Año 9, t. 11, 5a. entrega (1901) - Publicaciones Periódicas del ...

892 Anales de la Universidad
exhibir á la autoridad requerida el testimonio de la diligencia
de fianza.
Cone. : art. 54S de la Ley de Euj. Crim. Española—art. 214 del Cód. de P. Crim. Japoné.
La fianza, en materia penal, no es más que la garantía que da apud
acta el reo, de cumplir la obligación de presentarse á estar á derecho
en el juicio lespectivo, ó d© ser vuelto á la cárcel, cuando el Juez
competente lo requiera.
Por el hecho de la fianza,, contrae el fiador el solemne compromiso
de presentar al reo, á esos fines, siempre que el Juez de la causa se lo
reclame, y dentro del término que, atento á las circunstancias de lugar,
vida y costumbres del fiador y del ado, y urgencias del proceso, y
otras, el Juez señalare.
Este plazo puede repetirse por las mismas razones, quedando exonerado
de responsabilidad el fiador y el fiado, de no haberse cumplido la
presentación de este último, en la primera vez, por la fuerza de esos
hechos, á pesar de su voluntad. Pudiera ser que las necesidades de
la vida, la calidad de su trabajo, ó v. gr., una enfermedad, imposibilitase
al reo para comparecer dentro del primer término; siendo así que no
hay manifiesta rebeldía y que no ha desmerecido la confianza de la
ley Y de la sociedad, por la cual goza el beneficio de la excarcelación
provisional, sería injusto que se hicieran en él como en el fiador, efectivas
las penalidades propias del desacato ó de la rebeldía. Toca entonces
al Juez pesar estos motivos y si los cree razonables, señalar un
nuevo término prudencial é improrrogable.
El derecho español tiene entre sus disposiciones, una que no aceptamos
porque es vejatoria desde luego que pone trabas á la libertad
provisional sin que haya necesidad, único fundamento substancial que
las justificaría; y es la de que los jueces señalaran en el auto de ex
carcelación varios días del mes en que deberá presentarse el reo al
Juzgado, sin más objeto que el de comprobarse su presencia en el lugar
del juicio.
La-fianza, tal cual la proyectamos y ha sido legislada entre nosotros,
es carcelera, porque contiene siempre la obligación de presentar
al reo para ser devuelto á la cárcel de prevención ó donde deba cumplir
condena. Nuestros fiadores pueden llamarse carceleros comentaríenses,
como los denomina la jurisprudenc'a española, porque toman
á su cuidado la custodia del encausado, con obligación de restituirlo á
la cárcel ó presentarlo ante el juez, en el tiempo que el Juzgado designe,
bajo Ja pena qué mmo á tales carceleros, dice Escriche, se les imponga
por ministerio de la ley.
La importancia de esta garantía debe ser fijada por el Juez, teniendo
en cuenta la gravedad de la inculpación, la fuerza de los cargos,