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Roche Diagnostics - Roche España

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<strong>Roche</strong><br />

<strong>Diagnostics</strong><br />

informa<br />

ISO 9000:2000<br />

Una visión de la calidad<br />

para el siglo XXI 4<br />

junio 2001<br />

Encefalopatía Espongiforme<br />

Bovina 8<br />

COBAS INTEGRA 800<br />

Totalmente seguro,<br />

absolutamente flexible<br />

12<br />

27<br />

Valoración del analizador<br />

hematológico XE 21OO en la<br />

determinación de eritroblastos en<br />

sangre periférica 20<br />

Objetivos de la calidad analítica<br />

del laboratorio clínico 33<br />

<strong>Roche</strong> <strong>Diagnostics</strong> S.L.<br />

Lab <strong>Diagnostics</strong><br />

Copérnico, 60<br />

08006 Barcelona<br />

Tel. 93 201 44 11<br />

Receptor soluble de la<br />

transferrina.<br />

Valoración del método<br />

totalmente automatizado.<br />

14<br />

Tina-quant ® a sTfR


<strong>Roche</strong><br />

<strong>Diagnostics</strong><br />

informa<br />

ISO 9000:2000.<br />

Una visión de la calidad<br />

para el siglo XXI.<br />

Encefalopatía Espongiforme<br />

Bovina<br />

COBAS INTEGRA 800.<br />

Totalmente seguro,<br />

absolutamente flexible.<br />

El receptor soluble de la transferrina.<br />

Valoración del método totalmente<br />

automatizado Tina-quant ® a sTfR.<br />

Valoración del analizador hematológico XE<br />

21OO en la determinación de eritroblastos<br />

en sangre periférica.<br />

El diagnóstico molecular en continua<br />

evolución.<br />

4<br />

8<br />

12<br />

14<br />

20<br />

27<br />

La sensación predominante en nuestra sociedad es de satisfacción con el progreso<br />

científico y tecnológico. En general, estamos contentos con el poder de la ciencia, con<br />

nuestra velocidad de avance y con el grado de control que tenemos sobre todo ello.<br />

Desde que Van Slyke, mediada la década de los sesenta, sentó las bases de la bioquímica<br />

moderna, hemos avanzado considerablemente en la comprensión de los mecanismos<br />

básicos de la genética y la biología, del metabolismo intermediario y de la comunicación<br />

celular.<br />

Hace relativamente pocos años nos conformábamos, o nos habíamos de conformar,<br />

con la determinación más o menos indirecta de los compuestos férricos circulantes en<br />

la sangre. Hoy hemos conseguido indagar en la estructura íntima de los procesos de<br />

expresión celular y podemos detenernos en el estudio de los sistemas de membrana<br />

encargados de la expresión y funcionalidad de moléculas transportadoras como la<br />

transferrina. A finales de los años ochenta las técnicas de biología molecular eran<br />

complicadas, exigían un alto grado de experiencia por parte del personal implicado y<br />

sus resultados, en ocasiones, eran poco fiables. Nada parecía indicar que fueran de<br />

utilidad práctica para el diagnóstico clínico. Actualmente somos capaces de detectar<br />

y calcular concentraciones de ácidos nucleicos con procedimientos totalmente<br />

automatizados. En otras áreas de conocimiento relacionadas con las ciencias del<br />

laboratorio la distancia aparente aún es mayor: comenzamos contando células sanguíneas<br />

en cámaras de recuento para pasar a la utilización de sistemas de citometría de flujo.<br />

No obstante, a pesar de las ayudas tecnológicas, el laboratorio clínico no es una fábrica<br />

de números y, además de lo anteriormente expuesto, dentro de sus funciones se<br />

encuentra la gestión de la calidad analítica, la planificación y organización de los<br />

recursos humanos, la elaboración de protocolos diagnósticos y el compromiso ante el<br />

resto de la comunidad sanitaria de mejora continua de los productos y servicios que<br />

proporciona.<br />

Evidentemente, el progreso no sólo trae nuevas soluciones, sino también nuevos<br />

problemas. Cuando resolvamos las cuestiones derivadas de la biología molecular del<br />

cáncer aparecerán nuevas vacas locas, pero nadie querrá volver al pasado. Esta pluralidad<br />

de soluciones y problemas, junto con la celeridad en la revisión de conceptos y valores,<br />

nos obliga a vivir en la provisionalidad pero, con ello, hemos aprendido más en estos<br />

últimos cincuenta años que en toda la historia de la humanidad.<br />

Objetivos de la calidad analítica del<br />

laboratorio clínico.<br />

33<br />

EDITA: <strong>Roche</strong> <strong>Diagnostics</strong> S. L. Copérnico, 60 08006 Barcelona Tel. 932 014 411 Fax 932 019 192 DIRECTORA: Maite Panadero<br />

COMITE DE REDACCION: Luis de Cabo, Roser Mas, Artur Palet, José Luis Salvador, Juan Fernando Díaz e.mail: rd.informa@roche.com<br />

REALIZACION: Miguel Luis Maier Depósito Legal: B-4684-1980<br />

<strong>Roche</strong> <strong>Diagnostics</strong> SL no se hace responsable de las opiniones vertidas en los reportajes, artículos e informaciones firmadas contenidas en esta publicación.<br />

3


<strong>Roche</strong> <strong>Diagnostics</strong> informa / Junio 2001<br />

Una visión de la calidad para el siglo XXI<br />

Coincidiendo con el inicio del siglo XXI, las personas que nos<br />

dedicamos a la gestión de la calidad disponemos de una nueva<br />

herramienta que intenta recoger los avances que se han<br />

producido en éste campo en los últimos años y desde una<br />

óptica distinta, la experiencia existente en la implantación de<br />

las normas de la serie 9000.<br />

Las normas de ésta serie probablemente son las más populares<br />

de entre los centenares de normas ISO existentes, habiéndose<br />

utilizado para la gestión de la calidad en muchos sectores de<br />

la actividad económica. Su aplicación inicial se produjo en la<br />

industria, donde existía desde hace mucho una cultura de<br />

control de calidad muy arraigada. Con el tiempo, las actividades<br />

del sector servicios, tanto en el ámbito público como en el<br />

privado, han ido incorporando los esquemas de gestión de la<br />

calidad, con lo que la serie de normas ISO 9000 ha mostrado<br />

también su utilidad en éste ámbito.<br />

Las normas ISO en general se revisan periódicamente para<br />

tener en cuenta los desarrollos tecnológicos y las modificaciones<br />

del entorno de cada campo específico que pretenden<br />

estandarizar. En concreto, la serie de normas ISO 9000 fue<br />

originariamente publicada en 1987 y tuvo su primera revisión<br />

en el año 1994. En ésta revisión se ajustaron tan solo pequeñas<br />

inconsistencias internas pero no se produjo ninguna<br />

modificación de importancia.<br />

Es la revisión del año 2000 la que presenta una norma<br />

sustancialmente modificada. Considera la experiencia adquirida<br />

durante los años de implantación de las revisiones anteriores<br />

y sobre todo incorpora de manera mas adecuada todos los<br />

aspectos de servicio que encajaban de manera un poco forzada<br />

en la norma original.<br />

En primer lugar, el aspecto que destaca de manera clara en la<br />

revisión 2000 es una nueva visión de la calidad. Desde un<br />

planteamiento de prevención de no conformidades que<br />

encontrábamos en la versión de 1994, pasamos a una<br />

orientación conceptual a la satisfacción del cliente.<br />

Es éste aspecto de la calidad, definida por el usuario final del<br />

producto o servicio, lo que conduce a una visión más de<br />

gestión estratégica de las compañías. La orientación anterior<br />

a la prevención de las no conformidades, normalmente llevaba<br />

a un planteamiento que muchas veces se ha calificado de<br />

burocrático, con toda la connotación negativa que tiene ese<br />

término.<br />

Muy probablemente, hay que buscar en la exigencia de<br />

procedimientos documentados que encontramos en la versión<br />

anterior de la norma el origen de la fama de burocrático que<br />

se había ganado el sistema de gestión de la calidad de muchas<br />

compañías.<br />

En éste sentido, en la nueva norma solamente se exigen seis<br />

procedimientos documentados frente a la veintena que se<br />

contemplaban en la antigua versión. La menor exigencia de<br />

documentación beneficia a las grandes organizaciones, pero<br />

sobretodo, facilita la labor a aquellas más pequeñas que<br />

disponen de una infraestructura más ajustada.<br />

Un segundo punto que cabe destacar es que la nueva norma<br />

pretende visualizar las actividades de la organización como<br />

diferentes procesos relacionados entre sí. Partiendo de los<br />

clientes que definen los requisitos del producto o servicio, los<br />

distintos procesos dentro de la organización deben garantizar<br />

que al final se consiga satisfacer las expectativas definidas por<br />

los clientes al inicio. En éste sentido, también los procesos<br />

incluyen de manera fundamental a los proveedores de<br />

productos y servicios de la organización. Esta colaboración<br />

lleva a compartir el objetivo de calidad final a lo largo de toda<br />

la cadena, tal como se da desde hace algún tiempo de manera<br />

muy clara en el sector del automóvil. La industria en éste<br />

sector, utilizando una adaptación de las normas ISO 9000, ha<br />

integrado en sus cadenas de producción a los proveedores de<br />

manera decidida en su compromiso adquirido con los clientes<br />

de proporcionar un producto final de calidad.<br />

El conjunto cliente-empresa-proveedores así definido y los<br />

conceptos de objetivos compartidos, encajan muy bien con la<br />

concepción actual de las organizaciones donde las estructuras<br />

departamentales tradicionales se van sustituyendo por<br />

responsables de procesos actuando de manera flexible en sus<br />

relaciones con responsables de otros procesos.<br />

En este contexto, las personas de la organización son claves,<br />

ya que la estructura de la organización que mejor responde a<br />

una orientación a los procesos precisa de un alto grado de<br />

trabajo en equipo y de una elevada descentralización de la<br />

toma de decisiones.<br />

Teniendo en cuenta lo anterior, el concepto de recursos que,<br />

en la norma original y en su revisión de 1994, eran<br />

C. Freixas. <strong>Roche</strong> <strong>Diagnostics</strong>. Barcelona.<br />

fundamentalmente materiales y técnicos, en la revisión del<br />

2000 se amplía de manera considerable para prestar mucha<br />

mayor atención a las personas y los medios que la organización<br />

pone a su alcance para desarrollar su trabajo.<br />

Como tercera característica destacable encontramos el<br />

requerimiento que la norma hace de un mejora continua del<br />

sistema de gestión de la calidad. Este requerimiento es la<br />

consecuencia inmediata de una definición de la calidad que<br />

considera que los clientes son los que evalúan todo el proceso.<br />

La superación de las expectativas de los mismos es lo que debe<br />

conducir las acciones de las compañías.<br />

De manera consustancial con la evolución del pensamiento<br />

humano, el inconformismo ha generado siempre nuevas<br />

soluciones a viejos problemas. Esto se ha hecho más evidente<br />

en los últimos años, donde la innovación en productos y<br />

servicios ha tenido un crecimiento exponencial debido, sobre<br />

todo, a la influencia de las tecnologías de la información. Por<br />

estas circunstancias, el crecimiento de las expectativas de los<br />

clientes de las distintas organizaciones que les proveen de<br />

productos y servicios obliga a una mejora continua que<br />

permita superar de nuevo esas expectativas crecientes. En éste<br />

sentido la nueva revisión ofrece una herramienta muy útil<br />

para orientar a las compañías hacia la Calidad Total.<br />

Finalmente, la compatibilidad de la nueva serie de normas<br />

con la ISO 14001 de gestión medioambiental, representará<br />

una economía de esfuerzos para aquellas organizaciones que<br />

se orienten a certificar también ese aspecto de la gestión.<br />

Constatadas las oportunidades que la nueva revisión de las<br />

normas ofrece para la gestión de una empresa intensiva en<br />

servicio, hay que mencionar algunas lecturas interesantes que<br />

proporcionan información sobre los conceptos de cadena de<br />

valor y satisfacción de clientes que pueden complementar una<br />

aproximación óptima a la calidad en éste nuevo milenio.<br />

Heskett, Sasser y Schelsinger en su libro The service Profit<br />

Chain (1) describen de manera muy efectiva los distintos<br />

aspectos que deben tenerse en cuenta en la definición del<br />

proceso de prestación de servicio. Las ideas que están<br />

relacionadas con el valor percibido por el cliente se expresan<br />

muy claramente, destacando los conceptos sobre procesos<br />

diseñados a medida del usuario del servicio como un factor<br />

que favorece la percepción de la calidad. Llama también la<br />

atención el sorprendente título de unos de los capítulos: “Hacer<br />

las cosas bien a la segunda”, que contrasta con la máxima de<br />

la calidad que siempre ha sido evitar los errores, o lo que es<br />

lo mismo, hacer las cosas bien a la primera. Una lectura atenta<br />

del mencionado capítulo muestra inmediatamente que se trata<br />

de entender cuan efectivo puede ser todo el proceso de<br />

seguimiento de reclamaciones en la recuperación de la<br />

satisfacción de clientes. En el concepto tradicional de ISO se<br />

consideraba solamente la recogida de reclamaciones y quejas<br />

de clientes y su tratamiento posterior. Del libro de Hesket et<br />

al. se pueden obtener muy buenos ejemplos que permiten ir<br />

mas allá y aprovechar las reclamaciones de los clientes para<br />

proporcionar una experiencia agradable, en base a la correcta<br />

atención de las quejas expresadas. La clave de todo ese proceso<br />

es dar respuesta honesta e inmediata ante cualquier<br />

reclamación.<br />

Cabe destacar el análisis que los autores realizan de la relación<br />

que existe entre la satisfacción de los clientes y la de los<br />

empleados. Mediante ejemplos muy claros consiguen demostrar<br />

la relación mutuamente beneficiosa que se establece entre<br />

empresas y clientes por medio de las personas que están en<br />

contacto con los mismos. Destacan como la satisfacción de<br />

los clientes contribuye a la de los empleados y viceversa,<br />

generándose el círculo virtuoso que Luis Mª Huete detalla en<br />

su libro Servicios & Beneficios (2). La lectura de Servicios &<br />

Beneficios nos muestra como los aspectos intangibles de la<br />

relación empresa cliente finalmente contribuyen a la mejor<br />

percepción de la calidad de servicio. Claramente las personas<br />

son el eslabón que relaciona empresa y clientes. Una gestión<br />

adecuada de los recursos humanos de las organizaciones es<br />

una herramienta segura de mejora de ese círculo virtuoso.<br />

Adicionalmente cabe destacar, como Huete plantea, la necesidad<br />

de evitar la rigidez que los procedimientos escritos comportan<br />

a la hora de prestar servicio. Establecer marcos de actuación<br />

y dar margen de maniobra a los empleados resulta la mejor<br />

receta en la persecución de una percepción de la calidad. De<br />

nuevo la revisión 2000 de la norma ISO 9000 está en línea ya<br />

que, en vez de procedimientos muy detallados, solicita<br />

diagramas de flujo donde los detalles quedan abiertos a la<br />

interpretación de las personas que deben realizar las actividades.<br />

Está bien estandarizar lo que debe hacerse, pero debe permitirse<br />

un correcto grado de flexibilidad en el cómo.<br />

Finalmente, Berry en su libro Discovering the soul of service<br />

(3) presenta de manera concluyente como la calidad de servicio<br />

se construye sobre los valores humanos y no con un conjunto<br />

de sistemas y procesos que no consideran a las personas que<br />

los deben implantar. En el libro de Berry se pueden encontrar<br />

también referencias a otros aspectos que contribuyen a la<br />

percepción de calidad, entre los que destacan: las relaciones<br />

basadas en la confianza, mantener el nivel de decisión lo mas<br />

cerca posible del cliente y sobre todo un claro enfoque<br />

estratégico a la calidad del servicio.<br />

La principal lección que podemos aprender de los múltiples<br />

ejemplos de empresas que se pueden encontrar en los tres<br />

4 5


<strong>Roche</strong> <strong>Diagnostics</strong> informa / Junio 2001<br />

libros mencionados es clara: Las personas son el recurso clave<br />

en percepción de la calidad del servicio que tienen los clientes.<br />

En consecuencia, es labor de las organizaciones cuyo valor<br />

añadido principal es el servicio cuidar de las personas que las<br />

constituyen.<br />

Con todo lo anteriormente mencionado y tras esta visión<br />

general de las novedades de la revisión del año 2000 de la<br />

norma ISO 9000, que no excusa una detallada lectura de la<br />

norma por las personas que deban tomar decisiones sobre su<br />

implantación, cabe preguntarse por los efectos que puede tener<br />

sobre el sector del diagnóstico in vitro.<br />

La confluencia de los intereses del laboratorio clínico con los<br />

de la industria del diagnóstico in vitro queda más patente si<br />

cabe en el espíritu de la nueva norma. Así, vemos como la<br />

consideración del cliente como una parte decisiva en la<br />

definición de la calidad y la incorporación de los proveedores<br />

de manera más intensa a las cadenas de producción o de<br />

prestación del servicio, establece un vínculo de colaboración,<br />

más claro si cabe, entre los laboratorios clínicos y sus<br />

proveedores.<br />

Desde hace algún tiempo, se constata un creciente interés del<br />

laboratorio clínico por la serie de normas ISO 9000 y de<br />

manera bastante generalizada por la ISO 9002. Con ello queda<br />

patente la utilidad de la nueva revisión del 2000 ya que el<br />

laboratorio clínico, al optar por la ISO 9002, se sitúa de manera<br />

tácita como prestador de servicio en el contexto de la atención<br />

sanitaria.<br />

Tabla I. Principales beneficios de la serie de Normas ISO 9000:2000.<br />

Calidad definida por el cliente, en contraposición a un<br />

concepto de prevención de las no conformidades.<br />

Menor documentación exigida.<br />

Mejor adaptación a las organizaciones de cualquier<br />

tamaño y sector (Producción y prestación de servicios).<br />

Orientación a procesos. Colaboración dentro de la<br />

cadena proveedores-organización.<br />

humanos como materiales dedicados a la prestación de un<br />

determinado servicio y, en otros, cambios sustanciales de<br />

procesos internos de la compañía. Adicionalmente se han<br />

empezado a definir nuevos servicios con objeto de profundizar<br />

la colaboración con los clientes en los campos de organización<br />

de laboratorios, sistemas de información, etc.<br />

Viendo estas acciones en el contexto del presente artículo sobre<br />

la revisión 2000 de las normas ISO 9000, se puede constatar<br />

que desde antes de la publicación de la mencionada revisión,<br />

<strong>Roche</strong> <strong>Diagnostics</strong> había empezado a poner en práctica algunos<br />

