Carta al Editor. - Revista Biomédica

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Rev Biomed 1995; 6:53-54.
Carta al Editor.
LA DETECCION DE ANTICUERPOS CONTRA EL VIRUS DE LA INMUNODEFICIENCIA HUMANA
COMO EVALUACION PRENUPCIAL.
En nuestro estado como en el resto del país, la
infección por el virus de la inmunodeficiencia humana
(VIH), está predominantemente asociada a la
transmisión por vía sexual.
La transmisión por prácticas heterosexuales ha
mostrado, en fechas recientes, una tendencia
ascendente. En Yucatán, si bien esta vía no es
predominante, se ha notado un incremento en el
número de mujeres infectadas, cuyo factor de riesgo
es la práctica bisexual de sus parejas.
Hasta diciembre de 1994, en el estado de
Yucatán, entre los casos de SIDA reportados, la
transmisión heterosexual había ocurrido en el 66%
(18/27) de las parejas conyugales de los hombres que
inicialmente se identificaron como infectados por el
VIH y en el 20% (1/5) de las parejas en las que la
mujer era diagnosticada inicialmente como portadora
del VIH. La edad de la presentación del SIDA en
estos pacientes y el tiempo de unión conyugal al
diagnóstico, muestran claramente que la mayoría de
ellos estaban infectados al formar esta unión conyugal.
Estos datos nos hacen pensar en la necesidad de
considerar la detección de la infección por el VIH
como una acción preventiva en las parejas prenupciales.
Esta postura ha recibido fuerte oposición, incluso de
organismos internacionales, considerándola como
discriminatoria y violatoria de los derechos humanos.
Los grupos y organismos que se oponen a esta
medida, alegan consecuencias graves para el solicitante
que resulte positivo, ya que puede producirse rechazo
entre familiares y amigos, pérdida del empleo, además
de daños importantes a su salud mental. Consideran
además -desde su punto de vista- una medida
ineficiente para la detección de casos nuevos y
altamente costosa (1).
La Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos confiere a todos los individuos la protección
de los derechos humanos que otorga no sólo el orden
jurídico mexicano sino también el internacional. Es
por ello que al hablarse de derechos humanos no
puede hacerse discriminación, ya que todos tenemos
los mismos derechos, por lo que esta medida respalda
los derechos de la pareja y de la futura familia. De
ninguna manera es discriminatoria, ya que los
resultados no tienen porque ser públicos, sino deberán
ser guardados con la más alta confidencialidad, como
se ha venido realizando desde que se implementó el
requisito de obligatoriedad en los donadores de sangre.
Es conveniente aclarar que este procedimiento
no tiene la finalidad de investigar casos nuevos, sino
es ante todo un método preventivo primario.
Si bien esta prueba implica un costo, por lo
general no es una carga económica para el estado,
sino es el propio individuo el que solventa su costo.
Además, aún si el estado hiciera el gasto esto se
justificaría plenamente como se ha demostrado en la
Vol. 6/No. 1/Enero-Marzo, 1995.

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CJ Castro-Sansores, N Pavía-Ruz.
detección de los donadores de sangre del estado de
Yucatán durante 1994, en donde la prevalencia fue de
0.25%, y una frecuencia similar (0.17%) fue encontrada
en un escrutinio de parejas que acudieron a hacerse la
detección del VIH antes de contraer matrimonio
(Alvarez-Moguel R. Estadísticas del Centro Estatal
de la Transfusión Sanguínea de Yucatán.
Comunicación Personal, Enero de 1995).
Así debemos concluir que la detección prenupcial
de la infección por el VIH está en apego pleno a los
derechos humanos de la pareja y de la familia, de
ninguna manera pretende perseguir o estigmatizar a la
persona seropositiva, ya que esta medida debe formar
parte de un programa preventivo; además nos brinda
la oportunidad para educar a la pareja en cuanto a las
medidas de prevención del SIDA.
Como recientemente se ha publicado en la
“Norma Oficial Mexicana para la Prevención y Control
de la Infección por el Virus de la Inmunodeficiencia
Humana, NOM-010-SSA2-1993” (2), la prueba no
deberá ser obligatoria, ya que esta condición no excluye
la opción, en caso de negar esta indicación, de
integrarse como pareja. Así, la prueba debe ser
propuesta y sugerida.
El objetivo de este enfoque es prevenir a la
pareja no infectada. De ninguna manera será un
impedimento para contraer matrimonio en caso de
que alguno de los componentes de la pareja resulte
infectado. Pero con un enfoque razonable, con el
conocimiento del riesgo, permitiría al mismo individuo
tomar su propia decisión.
REFERENCIAS.
1.- Secretaría de Salud, Comentarios Recibidos al
Proyecto de Norma Oficial Mexicana NOM-010-
SSA2-1993 para la Prevención y Control de la
Infección por el Virus de la Inmunodeficiencia
Humana. Boletín Mensual SIDA/ETS; 1994; 8 (6)
(Supl): 4-32.
2.- Secretaría de Salud, Norma Oficial Mexicana
NOM-010-SSA2-1993, Diario Oficial de la
Federación. Tomo CDXCVI, No. 12; 17 de Febrero
de 1995, pp 37-51.
Carlos J. Castro-Sansores.
Norma Pavía-Ruz.
Centro de Investigaciones Regionales
“Dr. Hideyo Noguchi”, Lab. de Hematología.
Av. Itzaés No. 490, C.P. 97000
Mérida, Yucatán, México.
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