Libro que mata a la Muerte - Instituto Cultural Quetzalcoatl
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El <strong>Libro</strong> <strong>que</strong> <strong>mata</strong> a <strong>la</strong> <strong>Muerte</strong><br />
Don Mario Roso de Luna<br />
interesantes. Por de pronto, aquí vemos a un rey asirio e hijo de otro rey, eumerizado hasta<br />
hacerle a su muerte Señor de Cielos y Tierra, desposado con Hera, Jana o Juno, como el<br />
Wotan nórdico wagneriano está desposado con <strong>la</strong> terrible Frika o Frigia, <strong>la</strong> también Némesis<br />
conyugal, enemiga irreconciliable de <strong>la</strong> raza de los welsungos, rebeldes o jinas, como se ve<br />
en La Walkyria. De este monstruoso matrimonio nació Bdo, <strong>que</strong> es a quiennuestros<br />
historiadores reputan como primero de los reyes asiriobabilonios. También se ve al primitivo<br />
Hermes egipcio o Herman, el Señor-Hombre transformado en Mercurio, o, como si dijéramos,<br />
"el dios de <strong>la</strong> curia", no ya el Dios Desconocido primitivo. En cuanto al robo de Dánae o<br />
Diana, <strong>la</strong> Luna argiva o de los argonautas, es por un <strong>la</strong>do, <strong>la</strong> paráfrasis parsi de <strong>la</strong> Sita o Tais<br />
del Ramayana, y el precedente para <strong>la</strong> leyenda grecotroyana del robo de Helena.<br />
Finalmente, acaso por error de transcripciones, el tal Pico no es sino nuestro legendario<br />
Picio, prototipo de <strong>la</strong> fealdad verdaderamente monstruosa de un rey o dios tan<br />
impúdicamente perverso como el Júpiter del Olimpo greco<strong>la</strong>tino. Sin embargo, entiéndase<br />
bien, estas nuestras interpretaciones teosóficas estaban harto lejos del pensamiento de<br />
Huerta y Vega, inclinado, como era natural en su época e ideas, más bien a interpretar a <strong>la</strong><br />
inversa todos estos mitos, o sea haciendo "buenos" a los personajes malos, y<br />
recíprocamente 180 .<br />
En cuanto al hecho de <strong>la</strong> ocultación de <strong>la</strong> Sabiduría primitiva, está él muy bien narrado por<br />
Huerta y Vega, respecto de otro país tan ligado en <strong>la</strong> remota antigüedad con <strong>la</strong> Persia, o sea<br />
el Egipto, confirmándolo con <strong>la</strong>s correspondientes citas de los clásicos, altamente<br />
significativas, como todas <strong>la</strong>s suyas, puesto <strong>que</strong> dice:<br />
"Los sacerdotes egipcios y muchos poetas dicen <strong>que</strong>, habiéndose juntado muchos dioses<br />
en Egipto, vino también allí de repente Typhon, acérrimo titán gigante y muy enemigo de los<br />
dioses, de cuyo temor poseídos ellos se convirtieron en otra figura: Mercurio, en Ibis; Apolo,<br />
en el ave Treicia (cuervo), <strong>que</strong> es <strong>la</strong> grul<strong>la</strong>; Diana, en gato; Júpiter, en carnero; Baco o Pan,<br />
en cabrón; Juno, en vaca; Venus, en pez, por lo cual enseñan <strong>que</strong> los egipcios no permiten<br />
<strong>que</strong> a<strong>que</strong>llos animales sean vio<strong>la</strong>dos, por<strong>que</strong> se l<strong>la</strong>man imágenes de los dioses. En el mismo<br />
tiempo dicen <strong>que</strong> Pan se arrojó al río y mudó <strong>la</strong> parte posterior de su cuerpo en macho<br />
cabrío, y así huyó de Typhon, cuyo pensamiento, admirándole Júpiter, colocó su efigie entre<br />
los astros", (Higinio, 1. 2, Astronomía). (Ovidio, 1. 5, Metam.).<br />
Después de derrotados los gigantes por los dioses, <strong>la</strong> Tierra, indignada más agriamente. se<br />
mezcló al Tártaro y parió en Sicilia a Typhon <strong>que</strong> constaba de dos naturalezas: fiera y<br />
humana" (Apol. 1, 1).<br />
“Typhon, con <strong>la</strong>s co<strong>la</strong>s de sus víboras, detuvo a Júpiter, y, quitándole <strong>la</strong>s armas, le cortó<br />
los nervios de pies y manos, y poniéndole en sus hombro le llevó a Cilicia, donde le encerró<br />
en <strong>la</strong> cueva Corycia, y del mismo modo colocó allí los nervios cortados, ocultos en una piel<br />
de oso, y puso por guarda a una serpiente l<strong>la</strong>mada Delphin <strong>que</strong> era medio mujer, medio fiera.<br />
Entre tanto. Mercurio y Pan" hurtando los nervios, se los restituyeron a Júpiter". (Apol. 1. 1) .<br />
Esta serpiente Typhon, por último, es <strong>la</strong> serpiente Phiston o Pitón, de <strong>la</strong> <strong>que</strong> Nigidio<br />
escribe: "El Capricornio alcanzó honores inmortales en el tiempo en <strong>que</strong> Python tenía su<br />
cueva en el monte Tauro, y poseía el Egipto, pensando resistir a los dioses, a los cuales<br />
180 Parece ser <strong>que</strong> alguno de los antecesores cretenses de este Júpiter, "señor del mundo", fué, según Huerta, otro Júpiter,<br />
hermano de Urano (Uranas), rey de dicha is<strong>la</strong> mineana y de glorias harto menores <strong>que</strong> <strong>la</strong>s de su descendiente asirio. La obra<br />
de KIee, Le Déluge, <strong>que</strong> inserta estos pasajes cretenses, añade <strong>que</strong> Diodoro Sículo rechaza esta tradición como cretense,<br />
creyéndo<strong>la</strong> tras<strong>la</strong>dada, con los demás particu<strong>la</strong>res de los diez hijos de Júpiter, desde "<strong>la</strong> is<strong>la</strong> Atlántida", <strong>la</strong> cual (según el<br />
re<strong>la</strong>to p<strong>la</strong>tónico transcrito en el capítulo XVI del tomo VI de nuestra Biblioteca) fué dividida en diez nomos o reinos entre<br />
los diez hijos de Neptuno o Poseidon (curetes o jefes de curia), cuya zona central era <strong>la</strong> l<strong>la</strong>nura Idaea, de donde proviene el<br />
nombre del célebre monte Ida.<br />
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