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PRENSA LIBRE<br />
14<br />
Guatemala, domingo 18 de noviembre de 2012 - DOMINICAL<br />
PRESTO NON TROPPO<br />
Por Paulo<br />
Alvarado<br />
CULTURA<br />
DE PRONTO<br />
INTERESA<br />
Sí. De pronto nos interesa…<br />
la cultura. No. No es un fenómeno<br />
nuevo. Hace rato que<br />
ocurre.<br />
Pasada la época electoral,<br />
por ejemplo, se acaba la espuria<br />
emoción por una carrera<br />
cuyo ganador siempre se conoce<br />
de antemano, ese furor<br />
absurdo por averiguar cuántos<br />
votos obtuvo hasta en la última<br />
aldea del municipio más olvidado<br />
del país. No se diga la<br />
conclusión de otra inútil alharaca<br />
por la reiterada eliminación<br />
mundialista de la selección nacional<br />
de futbol.<br />
O por una campaña para<br />
recaudar fondos para alguna<br />
“noble causa” (a cambio de<br />
prebendas para los comerciantes).<br />
O por la facilidad con que<br />
se escapa cualquiera con el<br />
dinero estafado a miles de personas.<br />
O por un proyecto de<br />
ley (que afecta los intereses de<br />
ciertos sectores). O, inclusive,<br />
la justa indignación por<br />
hechos de sangre, incalificables,<br />
repetidos<br />
hasta la saciedad como<br />
una enfermedad incurable.<br />
Sin embargo, llegados<br />
a su fin los motivos<br />
de la bulla que está de<br />
moda, pareciera que<br />
nos quedamos sin tema<br />
de conversación.<br />
¿A quién desplumar,<br />
cuando se le acaba el<br />
aire a políticos, futbolistas<br />
y mercaderes? ¿De<br />
quién ocuparse mientras se<br />
esconden los banqueros, los<br />
diputados y los asesinos? Ah…<br />
claro, ahí están los artistas, los<br />
creadores, los hacedores de la<br />
cultura de la nación. ¿Cómo se<br />
nos pudo olvidar?<br />
Lástima que —entre tanto—<br />
se nos haya muerto el maestro<br />
fulano; habrá que rendirle<br />
homenajes póstumos. También<br />
nos enteramos de que la<br />
artista zutana está pasando<br />
penas; ojalá haya alguien que<br />
la ayude. Además, qué bonito<br />
lo que andan haciendo los<br />
menganos; quizás un día tengamos<br />
tiempo para escucharlos<br />
en un concierto, o verlos<br />
en una función de danza, o<br />
leer su poemario, o acudir a su<br />
exposición. De repente, hasta<br />
nos regalan un disco, un libro<br />
o un cuadro.<br />
Porque… sí. De pronto sí<br />
nos interesa la cultura y el arte<br />
(en especial, si se trata de algún<br />
pariente o amigo). Y, desde<br />
luego, siempre que no haya<br />
algo “más interesante”,<br />
“más urgente”, “más importante”,<br />
como el millonario desfalco<br />
en… o una trifulca en el<br />
Congreso porque… o el próximo<br />
partido del Barcelona<br />
contra…<br />
presto_non_troppo@yahoo.com<br />
HAY QUE VERLA<br />
Magia,<br />
desafío y<br />
creatividad<br />
se pueden<br />
apreciar en<br />
este<br />
montaje<br />
surrealista.<br />
POR ARMANDO BENDAÑA<br />
Carlos Solórzano Fernández<br />
es un reconocido<br />
dramaturgo guatemalteco<br />
que vivió en México<br />
la mayor parte de<br />
su vida y que plasmó en<br />
su producción teatral el misticismo<br />
de la cultura continental. Una de<br />
sus obras clásicas, Los Fantoches<br />
(1959), está en cartelera los martes<br />
de noviembre por la noche, en la<br />
Universidad Popular.<br />
Estudiantes de la Escuela de Arte<br />
Dramático de la U.P., dirigidos por<br />
Fernando Juárez, hacen un admirable<br />
trabajo al adaptar esta obra al formato<br />
de teatro negro. Se apegan al argumento,<br />
dándole acceso a la imaginación.<br />
La historia es contada sin palabras,<br />
esculpiendo las sombras. Es un espectáculo<br />
de gran agilidad y ritmo. Su<br />
silencio hace imprescindible conocer<br />
el argumento. Estar familiarizado con<br />
Solórzano y su teatro existencial.<br />
Fantoche: Fantoccio,en italiano, es<br />
un títere movido por medios externos.<br />
Fantoche, en la creencia popular<br />
mexicana, es un ser humano muñequetizado,<br />
grotesco.<br />
LA HISTORIA<br />
LOS FANTOCHES,<br />
quier momento puede estallar. Símil<br />
con la vida humana, que en<br />
cualquier momento se nos puede<br />
acabar.<br />
El Viejo tiene una hija, vestida de<br />
blanco: La Muerte. Y hay cinco<br />
fantoches: un Joven, que trabaja. Un<br />
Artista, que sueña. Una Mujer, que<br />
ama. Hay un viejo barbado que atesora<br />
posesiones materiales, papeles<br />
rojos. Y un Judas, que guarda en<br />
silencio su vergüenza y dolor.<br />
La acción ocurre en una especie de<br />
bodega cerrada donde la vida se percibe<br />
por el pasar de la luz del día a<br />
través de una única ventana, alta.<br />
Cada día llega a la bodega La<br />
Muerte por uno de los fantoches.<br />
Ellos creen que es para ponerlos en<br />
libertad.<br />
Pronto se dan cuenta de que lo que<br />
ella hace es quemarlos yhacerlos es-<br />
Hay un anciano, casi ciego y con<br />
dificultad para caminar, que fabrica<br />
fantoches. Estos, igual que los Judas<br />
del Sábado de Gloria, son construidos<br />
con materiales fácilmente<br />
combustibles.<br />
A cada uno de ellos, el constructor<br />
le pone al cuello una cajita<br />
llena con un explosivo que en cualtallar:<br />
volverlos nada, polvo, ceniza…<br />
Cunde la angustia, hay lamentos.<br />
El Pensador propone que se unan y<br />
juntos bloqueen la única entrada, pero<br />
tal solución no funciona: La Muerte<br />
cuando quiere entrar, entra. Judas<br />
es el primero en irse. Al otro día, sin<br />
lógica, el Artista.<br />
La Mujer, para evitar su desaparición<br />
decide tener un hijo. El Joven la<br />
ayuda, la Muerte viene y se lleva al<br />
niño. La próxima vez gira con los ojos
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