INTERPRETACION MARXISTA DE LA HISTORIA ... - Salvador Allende
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la clase trabajadora. Por otra parte, no hay que menospreciar el papel que jugaron los líderes y<br />
pensadores socialdemócratas, como Justo y Frugoni, y los profesores y estudiantes socialistas<br />
partidarios de esta tendencia política moderada.<br />
El anarquismo ejerció una influencia tan importante como la del marxismo en los activistas<br />
de la Reforma Universitaria, sobre todo en el Cono Sur y en Cuba. Esta influencia derivaba del<br />
peso que tenía el anarquismo en el movimiento obrero. Al analizar los textos de los Manifiestos<br />
Reformistas se encuentra menudo el estilo del discurso ácrata, especialmente en sus frases de<br />
contenido libertario. En numerosos casos, los dirigentes sindicales anarquistas sirvieron de puente<br />
entre los estudiantes y obreros. El movimiento anarquista hizo sentir también su influencia a través<br />
de sus intelectuales, que eran los más avanzados de aquella época: Manuel González Prada, José<br />
Santos González Vera, Enrique Santos Discépolo, Quinquela Martín y otros.<br />
Los errores de apreciación sobre las influencias principales en la Reforma Universitaria<br />
provienen de confundir vanguardia con movimiento estudiantil. En algún momento del proceso,<br />
especialmente en la fase de auge, la vanguardia universitaria pudo representar al conjunto del<br />
movimiento estudiantil. Pero en las etapas de estancamiento o retroceso, esa vanguardia quedó<br />
desfasado de las aspiraciones gremialistas y, a veces, conservadora y meramente reformista de la<br />
mayoría del estudiantado. Esta situación se produjo cuando, luego de la conquista de ciertas<br />
reformas estrictamente académicas, los líderes de vanguardia plantearon la tesis de la Revolución<br />
Universitaria, es decir, intentar transformar la universidad burguesa antes del triunfo de la<br />
revolución social. Mella advirtió a tiempo: para hacer la Reforma Universitaria integral hay que<br />
hacer primero la revolución social.<br />
El Movimiento Estudiantil Chileno<br />
En 1908 había 1185 estudiantes en la Universidad de Chile, de los cuales 466 cursaban<br />
Derecho, 254 Medicina, 252 Ingeniería, 151 Pedagogía y 62 Arquitectura. A la Universidad<br />
Católica asistían 530 alumnos. Funcionaban, asimismo, 9 Institutos Comerciales con una asistencia<br />
de 1.285 estudiantes; 15 Escuelas Normales con 1.726 alumnos. A los 39 Liceos de Hombres y 30<br />
de mujeres asistían 1.726 alumnos. y 2.198 alumnas, cifras que se duplicaron en la década 1910-<br />
20" 267 .<br />
Consecuente con nuestro criterio metodológico de no confundir un movimiento social con<br />
organización, podemos señalar que hubo movimiento estudiantil desde la segunda mitad del S. XIX,<br />
pero que recién se estructura como organización nacional en 1906 con la fundación de la<br />
Federación de Estudiantes de Chile (FECH). Se consolida en 1912 tras un acto solidario de los<br />
estudiantes de Medicina con la población afectada por una epidemia de peste bubonica en el Norte<br />
Grande, cruzada generosa en la que falleció el estudiante Marcos Macuada Ogalde. El primer<br />
presidente de la FECH, elegido en 1913, fue Pedro León Loyola.<br />
Además de sus demandas corporativas, la FECH empezó desde 1913 a organizar sus<br />
famosas Fiestas, que consistían en desfiles, funciones de circo, Veladas Bufas y parodias, como la<br />
de "La Malquerida" de Jacinto Benavente. La "Revista Católica" despotricaba, en 1913 contra estas<br />
movilizaciones de la FECH: "iniciado en Santiago, el alborotado movimiento estudiantil se extendió<br />
a algunas provincias y tuvo repercusiones violentas, como se sabe, en Copiapó, Valparaíso, Talca,<br />
Chillán, Concepción y Temuco (...). Queremos creer que los estudiantes han sido sinceros, mas es<br />
lo cierto que no pudieron impedir que sus manifestaciones públicas degeneraran en villanas<br />
masacradras para la religión y la Iglesia y en ataques a la propiedad particular" 268 . La Iglesia seguía<br />
respirando por la herida, ya que la FECH había criticado en Mayo de 1912 el regreso a Santiago del<br />
Internuncio, (categoría menor que la de Nuncio), el prelado Enrique Sibila, personaje muy<br />
conflictivo desde que se retirara de las fiestas del Centenario. No obstante, los universitarios<br />
continuaron con sus actividades. El escritor Roberto Meza Fuentes rememora en una entrevista<br />
hecha por Hernán Millas: Las fiestas de 1919 "comenzaron como un carnaval en un país donde no<br />
lo había. Todo fue espontáneo. El programa era hecho solo por estudiantes. Nadie habría pretendido<br />
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