de los aspectos mencionados en la nueva norma. En<br />

consecuencia, nuestro objetivo más inmediato es obtener la<br />

certificación de nuestro sistema de gestión de la calidad según<br />

la revisión 2000 de las normas ISO 9000. Con ello, <strong>Roche</strong><br />

<strong>Diagnostics</strong> quiere hacer patente ante sus clientes el<br />

compromiso de mejora continua y satisfacción con los<br />

productos y servicios que proporciona.<br />

Este artículo pretende dar un paso mas en la dirección de<br />

colaboración entre <strong>Roche</strong> <strong>Diagnostics</strong> y los laboratorios<br />

clínicos en el campo de la calidad, al aportar una interpretación<br />

de la nueva revisión de la norma en el contexto del diagnóstico<br />

in vitro. En los últimos dos años <strong>Roche</strong> <strong>Diagnostics</strong> ha estado<br />

presente en varias iniciativas que sobre gestión de la calidad<br />

se han llevado a cabo en España involucrando organismos de<br />

certificación, laboratorios clínicos e industria y continua con<br />

la máxima disposición de prestar su colaboración en el futuro.<br />

La similitud entre el Laboratorio clínico y sus proveedores<br />

Modelo de gestión integrada de los recursos de la<br />

compañía, especialmente de los que afectan a las<br />

personas de las organizaciones. La calidad deja de ser<br />

un fin en si misma para ser un medio de satisfacción de<br />

los clientes.<br />

Facilita los procesos de mejora continua. Orientación<br />

a la Calidad Total.<br />

Compatible con las normas de gestión medioambiental.<br />

LA AMPLIFICACIÓN<br />

COMO PRINCIPIO<br />

LA SEGURIDAD<br />

COMO RESULTADO<br />

Tal como se resume en la tabla I la mayoría de los beneficios<br />

que aporta la nueva revisión de la norma encajan perfectamente<br />

en la cadena de la atención sanitaria en la que los laboratorios<br />

clínicos y la industria del diagnóstico in vitro aparecen como<br />

eslabones íntimamente relacionados.<br />

En los últimos años, <strong>Roche</strong> <strong>Diagnostics</strong> ha pretendido orientar<br />

la relación con sus clientes hacia la colaboración para beneficio<br />

mutuo. Para ello, ha puesto en marcha la medición sistemática<br />

de la satisfacción de los clientes con los productos y servicios<br />

de <strong>Roche</strong> <strong>Diagnostics</strong>. Los resultados de las encuestas han sido<br />

fundamentales para definir las correspondientes acciones de<br />

mejora. En algunos casos, las acciones puestas en marcha han<br />

significado un incremento sustancial de los recursos tanto<br />

está fundamentalmente en la necesidad de que sus respectivos<br />

clientes perciban un excelente servicio. Como consecuencia,<br />

muy probablemente, las recetas que valen para unos pueden<br />

valer para los otros y la revisión de ISO 9000 del año 2000<br />

puede ser el vehículo.<br />

Bibliografía<br />

1. James L. Heskett, W.Earl Sasser, Jr., Leonard A. Schlesinger.<br />

The service Profit Chain. The Free Press , New York 1997.<br />

2. Luís María Huete, Servicios y Beneficios; Ediciones Deusto,<br />

Bilbao 1997.<br />

3. Leonard L. Berry, Discovering the soul of service; The Free<br />

Press, New York, 1999.<br />

AMPLICOR PCR. SIN DUDA.<br />

6<br />

ISO 9000:2000. Una visión de la calidad para el siglo XXI


<strong>Roche</strong><br />

Encefalopatía<br />

<strong>Diagnostics</strong> informa / Junio 2001<br />

Espongiforme<br />

Bovina<br />

La<br />

historia más reciente comenzó en el Reino Unido en 1986<br />

cuando el Laboratorio Central Veterinario recibió una serie<br />

de muestras de ganado vacuno que mostraba alteraciones<br />

motoras y de conducta. El aspecto microscópico de cortes<br />

del cerebro revelaba una degeneración neuronal característica,<br />

con vacuolas que daban el aspecto de “esponja”. A la nueva<br />

enfermedad se le llamó Encefalopatía Espongiforme Bovina<br />

(EEB) y se conoce vulgarmente con el nombre de “enfermedad<br />

de las vacas locas”. Sin embargo no era la primera anomalía<br />

de este tipo que se conocía. La primera descripción de un<br />

cuadro similar se hizo en el siglo XVIII con la “tembladera”<br />

del carnero (scrapie). Wilesmith, veterinario de los Servicios<br />

Estatales Británicos, estableció la vinculación entre el scrapie<br />

y la EEB. Los piensos fabricados con harinas procedentes de<br />

ovinos infectados podrían ser la causa de la transmisión de<br />

la enfermedad al ganado vacuno. Estas harinas fueron<br />

prohibidas en 1988. En 1995 se identificó en 3 personas una<br />

patolgía muy parecida a otra alteración de origen genético,<br />

la enfermedad de Creutzfeldt-Jacob (CJD), pero con<br />

características ligeramente distintas. Los pacientes eran más<br />

jóvenes, la sintomatología era algo diferente, así como el<br />

patrón del encefalograma. Hoy en día se conocen diversas<br />

encefalopatías espongiformes transmisibles humanas: el kuru,<br />

descrito en 1957, CJD, la enfermedad de Gerstmann-Sträussler-<br />

Scheinker y el insomnio familiar fatal. Se baraja la posibilidad<br />

de que otras enfermedades, como la gliosis subcortical<br />

progresiva familiar, algunas demencias talámicas y la miositis<br />

con cuerpos de inclusión, tengan un origen similar.<br />

ETIOPATOGENIA DE LA EEB<br />

Sobre el agente causal de la EEB conocemos los siguientes datos:<br />

• Es muy resistente al calor (soporta 120 ºC durante 20 minutos,<br />

por lo que se mantiene activo en los procesos culinarios).<br />

• Es muy resistente a las radiaciones.<br />

• Es resistente a los ultrasonidos.<br />

• Es resistente a los desinfectantes convencionales como alcohol,<br />

fenol, etc.<br />

• Es resistente a los enzimas proteolíticos, lo cual le permite<br />

atravesar inalterado el tubo digestivo.<br />

• Es resistente a las nucleasas. Esto apuntaría a la no implicación<br />

de ácidos nucleicos en la enfermedad.<br />

HIPÓTESIS DEL PRIÓN.<br />

Fue formulada por Stanley Prusiner en 1982 y por ella recibió<br />

el Nóbel de Medicina en 1997, partiendo de una teoría de los<br />

años 60. Este autor acuñó el término “Prión” para referirse a una<br />

“proteína infecciosa”.<br />

Proteínas del tipo de los priones se presentan de forma natural<br />

en la membrana de las células de los mamíferos, pero sin las<br />

características antes mencionadas (son sensibles al calor, a los<br />

enzimas proteolíticos y a los agentes desinfectantes).<br />

Esta proteína se abrevia PrPc, está codificada por un gen<br />

denominado PrPn, tiene una estructura primaria de 250<br />

aminoácidos y una estructura secundaria rica en -hélices.<br />

En los animales con EEB se presenta una proteína alterada, PrPsc,<br />

que es resistente a los agentes ya citados. La diferencia entre<br />

ambas no reside tanto en su estructura primaria como en su<br />

estructura secundaria, dónde predominan las -láminas, que<br />

son las que confieren a esta proteína anómala su resistencia y la<br />

capacidad de acumularse, polimerizar y producir depósitos que<br />

son los que finalmente conducen a la muerte célular (figura 1).<br />

Según esta teoría la proteína anómala sería capaz de inducir la<br />

Figura 1: representación esquemática de la estructura de los priones.<br />

(a) Prión normal. (PrP c ) -hélices; (b) Prión anómalo. PrP sc -láminas.<br />

transformación del prión normal tanto in-vivo como in-vitro,<br />

induciéndole un cambio conformacional de -hélice en -lámina.<br />

Las proteínas recién transformadas actuarían sucesivamente<br />

sobre otras normales, aumentando exponencialmente su número<br />

y favoreciendo así la polimerización, el acúmulo y la muerte<br />

celular. En la figura 2 puede observarse el aspecto microscópico<br />

de distintas preparaciones de tejido nervioso en las que se<br />

observan las vacuolas y los depósitos proteicos así originados.<br />

HIPÓTESIS DEL VIRUS<br />

Otros investigadores postulan<br />

que la EEB puede estar<br />

producida por algún tipo de<br />

virus, resistente a la<br />

combinación de factores tales<br />

como la temperatura, proteasas<br />

y nucleasas.<br />

Los argumentos que esgrimen<br />

los defensores de la hipótesis<br />

del prión pueden ser<br />

discutibles, pero el caso es que<br />

no se ha observado ninguna<br />

partícula vírica reconocible en<br />

los animales infectados y no se<br />

conoce ningún virus que sea<br />

resistente simultáneamente a<br />

tantas condiciones extremas.<br />

La ausencia de la respuesta<br />

inmune específica, que siempre<br />

va asociada a las enfermedades<br />

en las que intervienen agentes<br />

infecciosos va en contra de la<br />

hipótesis del virus.<br />

ASPECTOS CLÍNICOS<br />

LA EEB se presenta después de<br />

un largo periodo de incubación<br />

que se estima entre 3 y 6 años,<br />

por lo tanto afecta a animales<br />

adultos, de ambos sexos, y<br />

preferentemente en<br />

explotaciones de ganado<br />

lechero. El curso clínico es<br />

progresivo con una duración<br />

de 1 ó 2 meses y el desenlace<br />

siempre es fatal (tabla I).<br />

La sintomatología puede<br />

agruparse en tres categorías:<br />

1. Cambios de<br />

comportamiento.<br />

Figura 2: Histopatología de un<br />

cerebro afectado por priones. El<br />

original proviene de:<br />

http://neurobiowww.uia.ac.be/neurobio/CJD/p<br />

hoto/index.html<br />

Nerviosismo, respuesta exagerada a estímulos auditivos y táctiles,<br />

coceo, comportamiento agresivo.<br />

Estos signos han dado lugar a la utilización de la expresión<br />

“enfermedad de las vacas locas”.<br />

2. Cambios psicomotores.<br />

Temblores, ataxia, anomalías posturales, caídas al suelo.<br />

3. Signos generales.<br />

Pérdida de peso, disminución de la producción lactea y prurito.<br />

8<br />

Biochips, genómica y polimorfismos<br />

9


<strong>Roche</strong> <strong>Diagnostics</strong> informa / Junio 2001<br />

Tabla I: Sintomatología de la encefalopatía espongiforme.<br />

Fase<br />

psíquica<br />

Fase<br />

Orgánica<br />

Ovejas Vacas Hombre<br />

Cambios de<br />

comportamiento<br />

Picor<br />

Nerviosismo<br />

Respuesta<br />

exagerada a<br />

estímulos<br />

Cambios de<br />

conducta<br />

Modificación de<br />

la personalidad<br />

Ataxia Incoordinación Dolores intensos<br />

en extremidades<br />

Pérdida de peso<br />

Temblores y<br />

convulsiones<br />

Caídas,<br />

anomalías<br />

posturales<br />

Baja<br />

producción<br />

de leche<br />

Postración<br />

Demencia<br />

PROPAGACIÓN DE LA ENFERMEDAD<br />

En un principio se relacionó la aparición de esta enfermedad<br />

con la combinación de dos desafortunadas coincidencias: el<br />

mayor uso de tejido nervioso de origen ovino para la fabricación<br />

de harinas cárnicas para la alimentación animal y la modificación<br />

tecnológica introducida en el Reino Unido a principio de los 80<br />

en el procesado de desechos y subproductos para este fin.<br />

Actualmente se cree que ninguno de estos factores ha sido<br />

decisivo.<br />

La hipótesis actual asume la posibilidad de una enfermedad más<br />

antigua pero inadvertida o de una mutación que no trascendió<br />

hasta que tuvo lugar la fatal coincidencia de que los animales<br />

afectados (escasos en número y posiblemente vinculados a la<br />

misma familia) entraran en la cadena industrial de reciclado de<br />

subproductos cárnicos, causando la amplificación y propagación<br />

de la enfermedad.<br />

Sin embargo todavía quedan algunos puntos oscuros en cuanto<br />

a la difusión de la enfermedad como, por ejemplo, el hecho de<br />

que en granjas dónde todos los animales recibían idéntica<br />

alimentación, sólo un animal desarrollara la enfermedad.<br />

SITUACIÓN DE LA ENFERMEDAD EN EUROPA.<br />

Aunque en el Reino Unido se han detectado 180.000 animales<br />

enfermos y en el resto de Europa unos 1.500, sólo se han<br />

diagnosticado 93 casos en humanos de la nueva variante de la<br />

enfermedad de Creutzfeldt-Jacob, 89 en el Reino Unido, 3 en<br />

Francia y 1 en Irlanda. Este es un dato muy alentador ya que<br />

parece indicar que la transmisión a la especie humana no es muy<br />

eficaz. La causa puede estrivar que la transmisión sólo se produce<br />

en circunstancias muy concretas, en las que los tejidos altamente<br />

infectivos entran en la cadena alimentaria humana. Por esta<br />

razón es muy importante conocer cuáles son estos tejidos. Sólo<br />

unas pocas partes del animal son materiales específicos de riesgo<br />

( MER): el cerebro, los ojos, las amígdalas, el timo, el bazo, la<br />

médula espinal y el intestino de los bovinos afectados. Según<br />

los datos aportados por las investigaciones realizadas hasta la<br />

fecha con ratones transgénicos, la posibilidad de que otros<br />

tejidos supongan algún riesgo es muy remota. Con estos<br />

animales se ha comprobado que ni el músculo ni la leche<br />

tienen poder infectivo.<br />

Actualmente las investigaciones se dirigen hacia el<br />

conocimiento de las circunstancias particulares que han<br />

permitido que sólo unos pocos humanos hayan adquirido la<br />

enfermedad y la mayoría no. Se están investigando diferentes<br />

variables como los hábitos alimentarios o la predisposición<br />

genética.<br />

El hecho de ser transmisible al hombre, aunque sea débilmente,<br />

justifica la adopción de medidas para impedir la entrada de<br />

los materiales específicos de riesgo en la cadena de alimentación<br />

animal y humana.<br />

SITUACIÓN EN ESPAÑA<br />

En España se han detectado hasta el 28 de Febrero 32 animales<br />

afectados, mayoritariamente en Galicia y Castilla-León.<br />

Puede encontrarse información detallada y actualizada de la<br />

localización de los casos en la dirección que la Administración<br />

General del Estado ha puesto a disposición para el seguimiento<br />

de la enfermedad: http://www.eeb.es<br />

La variante clásica de CJD, de origen genético, tiene una<br />

incidencia de 0,5 a 1 por millón de habitantes y año. Así en<br />

España deberían registrarse entre 35 y 40 casos anuales de CJD.<br />

DIAGNÓSTICO DE LA EEB<br />

El diagnóstico se basa en tres aspectos fundamentales:<br />

1. Valoración clínica de las alteraciones nerviosas.<br />

2. Estudio histopatológico e inmunohistoquímico. Es<br />

característica la vacuolización, la muerte neuronal, la<br />

astrocitosis y en algunos casos la formación de placas amiloides.<br />

Mediante inmunohistoquímica pueden teñirse específicamente<br />

los acúmulos de PrPsc.<br />

3. Técnica de Inmunoblot. En esta técnica se basa la prueba<br />

Prionics-Check®, que es la utilizada en la mayoría de países<br />

europeos. Consiste básicamente de la detección de priones<br />

anómalos en un homogeneizado de tejido nervioso animal.<br />

Previamente éste se ha de someter a un tratamiento con enzimas<br />

proteolíticos que eliminan selectivamente la variante normal<br />

del prión. A continuación se separan los componentes proteicos<br />

en un gel de acrilamida y se electrotransfieren a una membrana<br />

de nitrocelulosa (Western-blot), dónde se detectan mediante<br />

anticuerpos monoclonales específicos (figura 3).<br />

Esta prueba permite la detección de la enfermedad incluso en<br />

animales que no presentan signos clínicos ni lesiones.<br />

<strong>Roche</strong> <strong>Diagnostics</strong> y Prionics firmaron un acuerdo de<br />

