Libro que mata a la Muerte - Instituto Cultural Quetzalcoatl
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El <strong>Libro</strong> <strong>que</strong> <strong>mata</strong> a <strong>la</strong> <strong>Muerte</strong><br />
Don Mario Roso de Luna<br />
mostraba en tomo de los ojos y de <strong>la</strong>s uñas, parecióme testimoniar en favor de un origen<br />
todavía más meridional y sombrío <strong>que</strong> el de los árabes y <strong>que</strong> no se armonizaba bien con el<br />
tinte poco bril<strong>la</strong>nte de sus cabellos..."<br />
Finalmente, tras una <strong>la</strong>rga descripción de <strong>la</strong>s penalidades sufridas hasta llegar al lugar de<br />
los famosos cedros, <strong>la</strong> princesa de Belgiojoso dice así: "El gran macizo de los cedros<br />
después <strong>que</strong> habíamos alcanzado hasta <strong>la</strong> región de <strong>la</strong>s nieves perpetuas de Siria, se<br />
elevaba allá lejos en medio del sombrío valle, mostrándosenos, desde <strong>la</strong> altura a <strong>que</strong> nos<br />
encontrábamos, como uno de esos montículos <strong>que</strong> los topos elevan en sus trabajos<br />
subterráneos. Era un espectáculo incomparable <strong>que</strong> yo no sabré describir. He atravesado, en<br />
efecto, varias veces los Alpes; he recorrido el Pirineo, <strong>la</strong>s montañas de Gales y los<br />
acanti<strong>la</strong>dos del norte de Ir<strong>la</strong>nda, páginas en donde <strong>la</strong> grandeza del Creador está impresa en<br />
caracteres imborrables; pero hay algo de regu<strong>la</strong>r, de razonable, por decirlo así, en los más<br />
imponentes panoramas de <strong>la</strong> Naturaleza de Europa <strong>que</strong> permite predecir con bastante<br />
seguridad cómo terminarán <strong>la</strong>s líneas de perspectiva <strong>que</strong> se desarrol<strong>la</strong>n de<strong>la</strong>nte del<br />
observador. Pero en Siria, y sobre todo en el Líbano, <strong>la</strong>s cosas no suceden así. Pensamos<br />
<strong>que</strong>, arrancando de <strong>la</strong>s profundidades para elevarse hacia <strong>la</strong>s nubes, <strong>que</strong>dan bruscamente<br />
truncados como por <strong>la</strong> mano del capricho. El valle más verde y sonriente se cambia<br />
repentinamente en un desfi<strong>la</strong>dero' deso<strong>la</strong>do y sombrío. Negras rocas entreabren súbitas sus<br />
fauces, y descubren ante <strong>la</strong> mirada del atónito viajero los más ricos vergeles y los más<br />
deliciosos jardines. El fondo de los valles, en fin, es pedregoso mientras <strong>que</strong> son verdes y<br />
lozanas <strong>la</strong>s altas cumbres. Nada, pues, de suaves transiciones ni de manifestación de leyes<br />
razonables. ¡Todo allí es bizarro, inesperado, absurdo y lo más adecuado para confundir a <strong>la</strong><br />
vez a nuestra razón y a nuestra humana ciencia!"<br />
Terminada <strong>la</strong> digresión re<strong>la</strong>tiva a <strong>la</strong> Galilea, volvamos al misterio <strong>que</strong> encierran, a nuestro<br />
juicio, los pasajes citados, cuyas escenas acaecen en "el <strong>la</strong>go" siempre. Para ello, como para<br />
todo lo re<strong>la</strong>cionado con los orígenes de <strong>la</strong>s religiones, hay <strong>que</strong> volver los ojos a <strong>la</strong> luz de<br />
Oriente.<br />
En Oriente se enseña constantemente <strong>que</strong> todo texto religioso, además de su sentido literal<br />
o material, "el de <strong>la</strong> letra <strong>que</strong> <strong>mata</strong>", tiene otros siete sentidos, entre ellos el histórico, o de<br />
tradición universal, con arreglo a lo de <strong>que</strong> "el espíritu vivifica". Gracias a dicha c<strong>la</strong>ve<br />
histórica tradicional, venimos, en efecto, a colegir el alto sentido de <strong>la</strong>s "<strong>la</strong>custres"<br />
predicaciones del Nazareno.<br />
Temerosísimas son, desde luego, <strong>la</strong>s alusiones ve<strong>la</strong>das de Herodoto al célebre <strong>la</strong>go<br />
iniciático de Byblos -<strong>la</strong> ciudad de <strong>la</strong> primitiva biblioteca siria <strong>que</strong> ha dado el nombre a esos<br />
eternos instrumentos de solitaria iniciación, a quienes por eso l<strong>la</strong>maron biblos o "libros" lOs<br />
<strong>la</strong>tinos-. En tal <strong>la</strong>go los sacerdotes verificaban durante <strong>la</strong> noche exhibiciones de <strong>la</strong> vida y<br />
sufrimientos del dios Baco, o Dionisos -el Sol-. "En <strong>la</strong>s terribles escenas de tales momentos -<br />
dice H. P. B. (D. S., II, 170) - se daba <strong>la</strong> verdadera iniciación de los Misterios parsis de<br />
Mythra -el Toro y <strong>la</strong> Vaca sagrada, es decir, los de Osiris-Isis, egipcios- y se representaba <strong>la</strong><br />
muerte del neófito antes de <strong>que</strong>, así regenerado en su cuerpo material por su cuerpo<br />
espiritual, naciese a <strong>la</strong> nueva vida de <strong>la</strong> iniciación o "de <strong>la</strong> gracia" a través de <strong>la</strong>s aguas<br />
lustrales purificadoras de bautismos como a<strong>que</strong>l con <strong>que</strong> Juan en el desierto iniciaba a sus<br />
discípulos... Una parte de esta ceremonia -añade- aún se conserva y practica en <strong>la</strong> iniciación<br />
masónica cuando el neófito yace muerto en su féretro, como el Gran Maestro Hiram Abiff, y<br />
como él es levantado por el enérgico impulso de <strong>la</strong> garra del Maestro..." La ceremonia hindú<br />
l<strong>la</strong>mada del Aratti es también conocida como "<strong>la</strong> representación iniciática de los Misterios del<br />
Lago", los misterios de ese "<strong>la</strong>go" <strong>que</strong> no falta nunca en ninguno de los templos de Oriente,<br />
con el de Amrita shara, o "Lago de <strong>la</strong> Inmortalidad", a <strong>la</strong> cabeza, como <strong>la</strong> Maestra H. P. B.<br />
nos enseña en Por <strong>la</strong>s grutas y selvas del Indostán.<br />
<strong>Instituto</strong> <strong>Cultural</strong> <strong>Quetzalcoatl</strong> (Gnosis) 174 www.samaelgnosis.net