Martha Chapa - Revista EL BUHO

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El Búho
Ana Luisa Olivares Escalera.
La República Árabe Saharaui Democrática 1 cumple
con los elementos y características que,
según el Derecho Internacional Público, definen
y constituyen un Estado. Para ello utilizo el argumento
jurídico del Dr. Modesto Seara Vázquez, que determina:
“…El nacimiento de un Estado es indudablemente una
cuestión de facto, independientemente del Derecho;
los Estados se forman históricamente; sólo después
de su formación se encuentran sometidos al Derecho
Internacional Público.” 2
Derivado de lo anterior, existen dos teorías para
explicar el reconocimiento de Estados: mientras la
Teoría Constitutiva sostiene que, antes del reconocimiento,
la comunidad política en cuestión no tiene la
cualidad plena de Estado y por lo tanto no es sujeto
de Derecho Internacional Público, viniendo a ser el
reconocimiento de los otros Estados lo que le da tal
cualidad; la Teoría Declarativa considera que la cualidad
estatal la tiene la nueva comunidad aún antes del reconocimiento,
y el Estado que le otorga el reconocimiento
no hace más que aceptar un hecho. 3
Ambas teorías armonizan al considerar que el
reconocimiento es un acto discrecional de los Estados,
que pueden negarse a otorgarlo, sin que el Derecho
Internacional establezca una obligación particular a ese
respecto; el nacimiento de un Estado y su personalidad
internacional no puede supeditarse al reconocimiento
de los otros Estados; el no reconocimiento por parte
de un Estado no significa que el Estado naciente no
exista; el reconocimiento se limita a producir efectos
más amplios entre el Estado reconocido y el que otorga
el reconocimiento; y, ambos tendrán que cumplir
con las normas de convivencia que impone el Derecho
Internacional Público. 4
En este tenor, la existencia del Estado saharaui es
indiscutible e inobjetable; ya que, hasta la fecha está
reconocido como Estado soberano por 83 Estados,
México entre ellos, y es miembro de varias organizaciones
internacionales, una de éstas, la Unión Africana.
De hecho, hablamos del Estado saharaui debido a que
no se puede concebir de otra manera; esto es, como
simplemente una Nación, un Pueblo o una Secesión de
Estados; las primeras dos acepciones se tomarían en un
sentido simplista respecto a la definición que describe
concretamente la realidad saharaui, un Estado; y, la tercera,
una figura del Derecho Internacional Público que
podría usarse a la par del principio de la libre determinación
de los pueblos; el cual debe ejercerse libremente
por los saharauis por la celebración de un Referéndum.
Este Referéndum plantea la libre determinación de
los habitantes saharauis que fueron censados en 1974,
por el Gobierno General del Sahara 5 –dependiente
del Gobierno español– arrojando un resultado de 74,
000 saharauis –seminómadas solamente–; entre dos
opciones: la conformación de un nuevo Estado o la
integración de su territorio a la soberanía del Reino de
Marruecos. 6
La celebración del Referéndum nos lleva a otra
razón –la más actual– por la cual el gobierno marroquí
busca confundir a la Sociedad Internacional e impedir