colaboración el pasado mes de Enero tanto para la fabricación<br />

como para la distribución internacional del equipo de reactivos<br />

Prionics-Check®, así como para el desarrollo de reactivos para<br />

el diagnostico de la enfermedad in vivo, que facilitará la<br />

detección precoz de la enfermedad.<br />

PREVENCIÓN DE LA EEB<br />

La experiencia británica ha permitido a los demás países afrontar<br />

el tema en una situación ventajosa.<br />

Peso molecular<br />

en kilo dalton<br />

46 kDa<br />

30 kDa<br />

21 kDa<br />

Digestión<br />

enzimática con<br />

FRACCIÓN<br />

SOLUBLE<br />

CEREBRO DE<br />

VACA<br />

NORMAL<br />

FRACCIÓN<br />

INSOLUBLE<br />

CEREBRO DE<br />

VACA AFECTADA<br />

CON BSE<br />

FRACCIÓN<br />

SOLUBLE<br />

FRACCIÓN<br />

INSOLUBLE<br />

_ _<br />

proteinasa K + _ + _<br />

Figura 3. Aspecto de un immunoblot en el que se identifica el prión<br />

(30 kd) como la fracción insoluble y resisitente a la proteinasa.<br />

Las medidas que ya han sido probadas y aprobadas para el control<br />

de la EEB pueden agruparse en 4 grandes categorías:<br />

a) La supresión de los materiales específicos de riesgo (MER) de<br />

la cadena alimentaria.<br />

b) La supresión de las harinas de carne en la alimentación de<br />

animales de abasto.<br />

c) La detección de proteínas animales en piensos para evitar<br />

fraudes.<br />

d) La realización de pruebas analíticas diagnósticas.<br />

El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación prevé disponer<br />

de unas 500.000 pruebas Prionics-Check® y las comunidades<br />

autónomas están preparando laboratorios para realizar análisis<br />

a todos los animales mayores de 24 meses antes de que entren<br />

en la cadena alimentaria, así como a todos los animales muertos<br />

en la explotación, los sometidos a sacrificios de urgencia y a<br />

todos aquellos bovinos sacrificados y con sintomatología nerviosa.<br />

Ante cualquier duda el diagnóstico debe remitirse al Centro<br />

Nacional de Referencia en la Facultad de Veterinaria de Zaragoza.<br />

Medidas de control<br />

En el año 1996, tras la comprobación de la posible transmisión<br />

de la enfermedad al hombre, se adoptaron cuatro medidas<br />

principales:<br />

1. Prohibición de las harinas de carne y hueso para la alimentación<br />

de rumiantes. Con esta medida se pretende que prión anómalo<br />

no pase a los animales.<br />

2. Eliminación de los MER de la cadena alimentaria para evitar<br />

el contagio tanto a humanos como a animales.<br />

3. Exigir y asegurar los requisitos técnicos para eliminar el agente<br />

causal en las llamadas rendering plans mediante la aplicación<br />

de valores de presión temperatura y tiempo, que garanticen la<br />

destrucción del prión.<br />

4. Implantación de un programa pasivo de vigilancia.<br />

En el año 2000 se añadieron las siguientes disposiciones:<br />

1. Ampliación de los MER, con la inclusión de los intestinos de<br />

los animales de cualquier edad y la columna vertebral.<br />

2. Eliminación de todos los animales muertos en la explotación<br />

de la cadena de alimentación animal o humana.<br />

3. Programa de vigilancia activa. Escrutinio de la enfermedad<br />

en todas las poblaciones de riesgo.<br />

4. Medidas de intervención en el mercado. Adquisición de la<br />

carne de animales de más de 30 meses sin analizar y retirada de<br />

la cadena de consumo.<br />

Estas medidas han sido coordinadas y consensuadas por todas<br />

las comunidades autónomas responsables de su ejecución. El<br />

Plan Coordinado de Actuación incluye, además, una campaña<br />

de información y promoción al consumo, así como el fomento<br />

de la investigación científica de la EEB.<br />

BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA<br />

1. Collee J, Bradley R. BSE A decade on. Lancet 1997; 349: 636-<br />

721.<br />

2. Collinge J, Sidle KCL, Maeds J, Ironside J, Hill AF. Molecular<br />

analysis of prion strain variation and the aetiology of "new<br />

variant" CJD. Nature 1996; 383: 685-690.<br />

3. European Commission. Transmisible spongiform<br />

encephalopathies. Protocols for the laboratory diagnosis and<br />

confirmation of bovine spongiform encephalopathy and scrapie.<br />

A report from the Scientific Veterinary Committee. EC, Brussels,<br />

September 1994.<br />

4. Kimberlin RH. Encefalopatía bovina espongiforme. Rev Sci<br />

Tech Off Int Epiz 1992;11: 441-489.<br />

5. Schreuder BEC. Animal spongiform encephalopathies – An<br />

update. Part. II. Bovine spongiform encephalopathy (BSE). Vet<br />

Quart 1994; 16: 182-192.<br />

6. Taylor KC. The control of bovine spongiform encephalopathy<br />

in Great Britain. Vet Rec 1991; 129: 522-526.<br />

7. Wilesmith JW, Wells GAH, Cranwell MP, Ryan JBM. Bovine<br />

spongiform encephalopathy: Epidemiological studies. Vet Rec<br />

1988; 123:638-644.<br />

8. Wilesmith JW, Ryan JBM, Atkinson MJ. Bovine spongiform<br />

encephalopathy: epidemiological studies on the origin. Vet Rec<br />

1991; 128: 199-203.<br />

9. Prusiner SB. Novel proteinaceous infectious particles cause<br />

scrapie. Science 1982; 216: 136_44.<br />

10. Estadisticas del Ministerio de Agricultura, Pesca y<br />

Alimentación. http://www.eeb.es.<br />

10 Encefalopatía Espongiforme Bovina<br />

11


<strong>Roche</strong> <strong>Diagnostics</strong> informa / Junio 2001<br />

COBAS INTEGRA 800<br />

Totalmente seguro,<br />

absolutamente flexible<br />

N. Cavaco<br />

Departamento de Marketing. <strong>Roche</strong> <strong>Diagnostics</strong>. Barcelona<br />

Siempre con el objetivo de adaptarse mejor a las necesidades de los<br />

clientes, <strong>Roche</strong> <strong>Diagnostics</strong>, sigue mejorando continuamente sus productos,<br />

para que puedan aportar las soluciones que realmente necesitan. Así,<br />

con la entrada en el nuevo milenio, <strong>Roche</strong> <strong>Diagnostics</strong>, presenta un<br />

nuevo producto de la familia COBAS, destinado al laboratorio clínico.<br />

Cobas Integra 800 incluye las ventajas de la línea Cobas e Hitachi,<br />

además es el analizador automático de <strong>Roche</strong> <strong>Diagnostics</strong> que incluye<br />

los últimos desarollos tecnológicos en lo que se refiere a la seguridad<br />

Enzimas y sustratos (35)<br />

Iones (4)<br />

Proteínas específicas (21)*<br />

Drogas de abuso (14)<br />

Fármacos (21)<br />

*En desarrollo 5 nuevas magnitudes.<br />

Figura 1. Pruebas disponibles en<br />

el analizador Cobas Integra 800.<br />

en el pipeteo de la muestra. <strong>Roche</strong> <strong>Diagnostics</strong> propone a los laboratorios medianos una solución global<br />

(figura 1), con Cobas Integra 800, Elecsys 2010 y el software para el control del flujo de muestras a tiempo<br />

real PSM que le aporta siguientes ventajas: 1. Consolidación: Amplio menú de magnitudes (>160 pruebas<br />

disponibles). Diversos principios analíticos: Espectrometría de absorción molecular, Potenciometría directa<br />

e indirecta, turbidimetría con chequeo automático de la zona de exceso de antígeno (prozona),<br />

inmunoturbidimetría competitiva (kims), fluoroinmunoanálisis de polarización, y electroquimioluminiscencia.<br />

Consolidación<br />

Cobas Integra 800 usa los casetes exclusivos de la línea Integra,<br />

con un abanico amplio de pruebas (figura 1), entre las que nos<br />

gustaría destacar las siguientes determinaciones:<br />

• Amonio y lactato líquido con una calibración por lote<br />

• Litio por potenciometría directa<br />

• HbA1c con el proceso de hemólisis totalmente automático<br />

• Receptor sérico de la Transferrina<br />

• Proteína C reactiva (látex) ultrasensible y con un amplio intervalo<br />

de medida.<br />

Igual que los otros miembros de la familia, Cobas Integra 800,<br />

éste puede trabajar a la vez con distintos tipos de muestra: suero,<br />

plasma, orina, líquido cefalorraquídeo, sangre total. Para ello<br />

puede utilizar simultáneamente distintos tipos de aplicaciones<br />

con calibraciones diferentes.<br />

Tecnología y seguridad<br />

Además de diferentes principios de medida:<br />

• Espectrometría de absorción molecular<br />

• Potenciometría directa e indirecta<br />

• Turbidimetría con chequeo automático de la zona de exceso de<br />

antígeno (prozona)<br />

• Inmunoturbidimetría competitiva (kims)<br />

• Fluoroinmunoanálisis de polarización<br />

Cobas Integra 800 presenta un avance tecnológico importante<br />

en la seguridad del pipeteo de muestra:<br />

• Pippeting Integrity Check (PIC) (figura 2) es el sistema de control<br />

total en la manipulación de la muestra.<br />

Figura 2. Pippeting<br />

Integrity Check (PIC).<br />

Sistema exclusivo<br />

de pipeteo que<br />

garantiza la toma<br />

correcta de la<br />

muestra.<br />

Flujo continuo de muestras<br />

Con este nuevo desarrollo <strong>Roche</strong> <strong>Diagnostics</strong> ha incrementado<br />

la flexibilidad del analizador Cobas Integra. Para una mejor<br />

adaptación a las necesidades de los usuarios, en lo que se refiere<br />

a la manipulación de los tubos de las muestras. Este equipo está<br />

diseñado para poder trabajar a la vez con dos tipos de soporte<br />

de muestra:<br />

a) 5RD RACK UNIVERSAL – Portamuestras de 5 posiciones<br />

que es común en toda la plataforma Hitachi; Elecsys<br />

b) 15RD RACK – Portamuestras de 15 posiciones que es común<br />

a todos los sistemas de COBAS – COBAS CORE II Y COBAS<br />

INTEGRA 400.<br />

Con esta innovación <strong>Roche</strong> <strong>Diagnostics</strong> ofrece la posibilidad al<br />

usuario de intercambiar muestras entre cualquiera de sus equipos,<br />

sin necesidad de manipular los tubos, o de incrementar la<br />

complejidad de la extracción; Con un mismo tubo se puede<br />

procesar hasta 160 pruebas distintas (98 magnitudes –113<br />

aplicaciones- entre química clínica e inmunoanálisis homogéneos<br />

y 47 inmunoanálisis heterogéneos).<br />

En este modelo se incrementa la eficacia del laboratorio, porque<br />

se posibilita el control a tiempo real de todo el proceso analítico.<br />

<strong>Roche</strong> <strong>Diagnostics</strong> aporta con el conjunto COBAS INTEGRA<br />

800, ELECSYS 2010 Rack el software PSM:<br />

• Flujo continuo de muestras sin hojas de trabajo.<br />

• Clasificación y ruta personalizada de cada muestra.<br />

• Trazabilidad a tiempo real de cada muestra.<br />

• Permite trabajar con criterios de priorización de muestras según<br />

necesidades de los servícios peticionarios.<br />

Siguiendo nuestro lema “Comprometidos con la solución”,<br />

ofrecemos a los laboratorios medianos:<br />

• Tecnología, Seguridad y autonomía (flujo contínuo)<br />

• Concepto de Organización de Laboratorios basada en el SOPORTE<br />

UNIVERSAL DE MUESTRA (RACK LAB), y creación<br />

personalizada de áreas de trabajo.<br />

• Solución global para el laboratorio basada en los siguientes<br />

componentes:<br />

– COBAS INTEGRA 800<br />

– Elecsys 2010 rack<br />

– PSM (organizador del flujo continuo de muestras a tiempo real)<br />

2. Seguridad: Sistema exclusivo de pipeteo totalmente seguro: Pippeting Integrity Check (PIC). Reactivos<br />

listos para uso. Calibraciones estables. Mantenimientos automáticos sin presencia de usuario.<br />

3. Flujo continuo de muestras: Soporte Universal de muestras. Clasificación<br />

y control del flujo de muestras en proceso continuo a tiempo real. Sin<br />

listas de trabajo, sin preclasificación de muestras.<br />

Esensis<br />

<strong>Diagnostics</strong> laboratory<br />

organisation<br />

Incluye tres chequeos automáticos en distintos pasos del proceso<br />

de recogida de la muestra:<br />

1º Paso: Detección del nivel de muestra en el tubo primario, o<br />

pocillo de micromuestra.<br />

2º Paso: Control de dispensación de muestra en la cubeta con<br />

reacción, vía un detector específico. Esta característica es exclusiva<br />

del sistema Cobas Integra 800.<br />

3º Paso: Detección de coágulo en la aguja de pipeteo por diferencia<br />

de presión.<br />

12 13


<strong>Roche</strong> <strong>Diagnostics</strong> informa / Junio 2001<br />

Receptor soluble de la<br />

transferrina.<br />

Valoración del método<br />

totalmente automatizado.<br />

A. F. Remacha, M. P. Sardà. Servicio de Hematología. Hospital de la Santa Creu i Sant Pau. Barcelona.<br />

Tina-quant ® a sTfR<br />

La investigación que se viene desarrollando en los últimos años sobre el<br />

metabolismo del hierro (Fe) hace que debamos revisar continuamente muchos<br />

de nuestros conocimientos acerca del mismo. En especial, el descubrimiento<br />

de nuevas proteínas implicadas, de sus mecanismos reguladores y de la relación<br />

entre Fe y respuesta inmunológica son aspectos a considerar (1,2). La patología<br />

del Fe es, sin duda alguna, la de mayor prevalencia en los seres humanos pues<br />

incluye la enfermedad adquirida más frecuente, la ferropenia y una de las<br />

anomalías hereditarias más frecuentes, la hemocromatosis hereditaria (3,4).<br />

