INTERPRETACION MARXISTA DE LA HISTORIA ... - Salvador Allende
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Según Jorge Barría en su libro Los Movimientos Sociales en Chile, ya citado, desde 1916<br />
hasta 1921 hubo 13 huelgas generales, 29 huelgas parciales Intersectoriales y 259 huelgas por<br />
gremio (18 en 1916; 16 en 1917; 13 en 1918; 73 en 1919; 55 en 1920 y 64 en 192l), que<br />
seguramente es un número inferior al real, ya que en aquella época no existía Ministerio del Trabajo<br />
ni los sindicatos legales. Por lo tanto, organismo sindical que entra en huelga no estaba obligado a<br />
comunicar su decisión a ninguna institución del Estado. Una tendencia importante que se inaugura<br />
en este período es la presencia de numerosos movimientos huelguísticos en la industria y los<br />
servicios, que comienzan a sobrepasar a los de la minería, en cuanto a cantidad de huelgas.<br />
Los dirigentes nacionales de las federaciones por gremio y los de las Centrales Sindicales<br />
(IWW y FOCH) continuaban siendo trabajadores o de extracción obrera, algunos con formación<br />
autodidacta relevante.<br />
El 18 de septiembre de 1909 se creó la Federación Obrera de Chile, más conocida con el<br />
nombre de "la Gran Foch". Era una organización de colaboración de clases, orientada por el<br />
reformista Martín Pinuer. El periódico "El Despertar de los Trabajadores" denunciaba los objetivos<br />
de esa FOCH: "El clericalismo mañosamente esta introduciéndose en el seno mismo de los<br />
trabajadores. Con la habilidad que nunca le falta ha organizado a un buen número de los<br />
trabajadores de los ferrocarriles y con el nombre pomposo de Gran Federación Obrera de Chile ha<br />
organizado secciones en todos los pueblos donde hay maestranza de ferrocarriles. Los compañeros<br />
socialistas, que viven cerca de todas las secciones de esa organización, deben combatirla enérgicamente,<br />
antes que abarque y embrutezca a la totalidad de los trabajadores. La verdadera organización<br />
de los trabajadores debe ser libre y con un programa de franca emancipación" 138 .<br />
Efectivamente, la Iglesia Católica estimuló la creación de esta FOCH, con orientación<br />
mutualista, para amortiguar el proceso de "huelgas salvajes". Era un punto de inflexión relevante de<br />
la Iglesia, iniciado a fines del siglo pasado con el fin de aplicar en Chile los fundamentos de la<br />
Encíclica Rerum Novarum proclamada por el papa León XIII. Bajo esta señal de renovación social<br />
cristiana se crearon la Sociedad de Obreros de Valparaíso, la Sociedad de Obreros de San José,<br />
orientada por el cura Miguel León Prado, que agrupaba cerca de 20.000 socios, registrados en 14<br />
secciones en Santiago 139 , organismos creados en forma paralela a las mutuales influenciadas por el<br />
anarquismo y las de signo masónico-liberal.<br />
Los portavoces laicos de la Iglesia Católica también practicaron el paralelismo respecto del<br />
congreso social obrero, influenciado por el Partido Democrático creando en 1905 la Federación<br />
Nacional de Obras Sociales Católica, base del primer congreso social católico convocado en 1910<br />
por el Arzobispo de Santiago, Ignacio González Eyzaguirre.<br />
Al calor de este contacto social surgió una corriente progresista, encabezada por el padre<br />
jesuíta Fernando Vives; pronto, en 1912, la jerarquía eclesiástica lo trasladó a un país europeo.<br />
Otro sacerdote activo en la atención de problemas sociales fue Guillermo Viviani, sobre todo por la<br />
creación en 1917 de la "Casa del Pueblo", que se convirtió en un importante lugar encuentro de un<br />
sector de trabajadores" 140 .<br />
En el seno de la FOCH se generó una corriente de izquierda, encabezada por los militantes<br />
del Partido Obrero Socialista (POS), fundado el 6 de junio de 1912 por Luis Emilio Recabarren.<br />
Esta tendencia fue adquiriendo fuerzas hasta conquistar la dirección de la FOCH en la III<br />
Convención Nacional realizada en Concepción entre los días 25 y 30 de diciembre de 1919. La<br />
Declaración de Principios aprobada en esa ocasión significó un vuelco cualitativo en los objetivos<br />
programaticos de la FOCH, al señalar claramente que la central obrera lucha por "conquistar la<br />
libertad efectiva económica y moral, política y social de la clase trabajadora (obreros y empleados<br />
de ambos sexos), aboliendo el régimen capitalista (...). Abolido el sistema capitalista, será<br />
reemplazado por la Federación Obrera, que se hará cargo de la administración de la producción<br />
industrial y de sus consecuencias".<br />
Su objetivo no era ponerle parches al régimen capitalista sin derribarlo. No se detenía<br />
solamente en la mera formulación de deseos sino que precisaba que la FOCH tomaría el poder una<br />
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