Libro que mata a la Muerte - Instituto Cultural Quetzalcoatl
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El <strong>Libro</strong> <strong>que</strong> <strong>mata</strong> a <strong>la</strong> <strong>Muerte</strong><br />
Don Mario Roso de Luna<br />
su patria -el país del Santo Grial- ni por su nombre -<strong>que</strong>, como de jina, es nombre de<br />
misterio...-. La Isomberta de <strong>la</strong> vieja versión del mito, como <strong>la</strong> Elsa de <strong>la</strong> versión moderna,<br />
son así remediadas en sus cuitas, gracias a <strong>la</strong> protección de ese mundo oculto, mundo <strong>que</strong><br />
vuelve a encerrarse en su misterio una vez <strong>que</strong> su protectora acción se ha cumplido.<br />
Los primeros romanos, cercados en su capital por los galos y amenazados más tarde por<br />
Aníbal; los hispano-góticos del medioevo, cercados en los riscos de Covadonga por los<br />
mahometanos; los franceses de Clodoveo, amenazados por <strong>la</strong>s hordas de Ati<strong>la</strong>, y los de<br />
nuestros propios días, cañoneada ya París por sus invasores teutones, entonaron también el<br />
Tema de <strong>la</strong> Justificación, diciendo: "¡It!", desde <strong>la</strong> cruz de sus dolores, y los enemigos, por<br />
verdadero prodigio, fueron alejados para no volver. . .<br />
¿A qué seguir, si <strong>la</strong> historia de cada mito, <strong>la</strong> vida de cada hombre, cada nación, y aun <strong>la</strong><br />
humanidad entera, están llenas de semejantes casos?<br />
Diríase, además, como <strong>que</strong> en ese oculto mundo jina se lleva muy al por menor y con<br />
supremo esmero <strong>la</strong> cuenta estricta de <strong>la</strong>s justicias e injusticias de este mundo nuestro, para<br />
imponerle <strong>la</strong>s rectificaciones, sanciones y orientaciones <strong>que</strong> en cada momento son precisas<br />
para <strong>la</strong> curvilínea marcha de <strong>la</strong> Historia, y digo curvilínea por<strong>que</strong> en el<strong>la</strong>, meditando un poco,<br />
se ven c<strong>la</strong>ramente <strong>la</strong>s dos fuerzas determinantes de tales ciclos o curvas, a saber: <strong>la</strong> jina del<br />
Bien, <strong>que</strong> emana de ellos, apoyándose en los pocos justos <strong>que</strong> siempre hay en cada tiempo<br />
y país; <strong>la</strong> elementaria o del Mal, prevalida en su inferioridad respecto de a<strong>que</strong>l<strong>la</strong> otra, por el<br />
desdichado apoyo <strong>que</strong> les prestamos con nuestras insaciables pasiones egoístas. Esta es, y<br />
no otra, <strong>la</strong> batal<strong>la</strong> continua de <strong>la</strong> vida, en <strong>la</strong> <strong>que</strong> siempre se respeta nuestra libertad para el<br />
bien como para el mal, y en <strong>la</strong> <strong>que</strong> se forman los héroes o superhombres; los seres<br />
intermediarios entre este nuestro mundo de <strong>la</strong> vulgaridad animal y el excelso de los genios o<br />
jinas.<br />
"Hay en lontananza -canta Lohengrin al darse a conocer a <strong>la</strong> estupefacta asamblea en el<br />
supremo momento de <strong>la</strong> despedida- un mundo inaccesible, un lugar sagrado l<strong>la</strong>mado<br />
Montsalvat. Allí se eleva un Templo Indestructible, cuyo brillo y esplendores no tienen rivales<br />
en <strong>la</strong> Tierra. En sus muros, como en efectiva Sancta-Sanctorum, se conserva celosamente<br />
un Vaso augusto <strong>que</strong> los ángeles o dhyanis (¿jinas?) entregaron a <strong>la</strong> piadosa guarda de los<br />
hombres más puros. Una Paloma (Hamsa o Cisne protector) , cruzando el espacio, acude<br />
cada año a renovar sus esplendores. .. ¡Es el SANTO GRIAL! El tesoro <strong>que</strong> infunde<br />
inextinguible ardor en los caballeros <strong>que</strong> le custodian. Quien alcanza <strong>la</strong> gloria de servirle,<br />
<strong>que</strong>da ipso facto investido de un poder subrehumano (el Poder Mágico), y seguro ya de su<br />
victoria, tiene en su potente mano <strong>la</strong> suerte de los malvados. Aun cuando haya de<br />
tras<strong>la</strong>darse a lejanas comarcas para proteger <strong>la</strong> virtud escarnecida y el derecho<br />
menospreciado, su poder subsiste y su fuerza es sagrada todo el tiempo <strong>que</strong> su alto título y<br />
excelsa condición sean ignorados por todos (secreto iniciático) . Tan sublime y maravilloso<br />
Misterio no debe, no, ofrecerse a <strong>la</strong> mirada de los mortales. Por eso ninguno de los nuestros<br />
elude <strong>la</strong> severa ley y, al descubrirse su incógnita primera, ha de partir. ¡He aquí, pues, <strong>que</strong> yo<br />
descorro el Velo antes de irme! . .. ¡Parsifal es mi padre y el Santo Grial mi patria! ¡Yo SOY<br />
LOHENGRIN!<br />
Por supuesto <strong>que</strong> el Santo Grial y el Mundo de los Jinas son una cosa misma, como lo<br />
comprenderá acabadamente quien dé una mirada retrospectiva a los anteriores capítulos en<br />
armonía con otras enseñanzas de diversos pasajes de esta Biblioteca.<br />
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