Uno de los aspectos más estudiados en los últimos años ha sido el papel de la<br />

forma soluble del receptor de la transferrina (sTfR) en el estudio de las anomalías<br />

del metabolismo férrico (5). Sin embargo, la falta de una metodología que<br />

permitiese su determinación de una forma rápida, automatizada y fiable impedía<br />

que su estudio estuviese más extendido. La aparición de metodologías fiables<br />

automatizadas, sin duda, permitirá una mucho más rápida difusión de su uso<br />

clínico. En este trabajo primero se comentarán someramente los aspectos<br />

fisiológicos esenciales del metabolismo férrico en que participa esta proteína<br />

férrica con el fin de poder entender su utilidad clínica e interpretar adecuadamente<br />

los resultados del metabolismo férrico. Posteriormente se presentarán los datos<br />

obtenidos en la valoración clínica de una metodología totalmente automatizada<br />

para la investigación del sTfR en el suero.<br />

Aspectos de la fisiología del Fe relacionados con el sTfR.<br />

El Fe en el ser humano se encuentra en una concentración de<br />

45 a 55 mg/kg de peso, el 60-70% en forma de Hb, el 10% en<br />

otras hemoproteínas (mioglobina, citocromos, etc.) y el resto<br />

(20-30%), en los depósitos unido a la ferritina (Ft). Sólo un<br />

1,1 % (3 mg) del Fe se une a la transferrina (Tf), sin embargo,<br />

este pool dinámico es esencial (1,4).<br />

El Fe transportado por la Tf se une al sTfR de la superficie celular,<br />

todos (Fe, Tf y sTfR) juntos son internalizados formando una<br />

vesícula citoplasmática (el siderosoma). Los cambios de pH<br />

provocan la liberación del Fe y su posterior salida del siderosoma;<br />

una vez en el citoplasma celular el Fe se incorpora a las proteínas<br />

que usan este metal o bien a la ferritina (Ft), donde se almacena.<br />

Cada día hay una pequeña pérdida de Fe que debe ser compensada<br />

por la ingesta (1,4).<br />

La vía transferrina-receptor de la transferrina.<br />

La transferrina (Tf) circulante se encuentra saturada en un 30%<br />

por Fe, encontrándose en el plasma todas las posibilidades, desde<br />

la apoTf a la unida a dos átomos de Fe (4). El receptor de la<br />

Transferrina (sTfR) es una proteína de 95 Kd y 760 aminoácidos<br />

que se encuentra anclada en la superficie de la mayoría de las<br />

células, especialmente en los eritroblastos. Se encuentra formando<br />

homodímeros (180 kd) que se<br />

unen a la Tf (unión 2:2). La<br />

afinidad depende del número<br />

de átomos de Fe que transporta<br />

la Tf, siendo más afín por la que<br />

transporta dos Fe3+ y menos<br />

por la apo-Tf (1,2,6).<br />

El sTfR posee un dominio<br />

transmembrana de 5 kd (28<br />

aminoácidos) que continua con<br />

un dominio intracitoplasmático<br />

C-terminal de 61 aminoácidos.<br />

El dominio extracelular posee<br />

671 aminoácidos. Éste sufre una<br />

escisión enzimática y se libera<br />

al plasma. Esta forma proteica<br />

circulante de 80 Kd es la que<br />

podemos medir.<br />

El gen del sTfR está situado en<br />

el cromosoma 3, cercano al gen<br />

de la Tf, posee en la región<br />

terminal 3´elementos IRE (iron-responsive elements), sensibles<br />

a la concentración de Fe, que regulan la síntesis postranscripcional<br />

de esta proteína (1,4,6).<br />

La proteína de almacenamiento del Fe: la ferritina (Ft).<br />

La Ft que se observa en los tejidos es un multímero de 450 Kd<br />

capaz de almacenar hasta 4000 moléculas de Fe3+ y está formada<br />

por 24 monómeros (subunidades). El multímero de Ft lo forman<br />

la Ft H o cadena pesada, de ella depende la actividad ferrioxidasa,<br />

y la Ft L o cadena ligera, en la que se halla la función de<br />

almacenamiento del Fe. Ambas son esenciales para formar la<br />

molécula de Ft (6).<br />

Los genes de ambas isoformas Ft son similares y poseen una<br />

única región proximal IRE en posición 5´, que es regulada por<br />

los cambios del Fe al igual que el sTfR y otras proteínas (6,7).<br />

Las nuevas moléculas del metabolismo férrico.<br />

La proteína HFE es la proteína cuya mutación causa la<br />

hemocromatosis hereditaria (7,8). El HFE, una proteína HLAlike,<br />

se une al STFR (9) provocando la disminución de la afinidad<br />

del STFR por la Tf-Fe3+, con ello se atenúa la absorción de Fe<br />

a nivel intestinal. El Nramp2 (natural resistence-associated<br />

macrophage protein-2) pertenece a una familia de proteínas<br />

especializadas en el transporte de metales bivalentes. El Nramp2<br />

se encarga del transporte del Fe desde la luz intestinal al interior<br />

del enterocito en el ápex de las vellosidades intestinales. En el<br />

eritroblasto, el Nramp2 extrae el Fe de los siderosomas hacia el<br />

citoplasma (10). El receptor de la transferrina tipo 2 (TFR2) es<br />

una de las últimas proteínas incorporadas. Se localiza en 7q22<br />

y posee un 66% de homología con el TfR pero carece de regiones<br />

IRE, por lo que no es regulado por el Fe intracelular. También<br />

es capaz de unir Tf, pero con menor afinidad que el TfR. Su<br />

función en el metabolismo férrico es poco conocida, aunque<br />

Figura 1. Regulación de las proteínas férricas.<br />

puede ser importante, pues su falta provoca una forma de<br />

hemocromatosis. Se expresa sobre todo en los eritroblastos y en<br />

el hígado (11).<br />

Existen otras proteínas implicadas en el metabolismo férrico,<br />

cuya revisión no será contemplada en este trabajo (1,3,4).<br />

Regulación de las proteínas relacionadas con el Fe. Se realiza a<br />

nivel de la traducción (paso de mRNA a proteína) mediante los<br />

elementos sensibles al Fe (IRE, iron-responsive elements) y, por<br />

lo tanto, depende directamente del contenido de Fe intracelular<br />

(figura 1).<br />

14 El inhibidor del factor tisular y su repercusión en la hemostasia<br />

15


<strong>Roche</strong> <strong>Diagnostics</strong> informa / Junio 2001<br />

La secuencias IRE se sitúan en la regiones no traducidas (UTR)<br />

5´ó 3´. Tanto en la Ft H como en la Ft L existe una región IRE<br />

en situación 5´UTR. En el STFR, el Nramp2 y otras proteínas se<br />

han encontrado 5 regiones UTR en posición 3´. La falta de Fe<br />

intracelular provoca que unas proteínas intracelulares, las<br />

proteínas que se unen al de Fe (IBP, iron-binding proteins)., se<br />

unan a las regiones IRE. En el caso de su unión a una región<br />

IRE situada en posición 5´ se impide la progresión de la traducción<br />

del mRNA a proteína (por eso la Ft disminuye en la ferropenia).<br />

En cambio con la unión de las IBP a regiones IRE situadas en 3´<br />

se evita la degradación del mRNA y aumenta la producción de<br />

proteína (por ello en la ferropenia se eleva el sTfR) (1,3,12).<br />

Existen otras vías de regulación, mediada por las citoquinas que<br />

están a su vez implicadas en la respuesta de fase aguda. Estas<br />

citoquinas modulan por una vía independiente del Fe la<br />

producción de Ft, lo que provoca un incremento de la síntesis<br />

de Ft en caso de inflamación (6,12).<br />

La forma soluble del sTfR.<br />

Como se ha explicado anteriormente, se produce por escisión<br />

del receptor celular (CD71) (13). Esta forma circulante, cuya<br />

función fisiológica específica es desconocida, se puede medir<br />

mediante diferentes métodos inmunoquímicos (5).<br />

Su estudio ha demostrado ser útil para valorar el metabolismo<br />

férrico y la masa eritroblástica de la médula ósea, ya que la<br />

mayoría del sTfR se encuentra en la superficie de esas células.<br />

Estas dos circunstancias marcan sus ventajas e inconvenientes<br />

(tabla I).<br />

Tabla I. Diferencias entre el receptor de la transferrina y la ferritina.<br />

Mecanismos de<br />

regulación.<br />

Papel en el<br />

metabolismo<br />

férrico<br />

Utilidad<br />

clínica.<br />

sTfR<br />

Valoración clínica del sTfR sérica.<br />

Ferritina.<br />

Secuencias IRE en 5´ • Secuencias IRE en 3´.<br />

• Secuencias de respuesta a<br />

citoquinas inflamatorias.<br />

Captación del complejo<br />

transferrina-hierro,<br />

regulado por la proteína<br />

HFE.<br />

• Estudio de la ferropenia<br />

en presencia de rasgos<br />

inflamatorios.<br />

• Valoración cuantitativa<br />

de la eritropoyesis<br />

medular.<br />

• Almacenamiento y<br />

liberación del Fe.<br />

• Dos isoformas Ft H y L.<br />

Estudio de los depósitos<br />

férricos.<br />

• Estado ferrodeficitario.<br />

• Atesoramiento férrico.<br />

El sTfR se eleva en caso de ferropenia, cuando existe una<br />

hiperplasia eritroblástica (anemias hemolíticas) o en caso de<br />

determinadas proliferaciones celulares (leucemia linfática<br />

crónica). En cambio, disminuye cuando existe una hipoplasia<br />

eritroide (eritroblastopenia, anemia aplásica) o el en caso de<br />

infiltraciones que desplazan la serie eritroblástica (leucemias<br />

agudas) (14-16).<br />

Teniendo en cuanta estos aspectos, el sTfR debe valorarse en los<br />

dos contextos anteriores y siempre de forma concomitante con<br />

otras pruebas, dando lugar a unos patrones de gran valor<br />

etiopatogénico (14).<br />

a) Con relación al metabolismo férrico, el sTfR debe estudiarse<br />

junto a otros parámetros (tabla II). Sin embargo, donde tiene<br />

Tabla II. Diagnóstico diferencial de las anemias microcíticas.<br />

Hb, hemoglobina; VCM, volumen corpuscular medio; IND. Índice;<br />

SID/CAP/SAT, sideremia/capacidad total de transporte de hierro/índice<br />

de saturación; Ft/sTfR, ferritina sérica/receptor de la transferrina; D,<br />

disminuido; N. Normal; A, alto.<br />

Hb<br />

VCM<br />

Indices<br />

SID/CAP/SAT<br />

Ft<br />

sTfR<br />

Estudio de<br />

hemoglobinas<br />

Anemia<br />

ferropénica<br />

D<br />

D<br />

Positivo<br />

D/A/D<br />

D<br />

A<br />

N<br />

Talasemia<br />

minor<br />

N-D<br />

D<br />

Negativo<br />

N/N/N<br />

N-A<br />

N-A<br />

Alteradas<br />

Anemia<br />

inflamatoria<br />

D<br />

N<br />

Positivo<br />

D/D/N-D<br />

A<br />

N<br />

N<br />

gran interés es en el diagnóstico diferencial entre anemia<br />

ferropénica y anemia de tipo crónico o inflamatorio. En la<br />

anemia ferropénica sin rasgos inflamatorios la ferritina sérica<br />

disminuye y el sTfR aumenta. En la anemia inflamatoria la Ft<br />

aumenta por un mecanismo dependiente de citoquinas; por el<br />

contrario, el sTfR varía sólo como reflejo de la masa eritroblástica.<br />

El problema surge cuando existe una anemia ferropénica con<br />

rasgos inflamatorios, donde típicamente se encuentra una Ft con<br />

valores intermedios. Este problema se ha intentado solventar<br />

estableciendo diferentes dinteles de Ft en caso de inflamación.<br />

El sTfR no se verá apenas afectado por los rasgos inflamatorios<br />

y por lo tanto sólo se elevará en caso de ferropenia (5,15,16).<br />

Varios autores han demostrado que para una correcta valoración<br />

del sTfR es necesario establecer el valor diagnóstico del mismo<br />

(14-16). Esto se ha hecho mediante curvas ROC o estudios de<br />

regresión, así se puede calcular la sensibilidad y especificidad<br />

para cada concentración de sTfR. Estos estudios se basan en la<br />

comparación de los valores de sTfR en casos con anemia<br />

ferropénica y anemia inflamatoria. Si se utiliza el cociente sTfR<br />

/Ft todavía mejora su poder diagnóstico; sin embargo, el cálculo<br />

de este índice es más engorroso.<br />

b) El sTfR en el estudio de la masa eritroblástica medular. Su<br />

utilidad en este campo ha sido mucho menos estudiada.<br />

Para la correcta valoración del sTfR y la identificación de<br />

diferentes patrones eritropoyéticos debe estudiarse junto con el<br />

hemograma, los reticulocitos y sus fracciones de maduración y<br />

con la eritropoyetina sérica. Así se han identificado varios<br />

patrones eritropoyéticos (tabla III)(14).<br />

Tabla III. Diferentes patrones de eritropoyesis. Epo: eritropoyetina. Ratio<br />

O/P, razón entre los valores observados y los previstos para el grado de<br />

anemia (se obtienen por regresión). IM, índice de maduración (cociente<br />

entre reticulocitos de baja fluorescencia y de la suma de los de intermedia<br />

y alta). N, normal. D, disminuido. A, elevado.<br />

Normal<br />

Proliferativo<br />

• Hemólisis<br />

• Eritropoyesis ineficaz<br />

Hipoproliferativo<br />

Déficit de EPO<br />

Hb<br />

N<br />

D<br />

D<br />

D<br />

D<br />

Valoración del sTfR mediante una metodología automatizada.<br />

Se comparó el método Tina-quant® - Receptor soluble de la<br />

transferrina (<strong>Roche</strong> <strong>Diagnostics</strong>, Mannheim, Alemania) que se<br />

efectúa en un Hitachi 911 con un método de ELISA (IDEA sTfR<br />

IEMA. Orion <strong>Diagnostics</strong>, Espoo, Finlandia). El método<br />

automatizado efectúa la determinación directamente en tubo<br />

primario, sin precisar ninguna manipulación previa de la muestra,<br />

excepto la centrifugación. Además, las curvas de calibración<br />

pueden utilizarse durante varias semanas, obteniéndose los<br />

primeros resultados aproximadamente a los 10 minutos de<br />

colocada la muestra. En la comparación de ambas metodologías<br />

se utilizó un estudio de regresión lineal simple y el método no<br />

paramétrico de Passing-Bablok (17).<br />

En segundo lugar se estableció el intervalo de referencia del sTfR<br />

en un grupo de personas con hemograma y metabolismo férrico<br />

dentro de los límites de referencia.<br />

Por último, como parte de un estudio clínico, se compararon los<br />

valores de sTfR sérico en un grupo de personas con anemia<br />

ferropénica sin rasgos inflamatorios (Hb< 120 g/l, Fe < 9 mol/l,<br />

capacidad total de transporte de hierro > 69 mol/l, ferritina<br />

sérica < 15 mg/l y VSG< 20 mm) con otro que presentaba<br />

anemias inflamatorias (Hb< 120 g/l, Fe < 9 mol/l, capacidad<br />

total de transporte de hierro < 40 mol/l, ferritina sérica > 100<br />

g/l y VSG> 50 mm). Ambos grupos presentaban unos<br />

niveles de Hb similares.<br />

construyeron curvas ROC y se realizó un análisis de<br />

regresión logística (Y=1, presencia de anemia<br />

ferropénica, Y=0 presencia de anemia inflamatoria). El<br />

punto de corte se calculó mediante la regresión logística<br />

en el punto en el cual Y= 0,5.<br />

Por último se determinaron los niveles de sTfR en un<br />

grupo de pacientes con diferentes hemopatías,<br />

incluyendo leucemias agudas, síndromes<br />

mielodisplásicos, aplasias medulares, anemias<br />

hemolíticas, etc.<br />

Resultados y discusión.<br />

sTfR<br />

Ratio O/P<br />

Comparación de metodologías. Se contrastaron los<br />

N<br />

N<br />

N<br />

D<br />

D<br />

EPO<br />

Ratio O/P<br />

N<br />

N<br />

N<br />

N-A<br />

D<br />

Reticulocitos<br />

absolutos/IM<br />

N/N<br />

A/A<br />

N-D/A<br />

D/D<br />

D/N<br />

resultados obtenidos en 69 muestras con diferentes etiologías y<br />

valores, que abarcaban un amplio espectro desde valores bajos<br />

hasta valores elevados.<br />

Los valores obtenidos con Tina-quant® fueron 7,058,1 mg/l<br />

(máximo 44,7 y mínimo 1,1 mg/l) y con IDEA 5,26,5 mg/l<br />

(máximo 35 y mínimo 0,2 mg/l). Al comparar los valores<br />

obtenidos con ambas metodologías se observaron diferencias<br />

significativas (t de Student para muestras apareadas; diferencia<br />

= 1,81 mg/l, intervalo de confianza del 95 % = 1,23 - 2,39 mg/l,<br />

p= 3.3 x 10-8).<br />

Sin embargo, existía una correlación entre ambas metodologías<br />

r = 0,97 (p=6,7 x 10-18) (figura2). Mediante un estudio de<br />

regresión de Passing-Bablok se observaron diferencias<br />

significativas en la pendiente y el punto de corte en el eje de<br />

ordenadas IDEA = 0,874 (95% IC = 0,794-0,960) Tina-quant® ,<br />

- 0,732 (IC 95% = -1,069, -0,425).<br />

Figura 2. Comparación entre dos métodos para medir sTfR.<br />

Estos estudios demuestran que los valores obtenidos con Tinaquant®<br />

son superiores a los obtenidos con IDEA, por lo tanto<br />

se procedió a calcular el intervalo de referencia en una población<br />

sana y después a demostrar su valor clínico en diferentes tipos<br />

de anemias y otras patologías.<br />

Población de referencia. Se obtuvieron los valores de sTfR en<br />

121 personas sanas (55 hombres y 66 mujeres), el sTfR era de<br />

Tabla IV. Características de los pacientes con anemia ferropénica o inflamatoria.<br />

