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Colom acepta renuncia del fiscal general, quien sería ... - Prensa Libre

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16 Opinión :<br />

P R E N SA L IBRE : Guatemala, m i é rco l e s 30 de julio de 20 0 8<br />

» DISEÑO: Rodolfo Fabián Alfaro » TEL.: 2412-5600 » FAX: 2220-5128 » CORREO ELECTRÓNICO: o p i n i o n e s @ p re n s a l i b re . c o m . g t<br />

E D I TO R I A L<br />

Tres cambios en<br />

funciones clave<br />

Un martes cuyo inicio<br />

fue ligeramente apacible,<br />

se tornó, al final de<br />

la tarde, en un remezón precedido de rumores<br />

respecto <strong>del</strong> futuro <strong>del</strong> Ministerio<br />

Público, debido a lo cual el relevo en ese<br />

cargo estratégico para la justicia robó la<br />

atención de una conferencia de prensa<br />

convocada por el presidente Álvaro <strong>Colom</strong>,<br />

para anunciar dos cambios en la cúpula<br />

<strong>del</strong> Ejército.<br />

Esas decisiones son significativas en<br />

un país en donde aún no ha echado raíces<br />

la institucionalidad, porque tienen incidencia<br />

en el desenvolvimiento de dos esferas<br />

de vital importancia en la seguridad<br />

democrática. Por un lado, el Ministerio<br />

Público es la punta de lanza de la justicia,<br />

a partir de su obligación de perseguir el<br />

<strong>del</strong>ito. Por el otro, el Ejército no ha alcanzado<br />

la solidez orgánica ni la madurez<br />

constitucional deseable como para suponer<br />

normal todo cuanto ocurre en sus filas,<br />

como las remociones de ayer en la jefatura<br />

<strong>del</strong> Estado Mayor y la Inspectoría<br />

General, sin previo aviso, y en fechas en<br />

que no se acostumbra hacerlo.<br />

Al cabo de muchos rumores palaciegos<br />

y presiones abiertas al Gobierno para<br />

la sustitución de Juan Luis Florido <strong>del</strong><br />

cargo de <strong>fiscal</strong> <strong>general</strong>, el propio funcionario<br />

se vio orillado a presentar su <strong>renuncia</strong>,<br />

para expeditar al presidente de la<br />

República el nombramiento de <strong>quien</strong><br />

considere idóneo para cumplir con éxito<br />

aquella responsabilidad.<br />

Pese a las apariencias de una relación<br />

armónica entre <strong>Colom</strong> y Florido, estos<br />

siete meses de cohabitación entre ambos<br />

FUNDADO EN 1951<br />

CASA EDITORA PRENSA LIBRE S.A.<br />

13 calle 9-31 zona 1, Guatemala<br />

P residenta:<br />

Vi ce p re s i d e n te :<br />

Director editorial:<br />

Gerente <strong>general</strong>:<br />

Subdirector editorial:<br />

no resultaron en un lecho de rosas para el<br />

segundo, por cuanto desde un principio<br />

quedó claro que debería navegar en contra<br />

de la corriente de <strong>quien</strong>es, desde distintos<br />

niveles <strong>del</strong> partido oficial, buscaban<br />

su sustitución por alguien afín a este<br />

régimen.<br />

No se puede regatear algún grado de<br />

pertinencia y razón a <strong>quien</strong>es, desde la<br />

sociedad civil, facilitaron, tal vez sin quererlo,<br />

aquellos propósitos políticos, aunque<br />

con un argumento atendible, referido<br />

a los alarmantes niveles de impunidad<br />

imperantes en Guatemala. Pero en honor<br />

a la verdad se debe señalar que la responsabilidad<br />

no corresponde en su totalidad<br />

al Ministerio Público, porque también<br />

hay mucha deficiencia y corrupción en<br />

los tribunales de justicia y en el desempeño<br />

de la Policía Nacional Civil.<br />

La historia se encargará de calificar el<br />

trabajo de Florido, cuando las aguas hayan<br />

vuelto a su nivel y el tiempo permita<br />

una ponderación justa, desprovista de<br />

los arrebatos emocionales propios de las<br />

disputas y los intereses partidistas. Por<br />

ahora, la parte más <strong>del</strong>icada es que se<br />

mantenga la institucionalidad en el<br />

reemplazo, a efecto de que el nombramiento<br />

<strong>del</strong> sustituto no se convierta en<br />

un botín político, como se teme en diversos<br />

sectores. Por eso, se espera de <strong>Colom</strong><br />

sometimiento al proceso demarcado por<br />

la ley, y mucho sentido común para que<br />

la designación responda a las expectativas<br />

sociales y a las necesidades <strong>del</strong> país.<br />

La transparencia y la legalidad serán<br />

garantía de una buena escogencia y aliviarán<br />

la incertidumbre originada en el<br />

desconocimiento de los méritos de <strong>quien</strong>es<br />

llegan a los cargos, en esta etapa convulsa<br />

de cambios en el Estado.<br />

María Mercedes Girón de Blank<br />

Mario Antonio Sandoval<br />

Gonzalo Marroquín G.<br />

Luis Enrique Solórzano C.<br />

Miguel Ángel Méndez Zetina<br />

Te l é fo n o : 24 1 2 -5 0 0 0 = Red a cc i ó n : 2412-5600 = Fa x : 225 1-8768<br />

Suscripciones: 1716 = Fa x : 2220-5 1 37<br />

Internet: http//www.prensalibre.com = Correo electrónico: n a c i o n a l e s @ p re n sa l i b re . co m . g t<br />

