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Pérez Herranz, Fernando-M.: «Lenguaje e intuición espacial»<br />

CAPITULO 3. UNI- Y N-DIMENSIONAL<br />

El capítulo 1 ha querido mostrar la manera «conjuntista» de pensar. Desde el<br />

punto de vista de la coherencia, incluso de la elegancia, el planteamiento es perfecto: se<br />

comienza con la definición de conjunto mediante el axioma de extensión y, una vez<br />

introducido el concepto de función, se termina asegurando la existencia de algún<br />

conjunto, según el axioma de elección. Se parte del conjunto vacío y se alcanza la<br />

hipótesis del continuo como resultado.<br />

El capítulo 2 ha pretendido acercarse a la manera de pensar «topo-lógica», que<br />

sugiere una dirección diferente al modo de pensar «conjuntista». La topología considera<br />

los objetos matemáticos desde una perspectiva bastante grosera si, como dice la<br />

leyenda, «el topólogo es el matemático que no puede dar razón de la diferencia entre<br />

una rosquilla y una taza de café». Claro que si recordamos la definición que un<br />

formalista como Russell hace de las matemáticas (conjuntistas) -«la ciencia en la que no<br />

sabemos de lo que estamos hablando ni si lo que decimos es verdad»-, entonces, ¡mejor<br />

olvidarse de las matemáticas! Pero ¿cómo olvidarlas, cuando ya Platón prohibía la<br />

entrada en la Academia a «quienes no saben geometría»?<br />

La cuestión es: ¿Por qué el topólogo rechaza al conjuntista? ¿De dónde su<br />

enfrentamiento? Para el conjuntista, las matemáticas del continuo son un<br />

empobrecimiento de las matemáticas de lo discreto. Para el topólogo, el continuo es una<br />

realidad operacional y la existencia de modelos enumerables significa pobreza del<br />

lenguaje formal como medio de imitación de los razonamientos no formales. Mas la<br />

«pobreza del lenguaje formal» no puede hacernos olvidar que toda proposición, incluso<br />

las aserciones del topólogo, se hace en un lenguaje de carácter discreto, lineal, un/'-<br />

dimensional. Nuestro saber tiene una estructura proposicional: nuestras opiniones,<br />

nuestras creencias, nuestros valores... se explicitan en forma de enunciado. Por eso es<br />

necesario codificar las morfologías intuitivas (tridimensionales) por medio de álgebras,<br />

de símbolos unidimensionales, lo que nos obliga a tener en cuenta las herramientas de<br />

análisis de lo discreto que se aplican también al lenguaje. De ahí que necesitemos un<br />

190 <strong>Eikasia</strong>. Revista de Filosofía, año VI, 36 (enero 2011). http://www.revistadefilosofia.com

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