Año 9, t. 11, 5a. entrega (1901) - Publicaciones Periódicas del ...

920 Alíales de la Universidad
El sistema por el cual los camaristas deben rubricar tan sólo los
decretos de mero trámite, ofrece graves pelij^TOS, porque á más de ser
fácil la falsificación y alteración de las rúbricas, éstas pueden tener
rasgos tales de similitud que sea poco menos que imposible distinguirlas;
es frecuente observar que muchas personas rubrican con los mismos
rasgos. Por el contrario, la multiplicidad de caracteres manuscritos,
multiplica las dificultades de la adulteración y falsificación. Optamos,
pues, por desechar el uso de la rúbrica, que hasta ahora es práctica
corriente y legítima en nuestros Tribunales ordinarios.
Art. 213—Los Jueces de lo penal celarán en sus dependientes
y oficiales la puntual observancia de sus obligaciones;
debiendo advertir y corregir cualquier defecto ó falta
que encuentren en los expedientes de que conozcan, libros
etc., haciéndolo constar en la providencia respectiva.
Conc: ait. 76 At\ Cód. de P. Civil de la Rep. O. del Uruguay.
Art. 214—Sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo
anterior, los Jueces de lo penal visitarán cuando menos una
vez cada trimestre, las Oficinas del Juzgado y de sus respectivos
Actuarios (Escribanos), examinarán los inventarios
de expedientes, la existencia y estado de éstos, los libros
respectivos, la caja, armarios, etc., pudiendo tomar de oficio
las providencias de corrección que se harán constar por escrito,
y que serán de apercibimiento, multa pecuniaria 6
suspensión temporal, salvo delito.
Conc.: art. 77 del Cód. do P. Civil de la Rep. O. del Uruguay.
Estas di.sposiciones son de mera disciplina. Si cuando fuere pasado
al despacho del Juez ó Tribunal un expediente, se notaré en él error
en la foliatura, la omisión de una nota del Actuario, etc., el Juez providente
deberá advertir de ello al mismo actuario en la providencia
que dictare, para que salve el error, ó subsane la omisión, bajo apercibimiento
ó bajo otra pena disciplinaria proporcionada á la importancia
de la falta cometida.
Pero puede ser que en la oficina del Actuario, en expedientes que no
hayan pasado al despacho del Juez ó Tribunal, en los archivos, en los
libros, etc., haya irregularidades; por esto conviene que los Jueces vi^