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Roche Diagnostics - Roche España

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<strong>Roche</strong> <strong>Diagnostics</strong> informa / Junio 2001<br />

Tabla I: Sintomatología de la encefalopatía espongiforme.<br />

Fase<br />

psíquica<br />

Fase<br />

Orgánica<br />

Ovejas Vacas Hombre<br />

Cambios de<br />

comportamiento<br />

Picor<br />

Nerviosismo<br />

Respuesta<br />

exagerada a<br />

estímulos<br />

Cambios de<br />

conducta<br />

Modificación de<br />

la personalidad<br />

Ataxia Incoordinación Dolores intensos<br />

en extremidades<br />

Pérdida de peso<br />

Temblores y<br />

convulsiones<br />

Caídas,<br />

anomalías<br />

posturales<br />

Baja<br />

producción<br />

de leche<br />

Postración<br />

Demencia<br />

PROPAGACIÓN DE LA ENFERMEDAD<br />

En un principio se relacionó la aparición de esta enfermedad<br />

con la combinación de dos desafortunadas coincidencias: el<br />

mayor uso de tejido nervioso de origen ovino para la fabricación<br />

de harinas cárnicas para la alimentación animal y la modificación<br />

tecnológica introducida en el Reino Unido a principio de los 80<br />

en el procesado de desechos y subproductos para este fin.<br />

Actualmente se cree que ninguno de estos factores ha sido<br />

decisivo.<br />

La hipótesis actual asume la posibilidad de una enfermedad más<br />

antigua pero inadvertida o de una mutación que no trascendió<br />

hasta que tuvo lugar la fatal coincidencia de que los animales<br />

afectados (escasos en número y posiblemente vinculados a la<br />

misma familia) entraran en la cadena industrial de reciclado de<br />

subproductos cárnicos, causando la amplificación y propagación<br />

de la enfermedad.<br />

Sin embargo todavía quedan algunos puntos oscuros en cuanto<br />

a la difusión de la enfermedad como, por ejemplo, el hecho de<br />

que en granjas dónde todos los animales recibían idéntica<br />

alimentación, sólo un animal desarrollara la enfermedad.<br />

SITUACIÓN DE LA ENFERMEDAD EN EUROPA.<br />

Aunque en el Reino Unido se han detectado 180.000 animales<br />

enfermos y en el resto de Europa unos 1.500, sólo se han<br />

diagnosticado 93 casos en humanos de la nueva variante de la<br />

enfermedad de Creutzfeldt-Jacob, 89 en el Reino Unido, 3 en<br />

Francia y 1 en Irlanda. Este es un dato muy alentador ya que<br />

parece indicar que la transmisión a la especie humana no es muy<br />

eficaz. La causa puede estrivar que la transmisión sólo se produce<br />

en circunstancias muy concretas, en las que los tejidos altamente<br />

infectivos entran en la cadena alimentaria humana. Por esta<br />

razón es muy importante conocer cuáles son estos tejidos. Sólo<br />

unas pocas partes del animal son materiales específicos de riesgo<br />

( MER): el cerebro, los ojos, las amígdalas, el timo, el bazo, la<br />

médula espinal y el intestino de los bovinos afectados. Según<br />

los datos aportados por las investigaciones realizadas hasta la<br />

fecha con ratones transgénicos, la posibilidad de que otros<br />

tejidos supongan algún riesgo es muy remota. Con estos<br />

animales se ha comprobado que ni el músculo ni la leche<br />

tienen poder infectivo.<br />

Actualmente las investigaciones se dirigen hacia el<br />

conocimiento de las circunstancias particulares que han<br />

permitido que sólo unos pocos humanos hayan adquirido la<br />

enfermedad y la mayoría no. Se están investigando diferentes<br />

variables como los hábitos alimentarios o la predisposición<br />

genética.<br />

El hecho de ser transmisible al hombre, aunque sea débilmente,<br />