VSG: velocidad de sedimentación globular. Valores como media y desviación estándar.<br />

N<br />

Hb g/l<br />

VCM fl<br />

Ferritina sérica µg/l<br />

STfR mg/l<br />

VSG mm<br />

Anemia<br />

ferropénica<br />

47<br />

94 ± 15<br />

72 ± 8<br />

4 ± 3<br />

11,3 ± 5,8<br />

17 ± 5<br />

Anemia<br />

inflamatoria<br />

71<br />

94 ± 12<br />

88 ± 5<br />

434 ± 424<br />

3,2 ± 1, 6<br />

92 ± 25<br />

Grupo de<br />

referencia<br />

121<br />

142 ± 10<br />

89 ± 4<br />

74 ± 56<br />

3,07 ± 0,7<br />

10 ± 5<br />

Anemia<br />

mixta<br />

19<br />

90 ± 27<br />

77 ± 5<br />

169 ± 254<br />

8,2 ± 4<br />

72 ± 38<br />

16 Tina-quant ® a sTfR. Receptor soluble de la transferrina. Valoración del método totalmente automatizado.<br />

17


<strong>Roche</strong> <strong>Diagnostics</strong> informa / Junio 2001<br />

3,070,7 mg/l, el 95% central de la distribución de valores<br />

estaba comprendido entre 1,87 y 4,9 mg/l (tabla IV). No<br />

existía diferencia entre los niveles observados en hombres<br />

y mujeres (3,060,7 y 3,070,65 mg/l, respectivamente. p=0,94).<br />

Los valores de sTfR no seguían una distribución normal (test<br />

de Kolmogorov-Smirnov con corrección de Lilliefors,<br />

p=0,012) (figuras 3 y 4).<br />

Figura 3. Distribución de los valores de sTfR en el grupo de referencia.<br />

Figura 4. Histograma de distribución del sTfR en una población sana.<br />

Valor del sTfR en el diagnóstico Valor del sTfR en el diagnóstico<br />

diferencial de las anemias. En primer lugar hay que establecer<br />

su utilidad diagnóstica en la diferenciación entre anemias<br />

ferropénicas e inflamatorias, así como el punto de corte de sTfR<br />

entre los dos tipos de anemia. Además, el sTfR ha de valorarse<br />

siempre en conjunto con otros parámetros del hemograma y del<br />

metabolismo férrico; el sTfR solo no tiene demasiado valor (18)<br />

(tabla IV).<br />

Por este motivo se evaluaron 47 casos con anemia ferropénica<br />

típica (AF) frente a 71 con anemia de tipo inflamatorio (AI),<br />

todos cumplían los criterios anteriormente expuestos. Los valores<br />

de sTfR eran diferentes entre los dos grupos (AF; 11,30,7 mg/l<br />

frente a AI, 3,171,6 mg/l, p


<strong>Roche</strong> <strong>Diagnostics</strong> informa / Junio 2001<br />

Valoración del analizador<br />

hematológico XE 21OO en la<br />

determinación de eritroblastos en<br />

sangre periférica<br />

C. Cárcamo 1 ; A. Arribas 1 ; M. I. de Frutos 1 ; F. de Frutos 1 ;<br />

F. Omeñaca 2 ; A. Mª Viloria 1 .<br />

1 Servicio de Hematología Analítica,<br />

2 Servicio de Neonatología. Hospital La Paz. Madrid.<br />

En este estudio hemos evaluado el<br />

comportamiento del analizador hematológico<br />

XE2100 en la determinación de eritroblastos<br />

(NRBC) en sangre periférica en una población<br />

de niños pertenecientes al Servicio de<br />

Neonatología de nuestro hospital.<br />

El objetivo era la comparación de las magnitudes<br />

"recuento de leucocitos (WBC)" y "recuento de<br />

eritroblastos/100 leucocitos (NRBC/100 WBC)"<br />

en el analizador Sysmex XE2100 frente a los<br />

resultados de las mismas magnitudes obtenidos<br />

en otro analizador suficientemente evaluado como<br />

es el Cell-Dyn 4000 (Abbott). Ambos analizadores<br />

hematológicos sustraen automáticamente el<br />

recuento de los NRBC del número total de<br />

leucocitos, por lo cual son teóricamente<br />

comparables. Asimismo se comparó el recuento<br />

de eritroblastos del XE2100 con la observación<br />

al microscopio óptico.<br />

Materiales y Métodos<br />

Pacientes<br />

Se procesaron 107 muestras de sangre periférica, 89 de neonatos<br />

y 18 de lactantes que pertenecían a 65 niños diferentes, ya que<br />

en el 56% de los casos las muestras fueron remitidas al laboratorio<br />

en más de una ocasión (entre 2 y 10 días) durante la realización<br />

del estudio.<br />

De los 65 niños estudiados, 43 eran prematuros y 22 nacieron<br />

a término y sólo dos no tenían ninguna patología asociada,<br />

habiendo nacido a término y con un peso superior a 2500 g<br />

(3,1%). Los 63 niños restantes padecían una o más patologías,<br />

distribuyéndose éstas de la forma siguiente:<br />

Patologías del aparato respiratorio (49,2%):<br />

Enfermedad de la membrana hialina (EMH) (20,6%); distress<br />

respiratorio (9,5%); pausas de apnea (6,3%); neumonía en el<br />

pulmón derecho (1,6%); pulmón seco (1,6%); neumopatía<br />

intersticial (1,6%); asfixia por rotura uterina (1,6%); atresia<br />

pulmonar (1,6%); crisis de cianosis (1,6%); displasia<br />

broncopulmonar (1,6%); hipoplasia pulmonar (1,6%).<br />

Patologías del aparato cardiovascular y hematológicas<br />

(49,2%):<br />

Tetralogía de Fallot (1,6%); ductus arterioso (4,8%); cardiopatía<br />

congénita (1,6%); ventriculomegalia leve (1,6%); hipertensión<br />

arterial (4,8%); hipovolemia (3,2%); trombosis aórtica (4,8%);<br />

plétora (11,0%); hemofilia A (1,6%); transfusión (1,6%);<br />

coagulopatía (1,6%); anemia (11,0%).<br />

Patologías del sistema nervioso (25,5%):<br />

Hemorragia subependimaria (3,2%); hemorragia cerebral (1,6%);<br />

hidrocefalia (3,2%); encefalopatía (3,2%); hemorragia<br />

intraventricular II (12,7%); agenesia del cuerpo calloso (1,6%).<br />

Patologías del aparato digestivo (4,8%):<br />

Enterocolitis necrotizante I-II (1,6%); melenas (1,6%); reflujo<br />

gastroesofágico (1,6%).<br />

Patologías del aparato urinario (4,8%):<br />

Insuficiencia renal (1,6%); ureterohidronefrosis bilateral (1,6%);<br />

tubulopatía (1,6%).<br />

Infecciones (36,5%):<br />

Sepsis nosocomial (1,6%); shock séptico (1,6%); infección<br />

urinaria por enterococo (1,6%); infección por citomegalovirus<br />

(CMV) (1,6%); infección por virus respiratorio sincitial (VRS)<br />

(3,2%); candidiasis (1,6%); sepsis por estafilococo coagulasa<br />

negativo (3,2%); meningitis (1,6%); sospecha de meningitis<br />

(1,6%); riesgo de infección (11%); madre portadora de<br />

estreptococo (6,3%); madre con hepatitis C (1,6%).<br />

Alteraciones metabólicas (25,4%):<br />

Hiperbilirrubinemia (4,8%); hipocalcemia (9,5%); acidosis<br />

(7,9%); hipoglucemia (3,2%).<br />

Miscelánea (46,2%):<br />

Madre diabética (3,2%); traumatismo obstétrico (1,6%);<br />

osteopenia del prematuro (1,6%); crisis de hipotonía (3,2%);<br />

labio leporino completo bilateral (1,6%); ictericia (35%).<br />

En cuanto a bajo peso y prematuridad, los 65 niños resultaron<br />

ser: 42 prematuros con peso al nacer inferior a 2500 g; 3 nacidos<br />

a término con peso al nacer inferior a 2500 g; 1 prematuro con<br />

peso al nacer superior a 2500 g y 19 nacidos a término con un<br />

peso al nacer superior a 2500 g.<br />

Métodos<br />

Análisis de los eritroblastos en el Sysmex XE2100<br />

En un canal específico, los hematíes se lisan con el reactivo<br />

diluyente Stromatolyser-NR que libera el núcleo de los NRBC<br />

y con el reactivo colorante Stromatolyser-NR (polimetino) se<br />

tiñen de forma específica los ácidos nucléicos de los leucocitos<br />

y de los NRBC. Después la muestra se analiza por citometría de<br />

flujo con láser semiconductor, registrando en el diagrama de<br />

dispersión NRBC las señales de fluorescencia lateral emitida y<br />

de dispersión frontal. La diferenciación entre los eritroblastos y<br />

los leucocitos se hace por tamaño y por fluorescencia emitida<br />

A partir de estos datos se realiza el recuento de los NRBC. Además,<br />

el Sysmex XE2100 realiza la corrección automática del recuento<br />

de leucocitos, restando los NRBC de los leucocitos totales.<br />

Análisis de los eritroblastos en el Cell-Dyn 4000<br />

El reactivo de los leucocitos lisa las células rojas (incluidos los<br />

NRBC) y los núcleos de los eritroblastos se tiñen con ioduro de<br />

propidio, luego la muestra pasa a través de una célula de flujo<br />

óptico. Los datos de los NRBC se analizan en el canal de dispersión<br />

frontal de la luz, dispersión lateral de luz polarizada y fluorescencia<br />

roja. Utilizando estos 3 discriminadores los NRBC son separados<br />

de los WBC y contados como una población celular específica,<br />

independiente de la población de los leucocitos.<br />

El examen al microscopio óptico de los eritroblastos se llevó a<br />

cabo por 2 observadores expertos contando 200 células cada<br />

uno, según recomendaciones del ICSH (International Committee<br />

of Standardization in Haemathology).<br />

Las ecuaciones de regresión de las magnitudes estudiadas se<br />

calcularon mediante la regresión no paramétrica de Passing-<br />

Bablok (1), calculándose aparte el coeficiente de correlación.<br />

Resultados<br />

Respecto a los recuentos de eritroblastos por cada 100 leucocitos<br />

(NRBC/100 WBC), concentración de eritroblastos (NRBC<br />

/10 3 mL) y concentración de leucocitos (WBC/10 -9 L) se utilizó<br />

20<br />

21


<strong>Roche</strong> <strong>Diagnostics</strong> informa / Junio 2001<br />

700<br />

20<br />

800<br />

100<br />

NRBCSY<br />

600<br />

500<br />

400<br />

300<br />

200<br />

100<br />

0<br />

ERYTROSYS<br />

18<br />

16<br />

14<br />

12<br />

10<br />

8<br />

6<br />

4<br />

2<br />

0<br />

NRBCSY<br />

700<br />

600<br />

500<br />

400<br />

300<br />

200<br />

100<br />

0<br />

NRBCMYC-NRBCSY<br />

80<br />

60<br />

40<br />

20<br />

0<br />

-20<br />

-40<br />

+1,96 SD<br />

29,0<br />

Media<br />

2,5<br />

-1,96 SD<br />

-24,0<br />

0 100 200 300 400 500 600 700<br />

0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20<br />

0 100 200 300 400 500 600 700 800<br />

0 100 200 300 400 500 600 700 800<br />

NRBCCD<br />

ERYTROCD<br />

NRBMYC<br />

Valor medio de NRBMYC y NRBCSY<br />

Figura 1. Regresión de Passing & Bablok para el total de muestras<br />

analizadas; siendo NRBCSY el recuento de eritroblastos/100 leucocitos<br />

analizado por el Sysmex XE2100 y NRBCCD el mismo parámetro analizado<br />

por el Cell-Dyn 4000.<br />

Figura 2. Regresión de Passing & Bablok para el valor absoluto de<br />

eritroblastos x 10 3 µL para todas las muestras analizadas, siendo ERYTROSYS<br />

el valor obtenido en el Sysmex XE2100 y ERYTROCD el mismo parámetro<br />

obtenido en analizador de referencia.<br />

Figura 5. Regresión de Passing & Bablok para el total de muestras<br />

analizadas; siendo NRBCSY el recuento de eritroblastos/100 leucocitos<br />

analizado por el Sysmex XE2100 y NRBCMYC el mismo parámetro obtenido<br />

al microscopio óptico.<br />

Figura 6. Representación de Altman para todas las muestras analizadas;<br />

en donde NRBCSY es el recuento de eritroblastos/100 leucocitos y<br />

NRBCMYC el valor hallado en la observación al microscopio óptico.<br />

Tabla 1<br />

NRBCCD-NRBCSY<br />

20<br />

10<br />

0<br />

-10<br />

-20<br />

-30<br />

-40<br />

-50<br />

-60<br />

-70<br />

-80<br />

+1,96 SD<br />

17,8<br />

Media<br />

-1,6<br />

-1,96 SD<br />

-20,9<br />

0 100 200 300 400 500 600 700<br />

Valor medio de NRBCCD y NRBCSY<br />

Figura 3. Representación de Altman para todas las muestras analizadas; siendo<br />

