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TIFFINY A. TUNG<br />
Se desconoce si los individuos <strong>en</strong>terrados <strong>en</strong> La Real son un subconjunto de individuos de un<br />
as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>to o de varios as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos difer<strong>en</strong>tes. La Real fue únicam<strong>en</strong>te un c<strong>en</strong>tro ritual<br />
funerario. Aunque se desconozca la razón de atracción por este sitio mortuorio, los datos<br />
esqueléticos y arqueológicos indican que hombres de estatus alto ya sean de uno o de varios<br />
as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>tos fueron <strong>en</strong>terrados allí con mucha más frecu<strong>en</strong>cia que los jóv<strong>en</strong>es o las mujeres.<br />
El perfil demográfico del grupo de <strong>en</strong>tierros de La Real es útil para reconstruir comportami<strong>en</strong>tos<br />
mortuorios, como se continuara describi<strong>en</strong>do. Pero, como el perfil demográfico <strong>en</strong> La Real<br />
probablem<strong>en</strong>te no corresponde al as<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>to poblacional que una vez vivió, estos datos no<br />
pued<strong>en</strong> ser usados para reconstruir confiablem<strong>en</strong>te las tasas de fertilidad y mortalidad y la<br />
organización comunitaria. Por ejemplo, la baja frecu<strong>en</strong>cia de infantes <strong>en</strong> La Real no sugiere<br />
necesariam<strong>en</strong>te bajas tasas de fertilidad fem<strong>en</strong>ina. Por el contrario, es más probable que los<br />
sepultureros optaran por <strong>en</strong>terrar m<strong>en</strong>or cantidad de infantes <strong>en</strong> La Real.<br />
Trauma <strong>en</strong> la Real: Tinku o Resolución de Conflictos por Rituales<br />
La distribución de patrones de fracturas craneales <strong>en</strong> la parte anterior del cráneo masculino,<br />
sugiere que los hombres a m<strong>en</strong>udo involucrados <strong>en</strong> combate cara a cara pudieron estar<br />
gobernados por estrictas reglas de conducta. La guerra ti<strong>en</strong>e prescripciones rigurosas, pero la<br />
no letal de la mayoría de las heridas demanda que otras explicaciones sean exploradas. Tal<br />
vez, los opositores a los hombres de La Real eran combati<strong>en</strong>tes inefectivos o el sitio de La<br />
Real era simplem<strong>en</strong>te la principal locación mortuoria para guerreros sobrevivi<strong>en</strong>tes. Por el<br />
contrario, las lesiones no letales pued<strong>en</strong> haber sido sost<strong>en</strong>idas <strong>en</strong> otros contextos de guerra o<br />
incursión. De hecho, los patrones de lesiones observados son consist<strong>en</strong>tes con otros dos tipos<br />
de actividades viol<strong>en</strong>tas: batallas rituales, conocidas como Tinku <strong>en</strong> las tierras altas de los<br />
Andes y peleas rituales, usualm<strong>en</strong>te utilizadas hoy <strong>en</strong> día como una forma de resolución de<br />
conflictos por pueblos Amazónicos.<br />
Tinku<br />
Tinku es una batalla ritual <strong>en</strong> la cual uno de los objetivos es derramar sangre de un opon<strong>en</strong>te<br />
como ofr<strong>en</strong>da a la tierra (Bolin 1998; Orlove 1994). Aunque las batallas son de carácter ritual,<br />
se sosti<strong>en</strong><strong>en</strong> lesiones serias cuando los hombres (y ocasionalm<strong>en</strong>te mujeres) se lanzan piedras<br />
<strong>en</strong>tre ellos con hondas o cuando golpean a sus opon<strong>en</strong>tes con mazas y puños (All<strong>en</strong> 1988;<br />
Bolin 1998; Brachetti 2001; Haartmann 1972; Orlove 1994; Sallnow 1987; Schuller y Petermann<br />
1992). Las batallas rituales a m<strong>en</strong>udo produc<strong>en</strong> sangri<strong>en</strong>tas fracturas de cráneo y <strong>en</strong> raras<br />
ocasiones, pued<strong>en</strong> llegar a ser mortales (Bolin, 1998; Orlove 1994; Schuller y Petermann,<br />
1992). Tinku ocurre al m<strong>en</strong>os una vez al año, por lo tanto los luchadores de Tinku deberán<br />
exhibir múltiples heridas <strong>en</strong> la cabeza. En efecto, esto se observa <strong>en</strong>tre los adultos de La Real,<br />
donde las lesiones reincid<strong>en</strong>tes parec<strong>en</strong> caracterizar este grupo: un tercio de los lesionados <strong>en</strong><br />
la cabeza exhib<strong>en</strong> más de una fractura craneal. Aunque es difícil determinar si las múltiples<br />
lesiones craneales curadas fueron sost<strong>en</strong>idas <strong>en</strong> un ev<strong>en</strong>to viol<strong>en</strong>to o <strong>en</strong> varios ev<strong>en</strong>tos, aquellos<br />
con varias lesiones craneales dejan abierta la posibilidad que la viol<strong>en</strong>cia era un ev<strong>en</strong>to recurr<strong>en</strong>te<br />
y no solo un incid<strong>en</strong>te aislado.<br />
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