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La vida de Julio Herrera y Reissig a cien años de ... - Prisa Ediciones

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Nuevo libro <strong>de</strong> Aldo Mazzucchelli<br />

<strong>La</strong> <strong>vida</strong> <strong>de</strong> <strong>Julio</strong> <strong>Herrera</strong> y <strong>Reissig</strong><br />

a <strong>cien</strong> años <strong>de</strong> su muerte<br />

Abril 2010<br />

En Uruguay, <strong>Julio</strong> <strong>Herrera</strong> y <strong>Reissig</strong> es poco más que el<br />

nombre <strong>de</strong> una calle. Sin embargo, prestigiosas publicaciones<br />

<strong>de</strong> literatura <strong>de</strong> fuera <strong>de</strong>l país, como la Princeton<br />

Encyclopedia of Literature, lo han catalogado como “el más<br />

gran<strong>de</strong> poeta <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>rnismo, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> Rubén Darío, el<br />

verda<strong>de</strong>ro vínculo entre el siglo XIX y el XX en la literatura<br />

latinoamericana”. Para más datos sobre el reconocimiento<br />

que tiene a nivel internacional cabe agregar que en 1998 la<br />

UNESCO publicó su poesía completa en una lujosa edición.<br />

<strong>Herrera</strong> y <strong>Reissig</strong>, Delmira Agustini, María Eugenia Vaz<br />

Ferreira, Horacio Quiroga, José Enrique Rodó y Roberto <strong>de</strong><br />

las Carreras caminan <strong>de</strong> nuevo juntos por las calles <strong>de</strong> su<br />

ciudad en este libro, “<strong>La</strong> mejor <strong>de</strong> las fieras humanas”. Vida<br />

<strong>de</strong> <strong>Julio</strong> <strong>Herrera</strong> y <strong>Reissig</strong>, <strong>de</strong> Aldo Mazzucchelli.<br />

En prosa <strong>de</strong> exquisita elegancia, Mazzucchelli reúne lo<br />

que a menudo ha parecido <strong>de</strong>sconectado, en una investigación<br />

sin prece<strong>de</strong>ntes que <strong>de</strong>rriba una serie <strong>de</strong> lugares comunes<br />

sobre <strong>Herrera</strong> y <strong>Reissig</strong> y aporta información, cartas,<br />

fotografías y textos hasta ahora <strong>de</strong>sconocidos. <strong>La</strong> biografía<br />

<strong>de</strong> un poeta cuya <strong>vida</strong> todavía encierra un mensaje acerca<br />

<strong>de</strong> la excelencia como único <strong>de</strong>stino posible para una sociedad<br />

en riesgo crónico <strong>de</strong> provincianismo, y que, a <strong>cien</strong> años<br />

<strong>de</strong> su muerte, sigue ha<strong>cien</strong>do maravillar al lector contemporáneo<br />

por su capacidad <strong>de</strong> anticipación y la lujosa sonoridad<br />

<strong>de</strong> sus palabras.


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Abril 2010<br />

“Es más fácil escribir la biografía <strong>de</strong> un<br />

sujeto <strong>de</strong>sconocido, que la <strong>de</strong> uno conocido.<br />

