Libro que mata a la Muerte - Instituto Cultural Quetzalcoatl
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El <strong>Libro</strong> <strong>que</strong> <strong>mata</strong> a <strong>la</strong> <strong>Muerte</strong><br />
Don Mario Roso de Luna<br />
Doctrina Secreta); axinos o "inaccesibles" en el concepto jina; frigios, de <strong>la</strong> diosa Frika, luna o<br />
Diana-Lunus escandinava; misios o "enviados" para salvar a <strong>la</strong> humanidad troglodita de su<br />
ruina moral y física definitiva; tauridos, por su consabido culto mithraico, <strong>que</strong> pasó a dar<br />
nombre a <strong>la</strong> célebre cordillera armenia; phalegios, como eternos "cometas humanos",<br />
peregrinos o errantes; curetas y quírites, por sus hechos quiritarios (kyries, <strong>la</strong>nza, rayo de<br />
sol) y por sus caurias o curias; enios o aonios, por su Eneas, Ennos, Enoch, Jano o Noé,<br />
etc., etc.<br />
Si al lector le pareciesen duras, atrevidas y aun violentas algunas de estas deducciones, le<br />
contestaríamos con estos párrafos de un historiador tan poco adicto a estas cosas<br />
"teosóficas" como es César Cantú, quien, al hab<strong>la</strong>r de los primeros habitantes de Grecia,<br />
confiesa lo siguiente (los paréntesis son nuestros):<br />
"No puede dudarse de <strong>que</strong> bajo el nombre de pe<strong>la</strong>sgos estaban comprendidos muchos y<br />
diversos pueblos, y de aquí proviene el distinto aspecto con <strong>que</strong> se han presentado,<br />
apareciendo en Italia como propagadores de <strong>la</strong>s artes y de <strong>la</strong> civilización, mientras <strong>que</strong> en<br />
Grecia nos los pintan como gentes de extremada rudeza, a quienes Feroneo (el Feruer<br />
cabalista, "Hálito Sephirotal" o Emanación), hijo de Inaco (un jina), fué el primero <strong>que</strong> enseñó<br />
a fabricar casas, hacer uso del fuego y regirse como hombres racionales. Sin embargo, los<br />
hechos, usando un lenguaje muy diferente, demuestran <strong>que</strong> los pe<strong>la</strong>sgos, raza tan benéfica<br />
como despreciada 197 , llevaron a Grecia no ya este o el otro arte, sino un sistema completo<br />
de enseñanzas religiosas, artes y literatura. La áspera lengua de esta raza, más análoga al<br />
<strong>la</strong>tín <strong>que</strong> al griego, se conservó en el dialecto eolio. ,Enseñaron también los pe<strong>la</strong>sgos un<br />
método de escritura, cuyo uso era común antes de <strong>la</strong> llegada a Grecia del fenicio Cadmo 198 .<br />
Establecidos en <strong>la</strong> Tesalia, <strong>la</strong> cultivaron del modo más sabio, y, prácticos en metalurgia,<br />
trabajaron <strong>la</strong>s minas en Samotracia (<strong>la</strong> ciudad de los kabires jinas), en Lemnos y en<br />
Macedonia, como hicieron los cíclopes del Peloponeso, Tracia, Asia Menor y Sicilia, los<br />
cuales penetraban en <strong>la</strong>s entrañas de <strong>la</strong> tierra con una luz en <strong>la</strong> frente, luz <strong>que</strong> originó <strong>la</strong><br />
fábu<strong>la</strong> de <strong>que</strong> tenían un solo ojo. Su ocupación y ciencia especial era abrir canales de<br />
desagüe, construir di<strong>que</strong>s para contener <strong>la</strong>s inundaciones de los ríos y dar salidas<br />
subterráneas a los <strong>la</strong>gos. Levantaron también muchas fortalezas, <strong>que</strong> en su -idioma se<br />
l<strong>la</strong>maron <strong>la</strong>risa (de lâ, espíritu), nombre ape<strong>la</strong>tivo <strong>que</strong> después vino a ser propio, y en <strong>la</strong><br />
Arcadia, Argólide, Atica, Etruria y el Lacio se observan restos de sus construcciones, <strong>que</strong><br />
acaso sean <strong>la</strong>s mismas <strong>que</strong> <strong>la</strong>s ciclópeas. Dieron, asimismo, cierta forma de culto (el Culto<br />
sin templo al Dios Sin Nombre) a los pueblos <strong>que</strong> no tenían más <strong>que</strong> prácticas groseras de<br />
religión, sin tradiciones mitológicas. En Dodona tenían el bos<strong>que</strong> sagrado, donde, desde lo<br />
alto de una columna, profetizaba <strong>la</strong> paloma, o donde pronunciaban oráculos <strong>la</strong>s encinas. El<br />
centro de sus ritos era Samotracia, consagrada al culto de lo Cabires. Los beneficios <strong>que</strong><br />
hicieron se descubren aún a través del velo de <strong>la</strong> fábu<strong>la</strong>. En <strong>la</strong>s pendientes del Olimpo, del<br />
Helicón, del Pindo, en a<strong>que</strong>l<strong>la</strong> Arcadia en <strong>que</strong> <strong>la</strong> raza pelásgica se conservó pura y exenta de<br />
invasiones conquistadoras, ponían los griegos el origen de <strong>la</strong> religión, <strong>la</strong> filosofía, <strong>la</strong> poesía y<br />
<strong>la</strong> música. En <strong>la</strong>s márgenes del Peneo apacentaba Apolo sus ganados y Orfeo amansaba a<br />
<strong>la</strong>s fieras, y en Beocia fabricaba Anfión con su lira <strong>la</strong>s ciudades, o lo <strong>que</strong> es lo mismo, ponía<br />
197 ¡Los desgraciados, por mejor decir, no fueron los de a<strong>que</strong>l<strong>la</strong> excelsa raza jina de instructores de los hombres postat<strong>la</strong>ntes,<br />
sino estos últimos, cuya barbarie aún hoy perdura con máscara de civilización, karma terrible de <strong>la</strong>s ingratitudes<br />
sin fin con ellos cometidas!<br />
198 Como <strong>que</strong> <strong>la</strong> misma pa<strong>la</strong>bra Fenicia viene de "palma", o sea de los caracteres escriturarios en ogams o mágicos, de<br />
los <strong>que</strong> ya hab<strong>la</strong>mos en capítulos anteriores.<br />
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