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PRENSA LIBRE
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Guatemala, jueves 10 de noviembre de 2011
CULTURA
SÍGANOS EN:
.com
Editora: Patricia Orellana g Coeditor: Cristian Noé Dávila g Diseño: Pablo Juárez/Carlos Fedorenko g Tel.: 2412-5600/Fax: 2230-1379
POR BRENDA MARTÍNEZ
ARTES PLÁSTICAS
El cielo y la vegetación del
místico e histórico Cerrito del
Carmen, en la zona 1, han servido
de paredes imaginarias a la Escuela
de Arte Max Saravia Gual,
donde se han impartido durante
40 años clases de dibujo y pintura
aunsinnúmero de alumnos, algunos
de los cuales se han convertido
en figuras destacadas del
arte nacional.
El pintor Jaime Ramírez explica
que esta academia ha ayudado
a formar a muchos artistas
consagrados como Jorge Félix, Enrique
Argueta, Rafael Escobar,
Carlos Chaclán, Doniel Espinoza y
Arturo Monroy, por nombrar algunos.
Asimismo, “constituye un
trampolín para que las personas
continúen su preparación en otras
escuelas de arte”, agrega.
Niños —a partir de los 3
años—, jóvenes y adultos que desean
desarrollar su afición artística,
acuden cada domingo al área
izquierda de la calle empedrada
que lleva alas puertas del San-
tuario de Nuestra Señora
del Carmen, primera ermita
asentada en el Valle
de la Virgen en 1620, y
reconstruida en 1740.
Este sitio, que se convirtió
en el punto de origen
de la Ciudad de Guatemala,
fue el lugar que
Enrique Noriega eligió para
fundar, el 20 de octubre
de 1971, un centro de proyección
artística, promovido
por el entonces alcalde
Manuel Colom.
La tarea le fue asignada
a los maestros de alto nivel
Max Saravia Gual, Juan Antonio
Franco, Alfredo Guzmán
Schwartz, Claudette Arroyo Jofre
y Víctor Manuel Aragón, cuya
filosofía de enseñanza se ha transmitido
y conservado.
“Don Max nos decía que teníamos
que aprender a dibujar
como primer paso, porque el dibujo
es inherente al artista. Solo
después nos permitía escoger la
técnica de pintura, y eso es lo que
aún inculcamos”, dice Héctor Velásquez,
quien llegó como alumno
DATO
1971
fue el año
en que se
fundó la
Escuela de
Arte Max
Saravia
Gual.
alaacademia en 1978, y
ahora es maestro.
HAY LIBERTAD
Esta escuela al aire libre
se ha caracterizado
por derrumbar las barreras
creativas y expresivas.
Velásquez refiere
que la docencia acargo
de Saravia Gual no era
rígida. “Yo fui el primer
alumno que pintaba al
óleo sin caballete”, asevera
Velásquez, al evidenciar
que el fallecido
artista les permitía desarrollar su
ingenio creativo.
El educador refiere que los
maestros deben ser capaces de
captar hacia qué tendencias se
inclina el individuo, para estimular
el talento, sin
imposiciones.
“Cada alumno logró su identidad;
unos se hicieron paisajistas
y otros, surrealistas”, afirma Adán
López, actual director, quien llegó
a la academia a los 23 años, y
destaca la abnegación de los educadores
hacia su labor.
Foto Prensa Libre: ARCHIVO
NIÑOS APRENDEN técnicas
como dibujo y acuarela.
En la escuela, que desde hace
muchos años es autónoma, la técnica
principal es la acuarela, pero
también se enseña óleo, crayón y
carboncillo.
Todas las obras llevan impregnado
el aire de un lugar que inspira
a las futuras promesas del
arte y la cultura de Guatemala. “El
cerro no ha perdido esa magia que
nos atrae”, expresa el maestro
Vicente Ortiz.
Las clases se imparten de febrero
a octubre, sin costo, todos
los domingos, de 10 a 12 horas.
ESCUELA MAX SARAVIA GUAL CUMPLE 40 AÑOS
UN CERRO
ALGUNOS DE
los maestros
de la Escuela
de Arte Max
Saravia Gual,
que fueron
alumnos de
grandes
pintores
guatemaltecos.
de inspiración
La obra La hija
del Molinero,
dirigida por
Émerson Leiva,
se presentará
mañana, a las 20
horas, en Café La
Quinta, 5a. calle
5-41, zona 1.
Admisión, Q30.
Semillero
de artistas
fomenta el
talento al
aire libre.
Foto Prensa Libre: BRENDA MARTÍNEZ