Del conocido creemos conocer más,<br />

y aunque todo lo que “sepamos” sea una<br />

mentira y una mistificación, igual habrá<br />

que luchar contra ellas para dar una visión<br />

más compleja, más equilibrada y más interesante.<br />

<strong>Herrera</strong> y <strong>Reissig</strong> es un caso<br />

especialmente <strong>de</strong>sgraciado. El imaginario<br />

montevi<strong>de</strong>ano ha creído saber <strong>de</strong> él que<br />

vivió <strong>de</strong> espaldas a su pueblo, que no contribuyó<br />

ni le interesó la política; que fue un<br />

señorito patricio; que sus <strong>de</strong>splantes eran<br />

inventados; que inventar <strong>de</strong>splantes es<br />

algo poco recomendable; o también, que<br />

fue <strong>de</strong>sconocido e ignorado en su ciudad<br />

hasta que murió; que fue pobre; que fue<br />

<strong>de</strong>sgraciado; que fue dominado por De<br />

las Carreras; que su <strong>vida</strong> fue provinciana<br />

y que no vale nada; que tenía una amada<br />

i<strong>de</strong>al llamada Julieta; que su poesía es extravagante;<br />

que era un atrevido; que tenía<br />

una enfermedad espiritual; que vivía en la<br />

Torre <strong>de</strong> los Panoramas; que eso era una<br />

Torre <strong>de</strong> Marfil <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la que pontificó, <strong>de</strong><br />

espaldas al pueblo, poesías europeizantes;<br />

que era un parisino. <strong>La</strong> lista, espolvoreada<br />

con algunos polvos <strong>de</strong> verdad, pero<br />

agobiante <strong>de</strong> lugares comunes, es el modo<br />

en el que una zona <strong>de</strong> la mentalidad uruguaya,<br />

la parte, precisamente, que <strong>Herrera</strong><br />

y <strong>Reissig</strong> fulminó con sus anatemas, se ha<br />

cobrado, sin hacerlo <strong>de</strong>liberadamente, el<br />

exceso <strong>de</strong> luci<strong>de</strong>z <strong>de</strong> <strong>Herrera</strong> y <strong>Reissig</strong>, un<br />

tipo lleno <strong>de</strong> <strong>de</strong>fectos pero que tenía dos<br />

virtu<strong>de</strong>s duras como el diamante: entendía<br />

todo, y escribía extraordinariamente”.<br />

“El niño que ha nacido aquella medianoche<br />

llena <strong>de</strong> amenazas lleva el nombre<br />

Julián, y el nombre <strong>Julio</strong>—a<strong>de</strong>más <strong>de</strong>l<br />

paterno Manuel—. El primero, nombre <strong>de</strong><br />

pila <strong>de</strong> su tío, y el segundo el que éste<br />

había adoptado, aunque no lo llevaba<br />

<strong>de</strong> bautismo. Un misterio pertinaz ro<strong>de</strong>aba<br />

el nacimiento <strong>de</strong>l poeta en la familia.<br />

Ese misterio es el <strong>de</strong> la bastardía, o mejor<br />

dicho, el <strong>de</strong> una negociación entre los<br />

hermanos <strong>Herrera</strong> y Obes y las hermanas<br />

<strong>Reissig</strong>, para solucionar cierto inconveniente<br />

que habría surgido en el otoño <strong>de</strong><br />

1874. Aparentemente ese tío <strong>Julio</strong> <strong>Herrera</strong><br />

y Obes, soltero y seductor contumaz,<br />

habría llevado amores durante un tiempo<br />

con Juanita <strong>Reissig</strong>, la hermana mayor <strong>de</strong><br />

su cuñada Carlota, y que estaba ya entonces<br />

casada hacía un año con el riquísimo<br />

Manuel Buxareo. En otoño <strong>de</strong>l 74, al saberse<br />

embarazada Juanita, <strong>de</strong>cidieron los<br />

<strong>Herrera</strong> y las <strong>Reissig</strong> hacerse cargo <strong>de</strong>l<br />

asunto en familia. De esa leyenda familiar,<br />

<strong>de</strong> la que no hay más que insistentes<br />

testimonios indirectos, y unos indicios que<br />

casi da vergüenza llamar tales, surge la<br />

posibilidad <strong>de</strong> que <strong>Julio</strong> <strong>Herrera</strong> y <strong>Reissig</strong>,<br />

cuyos apellidos en cualquier caso no<br />

habrían cambiado un ápice, haya sido en<br />

realidad hijo <strong>de</strong> sus tíos.”<br />

“Resulta bastante difícil creer en un ocultamiento<br />

<strong>de</strong> este calibre <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> una familia<br />

