Libro que mata a la Muerte - Instituto Cultural Quetzalcoatl
Libro que mata a la Muerte - Instituto Cultural Quetzalcoatl
Libro que mata a la Muerte - Instituto Cultural Quetzalcoatl
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
El <strong>Libro</strong> <strong>que</strong> <strong>mata</strong> a <strong>la</strong> <strong>Muerte</strong><br />
Don Mario Roso de Luna<br />
extremos países de Occidente, donde vió ponerse el sol tras unas aguas cenagosas, junto a<br />
<strong>la</strong>s cuales halló establecido a un pueblo. El Señor, cuando aquél llegó a <strong>la</strong> vista del<br />
expresado pueblo, le dijo a Dhul Karnein:<br />
-Puedes, según tu arbitrio, castigar a ese pueblo por sus infinitos crímenes, o bien tratarle<br />
con plena generosidad...<br />
-No, no les castigaré por lo <strong>que</strong> lleven hasta aquí hecho -contestó Dhul Karnein-, pues eso<br />
sólo a ti te está reservado, ¡oh Señor, <strong>que</strong> conoces hasta los más secretos pliegues de los<br />
corazones de los hombres y su innata debilidad. A quien, de entre ellos, haya obrado y obre<br />
el bien, le daré recompensa y órdenes <strong>la</strong>s más fáciles de ejecutar. Otra vez Dhul Karnein<br />
siguió <strong>la</strong> ruta opuesta a <strong>la</strong> primera, encaminándose en derechura hacia <strong>la</strong>s regiones de<br />
donde nace el sol 142 , y el Señor le dijo:<br />
-He aquí un pueblo de justos a quienes les hemos dejado en descubierto, expuestos a<br />
recibir todo género de ma<strong>la</strong>s acciones por parte de a<strong>que</strong>l otro pueblo impío de Occidente <strong>que</strong><br />
antes te he hecho ver, y al <strong>que</strong> he sometido a tu completo arbitrio.<br />
-¡Señor: ciertamente, yo conozco a cuantos residen en él, por<strong>que</strong> hermanos míos son<br />
todos ellos desde hace siglos de siglos! -respondió palpitante de amor hacia ellos el sabio<br />
Dhul Karnein.<br />
Este, en fin, siguió su ruta otro día, y llegó a dos di<strong>que</strong>s, a cuyo pie habitaba un tercer<br />
pueblo, <strong>que</strong> apenas si entendía idioma alguno <strong>que</strong> se le hab<strong>la</strong>se. Los otros pueblos le dijeron<br />
llenos de congoja:<br />
-He aquí, ¡oh Dhul Karnein!, <strong>la</strong>s gentes malvadas de Yadjudj y de Mandjudj, eternos<br />
perturbadores de <strong>la</strong> Tierra con sus crímenes 143 . (Serías tú tan bueno con nosotros <strong>que</strong>,<br />
mediante una recompensa, levantases una gran barrera y nos ais<strong>la</strong>ses así para siempre de<br />
ellos?<br />
-El poder <strong>que</strong> me concede mi Dios -respondióles el sabio-, es para mí <strong>la</strong> mayor, <strong>la</strong> única<br />
recompensa. Ayudadme, pues, todos con celo, y yo levantaré para siempre una barrera<br />
infran<strong>que</strong>able entre ellos y vosotros. Traedme en seguida grandes moles de hierro, cuantas<br />
sean precisas para colmar este valle <strong>que</strong> separa a vuestra montaña de su montaña. Sop<strong>la</strong>ré<br />
al punto un gran fuego. Traedme, además, mucho bronce para <strong>que</strong> lo eche encima y lo<br />
funda.<br />
Hízolo en el acto Dhul Karnein como lo había dicho, por obra y gracia del poder de A<strong>la</strong>h el<br />
Misericordioso, y desde a<strong>que</strong>l momento ninguno de los de <strong>la</strong> hueste nefanda de Yadjudj y<br />
Madjudj pudieron esca<strong>la</strong>r ni perforar a<strong>que</strong>l gran muro. Sus acciones, desde entonces, fueron<br />
vanas, y no tendrán ningún peso en favor de ellos en el día de <strong>la</strong> resurrección 144 .<br />
He aquí <strong>la</strong> consabida mural<strong>la</strong> jina entre los dos mundos de <strong>que</strong> tantas pruebas hemos visto<br />
en el Corán, si bien a estos seres, siguiendo el equivocado concepto bíblico-semita o vulgar,<br />
se les considera genios malos y no buenos.<br />
142 Por supuesto, <strong>que</strong> estas frases re<strong>la</strong>tivas a los viajes de Dhul Karnein son, a <strong>la</strong> vez, reales y simbólicas; lo primero, por<strong>que</strong><br />
se refieren tanto a los viajes de instrucción <strong>que</strong> por todo el mundo conocido realizaban los griegos y romanos cultos para<br />
completar IU educación, como a esotros viajes "iniciáticos", tan característicos entonces, como hoy. a ciertas iniciaciones.<br />
Lo segundo por<strong>que</strong> siendo el ape<strong>la</strong>tivo de Kamein derivación del Apolo Karneios de los Misterios, los tales viajes del<br />
Maestro no son, a su vez, sino el simbolismo de <strong>la</strong>s peregrinaciones o ciclos de <strong>la</strong>s almas, del Sol a <strong>la</strong> Tierra, para caer en el<br />
nacimiento físico. y de <strong>la</strong> Tierra al Sol después de <strong>la</strong> muerte.<br />
143 11 Estos dos ángeles malos del Corán Ion los de God y Magog de <strong>la</strong> Biblia, amenazadores siempre del pueblo fiel. Véase<br />
sobre ello el Apocalipsis.<br />
144 Con esta frase se alude al "peso de <strong>la</strong>s almas", o sea al ba<strong>la</strong>nce de <strong>la</strong>s obras 'buenas y <strong>la</strong>s ma<strong>la</strong>s en el día del juicio de<br />
<strong>la</strong>s almas. Todavía, y por influencia musulmana, se suele representar en <strong>la</strong>s iglesias de España con espada y ba<strong>la</strong>nza de<br />
Justicia al arcángel San Miguel.<br />
<strong>Instituto</strong> <strong>Cultural</strong> <strong>Quetzalcoatl</strong> (Gnosis) 186 www.samaelgnosis.net