Año 9, t. 11, 5a. entrega (1901) - Publicaciones Periódicas del ...

796 Anales de la Universidad
trarse junto, inmediato y presente, bastará la imposición ó el mandato
verbal del Juez, para que sin más trámite verifique la entrega
6 se le apremie; de manera que en este caso el auto sería innecesario
y su notificación lo mismo, á más de ser dado á demoras cuando
la celeridad es más indispensable que nunca. Naturalmente, ese auto
tampoco tiene razón de ser cuando la entrega del objeto se hace espontáneamente
por la persona que lo detentaba.
El examen prolijo y reposado de la cosa objeto del delito es de absoluta
necesidad, muy particularmente tratándose de cojnprobar el
delito de falsificación de documentos públicos ó efectos'existentes en
Oficinas del Estado. Estos deben encontrarse á entera disposición del
Juez instructor, mientras pueda el curso del sumario sugerirle el propósito
de verlos ó hacerlos examinar. Si no estuvieran en su poder, y
fuesen muchas las veces que tal se le sugiriese, calcúlese el número
de autos que tendría que dictar, oficios que librar, otros requisitos
que llenar antes de satisfacer sus deseos ó intenciones y cuánto tiempo
habría de perderse, y cuántos riesgos correría de más el objeto ú
efecto al andar de mano en mano, de lugar en lugar. Por otra parte,
estando en continuo poder del Juez instructor, mientras él lo creyese
útil, hallaríase mejor garantido y tal vez libre de las asechanzas de
secuestro ó destrucción á que estaría tentado el empleado, ó jefe de
la Oficina, comprometido en el delito que se indaga.
El Código de Instrucción Criminal patrio no tiene disposición expresa
sobre este particular; pero, como en lo que él omite tocante al
procedimiento, se observará lo dispuesto por otras leyes de la Repilblica,
siempre que directa ó indirectamente no se opongan á lo que él
prescribe ''artículo 425\ tenemos que respecto del punto en cuestión
rige actualmente el artículo 355 del Código de Procedimiento Civil,
que dice así: Para ninguna prueba se sacaran de las oficitias de los
Escribanos ni de archivo alguno los libros ó papeles originales, los
cuales sólo se presentarán en testimonio expedido por las personas á
cuyo cargo esté la custodia de ellos, etc. De manera que forzosamente
hanse visto y se verán los Jueces instructores en la necesidad de trasladarse
á dichas oficinas para examinar personalmente documentos,
libros, etc., en casos de falsificación; como han tenido y tendrán que
hacerlo los peritos.
Las declaraciones que se citan en el artículo 6S del Proyecto son un
complemento de la diligencia de descripción que en el mismo se
ordena; por ello han de ser de testigos presentes al acto, ó que conocidos,
se hallen cercanos, en las inmediaciones del lugar del suceso,
pudiendo ser llamados á él verbalmente y llevados durante la diligencia
respectiva ; pues de lo contrario, ésta no terminaría, quedaría trunca
y habría que repetirla para que los testigos que deben declarar sobre
los extremos que se mencionan en dicho artículo y en su anterior,
puedan deponer á la vista de los objetos ó del lugar sobre que hubiese
de versar su declaración.