<strong>de</strong> muchos hermanos, muy conocida,<br />

con gente pública expuesta continuamente<br />

al comentario y el escrutinio <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más,<br />

involucrando a tres apellidos <strong>de</strong> primerísimo<br />

nivel social en la relativamente pequeña<br />

sociedad <strong>de</strong>l Montevi<strong>de</strong>o <strong>de</strong> entonces.<br />

¿Dón<strong>de</strong> se produjo el parto? ¿Quiénes estaban?<br />

¿Cómo se instruyó a los hermanos<br />

mayores, ya adolescentes, acerca <strong>de</strong> este<br />

nuevo niño que había aparecido sin embarazo<br />

ni aviso previo? ¿Por qué el supuesto<br />

marido engañado, Manuel Buxareo, acce<strong>de</strong><br />

a aparecer como padrino <strong>de</strong>l hijo <strong>de</strong> su<br />

esposa? En cualquier caso, ese carácter <strong>de</strong><br />

“especial” <strong>de</strong>l niño nacido a comienzos <strong>de</strong>l<br />

año setenta y cinco aparece una y otra vez<br />

en el <strong>de</strong>cir familiar, señal <strong>de</strong> que refiere a<br />

algo, si no <strong>de</strong>mostrado, al menos posible.”<br />

“A los once años <strong>Julio</strong> <strong>Herrera</strong> y <strong>Reissig</strong><br />

era un niño muy pálido y dulce, primando<br />

una sensibilidad casi femenina. Tenía para<br />

entonces un cuerpo “alargado y <strong>de</strong> hombros<br />

estrechos”. Todo el mundo habla también<br />

<strong>de</strong> “bondad”, ese vago atributo, que<br />

no obstante tanta gente cree ser capaz <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>tectar con cierta facilidad. Una mezcla<br />

<strong>de</strong> ingenuidad y falta <strong>de</strong> experiencia parecen<br />

“bondad” a menudo, como en aquel<br />

niño a quien “las virtu<strong>de</strong>s hogareñas <strong>de</strong><br />

sencillez un poco rígida lo preservaban <strong>de</strong><br />

los contactos severos <strong>de</strong> lo real, y conser-


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Abril 2010<br />

vó siempre, hasta en los días amargos <strong>de</strong><br />

sus gran<strong>de</strong>s luchas <strong>de</strong> hombre, y <strong>de</strong> artista,<br />

<strong>de</strong>lica<strong>de</strong>zas <strong>de</strong> planta no expuesta al<br />

polvo <strong>de</strong> los caminos”que involucre a ese<br />

sexto hijo, <strong>Julio</strong>, que cosechará varios por<br />

mérito propio en el futuro.”<br />

“El tiempo <strong>de</strong> la estadía en Buenos Aires<br />

va llegando a su fin. A comienzos <strong>de</strong><br />

febrero hace un fugaz viaje, en tren, a Rosario.<br />

Por esos días se ha enterado a<strong>de</strong>más<br />

<strong>Julio</strong> <strong>de</strong> que Julieta ha conversado<br />

con un joven llamado Emilio Frugoni —conocido<br />

<strong>de</strong>l poeta, quien con el tiempo se<br />

convertirá en el lí<strong>de</strong>r <strong>de</strong>l Partido Socialista<br />

<strong>de</strong>l Uruguay—. Conversado, o acaso, siquiera<br />

ha estado presente cuando el joven<br />

pasó por su puerta. Al anunciarle su fecha<br />

<strong>de</strong> llegada, le dice, siempre en ese ambiguo<br />

tono irónico:<br />

“Adiós, pues; si me amas ten fuerza<br />

para aguardar unos días más; esta vez no<br />

será para Marzo, Abril y Mayo sino para<br />

el 28 <strong>de</strong> Febrero ó el 1º <strong>de</strong> Marzo; yo te<br />

TITULO: “<strong>La</strong> mejor <strong>de</strong> las fieras humanas”.<br />

Vida <strong>de</strong> <strong>Julio</strong> <strong>Herrera</strong> y <strong>Reissig</strong><br />

