Año 9, t. 11, 5a. entrega (1901) - Publicaciones Periódicas del ...

742 Anales de la Universidad
la ley de 7-14 de Octubre de 1790 que es la primera que
se cita como fundamento del mencionado recurso, establecía
que las cuestiones de incompetencia á las que al principio
aquél estaba limitado, serían resueltas por el Rey como jefe
de la Administración superior, facultad que pasó luego al
Consejo de Estado en virtud del articulo 52 de la Constitución
consular según el cual dicho Consejo era el encargado
de resolver todas las dificultades que se presentasen en materia
administrativa, y de lo dispuesto por el artículo 11 del
decreto de 5 de nevoso del año VIII que dio á la misma
corporación el poder de decidir todos los conflictos que se
presentasen entre la Administración y los Tribunales. En segundo
lugar se recordará que hasta 1872 y con excepción
del corto período desde 1849 hasta 1852 el Consejo de Estado
jamás tuvo sino una jurisdicción retenida, lo que hacía
de él un verdadero cuerpo administrativo deliberante cuyos
dictámenes debían ser aprobados por el R( y. En tercer término
dicho recurso fué muy pronto extendido por la jurisprudencia,
(á la cual se debe todo su desarrollo por lo que con mucha razón
ha sido llamado pre¿on«Aíí)), dicho recurso decimos, fué
extendido muy luego á los actos discrecionales que sólo podían
dar lugar á reclamos por violación de intereses que
eran los propios del recurso administrativo jerárquico. Y
finalmente, para no citar sino los antecedentes más salientes,-
la resolución dictada en el recurso de que tratamos surte
efecto para todos, á diferencia de las verdaderas sentencias
que no lo tienen sino entre las partes.
Pero, cualquiera que fuera el verdadero carácter del recurso
hasta 1872, es evidente que desde esa fecha en que se dio
al Consejo de Estado jurisdicción delegada, el exceso de
poder da lugar á una verdadera acción contenciosa, á una
acción de derecho sobre la cual la Administración activa no
tiene más intervención que la que le corresponde como parte
demandada. En este sentido ha podido decir Laferriére que
el recurso por exceso de poder es por su esencia un recurso
contencioso, puesto que se ejerce según un procedimiento determinado,
ante el Consejo de Estado constituido en verda-