Año 9, t. 11, 5a. entrega (1901) - Publicaciones Periódicas del ...

Anales de la ü?iiversidad 951
examen de Patología general, Anatomía patológica, Patología médica,
Terapéutica y Patología quirúrgica en 3.° y 4.» año; es decir, que en
esos dos anos tienen que dar examen de las materias que estudiarán
durante toda su carrera y que sólo al final do ella podrán conocer sati
sf actori amen te.
Tiene además otros graves errores en la distribución y ordenación
de las asignaturas.
Es ilógico exigir el estudio de la Semiología clínica antes de terminar
el de la Anatomía y Fisiología, porque los estudiantes van á observar
y estudiar alteraciones orgánicas y funcionales de algo cuya organización
y funcionamiento normal no conocen todavía. Algo análogo
podría decirse respecto al estudio de las clínicas especiales, hecho antes
de haber terminado las generales.
De esta defectuosa distribución y de la excesiva duración que dentro
del plan se ha querido dar á las clínicas Médica y Quirúrgica, resulta
la aglomeración de tres ó cuatro clínicas en algunos años y las consiguientes
dificultades para su regular y provechoso funcionamiento. Las
clínicas deben ser diarias y es necesario que el estudiante no esté
obligado á concurrir sino á una ó dos de ellas para que pueda dedicarles
todo el mayor tiempo posible; de otra manera sucederá siempre
lo que sucede hoy: el estudiante que se ve forzado no á seguir sino á
correr, cuatro clínicas distintas cada mañana, no puede dedicar á ninguna
de ellas el tiempo necesario para el examen de un solo enfermo
y pierde casi siempre mediodía en el Hospital pasando de una Sala á
otra para hacerse ver por el Bedel y escapar á la falta de asistencia.
Hoy que la Facultad de Medicina ha alcanzado su completo desarrollo,
se impone — por las razones expuestas — la reforma de su Plan
de estudios; pero la reforma que creo necesaria no se lia de limitar,
como la mayoría de las anteriores, á cambiar simplemente el orden en
que están distribuidas las distintas materias en los seis años de la
carrera, debe ser más fundamental y abarcar también la forma en que
se hacen los estudios v su reglamentación, sobre todo en lo que se refiere
á exámenes.
Y como deseo que la reforma que preconizo no sea la expresión de
mi criterio personal, sino que contemple los fines y necesidades de la
enseñanza de las Ciencias Médicas entre nosotros, no propondré al H.
Consejo un artículo sustitutivo del artículo 10 del Reglamento vigente;
expondré mis ideas acerca de los puntos más importantes que
debe abarcar la reforma — tal como yo la entiendo — para que, si el
Consejo lo estima conveniente, sirvan de punto de partida al estudio
que debe necesariamente preceder á la adopción de una reglamentación
definitiva y estable, en la cual deben colaborar, además del H. Consejo,
los profesores de la Facultad de Medicina.