Libro que mata a la Muerte - Instituto Cultural Quetzalcoatl
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El <strong>Libro</strong> <strong>que</strong> <strong>mata</strong> a <strong>la</strong> <strong>Muerte</strong><br />
Don Mario Roso de Luna<br />
durante <strong>la</strong> Edad Media de un modo "tan jina". ¿Veremos lucir una nueva aurora después de<br />
<strong>la</strong> despedida de esa horrenda noche con nuestra Gran Guerra?<br />
No lo sabemos; pero es lo cierto <strong>que</strong>, gracias a <strong>la</strong>s enseñanzas teosóficas rápidamente<br />
apuntadas en cuanto llevamos dicho, podemos ya demarcar un período jina, adelón,<br />
abalónico o "de los abuelos", como le l<strong>la</strong>maron muchos clásicos, y <strong>que</strong> termina con <strong>la</strong> guerra<br />
de Troya, o más bien antes, con <strong>la</strong> simbólica o fabulosa Conquista del Vellocino de Oro de<br />
los jinas de <strong>la</strong> Cólchida; un período mítico <strong>que</strong>, desde este "suceso" hasta <strong>la</strong> caída de Troya<br />
o <strong>la</strong> de Alejandro, establece <strong>la</strong> transición 199 y, en fin, un período histórico en el <strong>que</strong> aun <strong>la</strong><br />
misma existencia de a<strong>que</strong>llos "hemiaritas" (protectores y protegidos, o jinas e iniciados en los<br />
Misterios) es negada como <strong>la</strong> mayor de <strong>la</strong>s quimeras; ¡y eso en nombre de una pretendida<br />
ciencia histórica <strong>que</strong> jamás puede autorizar, en verdad, tamaño absurdo, a todas luces<br />
desmentible y desmentido!<br />
Todo ello, por supuesto, se hal<strong>la</strong> expresado con los más vivos colores históricos en<br />
a<strong>que</strong>llos párrafos del Timeo de P<strong>la</strong>tón <strong>que</strong>, para no faltar abiertamente al juramento iniciático,<br />
pone en boca de Critias el joven, nieto del gran Critias, pariente a su vez de Sócrates, el<br />
maestro de P<strong>la</strong>tón, en los <strong>que</strong> se dice:<br />
CIEn el Delta del Nilo existe un nomo l<strong>la</strong>mado Saítico y una ciudad principal, <strong>la</strong> de Sais, de<br />
donde el mismo rey Amasis era oriundo. Los habitantes de dicho nomo tienen por divinidad<br />
fundadora de él a <strong>la</strong> diosa Neith (Isis), <strong>que</strong> en griego, según ellos, quiere decir Pa<strong>la</strong>s Atenea.<br />
Por eso ellos quieren de todo corazón a los atenienses, considerándolos como de su propia<br />
raza. Así Solón decía <strong>que</strong>, llegado cierta vez a a<strong>que</strong>l país, había recibido en él <strong>la</strong>s mayores<br />
atenciones, y después de <strong>la</strong>s preguntas <strong>que</strong> había hecho acerca de <strong>la</strong> antigüedad a los<br />
sacerdotes más ancianos y <strong>que</strong> mejor le conocían, se había convencido de <strong>que</strong> ni él ni<br />
ningún otro griego sabrán nada de el<strong>la</strong>. Y añadió Solón <strong>que</strong> habiéndose puesto él a hab<strong>la</strong>r de<br />
Phoroneo, a quien, por su remota antigüedad, l<strong>la</strong>man el primero, después de Níobe, y, en fin,<br />
del famoso diluvio. de Deucalión y Pirra, un ancianísimo sacerdote le dijo: "¡Oh Solón, Solón,<br />
vosotros los griegos no sois sino unos niños; no hay en Grecia un anciano tan sólo, por<br />
cuanto no atesoráis ninguna opinión verdaderamente antigua y de antigua tradición venida,<br />
por<strong>que</strong> a lo <strong>la</strong>rgo de los siglos <strong>la</strong>s destrucciones de hombres y de pueblos enteros se han<br />
sucedido en gran número, <strong>la</strong>s mayores de el<strong>la</strong>s por el fuego y por el agua, <strong>la</strong>s menores por<br />
otras mil causas diversas! A nosotros el Nilo nos salvó del gran desastre de cuando los<br />
dioses purificaron <strong>la</strong> tierra sumergiéndo<strong>la</strong>, y, de este modo, todo cuanto se ha hecho de<br />
hermoso y memorable está escrito desde hace muchos siglos y conservado en nuestros<br />
templos, mientras <strong>que</strong> entre vosotros el uso de <strong>la</strong> escritura y de cuanto es necesario a un<br />
estado civilizado no data sino de una época muy reciente; y súbitamente, con intervalos<br />
determinados, vienen a caer sobre vosotros p<strong>la</strong>gas celestes <strong>que</strong> no dejan subsistir sino<br />
hombres extraños a <strong>la</strong>s letras y a <strong>la</strong>s Musas, de suerte <strong>que</strong> recomenzáis, por decido así,<br />
vuestra infancia e ignoráis todo acontecimiento de nuestro país o del vuestro <strong>que</strong> remonte al<br />
tiempo viejo. Así, cuantos detalles genealógicos nos has dado re<strong>la</strong>tivos a vuestra patria se<br />
199 Este período mítico se inicia ve<strong>la</strong>ndo de un modo creciente y continuo <strong>la</strong>s altas verdades iniciáticas o ¡inos, empezando<br />
por <strong>la</strong> idea suprema del dios sin Nombre y sin Templo, de los tartesios y demás accadios, sustituido poco a poco por los<br />
júpiter, Neptuno, Plutón, etc., <strong>que</strong> ya vemos en <strong>la</strong> Cosmogonía de Hesiodo y <strong>que</strong> en los tiempos de Homero ya había<br />
sustituido casi a <strong>la</strong> Primitiva Religión jina, o de <strong>la</strong> Naturaleza en sus tres aspectos: físico, mental y espiritual. Por eso es<br />
aserto unánime de todos los iniciados de <strong>la</strong> antigüedad el tener a estas últimas cosas paganas como meras fábu<strong>la</strong>s o cuentos<br />
de niños, constituyendo "una reve<strong>la</strong>ción"; es decir, un "doble o triple velo" de <strong>la</strong>s augustas verdades aquél<strong>la</strong>s. Velo de Isis<br />
más o menos levantado de nuevo en <strong>la</strong>s. iniciaciones en los Misterios. Así nos podemos explicar <strong>la</strong>s duras frases de<br />
Pitágoras, P<strong>la</strong>tón, etc., contra a<strong>que</strong>llos dos formidables poetas, quienes como tales "vates o adivinos" descubrieron <strong>la</strong><br />
verdad, pero <strong>la</strong> disfrazaron con el atrayente ropaje de <strong>la</strong> fábu<strong>la</strong>. Tanto, <strong>que</strong> "el divino ateniense" llegó a expresar <strong>la</strong> idea de<br />
<strong>que</strong> "debía coronárseles como a tales y luego desterrarlos de <strong>la</strong> República". Cantú, como siempre en estas cosas, se equivoca<br />
al creer <strong>que</strong> no era unánime semejante opinión entre los griegos iniciados.<br />
<strong>Instituto</strong> <strong>Cultural</strong> <strong>Quetzalcoatl</strong> (Gnosis) 283 www.samaelgnosis.net