MIEMBRO DE LA SOCIEDAD INTERAMERICANA DE PRENSA<br />

CATA L E J O<br />

MARIO ANTONIO SANDOVAL<br />

Ce n t roa m é r i c a ,<br />

la más violenta<br />

RESULTA VERDADERA-<br />

MENTE triste enterarse de<br />

informaciones como la obtenida<br />

por el Consejo Nacional<br />

de Seguridad Pública de El<br />

Salvador, según el cual la región<br />

centroamericana, con un<br />

promedio de 36 homicidios<br />

por cada cien mil habitantes,<br />

es la más violenta <strong>del</strong> continente.<br />

A los 14 mil homicidios<br />

anuales se debe agregar el<br />

costo de seis mil 506 millones<br />

de dólares, equivalentes a un<br />

7.7 por ciento <strong>del</strong> Producto Interno<br />

Bruto. Como los resultados<br />

recogen los datos oficiales<br />

otorgados por las autoridades,<br />

muy posiblemente<br />

los números reales son mayores.<br />

Además de ello, debido a<br />

la consabida lentitud de recopilación<br />

y análisis de las cifras,<br />

esos datos corresponden<br />

al año 2006. O sea: con toda<br />

seguridad, en este año son<br />

más grandes y lamentables.<br />

SEGÚN LAS INFORMA-<br />

CIONES, Guatemala tiene los<br />

mayores costos,<br />

con dos mil<br />

291 millones de<br />

dólares, equivalentes<br />

a unos<br />

17 mil 180 millones<br />

de quetzales.<br />

Los demás<br />

datos son El Salvador, dos mil<br />

10 millones de dólares; Nicaragua,<br />

529 millones; y Costa<br />

Rica, 791 millones de dólares.<br />

Por aparte, los hurtos, lesiones,<br />

extorsiones y violencia<br />

contra las mujeres y dentro de<br />

las familias, contribuyen a aumentar<br />

el ambiente. La magnitud<br />

de los números se comprende<br />

mejor al conocer otro<br />

dato: la Organización Panamericana<br />

de la Salud señala<br />

como “normal” un índice de<br />

criminalidad entre cero y cinco<br />

homicidios por cada cien<br />

mil habitantes por año. Centroamérica,<br />

entonces, está en<br />

un cuadro de criminalidad<br />

“epidémica”, y no se puede<br />

arreglar por vías convencionales.<br />

La criminalidad<br />

reinante en el Istmo lo<br />

convierte en la región<br />

más violenta <strong>del</strong><br />

co n t i n e n te.<br />

RESPECTO DE ESTE ÚL-<br />

TIMO punto, es necesario señalar<br />

el significado de las vías<br />

convencionales. Son las condiciones<br />

sociales, la desocupación<br />

entre los jóvenes, las<br />

oportunidades de trabajo, los<br />

promedios de educación y la<br />

integración de las familias. En<br />

esos temas el Istmo está verdaderamente<br />

atrasado. No<br />

hay una sola de esas mediciones<br />

sin cifras alarmantes. La<br />

violencia tiene entonces una<br />

muy clara relación con esas<br />

variantes, pero, sobre todo,<br />

con el aspecto económico,<br />

aunque, en realidad, todos estos<br />

factores se entrelazan, y<br />

ese entrelazamiento tiene como<br />

elemento fundamental la<br />

imposibilidad de arreglarlo<br />

parcialmente. Debe ser atacado<br />

de manera conjunta, en acciones<br />

multidisciplinarias, cada<br />

una con enorme dificultad.<br />

OTRO DE LOS ELEMEN-<br />

TOS de veras lamentables y<br />

dignos de dolor es la medición<br />

de las sociedades según su número<br />

de maras. En ese sentido,<br />

Honduras ocupa el primer lugar,<br />

con 500 mareros por cada<br />

cien mil habitantes; El Salvador,<br />

con 180. Guatemala no es<br />

mencionada, pero hay necesidad<br />

de obtener ese número,<br />

uno de los factores importantes<br />

a fin de decidir la estrategia<br />

para combatirlos y desmotivarlos<br />

a la mayor brevedad<br />

posible. Mientras<br />

los ciudadanos<br />

honrados<br />

se sientan inseguros<br />

de la efectividad<br />

de las<br />

autoridades policiales,<br />

la solución<br />

<strong>del</strong> asunto pasa por la difícil<br />

decisión de emplear la<br />

fuerza para combatir a <strong>quien</strong>es<br />

ese es su único lenguaje.<br />

Pero de esto es difícil hablar<br />

en un espacio tan reducido como<br />

esta columna.<br />

PERO ESTAS CIFRAS EX-<br />

PRESAN el problema en números.<br />

Hay otro elemento<br />

peor: las consecuencias sociales<br />

derivadas de esta violencia.<br />

Las familias afectadas<br />

o destruidas por la violencia<br />

tienen grandes posibilidades<br />

de multiplicar esta lacra. Niños<br />

nacidos en familias con<br />

esas condiciones tendrán la<br />

tendencia a engendrar niños<br />

disfuncionales, tanto dentro<br />

<strong>del</strong> entorno familiar como en<br />

el social, desde el barrio hasta<br />

la ciudad o el país. Los costos<br />

económicos de estas consecuencias<br />

sociales son también<br />

muy difíciles de medir<br />

con exactitud, pero sin duda<br />

existen y se convierten en<br />

fuerzas ocultas dominantes.<br />

En este ambiente son prácticamente<br />

imposibles de hacer<br />

realidad las posibilidades de<br />

afianzar el sistema político<br />

d e m o c r á t i co.

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