Año 9, t. 11, 5a. entrega (1901) - Publicaciones Periódicas del ...

Anales de la Universidad 897
relativa á la excarcelación provi&ional, que ha de seguirse por separado,
porque no obsta la substanciación de ese incidente á la prosecución
de lo principal.
Para destruir el abuso en algunos Juzgados, de cobrar fuera de planilla
y en el momento de extenderse las fianzas, por carecerse de
una disposición expresa de la ley al respecto, agregamos al final del
artículo 192: que el costo de esta diligencia de fianza debe ser incluido
en la planilla de costas, para su cobro.
Art. 194—El fiador podrá pedir al Juez en cualquier
tiempo la relevación de fianza, h. que no le será conferida
mientras no presente al fiado á la audiencia ó á las audiencias
que el Juez señalare con el objeto principal de intimar
al reo la designación de nuevo fiador que acepte el cargo en
el mismo acto, ó de volverle á la cárcel, prisión ó prevención
donde salió si no designase ó no hubiere quien aceptase
el cargo entre los designados, tan idóneo j abonado como
fuere necesario según el criterio del Juez.
De cuanto se hiciere en la antedicha audiencia se labrará
acta que firmarán el Juez, el reo j su defensor, el ex fiador
y el nuevo fiador; acta que surtirá los mismos efectos que la
diligencia de que habla el artículo 192, y que será autorizada
por el Escribano Actuario ó dos testigos en su defecto.
Conc: art. 107, número 3.°, del Cód. de I. Crim. Salvadoreño.
La fianza, á la vez que un favor para el reo, es en principio un servicio
prestado á la justicia. Pero, como servicio voluntario que es, por
cuanto á él se obliga voluntariamente el fiador, no hay razón para que
él perdure, esto es, para que no sea relevado el fiador de su fianza y
pese sobre él como un cruento sacrificio, sustituyendo la limitación indefinida
de su libertad á la prisión preventiva del encausado. Sería un
grave daño á la equidad que esta situación se prolongase innecesariamente:
el fiador coacto, el procesado libre.
Restituyendo el fiador al fiado, volviéndole á la presencia judicial,
colocándole en situación de preso, garantiendo de este modo la eficacia
de la justicia penal, puede á esa condición ser declarada la caducidad
de la fianza prestada.
Si se declarase esta caducidad sin que el fiador presentase al reo,
sería lo mismo que poner en manos del primero, ó á su arbitrio, cumplir
ó no la obligación contraída de su parte.