Libro que mata a la Muerte - Instituto Cultural Quetzalcoatl
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El <strong>Libro</strong> <strong>que</strong> <strong>mata</strong> a <strong>la</strong> <strong>Muerte</strong><br />
Don Mario Roso de Luna<br />
Viene luego en Las mil y una noches otra historia celebérrima: <strong>la</strong> del pescador 150 , a<strong>que</strong>l<br />
otro desdichado padre de familia <strong>que</strong> logra pescar del fondo de los mares <strong>la</strong> cajita misteriosa<br />
en <strong>la</strong> <strong>que</strong> el genio de <strong>la</strong> magia tradicional yacía aprisionado bajo el sello de Salomón. Abierta<br />
esta "caja de Pandora", el genio le va a <strong>mata</strong>r para vengarse, decía, de los desaires <strong>que</strong><br />
había recibido de <strong>la</strong> humanidad, por<strong>que</strong> <strong>que</strong>riendo él libertar<strong>la</strong> de sus miserias, ésta le había<br />
continuamente despreciado. Pero el astuto pescador se da trazas, con el engaño de cierta<br />
pregunteja al estilo de <strong>la</strong>s célebres de Wotan a Mimo en el primer acto del Sigfredo<br />
wagneriano, a volverle a encerrar en su caja; y encerrando con él toda "esperanza" de<br />
ulterior liberación. Con este motivo, el genio re<strong>la</strong>ta al pescador unas lindas historietas: <strong>la</strong> del<br />
Médico Durbán, <strong>la</strong> de El marido y el papagayo, <strong>la</strong> de El visir castigado, sobre cuyo alcance<br />
jina no podemos detenernos, como tampoco sobre el echado de <strong>la</strong>s redes al agua y <strong>la</strong> pesca<br />
de los cuatro pececitos de colores, simbolismo de <strong>la</strong>s cuatro razas humanas extinguidas<br />
antes de esta nuestra quinta raza, y del Príncipe de <strong>la</strong>s Is<strong>la</strong>s Negras, de lo <strong>que</strong> hemos<br />
sacado el debido partido en otro lugar 151 . Baste indicar aquí <strong>que</strong> toda <strong>la</strong> leyenda del<br />
pescador es jina desde el momento en <strong>que</strong> el genio le lleva a éste a echar sus redes en<br />
cierto secreto <strong>la</strong>go, oculto en el más pintoresco jardín <strong>que</strong> puede darse, y <strong>que</strong>, "no obstante<br />
encontrarse del otro <strong>la</strong>do de <strong>la</strong> montaña <strong>que</strong> dominaba a <strong>la</strong> capital, ninguno de los nacidos en<br />
el<strong>la</strong> le había visto jamás, como tampoco a <strong>la</strong>s cuatro c<strong>la</strong>ses de peces del <strong>la</strong>go, los b<strong>la</strong>ncos,<br />
los azules, los rojos y los amarillos", representaciones respectivas de <strong>la</strong>s cuatro grandes<br />
razas troncales antecesoras de nuestra quinta raza aria. También, por ser jina, coincide el<br />
resto del re<strong>la</strong>to con tantos otros <strong>que</strong> llevamos consignados en capítulos anteriores, como<br />
cuando el sultán, maravil<strong>la</strong>do por los prodigios <strong>que</strong> había visto realizar a los peces, se <strong>la</strong>nza<br />
solo, de noche y con gran secreto, a recorrer "el desconocido Sendero de <strong>la</strong> l<strong>la</strong>nura", hasta<br />
dar, al cabo de mucho esfuerzo, con el pa<strong>la</strong>cio at<strong>la</strong>nte del Príncipe de <strong>la</strong>s Is<strong>la</strong>s Negras, o del<br />
Pecado, recorriendo en sólo un día, y por modo jina, un itinerario en el <strong>que</strong>, al regresar al<br />
modo humano, necesitó emplear tres <strong>la</strong>rgos meses.<br />
Seguir detal<strong>la</strong>ndo más en estas sugestivas leyendas iniciáticas de Las mil y una noches,<br />
resultaría difícil, por<strong>que</strong> ni aun se sabría escoger bien. Nuestro objeto aquí se limita, pues, a<br />
echar una rápida ojeada jina por <strong>la</strong> sublime obra, contando con el conocimiento <strong>que</strong> todo<br />
hombre ilustrado debe tener de el<strong>la</strong>.<br />
¿Quién, por ejemplo, no recuerda <strong>la</strong> leyenda de A<strong>la</strong>dín o A<strong>la</strong>hdjin, el jina bueno, "el jina de<br />
A<strong>la</strong>h"? El<strong>la</strong> so<strong>la</strong> bastaría para probar el intento de este capítulo.<br />
En efecto: un ser puro, un niño (<strong>que</strong> niños se l<strong>la</strong>ma en el lenguaje iniciático a todos los <strong>que</strong><br />
empiezan a recorrer el Sendero), hijo de "un sastre", quiere decir de un santo hombre<br />
conocedor de "los shastras", o versículos sagrados védicos, conoce a un hechicero, quien<br />
trata de utilizarle en el proyecto de robar cierta lámpara maravillosa (<strong>la</strong> del Conocimiento<br />
iniciático), escondida allá en <strong>la</strong>s grutas de lejanísimas montañas. Llegados al sitio, tras el<br />
penoso viaje, el niño, por <strong>la</strong> virtud del anillo del mago, levanta una gran losa b<strong>la</strong>nca y<br />
penetra, animoso, en el subterráneo, donde, a vuelta de mil prodigios, como los <strong>que</strong> el<br />
coronel Olcott nos narra en otro lugar (De gentes del otro mundo, capítulo 1), Y referentes a<br />
otro niño de Bombay <strong>que</strong> también logra bajar de igual modo al mundo de los jinas, se ve<br />
rodeado de un verdadero Paraíso, a <strong>la</strong> manera de los <strong>que</strong> anteriormente van descritos. Allí<br />
150 Notará el lector <strong>que</strong> sólo damos una rápida ojeada a <strong>la</strong>s fábu<strong>la</strong>s del iniciático libro, sin perjuicio de concederle exclusiva<br />
atención otro día. Por eso no detal<strong>la</strong>remos <strong>la</strong> sugestiva aventura del pescador, re<strong>la</strong>cionadísima con <strong>la</strong> de <strong>la</strong> Atlántida. Véase<br />
El Velo de Isis o Las mil y una noches ocultistas, de esta Biblioteca.<br />
151 De Sevil<strong>la</strong> al Yucatán, viaje ocultista a través de <strong>la</strong> Atlántida. Parte segunda, cap. XI y siguientes.<br />
<strong>Instituto</strong> <strong>Cultural</strong> <strong>Quetzalcoatl</strong> (Gnosis) 201 www.samaelgnosis.net