NRBCSY el recuento de eritroblastos/100 leucocitos analizado por el Sysmex<br />

XE2100 y NRBCCD el mismo parámetro analizado por el Cell-Dyn 4000.<br />

la siguiente ecuación: XE2100 = a + b Cell-Dyn.<br />

En las figuras 1 y 2 aparecen las gráficas de regresión de Passing-<br />

Bablok, mientras que en las figuras 3 y 4 aparecen las<br />

representaciones de Altman (2).<br />

Debido a que la linealidad del recuento de NRBC en el cell-Dyn<br />

4000 es hasta 275 NRBC/100 WBC (3) y que D’Onofrio (4) sólo<br />

comprobó la linealidad para el XE2100 hasta 81,9 NRBC/100 WBC<br />

(no disponía de muestras de mayor concentración), realizamos<br />

también los cálculos poniendo las acotaciones de NRBC/100 WBC<br />

< 81,9; NRBC/100 WBC < 200 y NRBC/100 WBC < 275,<br />

ERYTROCD-ERYTROSYS<br />

1,6<br />

1,4<br />

1,2<br />

1,0<br />

0,8<br />

0,6<br />

0,4<br />

0,2<br />

-0,0<br />

-0,2<br />

-0,4<br />

-0,6<br />

+1,96 SD<br />

0,54<br />

Media<br />

0,07<br />

-1,96 SD<br />

-0,39<br />

0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20<br />

Valor medio de ERYTROCD y ERYTROSYS<br />

Figura 4. Representación de Altman para todas las muestras analizadas;<br />

en donde ERYTROSYS es el valor absoluto de eritroblastos x 10 3 µL en el<br />

Sysmex XE2100 y ERYTROCD el mismo parámetro en el otro analizador.<br />

obteniéndose los resultados que aparecen en la tabla 1.<br />

En relación a la comparación con la observación al microscopio<br />

óptico (MO), la fórmula empleada fue: XE2100 = c + d MO.<br />

La recta de regresión de Passing-Bablok y la representación de<br />

Altman aparecen en las figuras 5 y 6, respectivamente.<br />

Los resultados se recogen en la tabla 2.<br />

En cuanto a la sensibilidad (S), especificidad (E), valor predictivo<br />

positivo (VPP) y valor predictivo negativo (VPN) para la magnitud<br />

NRBC del XE 2100 se obtuvo: S = 92,86%; E = 69,44; VPP =<br />

85,53% y VPN = 83,33%.<br />

Tabla 2<br />

Magnitud a (IC 95%) b (IC 95%) r 2 n<br />

NRBC/100 WBC 0,00 (0,00-0,00) 0,98 (0,86-1,06) 0,997 106<br />

NRBC/10 3 µL 0,00 (0,00-0,00) 0,86 (0,76-0,95) 0,994 106<br />

NRBC/100 WBC < 81,9 0,00 (0,00-0,00) 0,89 (0,75-0,99) 0,946 101<br />

NRBC/100 WBC < 200 0,00 (0,00-0,00) 0,91 (0,80-1,02) 0,976 103<br />

NRBC/100 WBC < 275 0,00 (0,00-0,00) 0,96 (0,85-1,05) 0,990 105<br />

WBC 0,18 (-0,86-1,81) 0,89 (0,74-0,98) 0,955 106<br />

Magnitud c (IC 95%) d (IC 95%) r 2 n<br />

NRBC/100 WBC 0,00 (0,00-0,00) 0,90 (0,80-1,00) 0,993 107<br />

NRBC/100 WBC < 81,9 0,00 (0,00-0,00) 0,95 (0,74-1,10) 0,936 102<br />

NRBC/100 WBC < 200 0,00 (0,00-0,00) 0,98 (0,80-1,05) 0,987 104<br />

Discusión<br />

El número de eritroblastos circulante muestra un descenso<br />

progresivo a medida que aumenta la edad gestacional. Los niños<br />

sanos nacidos a término muestran una media de<br />

aproximadamente 7 NRBC/100WBC (5), mientras que los niños<br />

nacidos prematura-mente muestran recuentos moderadamente<br />

aumentados de NRBC, encontrándose los valores más altos en<br />

los niños "pequeños" para su edad gestacional (6). Otras causas<br />

de NRBC normalmente altos incluyen determinadas patologías<br />

del recién nacido como daño neurológico, niños de madre<br />

diabética, hipoxia intrauterina, etc. (7-9), encontrándose los<br />

recuentos de NRBC más elevados en los neonatos con<br />

enfermedad hemolítica del recién nacido.<br />

En nuestro estudio obtuvimos valores de NRBC/100WBC en<br />

12 muestras de sangre periférica; las características de los niños<br />

se recogen en la tabla 3.<br />

En cuanto a la valoración del Sysmex XE2100, se obtuvo una<br />

excelente correlación en los recuentos de NRBC/100WBC, tanto<br />

para todas las muestras analizadas como para las acotaciones<br />

referidas, por lo que concluimos que el límite de linealidad que<br />

informa D'Onofrio debe ser mayor, basándonos en nuestra<br />

experiencia y en el estudio realizado por Walters (10) quien<br />

informa un límite superior de 40.000 NRBC/mL. Los valores<br />

22 Valoración del analizador hematológico XE 2100 en la determinación de eritroblastos en sangre periférica<br />

23


<strong>Roche</strong> <strong>Diagnostics</strong> informa / Junio 2001<br />

Tabla 3<br />

Paciente* Peso al Edad gestacional Edad Diagnóstico NRBC/100WBC<br />

nacer (g) (semanas) (días) (MO)**<br />

S.M. 900 30 5 EMH; Inestabilidad hemodinámica; 782<br />

Hemorragia intraventricular II<br />

C.M. 1000 33+6 0 Hemorragia intraventricular II; Plétora 340<br />

S.M. 900 30 6 EMH; Inestabilidad hemodinámica; 287<br />

Hemorragia intraventricular II<br />

C.M. 1000 33+6 1 Hemorragia intraventricular II; Plétora 196<br />

A.M. 1080 31 1 Crecimiento intrauterino Retardado;<br />

Riesgo de infección; Plétora; Ictericia;<br />

Inestabilidad hemodinámica 174<br />

S.M. 900 30 9 EMH; Inestabilidad hemodinámica; 86<br />

Hemorragia intraventricular II<br />

C.M. 1600 27 0 Distress respiratorio; EMH; 21<br />

Inestabilidad hemodinámica<br />

M.E. 850 27 1 EMH; Hipocalcemia; Ictericia 12<br />

M.E. 850 27 4 EMH; Hipocalcemia; Ictericia 9<br />

M.V. 1200 31 22 EMH; Hemorragia intraventricular II 8,5<br />

Traumatismo obstétrico<br />

C.M. 1600 27 4 Distress respiratorio; EMH; 8,5<br />

Inestabilidad hemodinamica<br />

S.M. 900 30 21 EMH; Inestabilidad hemodinámica; 7,5<br />

Hemorragia intraventricular II<br />

*Iniciales de los nombres de los pacientes<br />

**Microscopía óptica<br />

MODULAR ANALYTICS < E ><br />

Inmunoanálisis Heterogéneos<br />

De absoluta confianza<br />

son totalmente transferibles entre los dos aparatos. Asimismo<br />

se obtuvieron unos excelentes resultados en la comparación con<br />

el microscopio óptico. Los resultados también fueron buenos<br />

para las medias de concentración de eritroblastos y leucocitos.<br />

Por tanto podemos concluir que el analizador hematológico<br />

Sysmex XE2100 facilita en gran medida el trabajo en el<br />

laboratorio clínico a la hora de evaluar eritroblastos en sangre<br />

periférica por su sensibilidad y especificidad elevadas y por<br />

proporcionar de modo independiente el recuento de eritroblastos<br />

y el de los leucocitos, evitando las correcciones manuales.<br />

Referencias<br />

1) Passing H, Bablok W. A new biochemical procedure for testing<br />

the equality of measurements from two different analytical methods,<br />

Application of linear regression procedures for method comparison<br />

studies in Clinical Chemistry. J Clin Chem Clin Biochem 1983;<br />

21:709.<br />

2) Bland JM, Altman DG. Statistical methods for assessing<br />

agreement between two methods of clinical measurement. The<br />

Lancet 1986; 307.<br />

3) Kim YR, Yee M, Metha S, et al. Simultaneous differentation and<br />

quantitation of erythroblasts and white blood cells on a high<br />

throughput clinical haematology analyser. Clin Lab Haemat 1998;<br />

20: 21.<br />

4) Zini G, Mistretta G, Crollari S, Laurenti L, Pelliccioni N, Mascagna<br />

G, D’Onofrio G. Poster presentado en el Congreso ISLH de Kobe<br />

(Japón) 1999.<br />

5) Oski FA, Nairman JL. En Hematological Problems in the Newborn.<br />

Filadelfia. W B Saunders Co, 3ª edición, 1982; pg:14.<br />

6) Philip AGS, Tito AM. Increased nucleated red blood cell counts<br />

in small for gestational age infants with very low birth weight. Am<br />

J Dis Child 1989; 143: 164.<br />

7) Phelan JP, Ahn MO, Kurst LM, and Martin GI. Nucleated red<br />

blood cells: A marker for fetal asphyxia. Am J Obst, Gynaecol 1995;<br />

173: 1380.<br />

8) Green DW, Mimoumi F. Nucleated erytrocytes in healthy infants<br />

and in infants of diabetic mothers. J Pediat 1990; 116: 129.<br />

9) Soothill PW, Nicolaidos KH, Campbell S. Prenatal asphyxia,<br />

hyperlactaemia, hipoglycaemia and erytroblastosis in growthretarded<br />

foetuses. Br Med J 1987; 294: 1051.<br />

10) Walter J, Garrity P. Performance Evaluation of the Sysmex<br />

XE2100 Hematology Analyzer. Lab Hemathol 2000; 6:83.<br />

24 Valoración del analizador hematológico XE 2100 en la determinación de eritroblastos en sangre periférica<br />

25


URISYS 2400<br />

innovación también en urianálisis<br />

El diagnóstico molecular<br />

en continua evolución<br />

José Mª Sanz Uriarte<br />

<strong>Roche</strong> <strong>Diagnostics</strong>. Departamento de Servicios Centrales.<br />