justifica la adopción de medidas para impedir la entrada de<br />

los materiales específicos de riesgo en la cadena de alimentación<br />

animal y humana.<br />

SITUACIÓN EN ESPAÑA<br />

En España se han detectado hasta el 28 de Febrero 32 animales<br />

afectados, mayoritariamente en Galicia y Castilla-León.<br />

Puede encontrarse información detallada y actualizada de la<br />

localización de los casos en la dirección que la Administración<br />

General del Estado ha puesto a disposición para el seguimiento<br />

de la enfermedad: http://www.eeb.es<br />

La variante clásica de CJD, de origen genético, tiene una<br />

incidencia de 0,5 a 1 por millón de habitantes y año. Así en<br />

España deberían registrarse entre 35 y 40 casos anuales de CJD.<br />

DIAGNÓSTICO DE LA EEB<br />

El diagnóstico se basa en tres aspectos fundamentales:<br />

1. Valoración clínica de las alteraciones nerviosas.<br />

2. Estudio histopatológico e inmunohistoquímico. Es<br />

característica la vacuolización, la muerte neuronal, la<br />

astrocitosis y en algunos casos la formación de placas amiloides.<br />

Mediante inmunohistoquímica pueden teñirse específicamente<br />

los acúmulos de PrPsc.<br />

3. Técnica de Inmunoblot. En esta técnica se basa la prueba<br />

Prionics-Check®, que es la utilizada en la mayoría de países<br />

europeos. Consiste básicamente de la detección de priones<br />

anómalos en un homogeneizado de tejido nervioso animal.<br />

Previamente éste se ha de someter a un tratamiento con enzimas<br />

proteolíticos que eliminan selectivamente la variante normal<br />

del prión. A continuación se separan los componentes proteicos<br />

en un gel de acrilamida y se electrotransfieren a una membrana<br />

de nitrocelulosa (Western-blot), dónde se detectan mediante<br />

anticuerpos monoclonales específicos (figura 3).<br />

Esta prueba permite la detección de la enfermedad incluso en<br />

animales que no presentan signos clínicos ni lesiones.<br />

<strong>Roche</strong> <strong>Diagnostics</strong> y Prionics firmaron un acuerdo de<br />

colaboración el pasado mes de Enero tanto para la fabricación<br />

como para la distribución internacional del equipo de reactivos<br />

Prionics-Check®, así como para el desarrollo de reactivos para<br />

el diagnostico de la enfermedad in vivo, que facilitará la<br />

detección precoz de la enfermedad.<br />

PREVENCIÓN DE LA EEB<br />

La experiencia británica ha permitido a los demás países afrontar<br />

el tema en una situación ventajosa.<br />

Peso molecular<br />

en kilo dalton<br />

46 kDa<br />

30 kDa<br />

21 kDa<br />

Digestión<br />

enzimática con<br />

FRACCIÓN<br />

SOLUBLE<br />

CEREBRO DE<br />

VACA<br />

NORMAL<br />

FRACCIÓN<br />

INSOLUBLE<br />

CEREBRO DE<br />

VACA AFECTADA<br />

CON BSE<br />

FRACCIÓN<br />

SOLUBLE<br />

FRACCIÓN<br />

INSOLUBLE<br />

_ _<br />

proteinasa K + _ + _<br />

Figura 3. Aspecto de un immunoblot en el que se identifica el prión<br />

(30 kd) como la fracción insoluble y resisitente a la proteinasa.<br />

Las medidas que ya han sido probadas y aprobadas para el control<br />

de la EEB pueden agruparse en 4 grandes categorías:<br />

a) La supresión de los materiales específicos de riesgo (MER) de<br />

la cadena alimentaria.<br />

b) La supresión de las harinas de carne en la alimentación de<br />

animales de abasto.<br />

c) La detección de proteínas animales en piensos para evitar<br />

fraudes.<br />

d) La realización de pruebas analíticas diagnósticas.<br />

El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación prevé disponer<br />

