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LIZETTE ALDA MUÑOZ ROJAS<br />
elem<strong>en</strong>tos botánicos por estructura. Entonces, la Estructura 4 tuvo un total de 76 elem<strong>en</strong>tos<br />
individuales. Por su parte, la Estructura 5 tuvo un total de 8,948. Este número tan alto es reflejo<br />
de la alta incid<strong>en</strong>cia de semillas de S. molle halladas al interior de dos vasijas. Por ello, para<br />
establecer el índice de ubicuidad de las especies pres<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> la Estructura 5, se utilizó tanto<br />
un conteo g<strong>en</strong>eral, así como uno dejando fuera las semillas de S. molle.<br />
El número obt<strong>en</strong>ido nos ayuda a definir cuáles fueron las especies mayoritariam<strong>en</strong>te pres<strong>en</strong>tes<br />
<strong>en</strong> cada una de las estructuras. T<strong>en</strong>emos, <strong>en</strong>tonces, que para la Estructura 4, predominó la<br />
pres<strong>en</strong>cia de hojas de E. coca (Tabla 8.3). Éstas estuvieron, además, asociadas a los fragm<strong>en</strong>tos<br />
de llipta, sustancia indisp<strong>en</strong>sable para la liberación del alcaloide que ti<strong>en</strong>e efectos estimulantes<br />
<strong>en</strong> el organismo humano, confirmando que su uso no fue exclusivam<strong>en</strong>te alim<strong>en</strong>ticio o medicinal<br />
(Brack 1999).<br />
Llama la at<strong>en</strong>ción que <strong>en</strong> la Estructura 4 existiera un único registro de Z. mays, <strong>en</strong> la forma de<br />
una semilla, mi<strong>en</strong>tras que <strong>en</strong> la Estructura 5 esa especie fuera la más ubicua. En la Estructura<br />
5, <strong>en</strong>tonces, no solo <strong>en</strong>contramos una más amplia variedad de especies botánicas, sino una<br />
marcada pres<strong>en</strong>cia de Z. mays. El registro de la Estructura 5 incluyó, también, hojas de E.<br />
coca y frutos de A. hypogaea (Tabla 8.4). En base a esta muestra, podemos concluir que,<br />
d<strong>en</strong>tro de las especies alim<strong>en</strong>ticias, Z. mays, A. hypogaea y S. molle formaron parte<br />
indisp<strong>en</strong>sable de los ev<strong>en</strong>tos ceremoniales que llevaron a la construcción de las dos tumbas<br />
excavadas <strong>en</strong> La Real. D<strong>en</strong>tro de las especies industriales, G. barbad<strong>en</strong>se fue un elem<strong>en</strong>to<br />
clave, tanto <strong>en</strong> forma cruda y como procesada (sin semillas o ya como textil). Finalm<strong>en</strong>te, la<br />
única especie medicinal, E. coca, estuvo pres<strong>en</strong>te <strong>en</strong> ambos <strong>en</strong>tierros.<br />
Estos datos, aunque de naturaleza elem<strong>en</strong>tal, defin<strong>en</strong> y confirman la importancia ritual de<br />
ciertas especies. La defin<strong>en</strong>, para el caso específico de La Real, porque el material no había<br />
sido analizado hasta el mom<strong>en</strong>to y este es el primer registro de los restos arqueobotánicos<br />
hallados <strong>en</strong> un contexto que, claram<strong>en</strong>te, escapa a la esfera de la vida cotidiana. Asimismo,<br />
confirman el status especial de las especies m<strong>en</strong>cionadas, ya que éstas han sido reportadas <strong>en</strong><br />
contextos funerarios de distintos períodos de la Costa Sur (Ug<strong>en</strong>t y Ochoa 2006). Todas ellas<br />
habrían sido cultivadas localm<strong>en</strong>te, con excepción de E. coca, aunque esta afirmación requeriría<br />
de análisis especializados para poder ser confirmada. Por otro lado, los árboles de S. molle<br />
podrían no haber sido cultivados, pero su crecimi<strong>en</strong>to espontáneo habría sido favorecido por el<br />
hombre (D<strong>en</strong>dy 1991).<br />
Por último, correlacionar la pres<strong>en</strong>cia de las especies determinadas con otras variables como<br />
sexo y/o edad de los individuos, y cantidad y calidad de otro tipo de ofr<strong>en</strong>das, nos permitiría<br />
definir si las difer<strong>en</strong>cias observadas respecto a la variedad de ofr<strong>en</strong>das pued<strong>en</strong> ser explicadas<br />
por difer<strong>en</strong>cias de status o de especialización. D<strong>en</strong>dy (1991) concluyó, <strong>en</strong> base a estudios con<br />
muestras prov<strong>en</strong>i<strong>en</strong>tes de los sitios de difer<strong>en</strong>tes fases prov<strong>en</strong>i<strong>en</strong>tes del cem<strong>en</strong>terio de Chiribaya<br />
Alta, que las tumbas de individuos de sexo fem<strong>en</strong>ino incluían una mayor variedad de especies,<br />
y que los frutos de P. lucuma, S. molle e Inga feullei (pacae) estuvieron particularm<strong>en</strong>te<br />
relacionados a <strong>en</strong>tierros de mujeres.<br />
Si bi<strong>en</strong> la muestra de La Real es pequeña, y los resultados podrían no t<strong>en</strong>er una alta significancia<br />
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