Año 9, t. 11, 5a. entrega (1901) - Publicaciones Periódicas del ...

912 Anales de la Universidad
misión de los miembros de la Legislatura, que tienen fueros especiales,
á integrar los Tribunales, presentaría el inconveniente de que, en
su caso, no podrían hacerse efectivas en ellos las responsabilidades
establecidas por la ley por razón del cargo judicial.
Esta incompatibilidad que fué reconocida por sentencia del Superior
Tribunal, el año 1882, en 26 de Julio, según hemos visto, ha venido
haciéndose carne en la práctica del foro nacional. El año 1897, el autor
de esta obra era Diputado en ejercicio por el Departamento de Minas;
y en una causa criminal tocóle por sorteo ser designado conjuez; se
excusó de aceptar el cargo fundándose en la incompatibilidad de él
con la representación política que investía; su excusación no fué objetada
por el Excmo. Superior Tribunal; quedó ratificado aunque tácitamente
el precedente sentado en la sentencia aludida.
No importa para que dicha incompatibilidad entre la judicatura y
otro empleo de la Administración pública exista, que éste no sea remunerado,
como no lo es, por ejemplo, el ser miembro de las Juntas Económico-Administrativas.
En primer lugar, las Juntas tienen frecuentemente
que litigar, y si fueran miembros de ellas los jueces, sobrevendrían
excusaciones y recusaciones que perjudicarían á las otras partes
interesadas en el pleito, aumentando gastos y demoras. Las Juntas
son corporaciones dependientes en sumo grado del Poder Ejecutivo;
esta dependencia quebraría la autoridad, viciaría la autonomía
de los jueces ediles. (1)
Art. 203—La judicatura peual es independiente de toda
otra autoridad, en el ejercicio de sus funciones.
Conc. : art. 13 del Cód. de P. Civil de la Rep. O. del Uruguay.
La independencia del Poder Judicial, ha dicho el doctor Pablo De­
María, está en el asenso de la universalidad de los jurisconsultos, y es
una de las mds preciosas garantías del derecho. Cuando el despotísmo
(1) Estudiando la cuestión, Lieber, en su tratado sobre la libertad civil y el gobierno
propio, la plantea en esta forma : ¿ Acredita la experiencia que los jueces, teniendo asiento en
la legislatura, en donde ellos tienen que pertenecer á uno ú otro partido, son susceptibles de
ser influenciados en el Tribunal ? La Inglaten-a, responde, nos ofrece en los tiempos modernos,
en Eldon, Thurlow, Marsfield y Hai-dwicke, la prueba de que pueden resistir sus inclinaciones
políticas. Pero esta observación solamente se extiende á casos comunes. ¿ Fueron
ellos, ó habrían sido completamente imparciales en todos aquellos juicios que puedan llamai'se
políticos ? Y, ¿ cómo un juez entra en la legislatura ? ¿ Puede hacerlo sin intervenir en las
elecciones ? Cuanto más popular es un Gobierno, más necesario llega á ser el inmediato contacto
entre el candidato y sus constituyentes. ¿Y quién desea ver en esta posición al Juez qué
debe ser el oráculo independiente de la ley ?
La biografía del Juez Story nos lo presenta desde el momento de su ascensión á la magistratura,
no solamente evitando mezclai-se en política de un modo cualquiera sino aún con mera
apariencia de ello.