de unas 500.000 pruebas Prionics-Check® y las comunidades<br />

autónomas están preparando laboratorios para realizar análisis<br />

a todos los animales mayores de 24 meses antes de que entren<br />

en la cadena alimentaria, así como a todos los animales muertos<br />

en la explotación, los sometidos a sacrificios de urgencia y a<br />

todos aquellos bovinos sacrificados y con sintomatología nerviosa.<br />

Ante cualquier duda el diagnóstico debe remitirse al Centro<br />

Nacional de Referencia en la Facultad de Veterinaria de Zaragoza.<br />

Medidas de control<br />

En el año 1996, tras la comprobación de la posible transmisión<br />

de la enfermedad al hombre, se adoptaron cuatro medidas<br />

principales:<br />

1. Prohibición de las harinas de carne y hueso para la alimentación<br />

de rumiantes. Con esta medida se pretende que prión anómalo<br />

no pase a los animales.<br />

2. Eliminación de los MER de la cadena alimentaria para evitar<br />

el contagio tanto a humanos como a animales.<br />

3. Exigir y asegurar los requisitos técnicos para eliminar el agente<br />

causal en las llamadas rendering plans mediante la aplicación<br />

de valores de presión temperatura y tiempo, que garanticen la<br />

destrucción del prión.<br />

4. Implantación de un programa pasivo de vigilancia.<br />

En el año 2000 se añadieron las siguientes disposiciones:<br />

1. Ampliación de los MER, con la inclusión de los intestinos de<br />

los animales de cualquier edad y la columna vertebral.<br />

2. Eliminación de todos los animales muertos en la explotación<br />

de la cadena de alimentación animal o humana.<br />

3. Programa de vigilancia activa. Escrutinio de la enfermedad<br />

en todas las poblaciones de riesgo.<br />

4. Medidas de intervención en el mercado. Adquisición de la<br />

carne de animales de más de 30 meses sin analizar y retirada de<br />

la cadena de consumo.<br />

Estas medidas han sido coordinadas y consensuadas por todas<br />

las comunidades autónomas responsables de su ejecución. El<br />

Plan Coordinado de Actuación incluye, además, una campaña<br />

de información y promoción al consumo, así como el fomento<br />

de la investigación científica de la EEB.<br />

BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA<br />

1. Collee J, Bradley R. BSE A decade on. Lancet 1997; 349: 636-<br />

721.<br />

2. Collinge J, Sidle KCL, Maeds J, Ironside J, Hill AF. Molecular<br />

analysis of prion strain variation and the aetiology of "new<br />

variant" CJD. Nature 1996; 383: 685-690.<br />

3. European Commission. Transmisible spongiform<br />

encephalopathies. Protocols for the laboratory diagnosis and<br />

confirmation of bovine spongiform encephalopathy and scrapie.<br />

A report from the Scientific Veterinary Committee. EC, Brussels,<br />

September 1994.<br />

4. Kimberlin RH. Encefalopatía bovina espongiforme. Rev Sci<br />

Tech Off Int Epiz 1992;11: 441-489.<br />

5. Schreuder BEC. Animal spongiform encephalopathies – An<br />

update. Part. II. Bovine spongiform encephalopathy (BSE). Vet<br />

Quart 1994; 16: 182-192.<br />

6. Taylor KC. The control of bovine spongiform encephalopathy<br />

in Great Britain. Vet Rec 1991; 129: 522-526.<br />

7. Wilesmith JW, Wells GAH, Cranwell MP, Ryan JBM. Bovine<br />

spongiform encephalopathy: Epidemiological studies. Vet Rec<br />

1988; 123:638-644.<br />

8. Wilesmith JW, Ryan JBM, Atkinson MJ. Bovine spongiform<br />

encephalopathy: epidemiological studies on the origin. Vet Rec<br />

1991; 128: 199-203.<br />

9. Prusiner SB. Novel proteinaceous infectious particles cause<br />

scrapie. Science 1982; 216: 136_44.<br />

10. Estadisticas del Ministerio de Agricultura, Pesca y<br />

Alimentación. http://www.eeb.es.<br />

10 Encefalopatía Espongiforme Bovina<br />

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