Año 9, t. 11, 5a. entrega (1901) - Publicaciones Periódicas del ...

Anales de la Universidad 725
de casi todo poder discrecional, y para concentrar realmente
en las Cámaras muchas funciones administrativas.
Pero entre nosotros nada de eso puede ocurrir, constitucionalmente
por lo menos. Dentro de los poderes qae le
acuerda la Constitución y las leyes, la Administración es
absolutamente independiente, de manera que el mal uso que
haga de sus facultades discrecionales no tiene remedio alguno
sino en la sanción de nuevas leyes dictadas al efecto.
Sería completamente absurdo pretender que la Asamblea procediese
en el caso como autoridad administrativa superior de la
del Poder Ejecutivo, y que en tal concepto, juzgando del buen
ó mal uso que la Junta hubiese hecho de sus facultades discrecionales
en la decisión suspendida, ó- del acierto con que en el
uso de aquellas mismas facultades hubiese procedido el Ejecutivo
al decretar la suspensión reclamada, confirmase ó revocase
ese decreto.
lutervinieüdo la Asamblea, la decisión definitiva de la contienda
no puede ser hecha, pues, sino por medio de una
ley. Siendo asi, y dado que no se limita aquella intervención
á los casos que rocen el interés general del Estado,
el artículo si fuese convertido en ley puede presentar el
espectáculo curioso de que proponiéndose dar autonomía á
las Juntas, las haga en realidad más dependientes del Poder
central que lo que lo están actualmente. Hoy dependen
del Ejecutivo que puede negar «u autorización ó reformar
los actos de aquéllas5 mañana, con arreglo al proyecto, dependerán
también del Poder Legislativo, puesto que se establece
que si las Juntas no se conforman con la suspensión
decretada y el Ejecutivo insiste en ella, pasará el asuuio á
la Asamblea para ser definitivamente resuelto en la forma
que ya sabemos. Si la intervención del Poder Ejecutivo es
ocasionada á demoras inevitables que en nada favorecen la
oportuna y pronta expedición de los asuntos locales, calcúlese
lo que ocurrirá coando un astuto tenga que pasar también
por el Cuerpo Legislativo, y tenga allí que sufrir toda
la tramitación establecida para la formación de las leyes.
Es en realidad una cariosa autonomía y un raro modo de es-
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