Año 9, t. 11, 5a. entrega (1901) - Publicaciones Periódicas del ...

#:;
958 Anales de la Universidad
2." Permite al estudiante rendir examen de cada materia en el momento
en que se considere suficientemente preparado, sin que esta demora
en la rendición de sus exámenes, le ocasione pérdida reglamentaria
de años de estudio; evita así en gran parte el sur menaje de los
quince días que preceden al examen y sobre todo permitiendo al alumno
rendir examen en época más avanzada de sus estudios lo pone en condiciones
de apreciar mejor las ventajas de la enseñanza práctica y la
necesidad de la asistencia asidua y eficaz á los laboratorios y clínicas,
no sólo bajo el punto de vista del ejercicio de la profesión, sino también
bajo el punto de vista de los exámenes. Convencidos como estamos
de que la enseñanza práctica es la base de la enseñanza médica,
creemos que un plan de estudios que tenga la ventaja de convencer
al estudiante de la importancia de esos ejercicios prácticos, merece por
ese solo hecho la simpatía del Honorable Consejo.
¿ Qué puede objetarse á este plan presentado así en forma de idea
general? Puede decirse, que permitiendo á los estudiantes ganar cursos
sin rendir exámenes, los incita á estudiar menos; que haciendo desaparecer
el control anual de los exámenes, que es al mismo tiempo un
excitante para el trabajo, los inclinará á descuidar sus estudios- Esta
objeción tiene á nuestro modo de ver valor, para los malos estudiantes,
pero no para los buenos; hay que recordar que la mayoría de los
alumnos de la Facultad de Medicina tienen edad y reflexión suficiente
para comprender su conveniencia, y que es por lo tanto poco probable
se dejen arrastrar por esa aparente incitación al descuido de sus tareas.
Los que lo hicieren tendrán por otra parte su castigo, en el mal
resultado de sus exámenes, que serán naturalmente más severos que
en la actualidad, porque serán exámenes completos de cada materia
y porque el estudiante no deberá presentarse á ellos sino cuando se
encuentre suficientemente preparado.
La Universidad queda, pues, tan relativamente garantida como
ahora, de que los malos estudiantes no llegarán al término de su carrera;
en cambio, este plan acuerda grandes ventajas á los buenos,
permitiéndoles cierta libertad en la orientación de sus estudios, según
las aptitudes y las tendencias de cada uno, libertad que ellos reclaman
con insistencia y á nuestro modo de ver con bastante fundamento.
Se puede decir también en contra de este proyecto, que se oponen
á él varias disposiciones reglamentarias y un artículo de la ley; de las
primeras, nada diremos, pues podrían ser rnodificadas^ en lo relativo á
la Facultad de Medicina por resolución del Honorable Consejo, con
aprobación del Poder Ejecutivo.
El artículo de la Ley á que nos referimos es el artículo 13 de la ley
de 25 de Enero de 1888, que dice lo siguiente: «los períodos de estudios
de la Facultad de Medicina y Cirugía, no deberán exceder de