21.06.2014 Views

Libro que mata a la Muerte - Instituto Cultural Quetzalcoatl

Libro que mata a la Muerte - Instituto Cultural Quetzalcoatl

Libro que mata a la Muerte - Instituto Cultural Quetzalcoatl

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

El <strong>Libro</strong> <strong>que</strong> <strong>mata</strong> a <strong>la</strong> <strong>Muerte</strong><br />

Don Mario Roso de Luna<br />

CAPÍTULO XVIII. MUNDO, SUB MUNDO y SUPRAMUNDO<br />

Mahoma, como bardo nórdico. - El Paraíso de los mahometanos, <strong>la</strong> Walhal<strong>la</strong> de los nórdicos, <strong>la</strong> Tierra de Befinn<br />

de los bardos y los Campos Elíseos de los paganos. - Hermosos pasajes del Telémaco, de Fenelón. - El tránsito<br />

de esta vida a otra forzosamente inferior o superior. - El problema de <strong>la</strong> felicidad en este pobre mundo. - Las<br />

tres distintas "felicidades" del bueno, del malo y del tibio. - Opiniones de un ilustre polígrafo extremeño. - La<br />

felicidad, como todo lo del mundo, no puede existir sin el contraste de <strong>la</strong> lucha. - El verdadero destino del<br />

hombre es <strong>la</strong> felicidad "jina" y otras aún superiores <strong>que</strong> nos son desconocidas. - "¡Creced, multiplicaos y sed<br />

felices"'. - La imaginación, como única realidad trascendente, es <strong>la</strong> c<strong>la</strong>ve de toda felicidad o desgracia humanas.<br />

- La felicidad estriba sólo en el esfuerzo y en <strong>la</strong> muerte del deseo. - Tres distintos tipos de "felices" aquí abajo,<br />

según varios poetas. - Nuestro ángel o "jina interior" y su trabajo oculto a lo <strong>la</strong>rgo de esta vida. - "El momentocumbre"<br />

y <strong>la</strong> edad de los Cristos. "¿Sed, quid indignor?"<br />

Los pasajes coránicos transcritos en el capítulo anterior demuestran <strong>que</strong> Mahoma fué un<br />

verdadero rapsoda al estilo de Homero, de Hesíodo y de los bardos nórdicos Su misma<br />

descripción del Paraíso jina, deparado a los justos una vez <strong>que</strong> han dado feliz cima a sus<br />

penalidades en <strong>la</strong> Tierra, no es sino un eco fiel de a<strong>que</strong>l<strong>la</strong> Mansión de <strong>la</strong> Dicha, o Walhal<strong>la</strong> de<br />

los Eddas escandinavos, o de a<strong>que</strong>l<strong>la</strong> Tierra de Befinn <strong>que</strong> los bardos ir<strong>la</strong>ndeses del Gaedhil<br />

nos cantan como verdaderas Mansiones So<strong>la</strong>res o Campos Eliseos, al tenor de <strong>la</strong> consabida<br />

etimología jina de Helios, Helias, Elías o Eliu: EL SOL.<br />

Las O'Logans transations, de Ir<strong>la</strong>nda, describen dicho encantado país jina en estos<br />

términos, <strong>que</strong> recuerdan a los del Corán:<br />

"¡Oh Befinn, Befinn <strong>que</strong>rido, ven conmigo al maravilloso país mío!; allí, donde el cabello de<br />

<strong>la</strong>s mujeres es rubio como el oro, y sus cuerpos, de <strong>la</strong> pureza de <strong>la</strong> nieve virginal; allí, donde<br />

<strong>la</strong>s preocupaciones y <strong>la</strong>s congojas humanas jamás hal<strong>la</strong>ron asiento... B<strong>la</strong>ncos como per<strong>la</strong>s<br />

son los dientes de el<strong>la</strong>s y negras sus pestañas. La vista se extiende sin límites por <strong>la</strong>s<br />

l<strong>la</strong>nuras donde nuestros inmortales gozan de deleites infinitos, con el color de <strong>la</strong>s rosas en<br />

sus mejil<strong>la</strong>s juveniles... Las praderas a<strong>que</strong>l<strong>la</strong>s están eternamente cubiertas de flores<br />

multicolores, esmaltando, graciosas, el fresco césped, como <strong>la</strong>s motitas <strong>que</strong> salpican el<br />

huevo de mirlo... Nuestras hermosas l<strong>la</strong>nuras de Junisfail (¿<strong>la</strong> Piedra de <strong>la</strong> juventud?) no son<br />

sino desiertos tristísimos comparadas con tales l<strong>la</strong>nuras elíseas. Aun<strong>que</strong> alegre y<br />

embriagadora sea <strong>la</strong> hidromiel de Junisfail, es infinitamente más embriagadora <strong>la</strong> ambrosía<br />

de a<strong>que</strong>l sublime país, por<strong>que</strong> él es el único digno de a<strong>la</strong>banza en todo el mundo: <strong>la</strong> tierra<br />

bendita donde nadie muere jamás ni cae en decrepitud. .. Dulces y cristalinas corrientes de<br />

agua se entrecruzan en a<strong>que</strong>l<strong>la</strong> comarca deleitosa, donde se ven los más perfumados<br />

bos<strong>que</strong>s y se bebe el mejor vino. Sus habitantes son hermosos todos y sin imperfección<br />

alguna... El amor no envuelve jamás sombra de pecado ni de vicio, ni el dolor ni <strong>la</strong> maldad<br />

tienen allí su asiento... Los <strong>que</strong> en semejante región vivimos podemos ver a <strong>la</strong> gente en<br />

todas partes, aun<strong>que</strong> pretenda ocultarse; pero por nada ni por nadie podemos ser vistos de<br />

los hombres: <strong>la</strong> nube, el Velo de <strong>la</strong> transgresión de Adán, es <strong>la</strong> <strong>que</strong> a vosotros, los mortales,<br />

os impide vernos. .. IOh mujer infeliz: si alguna vez vinieses a este mi país dichoso, tendrás<br />

en tu cabeza cabellos de oro, comerás frescas viandas, beberás vino hidromiel, "leche recién<br />

ordeñada y pálida cerveza! Allí, en fin, reposarías en sus brazos tú, ¡oh Befinn!..."<br />

y en otro lugar de aquél<strong>la</strong> se lee:<br />

"... El viernes (día de Venus) hice una visita a <strong>la</strong> divina morada de Creide: ¡a <strong>la</strong> casa feliz<br />

de Creide, del <strong>la</strong>do Nordeste de <strong>la</strong> Montaña, venciendo dificultades increíbles! . . . Allí he<br />

pasado cuatro días y medio de una semana deliciosa; allí he vivido en <strong>la</strong> dulce compañía de<br />

hombres y mujeres, todos en <strong>la</strong> más lozana juventud; de druidas santos y de celestes<br />

músicos, servidos regiamente por toda c<strong>la</strong>se de pajes y doncel<strong>la</strong>s, por<strong>que</strong> allí estaba<br />

<strong>Instituto</strong> <strong>Cultural</strong> <strong>Quetzalcoatl</strong> (Gnosis) 187 www.samaelgnosis.net

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!