong> jina o B<strong>la</strong>nca de <strong>la</strong> vieja Cólchide aria, de<br />
Tideo, Copaneo, Anfiarao, Hipomedonta, Partenopeo y Adrasto, contra <strong>la</strong> subhumana o<br />
Negra de Cadmo, Polidoro, Labdaco, Lago, Iocasta, Edipo, Eteocles y Polinice, <strong>que</strong> tienen<br />
por teatro a Mesina, Argólida y Arcadia. El león de Nemea y el jabalíde Calcedón hacen de<br />
<strong>la</strong>s suyas como antaño, salvándose sólo Adrasto. Y <strong>la</strong> tragedia eterna de a<strong>que</strong>l<strong>la</strong> gran caída<br />
comenzó con <strong>la</strong> tan decantada por los bardos anteriores a Hornero, o sea con <strong>la</strong> muerte de<br />
Pélope por su padre Tántalo y de Dánae por Acrisio (el de <strong>la</strong>s Acrópolis), con <strong>la</strong> terrible<br />
venganza de Perseo, el nieto, "Y los ultrajes de Tieste sobre <strong>la</strong> mujer de Abreo, obligados<br />
precedentes de <strong>la</strong> dicha de Agamemnon, tiene su epílogo en esotro robo de Helena, mujer<br />
de Mene<strong>la</strong>o de Esparta por París, el hijo de Príamo de Troya, inmortalizado por Hornero el<br />
ciego en <strong>la</strong>s 24 rapsodias de su Ilíada, y en el <strong>que</strong>, tras el suceso histórico de <strong>la</strong> destrucción<br />
de Troya, hay <strong>que</strong> leer otro eterno simbolismo, semejante al <strong>que</strong> brota del primitivo<br />
Ramayana, y en el <strong>que</strong> se roban <strong>la</strong>s ideas iniciáticas (representadas por <strong>la</strong>s cautivas Helena,<br />
Criseida y Briseida) , para profanar<strong>la</strong>s con nuevos cultos antropolátricos... Los tres gritos de<br />
Aquiles ("voz del <strong>que</strong> c<strong>la</strong>ma en el desierto") son oídos en el mundo entero, sometido ya por<br />
siglos, no a <strong>la</strong> protectora tute<strong>la</strong> jina de los dioses, sino a <strong>la</strong> tiranía de <strong>la</strong>s Aves de Aristófanes<br />
intermediaria usurpadora, al par, de los derechos de éstos sobre <strong>la</strong> Humanidad y de los<br />
anhelos filiales de éstos hacia aquéllos, <strong>que</strong> tal parece el sentido ordinario del célebre poema<br />
dramático, aun<strong>que</strong> tenga el otro sentido oculto y contrapuesto, a base de los mismos héroes,<br />
Evélpides (o "buena esperanza") y Pistero ("buen amigo o guía") quienes logran así edificar<br />
sobre el propio aire sus encantados castillos de <strong>la</strong> Nefele-cocigia jina.<br />
¿A qué seguir, si estas cosas, para ser debidamente estudiadas, necesitarían <strong>la</strong> vida<br />
entera de muchos sabios y los cientos de volúmenes de una Biblioteca? Con lo apuntado en<br />
el presente capítulo, el intuitivo tendrá lo bastante para presentir, a través de <strong>la</strong>s brumas de<br />
<strong>la</strong> Historia, "<strong>la</strong> Silenciosa Verdad", esa nota augusta <strong>que</strong> todo hombre sabio, es decir,<br />
inteligente al par <strong>que</strong> bueno, llega al fin a oír, y a <strong>la</strong> <strong>que</strong> se refiriera H. P. B. cuando dijo:<br />
"Las secretas doctrinas de los magos, de los pre-védicos buddhistas, de los hierofantes<br />
egipcios de Thoth o Hermes y de los adeptos de cualquier época o país, incluyendo a los<br />
cabalistas caldeos y a los nazars judíos -dice con su habitual lucidez de mágica vidente- eran<br />
idénticas desde el principio, y encerraban todas <strong>la</strong> misma verdad. Pero cuando empleamos <strong>la</strong><br />
pa<strong>la</strong>bra Buddhistas no pretende mas significar por el<strong>la</strong> ni al Buddhismo exotérico instituído<br />
por los secuaces de Gautama Buddha, ni a <strong>la</strong> moderna religión búddhica, sino a <strong>la</strong> filosofía<br />
secreta de Sakyamuni, <strong>la</strong> cual era idéntica en su esencia a <strong>la</strong> antigua Religión-Sabiduría del<br />
Santuario: el Brahmanismo, <strong>la</strong>s tres Religiones troncales del p<strong>la</strong>neta, <strong>que</strong> en el fondo no son<br />
sino una so<strong>la</strong>: AQUÉLLA.<br />
"Y los poseedores, los custodios, de tamaña Verdad, existen en todas <strong>la</strong>s regiones del<br />
P<strong>la</strong>neta y en todos los tiempos, según hemos podido colegir de <strong>la</strong>s diversas referencias <strong>que</strong><br />
han saltado aquí y allá en <strong>la</strong>s páginas de este modesto libro.<br />
"Pero ellos están ocultos a <strong>la</strong>s infantiles pesquisas de los profanos, en esos "rincones<br />
especiales <strong>que</strong> <strong>la</strong> Naturaleza guarda para sus elegidos, y donde conservan el Espíritu de<br />
Verdad como nuestros primeros Padres, los de <strong>la</strong> Edad de Oro, le tenían."<br />
<strong>Instituto</strong> <strong>Cultural</strong> <strong>Quetzalcoatl</strong> (Gnosis) 288 www.samaelgnosis.net