Año 9, t. 11, 5a. entrega (1901) - Publicaciones Periódicas del ...

732 Általes de la Universidad
que pueden originar el recurso son tres, la incompetencia, el
exceso de poder y la violación de la ley, estando por regla
general limitado el objeto del reclamo al pronunciamiento
sóbrela existencia del vicio reclamado, y siendo de jurisdicción
de mérito sólo los casos taxativamente indicados.
Prescindiendo de esa limitación que no tiene justificación
plausible alguna en leyes del objeto de las citadas, ¿en qué
consisten cada uno de esos tres vicios que la ley enumera y
que desde luego parece que todos estarían comprendidos en
el de violación de la ley?
No estando esa explicación expresa ni tácitamente comprendida
en las disposiciones citadas, veamos lo que al respecto
dicen sus comentadores:
"La incompetencia de que aquí se habla, dice el abogado
Porrini en su Códice della Giustizie Amministrativa, no debe ser
entendida en el sentido que le dan los escritores de derecho
judiciario, es decir, en el sentido de falta de jurisdicción,
sino como carencia de facultades para proveer en determinados
asuntos. El exceso de poder en que algunos han querido
ver una especie de incompetencia no existirá cuando un
juez ó un administrador invada la jurisdicción de otro, sino
cuando en asunto de su competencia exceda el límite de los
poderes que le están conferidos y haga algo que exceda de
sus atribuciones. . . Y la violación de la ley existe cuando
no se han llenado las formalidades prescriptas para dictar
una resolución, ó cuando se hace contra el interés de una
persona algo que no es permitido".
En realidad, esa explicación más bien oscurece que aclara
la clasificación hecha, pues que no sólo los tres vicios que se
indican pueden estar comprendidos en el de violación de la
ley tomando esta frase en sentido amplio, sino que además,
tanto en el caso de exceso de poder, como en el de violación
de la ley, tomando esta expresión en el sentido restringido
que hemos visto se le da, pueden comprender tanto
cuestiones de forma como de fondo.
Pasemos á la legislación francesa y veremos cómo ésta
incurre en una confusión inversa á la hecha porla legisla-