Barcelona<br />

La simplificación de los métodos de<br />

diagnóstico basados en la reacción en<br />

cadena mediada por la polimerasa (PCR)<br />

ha generalizado su uso en los laboratorios<br />

Última generación de analizadores Hitachi de tiras reactivas<br />

Procesado de muestras mediante rack estándar de 5 posiciones<br />

Carga continua o en series de hasta 75 muestras<br />

Homogeneización y dispensado de la muestra por pipeteo<br />

Una sola calibración mensual<br />

Capacidad de memoria para 1500 resultados<br />

Carga y reposición de reactivos por cassette compacto de 400 tiras<br />

de análisis clínicos. Esta nueva situación ha<br />

conducido al desarrollo de instrumentos<br />

automáticos que estandarizan y simplifican<br />

la amplificación y detección de los ácidos<br />

nucleicos. Finalmente esto también se ha<br />

logrado con la preparación de las muestras,<br />

con lo que se ha completado la<br />

automatización de todo el proceso.<br />

A principio de los años noventa se comenzó a trabajar<br />

rutinariamente en los laboratorios de diagnóstico clínico con<br />

técnicas de diagnóstico molecular y, poco a poco, fue haciéndose<br />

más frecuente la realización de estos análisis mediante la reacción<br />

en cadena mediada por la polimerasa (PCR) (1, 2).<br />

Esta técnica permitió un más fácil acceso a la realización de<br />

pruebas de diagnóstico molecular debido a la facilidad de su<br />

puesta en marcha en cualquier laboratorio de análisis clínicos.<br />

Con el incremento del número de análisis realizados mediante<br />

PCR se pudo comprobar la necesidad de la estandarización de<br />

las pruebas, así como la necesidad de su automatización.<br />

La estandarización fue necesaria porque la realización de un<br />

27


<strong>Roche</strong> <strong>Diagnostics</strong> informa / Junio 2001<br />

análisis mediante PCR en el laboratorio de diagnóstico no supone<br />

únicamente la realización del proceso de amplificación, sino que<br />

debemos realizar la preparación de la muestra, la amplificación<br />

y la detección de las secuencias amplificadas. Estos tres procesos<br />

van encadenados y, por lo tanto, es necesario que los tres se<br />

realicen correctamente para que, al final del análisis, obtengamos<br />

un resultado correcto. De nada nos servirá un proceso de<br />

amplificación optimizado si no va acompañado de un proceso<br />

de detección que aporte una sensibilidad adecuada. Lo mismo<br />

podremos decir de la utilización de un procedimiento de<br />

preparación de la muestra que aporte un alto índice de<br />

recuperación de las moléculas del ácido nucleico buscado como<br />

condición imprescindible para que el resto de procesos implicados<br />

en la PCR transcurran satisfactoriamente (3).<br />

Con este objetivo, en 1992, <strong>Roche</strong> Molecular Systems (RMS)<br />

comenzó a comercializar reactivos para la realización de los<br />

análisis mediante PCR en el diagnóstico de rutina. Los equipos<br />

de reactivos Amplicor® incluyen todos los componentes necesarios<br />

para la realización de los tres procesos de la técnica, ya que<br />

se demostró que aspectos como el pH de los tampones o el<br />

formato de los diferentes viales repercutían en la calidad final de<br />

los resultados.<br />

El primer paso de la automatización de la PCR fue el diseño de<br />

termocicladores que permitieron la realización de todos los ciclos<br />

en un único bloque térmico, sin tener que mover los tubos de<br />

amplificación entre diferentes incubadores. Pero al introducirse<br />

en la rutina diaria las necesidades de automatización aumentaron,<br />

por lo que en 1995 RMS puso a disposición de los laboratorios<br />

el analizador Cobas Amplicor®. Este sistema permitió la<br />

automatización de los procesos de amplificación y detección, con<br />

lo que se logró un incremento en la precisión y exactitud de los<br />

resultados. Asimismo, la automatización con el Cobas Amplicor<br />

aportó una sustancial mejora en cuanto a la necesidad de<br />

intervención manual que la PCR tenía hasta ese momento, ya<br />

que permitió que la amplificación y la detección sólo necesitasen<br />

la presencia del operador durante 40 minutos, frente a las 2 horas<br />

y 40 minutos en los procedimientos no automatizados (4, 5).<br />

El siguiente paso ha sido encontrar la solución para la preparación<br />

de la muestra. Este primer proceso de la PCR tiene básicamente<br />

dos objetivos: extraer el ácido nucleico y purificarlo, aislándolo<br />

de las proteínas y los iones metálicos. Ahora bien, si de lo que<br />

tratamos es de automatizarlo, deberemos añadir otros objetivos<br />

como la flexibilidad, la capacidad de trabajar con diferentes<br />

pruebas simultáneamente, la posibilidad de añadir nuevas muestras<br />

de manera continuada o la reducción del tiempo de intervención<br />

manual.<br />

La solución aportada al respecto por RMS en el año 2000 es el<br />

sistema Cobas AmpliPrep® (CAP). Este instrumento permite<br />

realizar la extracción del ácido nucleico a partir de la muestra de<br />

una forma específica, de modo que el operador sólo tiene que<br />

cargar las muestras, los reactivos, programar la lista de trabajo y<br />

dar la orden de comienzo. A partir de este momento el usuario<br />

queda liberado de cualquier tarea relacionada con la extracción<br />

y sólo deberá intervenir cuando ésta haya finalizado.<br />

Figura 1. Mezcla de reacción. (QS: Estándar de cuantificación).<br />

Cubeta de reacción a 60 ºC<br />

HCV<br />

Muestra + QS<br />

Sonda HCV<br />

Lisis<br />

Cubeta de reacción<br />

a 37ºC<br />

Estreptavidina<br />

captura la sonda<br />

Micropartícula<br />

magnética<br />

Técnica utilizada en la extracción<br />

El CAP utiliza un tubo de muestra de 2 mL que debe contener<br />

entre 250 µL y 1.100 µL de suero o plasma. Esta muestra la<br />

dispensa en la cubeta de reacción junto con el estándar de<br />

cuantificación (QS), el tampón de lisis y la sonda de captura<br />

específica para cada ácido nucleico a extraer. Esta mezcla de<br />

reacción se incuba a 60 ºC durante 15 minutos. A lo largo de<br />

este tiempo se produce la lisis de la cápside viral y por lo tanto<br />

la liberación del ácido nucleico del virus (figura 1).<br />

A continuación, el brazo de transferencia del CAP coloca la<br />

cubeta de reacción en el incubador a 37 ºC. El descenso de<br />

temperatura induce la hibridación entre el ácido nucleico liberado<br />

y la sonda específica de captura, biotilinada. Esta sonda está<br />

diseñada con la misma secuencia que uno de los cebadores, que<br />

se encargará de realizar la amplificación del fragmento del ácido<br />

nucleico, con lo que se garantiza que solamente el ácido nucleico<br />

buscado sea pipeteado posteriormente en el tubo de amplificación.<br />

Así se garantiza la máxima especificidad en el proceso (6).<br />

Una vez alcanzados los 37 ºC, el CAP pipetea una dilución de<br />

micropartículas magnéticas que llevan fijadas las moléculas de<br />

estreptavidina. La cubeta de reacción se incuba a 37 ºC para que<br />

se produzca la unión de la estreptavidina con la biotina de la<br />

sonda de captura. Al final de esta segunda incubación se habrán<br />

formado los complejos “micropartícula magnética –<br />

estreptavidina – biotina – sonda de captura – ácido nucleico”<br />

(figura 2).<br />

Formado este complejo y por lo tanto extraído el ácido nucleico,<br />

Sonda<br />

biotinilada<br />

HCV o<br />

QS RNA<br />

Figura 2. Captura de la<br />

sonda mediante la<br />

micropartícula magnética.<br />

(QS: Estándar de<br />

cuantificación).<br />

llega el momento de aislarlo y purificarlo. Para ello la cubeta de<br />

reacción se coloca en la posición de lavado, donde se conectan<br />

unos imanes que fijarán las partículas magnéticas y, con ellas el<br />

complejo formado, a la pared de la cubeta de reacción. El Cobas<br />

AmpliPrep aspira líquido de la cubeta y dispensa la solución de<br />

lavado, tras lo cual aspira todo el líquido dejando la cubeta seca<br />

y con los complejos unidos a las micropartículas magnéticas en<br />

el fondo del tubo.<br />

El último paso que realiza el CAP es la colocación de la cubeta<br />

de reacción en la posición de resuspensión y el pipeteo del<br />

diluyente de muestra en la misma, con lo que queda finalizado<br />

el proceso (7). De este modo, al cabo de una hora, el CAP ha<br />

realizado la extracción del ácido nucleico y lo deposita en un<br />

volumen de 250 µl de diluyente.<br />

Características de funcionamiento<br />

El CAP esta diseñado para realizar, simultáneamente, cuatro<br />

diferentes técnicas de extracción de ácidos nucleicos sin<br />

intervención del usuario. Los diferentes reactivos necesarios para<br />

estas extracciones están agrupados en tres casetes diferentes:<br />

- Multireagent: contiene, en tres diferentes viales, la solución de<br />

estándar de cuantificación, las sondas específicas y el diluyente<br />

de muestra.<br />

- Lysis: contiene el tampón de lisis.<br />

- Bead: contiene la mezcla de micropartículas magnéticas.<br />

Es posible cargar, simultáneamente, reactivos para más de 300<br />

28<br />

El diagnóstico molecular en continua evolución<br />

29


<strong>Roche</strong> <strong>Diagnostics</strong> informa / Junio 2001<br />

muestras.<br />

En referencia a las muestras, es posible cargar simultáneamente<br />

hasta un máximo de 72. Al tener un diseño que permite la carga<br />

continua, según finalizan las extracciones de cada 24 muestras,<br />

queda liberada la bandeja correspondiente, pudiendo ser<br />

extraída, introduciendo a continuación una nueva bandeja.<br />

Las cubetas de reacción se cargan en el instrumento en bandejas<br />

de 24 unidades con una capacidad máxima de 3 bandejas. Al<br />

igual que ocurre con las aquellas que contienen las muestras,<br />

según van siendo utilizadas pueden extraerse y sustituirse por<br />

otras nuevas. Cada cubeta de reacción incluye una punta de<br />

pipeta con filtro, de forma que cada muestra se procesa con su<br />

propia punta, lo que evita que se produzca cualquier tipo de<br />

arrastre en el pipeteo de las diferentes muestras. La punta de<br />

pipeta con filtro se desecha junto con cada cubeta de reacción.<br />

Los tubos con tapón de rosca, donde se incorpora el ácido<br />

nucleico extraído se cargan en bandejas con 36 tubos y con un<br />

máximo de 144 tubos simultáneamente. Como todas las<br />

bandejas, según finaliza su uso es posible retirarlas y sustituirlas<br />

por otras nuevas.<br />

Una vez cargadas todas las bandejas necesarias y puesto en<br />

marcha el Cobas AmpliPrep, la primera extracción se realiza en<br />

algo menos de una hora, obteniéndose sucesivas extracciones<br />

cada 2 minutos. En definitiva, la extracción de 24 muestras se<br />

realiza en unas dos horas y la de 48, en tres. En una rutina de<br />

trabajo diaria se pueden realizar 144 extracciones en un turno<br />

de trabajo.<br />

No obstante, toda esta capacidad de trabajo automático no<br />

tendría utilidad si no estuviera garantizada la prevención de la<br />

contaminación del trabajo de extracción de los ácidos nucleicos,<br />

riesgo que se incrementa en las técnicas de amplificación de los<br />

mismos. Esta prevención está garantizada gracias a cuatro<br />

características del CAP:<br />

- utilización de una punta de pipeta con filtro para cada muestra.<br />

- mantenimiento de un flujo de aire ascendente mediante<br />

ventiladores dotados de filtros HEPA. Este flujo continuo de<br />

aire logra que los aerosoles que se llegan a producir sean extraídos<br />

por la parte superior del instrumento y nunca puedan<br />

contaminar las muestras a extraer.<br />

- utilización de lamparas de luz ultravioleta, colocadas en el<br />

interior del CAP. La luz ultravioleta permite la destrucción de<br />

cualquier fragmento de ácido nucleico que permanezca en el<br />

interior del instrumento.<br />

- uso de tubos con tapón de rosca para la muestra a extraer<br />

y para el ácido nucleico extraído. Tubo que destapa el<br />

instrumento en el momento del pipeteo y que permanece cerrado<br />

el resto del tiempo.<br />

Otro aspecto crítico en el trabajo de rutina diaria en los<br />

laboratorios de análisis clínicos es el creciente numero de<br />

muestras que se procesan día a día. Toda medida que contribuya<br />

a evitar este tipo de errores es un factor de seguridad en la<br />

emisión del resultado final de la prueba analítica. El CAP<br />

contribuye a esta seguridad, colocando el tubo final con el ácido<br />

nucleico extraído en la misma posición de la misma bandeja de<br />

muestras donde se introdujo la muestra a extraer. De esta<br />

manera, queda identificado con el mismo código de barras, por<br />

lo que la posibilidad de error en la identificación del tubo de<br />

extracción es prácticamente nula.<br />

En continua evolución<br />

La propuesta actual de trabajo diario con los sistemas Cobas<br />

AmpliPrep y Cobas Amplicor aporta la automatización de los<br />

tres pasos que constituyen los análisis mediante PCR en el<br />

laboratorio de diagnóstico clínico. La reducción que supone en<br />

el tiempo de manipulación de las muestras, pasando desde las<br />

6 horas iniciales a solamente 1 hora y media, implica la liberación<br />

del usuario para la realización de otras pruebas de biología<br />

molecular no automatizadas, especialmente útil a la hora de<br />

realizar la introducción de nuevos parámetros que, debido al<br />

reducido número de muestras a procesar, no justifican su<br />

automatización.<br />

La utilización de instrumentos automáticos para todo el proceso<br />

de PCR conduce a la simplificación de las instalaciones necesarias<br />

en los laboratorios de biología molecular. De las iniciales tres<br />

habitaciones necesarias se pasó a dos, seguidamente a dos áreas<br />

de trabajo y, finalmente, la total automatización lleva a una<br />

única instalación convencional, semejante a la necesaria para<br />

un laboratorio de serología o de química clínica.<br />

Evidentemente, la evolución lógica de la automatización<br />

conducirá a la integración de los tres pasos de un análisis<br />

mediante PCR (extracción de la muestra, amplificación y<br />

detección) en un único instrumento que permitirá la realización<br />

de todo el proceso con la única intervención del usuario para<br />

la colocación de los reactivos, las muestras y la programación<br />

de la lista de trabajo. La siguiente acción del usuario será la<br />

validación de los resultados obtenidos.<br />

La evolución de la PCR en el laboratorio de diagnóstico<br />

continuará con la reducción del tiempo total de realización del<br />

análisis, efectuando una lectura después de cada ciclo de<br />

amplificación. Es la llamada PCR a tiempo real o PCR cinética<br />

(técnica TaqMan®)<br />

Desde este punto de vista, la simplificación de los análisis de<br />

PCR parece situar la tecnología TaqMan® como la evolución<br />

lógica de estas técnicas en el laboratorio de diagnóstico clínico.<br />

Bibliografía<br />

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restriction site analysis of sickle cell anemia. Science 1985; 239:<br />

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2) Mullis KB, Faloona F. Specific synthesis of DNA in vitro via a<br />

polymerasa-catalyzed chain reaction. Methods Enzymol 1987; 155:<br />

335-350.<br />

3) Lassner D, Pustowoit B, Rolfs A. Modern applications of DNA<br />

amplification techniques: problems and new tools. Plenum Pub<br />

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ZG et al. COBAS AMPLICOR: fully automated RNA and DNA<br />

amplification and detection system for routine diagnostic PCR. Clin<br />

Chem 1996; 42: 1915-1923.<br />

5) Jungkind D, Direnzo S, Beavis KG, Silverman NS. Evaluation of<br />

automated COBAS AMPLICOR PCR system for detection of several<br />

infectious agents and its impact on laboratory management. J Clin<br />

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6) Young FE. DNA probes: fruits of the new biotechnology. JAMA<br />