AUTOR: Aldo Mazzucchelli<br />

SELLO: Taurus<br />

PÁGS: 662<br />

ISBN: 978-9974-95-374-1<br />

PVP: $ 480<br />

avisaré por carta para que no te asustes<br />

al verme llegar por la esquina, ó si quieres<br />

que te sorprenda, con Frugoni...”<br />

“<strong>La</strong> morfina, la que protagoniza el sitio<br />

imaginario <strong>de</strong>l narrador <strong>de</strong> “Ma<strong>de</strong>moiselle<br />

Jaquelin”, juega un rol continuo en esas<br />

crisis <strong>de</strong> salud, y también fuera <strong>de</strong> ellas.<br />

Es su compañera <strong>de</strong> enfermo sueño y <strong>de</strong><br />

normal vigilia, como se la vio usar Gálvez<br />

un día que estaban paseando tranquilamente<br />

por Montevi<strong>de</strong>o. Se lo cuenta como<br />

al pasar a Julieta, lo que también muestra<br />

que para ella era cosa sabida.”<br />

“¿Pue<strong>de</strong>, la sociedad <strong>de</strong> biznietos <strong>de</strong>l<br />

‘900, enten<strong>de</strong>rlo distinto ahora? Al final <strong>de</strong><br />

su <strong>vida</strong>, enfermo, dialogando quién sabe<br />

con su gato, tratando <strong>de</strong> terminar la Tertulia<br />

lunática, ya aislado en su casa <strong>de</strong> altos<br />

en la calle Buenos Aires, hace un párrafo<br />

que es un balance, un mea culpa, y un manifiesto<br />

<strong>de</strong> orgullosa premonición:<br />

“Soy franco como un salvaje. Mi severidad<br />

en cuestiones estéticas no tiene límites.<br />

Es impertinente,soberbia, casi pedantesca.<br />

No conozco las con<strong>de</strong>scen<strong>de</strong>ncias<br />

en arte. <strong>La</strong>s transacciones, las medias<br />

tintas, me repugnan. Será por esto por lo<br />

que no me quieren mis colegas y jamás<br />

me consultan... Aunque, a <strong>de</strong>cir verdad,<br />

me admiran y respetan como a bárbaro<br />

antiguo pertrechado <strong>de</strong> mazas.”<br />

DATOS DEL AUTOR:<br />

Aldo Mazzucchelli (Montevi<strong>de</strong>o, 1961)<br />

es profesor en el Department of Hispanic<br />

Studies <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong><br />

Brown, en Nueva Inglaterra, una <strong>de</strong><br />

las ocho universida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la “Ivy<br />

League” norteamericana. Obtuvo su<br />

PhD en la Universidad <strong>de</strong> Stanford,<br />

California, precisamente con un trabajo<br />

sobre el Tratado <strong>de</strong> la imbecilidad<br />

<strong>de</strong>l país <strong>de</strong> <strong>Herrera</strong> y <strong>Reissig</strong>,<br />

que al publicarse luego en Montevi<strong>de</strong>o<br />

(Taurus, 2006) agotó sus<br />

dos ediciones. Reconocido poeta,<br />

su trabajo está incluido en diversas<br />

antologías <strong>de</strong> poesía uruguaya contemporánea<br />

publicadas en el país y<br />

fuera <strong>de</strong> él. Columnista y colaborador<br />

en diferentes medios periodísticos<br />

<strong>de</strong> Montevi<strong>de</strong>o <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los años<br />

ochenta, fue luego subeditor general<br />

<strong>de</strong> la revista Posdata (1994-2000), y<br />

dirigió su suplemento cultural, Insomnia<br />

(1997-2000). Ha publicado, entre<br />

otros temas, ensayos teóricos sobre<br />

metáfora, y sobre las relaciones<br />

entre ocultismo y cultura. Durante<br />

seis años (1994-2000) publicó en<br />

Posdata una columna sobre aspectos<br />

estéticos <strong>de</strong>l fútbol bajo el seudónimo<br />

<strong>de</strong> David Martino.

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