21.06.2014 Views

Libro que mata a la Muerte - Instituto Cultural Quetzalcoatl

Libro que mata a la Muerte - Instituto Cultural Quetzalcoatl

Libro que mata a la Muerte - Instituto Cultural Quetzalcoatl

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

El <strong>Libro</strong> <strong>que</strong> <strong>mata</strong> a <strong>la</strong> <strong>Muerte</strong><br />

Don Mario Roso de Luna<br />

gran cultura, para <strong>que</strong> pudiesen ir a todos los países a ejecutar <strong>la</strong>s órdenes de su jefe. En<br />

sus orgías empleaban el haschisch o jugo del cáñamo índico, de donde viene su<br />

sobrenombre de aschischinos o asesinos. En medio de <strong>la</strong>s ilusiones de semejante bebida, el<br />

jefe podía disponer a su antojo de ciegos instrumentos de su voluntad, por lo <strong>que</strong> hasta los<br />

reyes vecinos eran tributarios suyos. Así <strong>que</strong> el Viejo de <strong>la</strong> Montaña había designado a un<br />

príncipe a <strong>la</strong> venganza de sus discípulos, éstos, disfrazados de mercaderes, de frailes o de<br />

peregrinos, se introducían cerca de <strong>la</strong> víctima; <strong>la</strong> seguían como <strong>la</strong> sombra al cuerpo;<br />

esperaban <strong>la</strong> ocasión con una paciencia inaudita, y cuando llegaba el momento oportuno,<br />

desgraciado del príncipe o del hombre poderoso cuya muerte se les había confiado... Más de<br />

una vez <strong>la</strong>s violencias ordenadas por el Viejo de <strong>la</strong> Montaña sirvieron para vengar <strong>la</strong> causa<br />

de los cristianos. Así, Mandud, sultán de Mosul, fué asesinado en Damasco por los<br />

ismaelitas al regresar de una guerra cruel hecha a los francos en <strong>la</strong> Galilea; Bursaki, otro jefe<br />

musulmán, <strong>que</strong> había mandado varios ejércitos sobre el territorio de Edeso y de Antioquía,<br />

cayó muerto por los sectarios del Señor de <strong>la</strong> Montaña. Esta muerte, cometida en medio de<br />

una mezquita, llenó de terror a muchos países del Oriente. Los cristianos no supieron, sin<br />

embargo, sacar partido de tales circunstancias (Michaud, 1. V) .<br />

Pero los historiadores de estos iniciados del Líbano, verdaderos esenios <strong>que</strong> inspiraron a<br />

Rugo de Payens y Godofredo de Saint-Omer <strong>la</strong> fundación de <strong>la</strong> <strong>que</strong> luego fuera <strong>la</strong> temible<br />

Orden del Temple, o hacen silencio sobre ellos, o los calumnian. Pero estos últimos son más<br />

eternos <strong>que</strong> sus propios calumniadores, y, en una forma u otra, <strong>la</strong> Gran Fraternidad sufí de<br />

a<strong>que</strong>llos Hermanos de <strong>la</strong> Pureza, o Adeptos b<strong>la</strong>ncos, subsiste aún hoy día en el corazón de<br />

los desiertos, sin <strong>que</strong> tenga nada <strong>que</strong> temer, como antaño otros, de <strong>la</strong>s necromancias de los<br />

funestos ascetas de <strong>la</strong> Tebaida. Las encrespadas o<strong>la</strong>s pasionales de <strong>la</strong> loca Europa van a<br />

morir apagando sus rigores en a<strong>que</strong>l<strong>la</strong>s arenas impenetrables y sagradas, de donde otra vez<br />

tornarán a <strong>la</strong> luz del día con sus Misterios Iniciáticos, de los. <strong>que</strong> fueron un pobre y perdido<br />

eco los de <strong>la</strong> antigua Masonería y otras instituciones simi<strong>la</strong>res, en sus primeros años de<br />

esplendor.<br />

Por<strong>que</strong> no hay <strong>que</strong> olvidarlo: el Viejo de <strong>la</strong> Montaña, juez de cristianos, moros y turcos, no<br />

era sino un gran adepto del Líbano, uno de esos Silenciosos Vigi<strong>la</strong>ntes <strong>que</strong> guardan <strong>la</strong>s<br />

fronteras de este nuestro mundo con el casto mundo de los jinas o superhombres <strong>que</strong> aquí<br />

abajo han triunfado ya de su carne perecedera...<br />

<strong>Instituto</strong> <strong>Cultural</strong> <strong>Quetzalcoatl</strong> (Gnosis) 217 www.samaelgnosis.net

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!