1987; 229: 2404-2406.<br />

7) Miyachi H, Masukawa A, Ohsima T, Hirose T, Impraim C, Ando<br />

Y. Automated specific capture of hepatitis C virus RNA with probes<br />

and paramagnetic particle separation. J Clin Microbiol 2000; 38:<br />

18-21.<br />

30 El diagnóstico molecular en continua evolución<br />

31


Comprometidos<br />

con la solución<br />

Objetivos de la calidad<br />

La gestión planificada de toda actividad profesional requiere<br />

definir unos objetivos de actuación. Estos objetivos se suelen<br />

expresar en términos descriptivos, plasmando de forma escrita<br />

los deseos que se pretenden alcanzar. En el campo del laboratorio<br />

clínico y, concretamente, con relación a la actividad analítica<br />

del mismo, el objetivo fundamental a conseguir debería ser el<br />

satisfacer los requisitos del médico clínico, en su papel de<br />

interpretador del informe producido por el laboratorio.<br />

En la Conferencia internacional de consenso sobre estrategias<br />

para establecer especificaciones globales de la calidad analítica<br />

en el laboratorio clínico, se debatieron diversas alternativas en<br />

las que se consideraron, además de factores metrológicos, factores<br />

pre y posanalíticos que influyen en la calidad analítica (1). Se<br />

aceptó utilizar un modelo jerárquico que ordena los objetivos<br />

en relación inversa a la aplicación clínica de los datos del<br />

laboratorio (Tabla I).<br />

Tabla I: Listado jerárquico de prácticas para determinar las<br />

especificaciones de la calidad analítica, basadas en la satisfacción<br />

de las necesidades médicas.<br />

1. Efecto de las prestaciones analíticas en la toma de<br />

decisiones clínicas específicas: estudio de los resultados<br />

clínicos<br />

C. Ricós.<br />

Laboratoris Clínics Vall d’Hebron, Barcelona.<br />

2. Efecto de las prestaciones analíticas en la toma de<br />

decisiones clínicas<br />

2.1 Decisiones clínicas generales: variación biológica<br />

• Aproximación de Gowans para el error sistemático (5)<br />

• Aproximación de Cotlove para la imprecisión (4)<br />

2.2 Encuesta de opinión a clínicos<br />

3. Recomendaciones de grupos profesionales<br />

4. Especificaciones de la calidad basadas en evaluación<br />

externa de la calidad (también denominadas pruebas de<br />

aptitud)<br />

Soluciones personalizadas para la<br />

organización del laboratorio clínico.<br />

Servicio integral de asesoría, implantación<br />

y procesos de mejora continuada.<br />

4.1 Establecidas por ley (CLIA en USA) (20)<br />

4.2 Establecidas sobre la base de límites fijos o según<br />

el “estado del arte”<br />

5. Evaluación externa de la calidad<br />

6. Publicaciones<br />

Para cumplir los objetivos propuestos, se deben transformar<br />

éstos en especificaciones concretas para diversos indicadores de<br />

la prestación del laboratorio clínico. Los indicadores analíticos<br />

más frecuentemente utilizados son: la imprecisión, el error<br />

33


<strong>Roche</strong> <strong>Diagnostics</strong> informa / Junio 2001<br />

sistemático y el error total (ver el apartado de definiciones).<br />

Ejemplos de indicadores extraanalíticos son: número de muestras<br />

inadecuadas, número de peticiones mal cumplimentadas, tiempos<br />

de respuesta, etc.<br />

En una situación ideal en que fuera perfectamente conocida la<br />

patología concreta que sufre el paciente y que estuvieran bien<br />

delimitados los requisitos de la calidad para el tratamiento<br />

protocolizado, la satisfacción de dichos requisitos sería el objetivo<br />

analítico a cumplir por parte del laboratorio. Sin embargo, esta<br />

es una situación que se presenta en muy escasas ocasiones; se<br />

han descrito especificaciones para la imprecisión de las<br />

determinaciones de HbA1C en el seguimiento de enfermos<br />

diabéticos (2), especificaciones para el error sistemático de las<br />

determinaciones de colesterol en el cribado de la población con<br />

riesgo a padecer enfermedades coronarias (3).<br />

La mayor parte de las solicitudes de análisis clínicos se aplican<br />

para conocer el diagnóstico de una enfermedad en un paciente,<br />

para el cribado de un grupo poblacional, para realizar el<br />

seguimiento de un enfermo (evolución, efecto del tratamiento,<br />

de la dieta, etc.) o para realizar chequeos periódicos del estado<br />

de salud.<br />

En los dos primeros casos, se suelen realizar análisis aislados y<br />

se comparan los resultados con los valores de referencia o bien<br />

con un valor discriminante. Si las determinaciones del laboratorio<br />

están sesgadas se obtendrán resultados por encima (o debajo)<br />

de los límites de referencia o del valor discriminante, produciendo<br />

información incorrecta sobre el estado de salud del paciente.<br />

En el seguimiento de pacientes y en los chequeos periódicos se<br />

realizan análisis seriados. Si la variabilidad de las determinaciones<br />

analíticas es más grande que la variabilidad fisiológica de las<br />

muestras humanas, se producirán resultados seriados dispares<br />

que podrán inducir a falsas interpretaciones de cambio en el<br />

estado de salud del paciente.<br />

Así pues, es lógico deducir que para las aplicaciones clínicas de<br />

diagnóstico y cribado el laboratorio debe mantener acotado su<br />

error sistemático, mientras que para el seguimiento y chequeo<br />

debe reducir su imprecisión.<br />

Especificaciones de la calidad analítica<br />

Anteriormente se ha mencionado que una vez definidos los<br />

objetivos, se han de transformar en especificaciones mensurables<br />

para los indicadores de la actividad del servicio.<br />

En el área del laboratorio clínico se demostró en 1971 que si se<br />

mantiene la imprecisión analítica por debajo de la mitad de la<br />

variación biológica intraindividual, la variabilidad debida al azar<br />

que puede sufrir el resultado de una muestra queda acotado al<br />

11,8% (4). En el año 1988 se demostró que si se mantiene el<br />

error sistemático por debajo de la cuarta parte de la variación<br />

biológica intra más interindividual, sólo un 4% y un 1% de<br />

los resultados pertenecientes a un grupo poblacional quedarán<br />

fuera de los límites de referencia superior e inferior,<br />

respectivamente (5).<br />

En la última década diversos grupos de trabajo han formulado<br />

especificaciones de la calidad basadas en la variación biológica<br />

para aceptar la imprecisión y el error sistemático en la evaluación<br />

de sistemas analíticos para el diagnóstico biológico (6), para los<br />

indicadores del control interno de la calidad (7) y para aceptar<br />

el error total de las determinaciones sometidas a evaluación<br />

externa de la calidad (8). Con el fin de alcanzar los requisitos de<br />

satisfacción médica para las determinaciones de magnitudes con<br />

muy poca (y, en el otro extremo muy alta) variación biológica,<br />

se han propuesto especificaciones mínimas, deseables y óptimas<br />

para la prestación del laboratorio clínico (9).<br />

La Sociedad Española de Bioquímica Clínica y Patología<br />

Molecular (SEQC) sugirió las especificaciones de la calidad<br />

analítica que facilitan la consecución de resultados transferibles<br />

entre diversos laboratorios (10) y, recientemente, ha recomendado<br />

las especificaciones deseables mínimas y óptimas para que<br />

laboratorios clínicos con distintos niveles de recursos satisfagan<br />

los requisitos médicos generales (diagnóstico, cribado y<br />

seguimiento de pacientes) (11).<br />

Componentes de la variación biológica<br />

Aunque la variabilidad de los constituyentes de los fluidos<br />

humanos es debida a numerosos factores, tales como ritmo<br />

biológico, ejercicio físico, condiciones de ayuno o dieta del<br />

paciente, estado emocional, respuesta al clima, funcionalidad<br />

renal y hepática, crecimiento y envejecimiento, se entiende por<br />

variación biológica la fluctuación de la concentración de los<br />

constituyente de los fluidos humanos alrededor de su punto de<br />

equilibrio homeostático.<br />

Desde los años 1970 se han realizado numerosos trabajos con el<br />

propósito de estimar los componentes intra e interindividual de<br />

la variación biológica. Se recogieron cuatro recopilaciones (12-<br />

15) que promediaron los resultados publicados por todos los<br />

autores. Posteriormente se elaboró una base de datos donde se<br />

consideraron los pros y contras de la información publicada,<br />

con el fin de aportar criterios para seleccionar los artículos con<br />

gran fiabilidad (tratamiento estadístico adecuado), estratificar<br />

resultados en caso necesario (hormonas sexuales) o segregar<br />

valores improcedentes (colesterol y triglicéridos en condiciones<br />

de no ayuno). El resultado fue un listado de valores de variación<br />

biológica intra e interindividual para 252 magnitudes biológicas<br />

determinadas en diferentes fluidos humanos (16). De este listado<br />

se derivan las especificaciones deseables, mínimas y óptimas<br />

recientemente recomendadas por la SEQC, como se ha<br />

mencionado anteriormente.<br />

Otros criterios que se pueden usar para definir las especificaciones<br />

de la calidad analítica, descritos en la tabla I, son los determinados<br />

por grupos profesionales y los descritos por organizadores de<br />

programas de evaluación externa de la calidad.<br />

En el primer caso sólo se conoce el trabajo del grupo de expertos<br />

americano sobre el colesterol (National Cholesterol Educaton<br />

Program, NCEP), que estableció un 3% como límites admisibles<br />

para la imprecisión y también para el error sistemático en las<br />

determinaciones de la concentración de dicho constituyente (17).<br />

Los organizadores de programas de evaluación externa de la<br />

calidad informan a sus participantes sobre las prestaciones<br />

obtenidas con diversos métodos analíticos y, algunos de ellos,<br />

publican estos datos en revistas accesibles para los profesionales<br />

del laboratorio clínico (18).<br />

Consecuencias prácticas de la definición de<br />

objetivos de la calidad analítica<br />

La aplicación de las especificaciones de la calidad analítica en la<br />

práctica diaria se materializa en dos actividades concretas (19):<br />

• La selección de las reglas de control interno de la calidad del<br />

proceso analítico. En general, cuanto más próximos estén los<br />

indicadores de la imprecisión y del error sistemático con respecto<br />

a las especificaciones de la calidad, más rigurosa deberá ser la<br />

regla de control (márgenes de seguridad estrechos y mayor<br />

número de determinaciones control por serie analítica).<br />

• La evaluación de las prestaciones analíticas del laboratorio. La<br />

inspección periódica de los resultados del control interno permite<br />

conocer la imprecisión y el error sistemático de los procedimientos<br />

analíticos del laboratorio. La inspección de los resultados del<br />

control externo indica el error total. Si el laboratorio es capaz<br />

de mantener sus indicadores de la calidad analítica por debajo<br />

de las especificaciones, ha cumplido sus objetivos.<br />

DEFINICIONES (21)<br />

Error sistemático (“bias”): diferencia entre la media de un<br />

número infinito de mediciones de una magnitud, realizada bajo<br />

condiciones de repetibilidad, y el valor verdadero.<br />

Error total (inexactitud): discrepancia entre el resultado de una<br />

medición y el valor verdadero de la magnitud biológica medida.<br />

Imprecisión: dispersión de resultados de medidas independientes<br />

obtenidas bajo condiciones especificadas. Se expresa<br />

habitualmente mediante la desviación estándar o el coeficiente<br />

de variación de los resultados control.<br />

Indicador de la calidad: características mensurables de la<br />

actividad.<br />

34 Objetivos de la calidad analítica del laboratorio clínico<br />

35


<strong>Roche</strong> <strong>Diagnostics</strong> informa / Junio 2001<br />

Bibliografía<br />

1) Hyltoft Petersen P, Fraser CG, Kallner A, Kenny D. Estrategias<br />

para establecer especificaciones globales de la calidad analítica en<br />

el laboratorio clínico. Sociedad Española de Química Clínica y<br />

Patología Molecular. Barcelona 1999.<br />

2) Lykten Larsen M, Fraser CG, Hyltoft Petersen P. A comparison<br />

of analytical goals for Hemoglobin A1C. Assays derived using<br />

different strategies. Ann Clin Biochem 1991;28:272-278.<br />

3) Klee G, Schtyver PG, Kisabeth RM. Especificaciones del error<br />

sistemático analítico basadas en el análisis de los efectos de la<br />

prestación sobre los protocolos médicos. En: Estrategias para<br />

establecer especificaciones globales de la calidad analítica en el<br />

laboratorio clínico. Sociedad Española de Química Clínica y Patología<br />

Molecular. Barcelona 1999.<br />

4) Cotlove E, Harris EK, Williams GZ. Biological and analytic<br />

components of variation in long-term studies of serum constituents<br />

in normal subjects. III. Physiological and medical implications. Clin<br />

Chem 1971;16:1028-1032.<br />

5) Gowans EMS, Hyltoft Petersen P, Blaabjerg O, Horder M. Analytical<br />

goals for the acceptance of common reference intervals for<br />

laboratories throughout a geographical area. Scan J Clin Lab Invest<br />

1988;48:757-764.<br />

6) Fraser CG, Hyltof Petersen P, Ricós C, Haeckel R. Proposed quality<br />

specifications for the imprecision and inaccuracy of analytical<br />

systems for clinical chemsitry. Eur J Clin Chem Clin Biochem<br />

1992;30:311-317.<br />

7) Stöckl D, Baadebhuijsen H, Hyltof Petersen P, Libeer, JC, Ricós<br />

C, Theinpont L, Fraser CG. Desirable troutine analytical goals for<br />

quantities assayed in serum . Discussion paper from the members<br />

of the European EQAA Organizers WG on analytical goals. Eur J<br />

Clin Chem Clin Biochem 1995;33:157-169.<br />

8) Ricós C, Baadenhuijsen H, Hyltoft Petersen P, Libeer JC, Stökl D,<br />

Thienpont L, Fraser CG. EQAS currently used criteria for evaluating<br />

performance in European countries and criteria for future<br />

harmonization. Discussion paper from the members of the European<br />

EQAA Organizers WG on analytical goals. Eur J Clin Chem Clin<br />

Biochem 1996;34:159-165.<br />

9) Fraser CG, Hyltoft Petersen P, Libeer JC, Ricós C. Proposals for<br />

setting generally applicable quality goals solely based on biology.<br />

Ann Clin Biochem 1997;34:8-12.<br />

10) Comité de Garantía de la Calidad y Acreditación de Laboratorios.<br />

Comisión de la Calidad Analítica. Transferibildad de los resultados<br />

producidos en el laboratorio clínico. Quim Clin 1996;15:442-444<br />

(fe erratas: Quim Clin 1997;16:218.<br />

11) Comité de Garantía de la calidad y acreditación de Laboratorios.<br />

Comisión de la Calidad Analitica. Especificaciones de la calidad<br />

analítica en laboratorios clínicos con distintos niveles de recursos.<br />

Quim Clin 2000;19:219-236.<br />

12) Ross JW. Evaluation of precision. In: Werner M. Handbook of<br />

clinical chemistry.Vol 1. Boca Raton: CRC press 1982:391-442.<br />

13) Fraser CG. The application of theoretical goals based on biological<br />

variation data in proficiency testing. Arch Pathol Lab Med 1988;<br />

112:404-415.<br />

36<br />

Objetivos de la calidad analítica del laboratorio clínico<br />

14) Fraser CG. Biological variation in clinical chemistry. An update.<br />

Arch Pathol Lab Med 1992; 116:916-923.<br />

15) Sebastián Gambaro MA, Lirón-Hernández PJ , Fuentes-Arderiu<br />

X. Intra- and inter- individual biological variability data bank. Eur<br />

J Clin Cchem Clin Biochem 1997;35:845-852.<br />

16) Ricós C, Alvarez V, Cava F, García-Lario JV, Hernández A, Jiménez<br />

CV, Minchinela J, Perich C, Simón M. Biological variation database.<br />

Pros, cons and progresses. Scan J Clin Lab Invest 1999; 59:491-500.<br />

17) National Cholesterol Education Program (NCEP). Current status<br />

of blood cholesterol measurements in clinical laboratorioes in the<br />

United States: s repor from the Laboratory Standardizaton Panel of<br />

the National Cholesterol Education Program. Clin Chem<br />

1988,34:193-201.<br />

18) Sociedad Española de Bioquímica Clínica y Patolgía Molecular.<br />

Comité de Garantía de la Calidad y Acreditación de Laboratorios.<br />

Programas de Evaluación Externa de la Calidad de Bioquímica de<br />

la SEQC (suero, orina, hormonas/inmunoensayo, proteínas, gases<br />

en sangre, glicoghemoglobina. Quim Clin 2000;19:239-358.<br />

19) Ricós C, Álvarez V, Cava F, García-Lario JV, Hernández A,<br />

Jiménez CV, Minchinela J, Perich C, simón M. Biological variation<br />

database. http://www.westgard.com/guest17/htm.<br />

20) CLIA Requirements for Analytical Quality.<br />

21) International Bureau of Weights and Measures (RIPM),<br />

International Electrotechnical Commission (IEC), International<br />

Fedetation of Clinical Chemsitry (IFCC), International Organization<br />

for Standardization (ISO), International Union of Pure and Pllied<br />

Chemistry (IUPAC), International Union of Pure and Pllied Physics<br />

( IUPAP), International Organizaton of Legal Metrology (OIML).<br />

International Vocabulary of basixc and general terms in metrology.<br />

ISO, Geneva 1993.<br />

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International Union of Pure<br />

and Applied Chemistry<br />

División VII Química y Salud Humana<br />

Dirección técnica y económica<br />

de laboratorios clínicos<br />

Compendio del curso de la IUPAC<br />

X. Fuentes Arderiu, dir.<br />

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Autores<br />

Índice<br />

NO NECESITA<br />

SELLO<br />

A FRANQUEAR<br />

EN DESTINO<br />

RESPUESTA COMERCIAL<br />

Autorización Nº 17289<br />

B.O.C. Nº 18 de 5 de mayo de 1999<br />

<strong>Roche</strong> <strong>Diagnostics</strong> S.L.<br />

Lab <strong>Diagnostics</strong><br />

Marketing<br />

APARTADO 84 F.D.<br />

08080 Barcelona<br />

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Autorización Nº 17289<br />

B.O.C. Nº 18 de 5 de mayo de 1999<br />

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R. Álvarez Echevarría Laboratorio Clínico<br />

Instituto de Nefrología. La Habana. Cuba.<br />

F. Barragán Rastrollo<br />

Servicio de Análisis Clínicos Hospital Mútua de Terrassa. Terrassa.<br />

J.L. Bedini Chesa<br />

Servicio de Bioquímica Clínica. Hospital Clínico y Provincial. Barcelona.<br />

F. Canalias Reverter<br />

Departamento de Bioquímica y Biología Molecular. Universidad Autónoma de Barcelona.<br />

Alfa-Biomed S.A. Barcelona.<br />

M. Calvet Navarro<br />

Laboratorio Clínico. Hospital de Vilafranca. Vilafranca del Penedès.<br />

J.M. Castellví Boada<br />

Laboratorio Clínico. Consorcio Anoia. Igualada.<br />

M. Ferré Masferrer<br />

Servicio de Bioquímica Clínica. Ciudad Sanitaria y Universitaria de Bellvitge.<br />

L'Hospitalet de Llobregat.<br />

X. Fuentes Arderiu<br />

Servicio de Bioquímica Clínica. Ciudad Sanitaria y Universitaria de Bellvitge<br />

L'Hospitalet de Llobregat. Departamento de Bioquímica y Biología Molecular, División<br />

IV. Universidad de Barcelona.<br />

F.J. Gella Tomás<br />

Departamento de Bioquímica y Biología Molecular.Universidad Autónoma de Barcelona.<br />

BioSystems, S.A. Barcelona<br />

S. Gràcia García<br />

Departamento de Salud Pública. Universidad de Barcelona.<br />

J.I. Hornos Vila<br />

General Lab. Barcelona.<br />

J. Miró Balagué<br />

Laboratorio Clínico. Hospital de Viladecans. Viladecans. Departamento de Bioquímica<br />

y Biología Molecular, División IV. Universidad de Barcelona.<br />

L. Murgui Luna<br />

Servicio de Informática. Ciudad Sanitaria y Universitaria de Bellvitge.<br />

L'Hospitalet de Llobregat<br />

M.A. Navarro Moreno<br />

Servicio de Bioquímica Clínica. Ciudad Sanitaria y Universitaria de Bellvitge<br />

L'Hospitalet de Llobregat.<br />

J. B. Ortolá Devesa<br />

Laboratorio de Análisis Clínicos. Hospital General Universitario Morales Meseguer.<br />

Murcia.<br />

M.T. Panadero García<br />

<strong>Roche</strong> <strong>Diagnostics</strong>. Marketing Lab-<strong>Diagnostics</strong>. Barcelona.<br />

J.M. Queraltó Compañó<br />

Servicio de Bioquímica. Hospital de la Santa Creu i Sant Pau. Barcelona<br />

Departamento de Bioquímica y Biologia Molecular. Universidad Autónoma de Barcelona.<br />

El laboratorio clínico en España y en la J. Miró Balagué<br />

Unión Europea.<br />

Modelos de organización.<br />

J. Ortolá Devesa<br />

Evaluación de la actividad y diseño de la J. Miró Balagué<br />

plantilla.<br />

Dirección del personal.<br />

R. Álvarez Echevarría<br />

Buenas prácticas de reunión. M. Calvet Navarro<br />

Propiedades y unidades.<br />

X. Fuentes Arderiu<br />

Errores e incertidumbre de medida. F.J. Gella Tomás<br />

Materiales de referencia: conmutabilidad F. Canalias Reverter<br />

y trazabilidad.<br />

Calidad y normalización.<br />

X. Fuentes Arderiu<br />

Certificación y acreditación.<br />

M. Panadero García<br />

Auditorias cualitológicas.<br />

M. Ferré Masferrer<br />

Requisitos cualitológicos.<br />

X. Fuentes Arderiu<br />

Formación continuada.<br />

F. Canalias Reverter<br />

Avances tecnológicos.<br />

J.L. Bedini Chesa<br />

Política instrumental y selección de J.L. Bedini Chesa<br />

analizadores.<br />

Selección de sistemas informáticos. L. Murgui Luna<br />

Inteligencia artificial.<br />

J.M. Queraltó Compañó<br />

Internet e intranets.<br />

L. Murgui Luna<br />

Revisiones sistemáticas.<br />

S. Gràcia García<br />

Catálogo de magnitudes bioquímicas y X. Fuentes Arderiu<br />

petición.<br />

Datos interpretativos y manual del X. Fuentes Arderiu<br />

usuario.<br />

Informe de laboratorio clínico.<br />

X. Fuentes Arderiu<br />

Previsión de costes.<br />

F. Barragán Rastrollo<br />

Diagnóstico guiado por el valor y gestión M. Calvet Navarro<br />

basada en las limitaciones.<br />

Adecuación de la utilización del<br />

laboratorio clínico: estrategias para<br />

modificar la demanda.<br />

Mercadotecnia.<br />

Investigación y desarrollo.<br />

J.M. Queraltó Compañó,<br />

J.M. Castellví Boada<br />

J.I. Hornos Vila<br />

M.A. Navarro Moreno

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