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EDICIÓN DOMINICAL EDICIÓN DOMINICAL - Prensa Libre

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22 Opinión :<br />

<strong>DOMINICAL</strong><br />

PRENSA LIBRE : Guatemala, 27 de junio de 2010<br />

PROCESO INMACULADO<br />

La repetición del proceso de elección de fiscal general impone a la nueva<br />

Comisión de Postulación el reto de devolver la credibilidad al proceso y la<br />

confianza a la ciudadanía, mediante un trabajo intachable.<br />

COLABORACIÓN<br />

MARCO ANTONIO CANTEO*<br />

Se debe devolver<br />

la credibilidad<br />

G UATEMALA ATRAVIESA DE NUEVO UNA CRISIS<br />

institucional derivada de los resultados del reciente<br />

proceso de elección de fiscal general, el cual debe<br />

ser repetido por orden de la Corte de Constitucionalidad<br />

(CC).<br />

Dicho proceso dejó en evidencia varios aspectos<br />

negativos: a) la politización einjerencias indebidas,<br />

b) la prevalencia de intereses ajenos a las necesidades<br />

e intereses generales, c) la persistencia<br />

de viejas prácticas y escasa voluntad política para<br />

cumplir con la Constitución Política y la Ley de<br />

Comisiones de Postulación, d) la falta de control<br />

de las instituciones representadas en la Comisión<br />

de Postulación y c) la constatación de cuan profunda<br />

es la debilidad institucional del país.<br />

Como consecuencia de lo anterior,consideramos<br />

que una condición fundamental para que el nuevo<br />

proceso supereesos vicios ydarle legitimidadalpróximo<br />

fiscal general es la depuración totaldelaComisión<br />

de Postulación; de lo contrario se correelriesgo<br />

de que se repitan las mismas prácticas, con las consecuencias<br />

para la institucionalidad del país. La depuración<br />

aludida debe garantizar la representación real<br />

de las universidades, del Colegio de Abogados y de la<br />

CorteSuprema de Justicia, evitando que los comisionados<br />

actúen a título personal;<br />

además, al ejerceruna función<br />

pública deben hacerlo en beneficio<br />

de los intereses generales<br />

del país.<br />

La nueva Comisión de Postulación<br />

enfrentará grandes retos<br />

y enormes desafíos. El más<br />

importante es devolver la credibilidad<br />

al proceso y la confianza<br />

a la ciudadanía; para lograrlo<br />

se requiererespetar y hacer valer la Constitución<br />

yla Ley deComisiones de Postulación, lo cual<br />

exige establecer mecanismos para evitar la politización<br />

ylainjerencia de intereses oscuros en la Comisión<br />

de Postulación y realizar un trabajo técnicamente<br />

intachable, para reducir la discrecionalidad en la decisión<br />

de conformar la listadeelegibles yen la designación<br />

final del fiscal general.<br />

Algunos mecanismos para lograr lo anterior son:<br />

un perfil adecuado a las necesidades de la lucha contralaimpunidad,<br />

una excelentetabla de calificación<br />

que valore adecuadamente la experiencia profesional<br />

de los candidatosen instituciones responsables de la<br />

persecución penal, valoración objetiva de los planes<br />

de trabajo y de la exposición de los puntos centrales,<br />

discutir yfundamentar, como ya lo estableció la CC,<br />

la honorabilidad de los candidatos y candidatas.<br />

Las organizaciones sociales deben comprometerseamonitorear<br />

el proceso y aportar propuestas<br />

técnicas y viables para apoyar el trabajo de la nueva<br />

Comisión de Postulación. El resultadode todo ese<br />

esfuerzo debe ser la conformación de una lista de<br />

seis candidatos idóneos yhonorables, que garanticen<br />

una buena designación del fiscal general eintegración<br />

del Consejo del Ministerio Público.<br />

*Director ejecutivo del Instituto de Estudios Comparados en<br />

Ciencias Penales de Guatemala<br />

COLABORACIÓN<br />

Nueva<br />

Comisión debe<br />

realizar un<br />

trabajo<br />

intachable,<br />

para reducir la<br />

discrecionalidad.<br />

COLABORACIÓN<br />

RAMÓN CADENA<br />

Hacia una visión de<br />

país en la lucha<br />

contra la impunidad<br />

La lucha contra la<br />

impunidad debe<br />

tener como punto<br />

de inicio<br />

consensos<br />

mínimos entre<br />

todos los sectores.<br />

N O CREO QUE EXISTA OTRA SALIDA:<br />

la anulación del proceso de elección del fiscal<br />

general por medio de la resolución de la Corte<br />

de Constitucionalidad (CC) de fecha 10 de junio,<br />

y su repetición total, obliga a la sociedad<br />

guatemalteca arealizar todos los esfuerzos<br />

que estén a su alcanceparalograr, en el corto<br />

plazo, un acuerdo de nación en torno alaindependencia<br />

judicial y ala necesidadde elegir a<br />

funcionarios idóneos y capaces para dirigir las<br />

instituciones que integran el sector justicia.<br />

Todas las acciones que llevaron a cabo diferentes<br />

organizaciones y personas terminaron<br />

uniendo al pueblo deGuatemala en forma<br />

talque, aun con diferentes tendencias políticas,<br />

sus acciones finalmenteapuntaban en<br />

la misma dirección y hacia el mismo objetivo:<br />

hacer todo lo posible para que no se enraizara<br />

en el Ministerio Público el pacto de impunidad<br />

que estaba en marcha.<br />

Esta segunda oportunidad que tenemos de<br />

llevar adelante un proceso que permita la<br />

elección del fiscal general idóneo para Guatemala,<br />

debemos valorarla<br />

