Año 9, t. 11, 5a. entrega (1901) - Publicaciones Periódicas del ...

738 Anales de la Universidad
La jurisprudencia francesa ha resuelto con toda razón que
los permisos que son necesarios para establecer en la vía
pública canalizaciones de agua ó de gas, aun cuando ellos
sean esencialmente revocables, no pueden ser retirados por
motivos extraños á la conservación y á la libertad de la vía
pública, único objeto de la policía que sobre dichas vías
ejerce la Administración, De acuerdo con esta doctrina el
Consejo de Estado, ha anulado por desviación de poder, decretos
retirando dichas autorizaciones ya porque el permisionario
no pagaba la contribución que le era exigida, aun
cuando ésta fuese legal, en cuyo caso lo que correspondía
era cobrarle con arreglo á la ley, ya porque aquél se negaba
á consentir en la reducción del precio del gas que la
Comuna le reclamaba, ya porque la Administración quería reservar
el uso del subsuelo á otra compañía, etc.
En estos y otros casos semejantes en que como se ha
visto, se trata de actos de poder discrecional, la intervención
del Tribunal de lo contencioso está limitada á examinar
si dicho poder ha sido ejercido con los fioes para que
ha sido dado, ó si ha sido desviado, empleado con móviles
ó propósitos extraños á aquellos mismos fines, en cuyo
caso procede la anulación del acto reclamado.
Tales son el objeto y los diferentes casos de aplicación
del recurso por exceso de poder.
Los autores franceses dan una gran importancia á ese recurso.
Su gran mérito decía Hauriou, consiste en haber so
metido al derecho los actos de poder público que al principio
del siglo eran casi todos discrecionales, mientras que
ahora todos con excepción de los actos de gobierno son susceptibles
del recurso por exceso de poder. Sería difícil, dice
á su vez Laferriére, citar otro Estado que la Francia en donde
el control de la legalidad administrativa sea tan extenso ó
en donde los ciudadanos tengan tan amplios recursos contra
los abusos de poder y los errores de derecho de la Administración.
Hay cierta exageración en ese juicio pronunciado tan cerca
de la Inglaterra en donde ha regido siempre el principio de