10.06.2014 Views

Descargar número completo (5,95 MB) - Eikasia

Descargar número completo (5,95 MB) - Eikasia

Descargar número completo (5,95 MB) - Eikasia

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Pérez Herranz, Fernando-M.: «Lenguaje e intuición espacial»<br />

EPÍLOGO<br />

Si el análisis realizado hasta aquí hubiese sido pertinente, si la TC ofreciese un<br />

interés semántico verdadero que llegara a sacarnos del impasse sintáctico al que ha<br />

conducido la Lógica en Semántica, la pregunta que nos sale al paso procede todavía del<br />

«paradigma» sintactista: ¿No estaremos, simplemente, ejemplificando en el lenguaje<br />

ordinario algunos conceptos científicos (lógicos o topológicos) de nuestro tiempo?<br />

A principios de siglo, Russell utilizó algunas frases que hicieron época -«El<br />

actual rey de Francia es calvo», «Jorge IV deseaba saber si Scott era el autor de<br />

Waverley», etc.-, que a algunos filósofos del lenguaje les llegaron a parecer el<br />

paradigma mismo del lenguaje natural. La riqueza semántica de estas oraciones, sin<br />

embargo, es mínima, aunque sus posibilidades lógico-sintácticas fueron y son<br />

numerosas, como bien lo patentiza la abundante bibliografía sobre el tema en cuestión.<br />

Ahora podríamos encontrarnos en una situación análoga, sólo que cambiando los cultos<br />

e históricos ejemplos russellianos por otros más vulgares como «Juan envía una carta a<br />

Pedro» o bíblicos como «Eva da una manzana a Adán». La única vacuna contra este<br />

quid pro quo sería ampliar la cantidad de ejemplos. La Lógica ya lo hizo cumplidamente<br />

por medio del hardware de los ordenadores, donde ha alcanzado un máximo de<br />

rendimiento, pero sólo como Sintaxis. Mas, cuando se propone un modelo semántico,<br />

ampliar el <strong>número</strong> de ejemplos significa entrar, sin ambigüedades y con todas las<br />

consecuencias, en el lenguaje ordinario. Ahora bien, dado que estamos iniciando este<br />

camino, convendría restringir el análisis a textos algo más elaborados, literanos,<br />

poéticos, para comprobar la potencia del intento y que, además, estuviesen escritos<br />

antes de constituirse la teoría, con lo que se evita el riesgo de los ejemplos ad hoc. Esto<br />

es lo que ha pretendido hacer este estudio introductorio. Sin embargo, después de la<br />

sociología marxiana, de Popper o de Kuhn, sabemos que las teorías científicas están<br />

sobredeterminadas por componentes de muy diversa índole -económica, política,<br />

cultural, etc.-, y que, a la vez, muchos de estos conceptos reflejan conceptos científicos.<br />

Las teorías científicas ni son «partos de Zeus» ni creaciones de la nada. Enmarcadas en<br />

contextos mucho más amplios y complejos, interrelacionadas con el mundo de la<br />

<strong>Eikasia</strong>. Revista de Filosofía, año VI, 35 (noviembre 2010). http://www.revistadefilosofia.com 389

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!