en su magnitud<br />

y aprovecharla<br />

con serenidadeinteligencia.<br />

Una visión<br />

compartida yalianza<br />

en la lucha contra la<br />

impunidad deben tener<br />

como punto de<br />

inicio consensos mínimos<br />

entre todos<br />

los sectores de la sociedad guatemalteca, que<br />

permitan impulsar un proceso transparente<br />

para elegir ala persona encargada de dirigir<br />

la persecución penal.<br />

Es importante recordar que para lograr este<br />

hecho insólito en nuestra historia reciente<br />

fue necesario que coincidieran una serie de<br />

esfuerzos y acciones: la renuncia digna y<br />

oportuna del Dr.Carlos Castresana, jefedela<br />

Comisión Internacional contra la Impunidad<br />

en Guatemala (Cicig); la actitud independiente<br />

dela Corte deConstitucionalidad, la<br />

infatigable lucha de organizaciones de derechos<br />

humanos, organizaciones sociales y<br />

personalidades guatemaltecas, las investigaciones<br />

certeras de la Cicig, el acompañamiento<br />

efectivo de la comunidad internacional;<br />

en fin, en el momentopreciso y en el lugar<br />

afín, se articularon una serie de reclamos,<br />

propuestas yacciones legales que permitieron<br />

que la Corte de Constitucionalidad emitiera<br />

la histórica resolución del 10 de junio<br />

pasado. Nos toca ahora hacer realidad este<br />

pacto social para el bien de la justicia y de la<br />

lucha contra la impunidad.<br />

*Director de la Comisión Internacional de Juristas para<br />

Centroamérica<br />

LA BUENA<br />

NOTICIA<br />

MARIO ALBERTO MOLINA<br />

La vocación<br />

J ESÚS TUVO UNA MANERA MUY PECULIAR DE<br />

convocar a sus seguidores. Si nos atenemos alo<br />

que cuentan los evangelios, Jesús puso objeciones<br />

yhasta rechazó aaquellos que voluntariamente<br />

se ofrecían para seguirlo. En cambio aquellos<br />

que de hecho fueron discípulos yseguidores<br />

de Jesús, hicieron esa opción de vida como resultado<br />

de una llamada que Jesús les hizo. Esta manera<br />

de entender la decisión de seguir a Jesús está<br />

presente en todo el Nuevo Testamento. La vida<br />

cristiana es la respuesta que el creyenteda a una<br />

llamada que ha recibido previamente de Dios. El<br />

acento en la llamada de Dios se hace todavía más<br />

fuerte cuando se trata de asumir una tarea ouna<br />

misión en la Iglesia. El ministerio eclesial se ha<br />

entendido siempre como respuestaauna convocatoria<br />

previa de Dios, hasta el punto que la palabra<br />

“vocación”, que originalmente se refería a la<br />

vida cristiana en general, ha restringido su significado<br />

para referirse a la moción que da origen a<br />

una consagración especial en la Iglesia.<br />

Esta manera de entender el modo como se<br />

configuralavida del creyentedestaca los aspectos<br />

de gratuidad presentes en toda biografía y<br />

ofrece la posibilidadde descubrir el sentido de la<br />

propia existencia desde esa llamada de Dios. Pero<br />

este modo de asumir la vida es también cada vez<br />

más ajeno ala cultura secularizada en que vivimos.<br />

Los planteamientos filosóficos yantropológicos<br />

dominantes en la cultura actual inducen a<br />

No son las<br />

cualidades y<br />

virtudes<br />

previas las que<br />

dan finalmente<br />

sentido a la<br />

vida, sino la<br />

llamada de<br />

Dios que<br />

convoca a un<br />

planteamiento<br />

de vida.<br />

asumir la vida ymarcar el<br />

rumbo de la propia existencia<br />

desde la suficiencia autónoma<br />

de la propia libertad.<br />

Este es un enfoque<br />

completamente ajeno a la<br />

visión cristiana.<br />

Por eso vale la pena preguntarse,<br />

¿qué nos estamos<br />

perdiendo al abandonar el<br />

planteamiento religioso<br />

propio del cristianismo yal<br />

asumir el planteamiento<br />

autonómico propio de la<br />

cultura secularizada? Estamos<br />

perdiendo la capacidad<br />

de ver la vida como un<br />

don recibido gratuitamente,que<br />

suscitapor eso mismo la disponibilidadal<br />

servicio yalasolidaridad. En vezdeeso comenzamos<br />

a verla existencia como construcción que<br />

se realizaamodo de reclamo de derechos para el<br />

logro de metas individuales, incluso en perjuicio<br />

de otras personas más débiles o peor situadas. Estamos<br />

perdiendo la capacidad de aceptar las limitaciones<br />

que marcan la vida de cada uno como<br />

manifestación de nuestra condición de criaturas<br />

y comenzamos a interpretarlas como injusticias y<br />

atropellos que la sociedad olanaturaleza han impuesto<br />

indiscriminadamente a algunos seres humanos.<br />

Estamos perdiendo la capacidad de encontrar<br />

la alegría que proviene de saber que la vida<br />

es respuesta a una llamada del amor divino. En<br />

vez de eso, estamos ganando superficialidad en el<br />

modo de asumir la vida que, carente dereferencias<br />

trascendentales, se agota en metas contingentes<br />

o efímeras.<br />

Quizá por eso los evangelios cuentan que Jesús<br />

llamaba para ser seguidores suyos a gente con<br />

evidentes faltas eincluso pecados. De estemodo<br />

mostraba que no son las cualidades y virtudes<br />

previas las que dan finalmente sentido a la vida,<br />

sino la llamada de Dios, que convoca a un planteamiento<br />

de vida desde la conciencia de la gratuidad<br />

de su amor y de su misericordia.

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